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The Words of a Suicide por Yori

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Notas del capitulo:

Mmmm...es una nueva idea que se me ocurrió escuchando una canción, es algo deprimente....pero me parece bonito *no sé que clase de mente perturvada tendré*

Os recomiendo escucharla con esta canción, fue con la que la escribí:  http://www.youtube.com/watch?v=IFJ8vtwj6ik

Graciaaaas!

The Words of a Suicide


 


 


 


 


 


Me asomo a la ventana y recuerdo tus palabras, como un susurro acudiendo a mis oídos. La lluvia cae incesante, el suelo empapado y cubierto por el agua turbia que se asemejan a los llantos de tu alma.


Tus susurros en mis oídos, las suaves palabras de cariño que me dedicabas, esas sonrisas cálidas que iluminaban mi corazón con la luz que sólo tú podías ofrecerme. Tan perdido estás tú como yo sin tu presencia, pero mi error nos separó, ya no puedo dañar más tu adolorido corazón. ¿Puedo romperlo un poco más?


Todos tus recuerdos que una vez me confesaste, esos llantos que derramaste, todavía puedo sentir tu propio dolor dentro de mí. Ya no estaré más para consolarte, ya no estarás más para amarme con todo tu ser…


 


Observo la lluvia caer asomado en la ventana de mi habitación, la noche cerrada le otorga aún más dramatismo a la escena que se funde con mi propio ser, mis lágrimas se escurren por este rostro que ha perdido el color. Miro a mí alrededor, ¿por qué todo parece haber perdido la luz con tu marcha? Las paredes ahora grises por la oscuridad, la pálida luz de la luna entrante por la ventana y las cortinas agitándose por la brisa mientras que golpean mi rostro. La cama desecha, exactamente igual que la última vez que estuviste en ella, tu cálido cuerpo ya no deja ningún rastro de tu presencia allí…Todo está frío y tétrico sin esa sonrisa que le dedicabas a pocas personas, pero que yo llegué a conocer.


 


Un arrugado papel cerca de la puerta, con las pocas fuerzas que mi cuerpo ahora mismo posee lo tomo entre mis manos. Puedo percibir tu leve aroma en ella, intento guardarlo en mi memoria, sabiendo que nunca volveré a sentirlo. Abro el escurridizo y arrugado papel y distingo tu mala caligrafía, sonrío ante los recuerdos de las regañinas que te daba por no entender tus palabras. Examino esos trazados, es breve, conciso, como tú, sabiéndote explicar tan solo a través del papel.


 


“Ahora que el silencio se vuelve más duro de asumir, en este momento que la oscuridad parece hacerse presa de mí, yo ya no puedo gritar como antes. Las palabras ahora vacías, mi corazón que ya no soporta una herida más. Pero este corazón que antaño no sabía lo que era el perdón, ahora solo puede latir una última vez para disculparte, para dedicarte su último aliento. Porque ahora he perdido las ganas de luchar, tal y como un día me dijiste que no deseabas tal pérdida. Lamentaré que te enteres de mi decisión y cuando lo hagas, discúlpame tú por el dolor que mi ida te pueda causar. Has de saber que tú nunca tendrás la culpa, tú fuiste quien me otorgó la vida cuando la creí perdida. Por eso te perdono y espero algún día alcanzar el tuyo.


Siempre te querré.”


 


 


Las lágrimas era incontrolables, no, no. Tú siempre fuiste fuerte, a pesar de tu dolor siempre te levantabas una vez más, otorgándome una torcida sonrisa. Sí, es mi culpa, siempre es mi culpa el torturar tu corazón más y más, ¿por qué te tuviste que enamorar de mí que solo sé dañar?


Yo, ahora yo, sacaría fuerzas de donde no las tenía, te salvaría por primera vez de ese pozo negro donde te sumergiste hace años.


Sabía perfectamente donde te encontrabas, un día me lo contaste y yo escuché atentamente tus palabras.


 


Corrí, corrí en medio de la lluvia, atravesando esa noche entre las calles de Tokio, que extrañamente ahora parecían vacías. Tropecé contra el pavimento, rasguñándome las rodillas, pero todo daba ahora igual, debía evitar tú muerte. Tu suicidio. Aumenté mi velocidad, sintiendo mi agitada respiración, sintiendo el trote de los latidos de mi corazón, pensando en cuantos le quedarían al tuyo.


A ese edificio, en lo alto de ese lugar, que un día tú me mencionaste, para tu propio final. Pero no sería ese día, no esta noche, no a la media noche de este año. No mientras que yo te amase con toda mi alma…


La última manzana, atravesé la esquina, el suelo resbalaba, pero la iluminación de las pálidas farolas me otorgaba la luz necesaria para seguir… Los últimos metros… Tan solo a unos pasos de tu salvación…Tan cerca y tan lejos.


 


Una figura negra se estrelló contra el pavimento a tan solo unos metros de mí, entre miles y miles de personas, reconocería tu cuerpo a pesar de los daños que podría haber causado el choque. Otra vez me sentía inútil. Sosteniendo tu cuerpo entre mis brazos, viendo tú perfecto rostro cubierto por la sangre y el agua de la lluvia que parecían lágrimas por el dolor que te provoqué. Porque tu suicidio, tu muerte era culpa mía. Eras la única persona que amé, no fui yo quien te salvó, sino tú quien recuperaste a mi perdida alma.


 


Gracias Kyo.


 


 


Meses antes….





Notas finales:

Espero que os haya gustado, termina tan cerrado como abierto, si queréis que lo continue decidmelo, tengo algunas ideas, pero también me gusta si finaliza ahí.

Gracias por leeer!! ^^


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