Onew y Taemin cerraron la puerta agitados, la carrera desde la calle había sido accidentada, y riéndose por la de obstáculos que debieron sortear se echaron en el suelo con el corazón latiendo desbocado.
¿Que los había impulsado a escapar de las fans esta vez? Ni ellos lo sabían, una inocente visita a la tienda había acabado en una carrera por evitarlas a toda costa.
Taemin suspiró y sacó de la bolsa negra su último antojo. Después de varias horas de trabajo su estomago clamaba por alimento, y aquel postre que había visto recientemente en las publicidades era lo único en lo que podía pensar. Onew recibió el suyo que aún se mantenía frío. No lo había pensado antes, pero…¿Tenían alguna cuchara?
Taemin miró a su compañero derrotado.
-¡No importa!- Exclamó el menor, y quitando cuidadosamente la cobertura metálica comenzó una tarea de manualidades. -Haré una cuchara…no puede ser difícil- Sus dedos bastante torpes alisaban el endeble material doblando y encogiendo bajo la risueña mirada del mayor.
La tarea parecía ocupar toda la atención del maknae que se concentraba sin resultados satisfactorios.
-Dame tu tapa también- no había modo de negarse, el postre de Onew quedó descubierto exponiendo su dulce aroma. De repente aquella mezcla lo estaba tentando, y viendo los infructuosos intentos del menor por construir una cuchara decente se limitó a hacer lo único que podía calmar el incipiente deseo.
Taemin lo miró de reojo al principio y luego con una sonrisa sobradora se concentró en como Onew hundía un dedo en el pote para llevárselo a la boca un par de veces.
-¡Que asco!- el mayor concentrado en mezclar los sabores del postre repitió la acción ya muy consciente de que el más joven lo miraba incrédulo…-¿Sabes cuantos bichos hay en tu dedo y estás metiendo sin escalas en tu cuerpo?-
-Son mis bichos- Aclaró antes de volver a cargar su dedo índice del espeso y fresco postre de vainilla y chocolate que tenía un color más claro ahora. Mientras lo observaba Taemin consideró que podía hacer lo mismo, ver a otro disfrutar escandalosamente del postre que tanto deseaba lo hacía considerar usar los dedos también.
Onew parecía hacerlo a propósito, ¡Nadie podía disfrutar tanto de un postre!…¿Qué era?, ¿Un niño de tres años?. Estaba a punto de golpearlo por ser tan cruel mientras él se moría de hambre cuando Jonghyun entró al pequeño vestidor, luego de dar unas vueltas se percató del postre y se echó de rodillas frente a ambos aún sentados tras la mesita baja.
-¿Qué es eso?- preguntó ante los deformes intentos de cuchara frente a Taemin.
-Quería una cuchara, no puedo comer sino…¿tienes una cuchara?- Preguntó inocentemente mientras Jonghyun lo miraba con una expresión indescifrable.
-¡Claro!, espera…está aquí en mi bolsillo- Anunció tocando su ropa ante un sonriente y emocionado Taemin. -¿Dónde tendría una cuchara estúpido?, no estamos de excursión…¡Vinimos a trabajar!- El menor se revolvió molesto ante la cruel broma mientras el recién llegado acababa de destruir los intentos de cuchara.
La atención de Jonghyun se desvió hacía Onew que mantenía su dedo en la boca con cara de satisfacción. Taemin le echaba miradas asesinas a quien seguía consumiendo el anhelado postre sin preocuparse por conseguir un utensillo como las personas normales. Definitivamente el líder no era una persona muy normal.
Jonghyun aún arrodillado frente a ambos se estiró hacía Onew con una sonrisa compradora.
-Aliméntame- Sugirió antes de abrir la boca y exclamar un infantil ‘ahhhh’ Onew estalló en carcajadas al igual que él mismo al notar lo cómico de la situación mientras el maknae observaba la escena entre divertido y horrorizado.
-¡Es mío!- Exclamó Jin Ki llevándose el postre hacía el pecho en un gesto protector. Siendo Jonghyun quien estaba delante nadie le aseguraba que el postre no sería robado en cualquier momento.
-¡Dame!, dame postre….aliméntame…¡Aliméntame!- Jjong hacía un gran escándalo entre risas, y sus enormes ojos brillaban de la emoción. Taemin tomó su postre y lo dejó fuera de la mesa tratando de evitar los bruscos movimientos de los mayores a escasos centímetros, ¡Su postre no sufriría las consecuencias de un comportamiento tan infantil!
Jonghyun se revolvía cada vez más cerca de quien lo pateaba tratando de alejarlo.
-¡Allí!, ¡vete!...¡fuera!- El tono de su voz había cambiado imitando sabe a quien, mientras el de los ojos grandes imitaba el lastimero llanto de un cachorro…una vez alejado del mayor volvió a su posición inicial y arrodillado frente a Onew repitió el pedido.
-Aliméntame- JinKi hizo el intento de convidarle algo de postre con su dedo pero lo retiró antes de que lo llegase a probar siquiera hundiendo el dedo en su boca de nuevo para luego emitir un sonido de gusto. Taemin rió más sonoramente aún cuando la expresión de quien tenía enfrente fue fulminante. -Dame del tuyo- El tono amenazante no acobardó al maknae que se negó rotundamente.
De repente aquello parecía cruel, Onew revolvió el postre con su dedo índice para ofrecérselo a Jonghyun que no perdió la oportunidad, antes de que el mayor tuviese tiempo de arrepentirse había capturado su mano entre las suyas, y aquel dedo estaba metido en su boca, justo mientras Taemin gritaba horrorizado preguntándose el porqué de la existencia de gente tan asquerosa en el mundo.
-¡Es riquísimo!- Jjong estaba de lo más entusiasmado rescatando los restos que había quedado en sus labios. –Más- ordenó a JinKi que comenzaba a temer por su postre.
-¡Sucios!- Taemin se levantó llevándose el preciado postre. ¡Conseguiría una cuchara a como diese lugar!
Onew no supo en que momento exacto había ocurrido, pero de repente estaba alimentando a su compañero sin meditarlo, la sensación de otra boca sobre su piel era casi tan deliciosa como el postre que había estado probando hacia unos minutos. Insólitamente no sentía aquella sensación cuando era su propio dedo el que chupaba…pero ahora, en boca de Jonghyun la sensación era algo…extraña.
-¿No comerás más?...¡Luego dirás que yo fui quien se lo acabó!- exclamó el cachorro hundiendo el dedo en la mezcla para luego ofrecérselo a su hyung que había dejado de comer hacía por lo menos un minuto.
El mayor dudo un instante, observó a su compañero que exclamaba un ‘ahhh’ que evidentemente debía imitar, abrió la boca lentamente y se acercó al dedo suspendido frente a su boca.
¡WTF!...¿que diablos había sido eso? El corazón de Jonghyun dio un golpe fuerte contra su pecho al sentir aquel calor húmedo rodeando su dedo, y con los ojos más grandes de lo normal se mantuvo estático mientras Onew retiraba su boca lentamente llenándolo de una sensación de lo más perturbadora.
Ambos volvieron las manos al pote rozándose, y evitando mirarse otra vez para llevar sus propios dedos a sus bocas para corroborar.
Definitivamente la sensación no era la misma. Onew sonrió mirando de reojo a Jonghyun que se carcajeó abiertamente.
¿Estaba mal?, la sensación que ambos habían descubierto parecía demasiado buena para ser real, y querían repetirla, así que lo hicieron…alimentándose el uno al otro en un ritual juguetón en el cual apoderarse de aquel postre era solo una excusa para acariciar la piel ajena con sus lenguas, haciendo que aquella improvisada manera de alimentarse se convirtiese en un juego algo descarado que enviaba señales placenteras por todo el cuerpo.
El tiempo parecía no pasar a una velocidad normal tal la atención que los estímulos captaban, la suavidad, la humedad, las caricias juguetonas de Onew, el roce de los dientes Jonghyun sobre la piel de su compañero, ¿algo estaba fallando o algo comenzaba a vislumbrarse?
Era difícil detenerse, el mayor varió el juego salpicando a Jjong con lo mismo que le ofrecía, el ceño fruncido del ahora sucio desapareció ante la nueva actividad de Onew que limpiaba diligentemente los rastros de dulce en su mejilla con la lengua…fue imposible para la víctima ahogar el sorprendido quejido que aquel descarado contacto le provocó; y apenas resistiéndose el mayor recibió el mismo trato un instante después, si Jonghyun hubiese sido su mascota esa forma de lamerlo hubiera sido asquerosa, pero la suavidad de esa lengua y esos labios que comenzaban a reconocer la línea de su mandíbula no tenían nada de desagradable.
-Que sucio- Espetó Jjong bastante más cerca de Onew de lo que la mesa les había permitido en un principio, ¿en que momento se habían acercado tanto? Siquiera lo habían notado.
-No queda mucho- Anunció Onew hurgando en el postre, la noticia evidentemente era mala. Las manos volvieron a rozarse buscando el fondo del envase, JinKi ofreció su dedo para luego desparramar el dulce sobre los labios entreabiertos de Jonghyun que echándole una mirada furiosa imitó la acción.
-sucio, muy sucio- Sonrió el menor sosteniendo la cabeza de su compañero analizándolo, para luego comenzar a recoger a lengüetazos los restos de postre sobre la boca de Onew. Aquello era increíble, pero estaba ocurriendo…el mayor mantenía los ojos cerrados disfrutando el montón de sensaciones revoloteando, pero un pensamiento lo hizo abrirlos muy rápido. ¿Y si Taemin regresaba?, preocupado de repente se tensó bajo las caricias de Jonghyun que al percatarse de la imprevista rigidez de quien parecía haber dejado de respirar abrió los ojos sin saber que había hecho mal.
El contacto visual fue absoluto, las manos de Jjong aún sostenían a Onew que sin meditarlo lo acercó de un tirón sorprendiéndolo un poco más. Los ojos del mayor estaban llenos de advertencias que el menor recientemente bajado del cielo no llegaba a comprender.
-¿Qué!?-
-Alguien puede llegar en cualquier momento- Susurró Onew compartiéndole la preocupación. -Acabemos con esto rápido-
No hubo tiempo de decir nada más, Onew le había conquistado la boca con el mismo descaro con el que había estado seduciendo a sus dedos hacía unos minutos….lenta, lenta y suavemente le acarició la lengua con la suya que mantenía aquel sabor dulce que ahora resultaba incluso más delicioso, un profundo y húmedo beso en el cual ambos participaron sin calcular nada más.
Respiraron por fin al romperse el contacto, pero los cálidos labios de Onew no dejarían evidencia de la travesura, llevándose todo rastro que hubiese quedado sobre el rostro de Jonghyun también. Delicioso. El menor se había quejado sensualmente al sentir la succión sobre su labio inferior, y había querido retribuirla, lamiéndolo para humedecer aún más los suaves y llenos labios de su hyung que de a ratos parecía perder ímpetu a causa de las húmedas y profundas oledas de placer que la lengua de Jjong le provocaba al invadirlo en cada suspiro.
Indudablemente estaban más cerca que nunca antes, sosteniéndose mutuamente mientras libraban una húmeda guerra de besos.
Onew rompió la conexión separándose más por consciencia que por ganas y alejó a Jonghyun que abría los ojos a desgano. Se dejó caer otra vez frente al semi vacío pote.
Jjong de rodillas rodeó la mesa hasta volver a su antigua posición con resignación.
El postre ya no sabía tan dulce pensó al lamer la punta de su dedo mientras Onew observaba hacía los lados.
La puerta se abrió de par en par y Taemin regresó con la misma expresión con la que había dejado la habitación un rato antes.
-Nadie tiene una cuchara- Bufó.
Las risas de los mayores se hicieron evidentes tanto así como el enfado del menor, que aún con el postre intacto se frustró al ver que no quedaban rastros del postre de Onew.
En un atisbo de valentía se llevó el envase a los labios como si se tratase de cualquier bebida y trató de beberlo.
-¡Imposible!- se quejó al bajar el rostro y notar que la consistencia del dulce había dejado rastros en su nariz y sus labios…¿Cómo iba a comerse eso?, ¡Era muy espeso!, la rabieta de Taemin no iba a mermar, las miradas de los mayores se encontraron aunque ninguno se atrevió a recoger los restos que el maknae quitaba con los dedos para acabar limpiándolos en un papel.
-De ahora en más saldrás con una cuchara- Anunció Onew y Jonghyun estuvo de acuerdo, en cuanto a ellos….ellos seguirían improvisando.
Fin