Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

CUADROS por Chiqui1105

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Vale, antes que nada, este es un fic Peinnaga, les explicaré esta pareja para que la entiendan mejor.

Pein es el cuerpo de Yahiko versión Pein (la versión de los piercings vamos) y tiene su personalidad propia. Algunos pueden pensar que si tiene personalidad propia le tienen que llamar Yahiko, pues no, le llaman Pein y tiene unos 20 y pico años.

Espero que hayan entendido eso, es un poco difícil n.nU

Ahora, Nagato es un niño que, depende de cada fic, puede tener 14 años o menos, o hasta 16 como mucho 8para mi gusto).

Es como un niño, su pelo largo, es muy tímido y se sonroja facilmente. No está anoréxicocomo cuando es mayor. Es toda una monada.

 

Espero que les haya gustado un poco esta pareja.

Vale, este es el primer fic peinnaga que hago ( y creo que el segundo o tercero que existe en español ) y me gustaria que a la gente que lo lea pues le interese un poco esta pareja.

en fin, el fic.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de Kishi-gay.

Notas del capitulo:

Vale, antes que nada, este es un fic Peinnaga, les explicaré esta pareja para que la entiendan mejor.

Pein es el cuerpo de Yahiko versión Pein (la versión de los piercings vamos) y tiene su personalidad propia. Algunos pueden pensar que si tiene personalidad propia le tienen que llamar Yahiko, pues no, le llaman Pein y tiene unos 20 y pico años.

Espero que hayan entendido eso, es un poco difícil n.nU

Ahora, Nagato es un niño que, depende de cada fic, puede tener 14 años o menos, o hasta 16 como mucho 8para mi gusto).

Es como un niño, su pelo largo, es muy tímido y se sonroja facilmente. No está anoréxicocomo cuando es mayor. Es toda una monada.

 

Espero que les haya gustado un poco esta pareja.

Vale, este es el primer fic peinnaga que hago ( y creo que el segundo o tercero que existe en español ) y me gustaria que a la gente que lo lea pues le interese un poco esta pareja.

En fin, el fic.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son de Kishi-gay.

( Se me dan muy  mal los lemons, gomen)

Desde niño siempre me he preguntado qué es estar enamorado y no tenía respuesta alguna. Ahora sé que responder ya que tú me lo enseñaste, Pein.

Era mi primer año estudiando en Bellas Artes, siempre pensé que se me daba bien. Sólo tengo 16 años aunque esté en la universidad. Veréis, desde muy pequeño, mis padres se dieron cuenta de mi habilidad en la pintura y siempre me llevaban a sitios para fomentarla. Los profesores se sorprendían al ver mis cuadros y siempre me proponían que fuese a un profesor de mayor nivel y así pasaban los años de mi infancia, no es que me quejase y por suerte siempre que participaba en algún concurso, solía quedar de los primeros y conseguía mucho dinero.
Pero la razón por la que ahora estoy estudiando en bellas artes es sencillamente porque fui recomendado por mi profesor antiguo Sasori a este lugar, ya que su novio trabaja aquí. Me hicieron una prueba para ver si un niño de 16 años puede dar clase en la mejor universidad rodeado de futuros grandes pintores de mínimo 20 años. Se sorprendieron al ver que mi capacidad podría superar hasta a los mejores estudiantes de ese momento y así fue como acabé aquí.
Tres meses después ya trabajando como un loco ya me querían dar una exposición para dentro de tres días. Estaba muy cansado y los ojos me pesaban, además, el olor a pintura me estaba mareando, así que lo mejor era acabar ese cuadro enseguida e irme al museo a ver las nuevas obras de mi profesor Deidara. Me di una cachetada para despertarme y me dispuse a acabar ese cuadro en menos de cinco minutos, cosa que conseguí. Suspiré al verlo acabado y me quité la bata para coger mi abrigo color escarlata que hacía juego con mi pelo, apagué las luces y me dispuse a salir. Era invierno y hacía mucho frío, por lo que quería ir corriendo y sentarme al lado de un radiador cercano a la exposición. Pasados cinco minutos llegué. Saludé a Kisame e Itachi, los de seguridad y les pregunté en dónde estaba la exposición de “ Efímero “ ( el pseudónimo de Deidara ) y respondieron que al lado de un tal Pein, me pregunté que qué clase de nombre es ese, pero luego recordé que el de mi profesor era peor, así que me callé. Les agradecí la ayuda y me dispuse a ir. Cuando llegué, todo era hermoso. Siempre he admirado como pinta Deidara, él dice que tengo más talento que él, pero yo no lo creo. Entonces, vi un cuadro un tanto extraño. Me quedé hipnotizado por él y me tuve que sentar en un banco que estaba a enfrente suya, esos colores tan oscuros y los bordes tan delineados y curvos. Los personajes representados estaban en una matanza, pero no se veía sangre, transmitía una sensación de miedo e intriga desbordantes. Entonces comprendí que no era de Deidara, me acerqué a comprobar quién era el autor de ese cuadro.
“ Pein “
— “ Las apariencias engañan “ — pensé, ya que con ese nombre era un tanto difícil de creer, aunque no me puedo quejar, mi amigo y compañero Sai, pinta genial, pero su mote, “ Penis “ deja un tanto que desear. La primera vez que lo vi, pensé que solo pintaba lo que su mote indicaba, pero me equivoqué, bueno, entre comillas, ya que cuando fui a su casa me encontré todo un cuarto lleno de esas representaciones. Qué se le va a hacer, unos coleccionas chapas, otros mariposas…. Sai colecciona cuadros con penes.
Me levanté para seguir viendo más de la exposición, pero un hombre de pelo naranja y con un montón de piercings por toda la cara. Se giró a mirarme y sonrió mientras se acercaba a mí.
— Hola — me dijo.
Por alguna razón estaba rojo y agaché la cabeza para ocultarlo.
— Ho-Hola.
— ¿ Qué te pareció ? — me preguntó. Elevé la cabeza en forma de duda.
— El cuadro, ¿ qué te pareció ?
Me giré para ver al mencionado y reflexione.
— Bueno, realmente me gusta mucho. Tiene un no sé qué que le hace atractivo a pesar de lo que representa. Nunca se expresarme bien así que espero que me entienda. Aunque eso sí, el nombre del autor es un tanto… raro.
— Sí, puede. Pero la gente recuerda mejor las cosas raras, por eso me puse ese nombre.
Abrí los ojos. Ese hombre hablaba en primera persona. De repente, me extendió la mano y con una sonrisa se presentó.
— Me llamo Yahiko, pero te ruego que me llames Pein esto…
Le tendí la mano y me presenté:
— Yo soy Nagato. Un placer.
— Igualmente. Con que eres el alumno de Deidara.
— ¿ Cómo lo sabe ?
— Dei-chan es un viejo amigo mío y me habla mucho de ti. Dice que tienes mucho talento y que serás un gran pintor, por eso quería conocerte.
Yo me sonrojé. Los halagos me avergüenzan mucho. Le respondí diciendo que yo no creía tener talento alguno. Él se rió y me miró fijamente a los ojos.
— ¿ Te importaría si juzgara eso por mis propios ojos ?
— Su-Supongo que no. Dentro de tres días tengo aquí una exposición de mis cuadros.
— ¿ Tengo que esperar tres días ? Qué pena.
Cuando dijo eso me sonrojé y por alguna extraña razón, mi cuerpo y mi boca hablaban y se movían por si solos. Empecé a girarme mientras me decía que parara y luego le dije al hombre que acababa de pintar un cuadro y que si quería verlo. No le vi el rostro en ese momento, pero estaba seguro de que sonreía. Empezó a andar delante de mi respondiéndome así, y yo le seguí.
Durante el camino, no hablamos de nada, simplemente le miraba de reojo. Era realmente atractivo, no iba a negarlo, pero pensarlo me sonrojaba. Por favor, él es más mayor que yo. Tendrá unos 25 años, y yo tengo sólo 16.
Llegamos y abrí la puerta de la clase. Le agradezco a Deidara que me haya dado una llave para cuando quiera entrar a practicar o cualquier cosa. Me acerqué al gran caballete y le quité la lona.
— Este es. Dime, ¿ tengo talento ?
Él sólo sonrió. Se acercó a la obra y empezó a seguir los trazos con el índice. Luego se giró y me miró sonriente.
— Eres el futuro Da Vinci, o incluso mejor. Me encantan los colores, y por lo visto parece que has creado uno, una mezcla de aguamarina y amarillo y ese es el que más predomina. Y la forma en las que están pintadas las personas me llama la atención.
— ¿ Y eso ?
— ¿ Empiezas construyéndolas por los pies ?
Yo me sorprendí al ver que me había descubierto. Le miré sorprendido y sonrió con superioridad. Se giró y me pidió si le podía enseñar como pinto a los personajes. Yo asentí y me dirigí a la mesa de mi rubio maestro para sacar unos papeles y un lapicero del 5. Me senté en una mesa y comencé a pintar ante la atenta mirada de Pein detrás de mí. De repente vi que sus manos estaban a los lados de mis costados y apoyadas en la mesa, acción por la cual me puse nervioso.
— No te preocupes. Por favor, sigue — decía mientras me ruborizaba al oír su penetrante voz al lado de mi oído. Así que continué cuando me despejé un poco. Al rato acabé y se lo enseñé. Me sonrió
— Es muy difícil hacer las figuras tan bien y desde abajo. ¿ Te puedo pedir otra cosa ?
Asentí. Me pidió que si podía hacer el dibujo un poco más estilizado desde la cabeza. Volví a asentir y me dispuse a comenzar. Iba con mucho cuidado, no quería hacerlo mal. Cuando ya iba por el tronco, lo que me pasó fue algo que me desbocó el corazón y me puso más rojo que mi pelo. Pein había puesto su mano sobre la mía y me la estaba guiando.
— Hazlo así, un poco más suave y con trazos cortos — me dijo con su cabeza apoyada desde atrás en mi hombro. Giré un poco la cabeza con la boca un poco abierta para poder coger aire, ya que me estaba asfixiando por tanto sentimiento junto. Él también giró la cabeza y nuestros ojos conectaron. Durante un largo tiempo nos estábamos mirando a los ojos hasta que lentamente despegó su mano de la mía y cuando me giré para ver qué pasaba, rápidamente me cogió del mentón y me besó apasionadamente. Ya sí que no podía estar más rojo. Nuestras lenguas danzaban juntas mientras probábamos el sabor del otro. El sabor de Pein era tan embriagador y dulce. Inconscientemente abrí un poco más la boca y pasé mis manos por su cabello naranja, mientras que él hacía lo mismo con mi pelo y me atrajo hasta él, para profundizar ese beso que rato después se tuvo que acabar por falta de aire. Nos separamos lentamente y de nuestros labios pendía un hilillo de saliva cristalino. Elevé el rostro y volvimos a mirarnos a los ojos. Él sonreía. Sin saber el porqué, mi cuerpo se acercó a él lentamente, y este al darse cuenta se abalanzó sobre mí para volverme a besar y caímos los dos al suelo, tirando los lápices y las hojas de encima de la mesa.
Volvimos a separarnos y pasé el límite para ponerse uno rojo. Pein estaba sobre mí, entre mis piernas, y su mirada era lujuriosa.
— Y-Yo… — no pude decir nada ya que me volvió a besar. Se separó de mi lado y me susurró al oído que no me preocupara y me dejara llevar. Entonces me abracé a su camisa y suspiré, respondiéndole con un: “ Está bien “ al oído.
Pein empezó a meter sus manos por debajo de mi camisa mientras me besaba apasionadamente. Gemí al sentir como me acariciaba un pezón y lo pellizcaba. Con su mano suelta, me iba desabrochando los botones de la camisa rápidamente, hasta que me la quitó del todo y la tiró a una esquina. A pesar de que era invierno, no teníamos frío ninguno de los dos, ya que Pein se quitó la camiseta en cuanto la mía desapareció. Agachó su cabeza y me empezó a besar por todo el abdomen. De repente, sentí que algo húmedo estaba en mi ombligo, agaché un poco la cabeza para ver qué pasaba y comprobé que Pein me estaba lamiendo y mordiendo la parte inferior del ombligo. Una de sus manos me recorría los costados, mientras que la otra estaba al comienzo de mis pantalones, bajándolos lentamente junto con mis calzoncillos, y poco después, toda mi ropa desapareció, mientras que yo cerraba las piernas por la vergüenza y apretaba los ojos con fuerza. Pein me acarició la mejilla y luego me besó. Abrí los ojos y le miré.
— Tranquilo… — me dijo con una sonrisa reconfortante. Lentamente abrí las piernas, y cuando acabé, vi cómo el hombre pelinaranja devoraba mi miembro de una, provocándome un gemido mucho más alto que los anteriores. El vaivén vertical comenzaba, y con él, mis gemidos aumentaban al igual que la velocidad. Entre jadeos y gemidos, pronunciaba su nombre “ Pein… “ mientras ponía mis manos en su cabeza para marcarle el ritmo. Los minutos pasaron entre las pequeñas mordidas, los gemidos y las caricias que Pein me daba, y noté que mi final estaba pronto.
— ¡ Ah ! P-Pein… yo… ¡ aaaaaaaaaah ! — y dicho esto, me vine en su boca y él tragó todo. Puse mi antebrazo en mis ojos para que no me viera así. Todo rojo e intentando estabilizar mi respiración, me daba mucha vergüenza.
Él alzó la vista y me besó por sorpresa. Cuando separó sus labios, dijo que era realmente hermoso. Me avergoncé aún más y me puso el otro antebrazo sobre el que ya estaba puesto. Pein rió y me besó en la mejilla.
— Esto no acaba aquí Nagato… lame — me dijo poniendo tres dedos en mis labios, y yo, un poco cohibido, le obedecí y los ensalivé durante un rato mientras Pein se desabrochaba con la mano sobrante los pantalones y los bajaba hasta el medio muslo. Poco rato después, acabé de ensalivarlos y los saqué de mi boca. La mano del pelinaranja se iba deslizando por mis costados para llegar hasta mi entrada, me pregunto si estaba listo, yo tragué fuerte y asentí quitándome los antebrazos de la cara para verle. Esta me sonrió y me besó mientras el primer dedo se abría paso por mi entrada. Emití un leve sonido de dolor, ya que los labios de Pein no me dejaban abrir mucho la boca para quejarme. Dolía, dolían muchos los movimientos circulares que su dedo hacía en mi interior y lo único que podía hacer para menguarlo era besar a Pein y llorar, mientras mis manos estaban en sus hombros haciendo fuerza para menguar ese sentimiento. Rato después ese dolor se convirtió en placer y me sonrojé cuando Pein me preguntó si se sentía bien. Asentí y metió otro dedo, el cual me provocó un poco de dolor pero más placer que eso. Pasados unos minutos, metió el tercer dedo y rato después, los sacó, haciendo que sacara un suspiro de alivio. Apoyó sus dos manos al lado de mi cara y me miró directo a los ojos. Me besó las mejillas húmedas y me pidió que me relajara, que eso me iba a causar dolor pero que lo disfrutaría.
Pestañeé. ¿ Iba a dolerme más que antes ? Y si me iba a doler más, ¿ también tendré más placer ? Pein y yo nos volvimos a besar.
— Está bien, sólo hazlo.
El mayor me asintió y se bajó un poco los calzoncillos para luego colocar su miembro en mi rosada entrada, para meterlo de una estocada.
— ¡ AAAAAAAAAAAAAAH ! P-Pein…
Dolía, definitivamente el pelinaranja tenía toda la razón en que iba a sufrir. No podía evitar llorar, sentí que mis paredes eran desgarradas y cómo estaba sangrando. Temblaba por el dolor mientras clavaba mis uñas en los hombros de Pein mientras este se acercaba a mi oído.
— Pe-Perdóname, ¿ estás bien ?
Solamente ladeé la cabeza para seguir llorando y nos quedamos así un rato mientras él me acariciaba, hasta que empecé a mover mis caderas para comenzar con las penetraciones.
Pein empezó a moverse lentamente, provocando que gruñese con placer y con cuidado se medio sentó mientras me ayudaba a levantarme y apoyar mi espalda sobre sus rodillas flexionadas y tener una mejor posición. Aún temblando, me apoyé con una mano en su hombro derecho y con la otra en su rodilla izquierda y comenzar a autopenetrarme causándome gemidos al principio de dolor pero a medida que los minutos pasaban, iban aumentando de volumen y se tornaban a ser de placer. La velocidad aumentaba y me abracé al cuello de Pein, el cual gruñía, mientras mis gemidos iban directos a sus oídos. El tiempo pasó rápidamente y ambos sentíamos que nuestro final llegaba. El mayor me intentó levantar para acabar fuera de mí, pero no se lo permití.
— De-Dentro, onegai.
Asintió y me beso mientras que con las dos últimas estocadas nos vinimos a la vez con unos gemidos que jamás pensé que fueran tan altos y eróticos, yo me vine en ambos vientres y él en mi interior, ese calor me agradó tanto… Estaba tan cansado queme apoyé en su pecho y con cuidado me tumbó en el suelo, salió de mí, me beso y se durmió a mi lado abrazándome.

Al día siguiente me desperté y le vi pintando. Me acerqué a él y nos besamos. Le pregunté que qué pintaba, y cuando vi su cuadro me puse rojo y le grité.
— ¡ CÓMO TE ATREVES A PINTARME DESNUDO ! ¡ QUEMA ESE CUADRO ANTES DE QUE LO VEA ALGUIEN !
— Tranquilo, pondré que este cuadro es fruto de mi imaginación y que cualquier parecido contigo es pura coincidencia.
— ¡ ESO SE PONE EN LA LITERATURA !
— ¿ A sí ?
— Sí. Ahora por favor, quita ese cuadro.
— Pero yo quiero un cuadro de mi Nagato desnudo, ya que es mi novio.
Me sonrojé. Entonces, ¿ somos pareja ? Me giré y le besé.
— Me da igual. Mira que me pongo celoso de mi cuadro, porque si lo tienes en casa, le verás más a él que a mí.
Me abrazó por la cadera y me besó apasionadamente.
— No seas tonto. Yo solo quiero al verdadero Nagato.
— ¿ Para siempre ?
— hai.
— Para siempre es mucho tiempo, mejor, hasta que algo malo nos separe.
— ¿ Pero nos volveremos a unir ?
— Depende — dije con una sonrisa y le besé. Luego cogió su cuadro ya acabado, me vestí y nos fuimos a desayunar. Esa sería técnicamente nuestra segunda cita, a la cual la siguieron muchas más, “ te quiero Pein “.

FIN

Notas finales:

Y Fin.

Espero sus reviws diciéndome que les pareció esta pareja y pido perdón por el lemon, que no me gustó como salio T.T

Bueno, kissus


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).