~ Descubrir ~
Temblor.
Cuerpo cubierto de sudor, inquieto, insatisfecho.
Entrecortada respiración.
Jadeos acompañados de gemidos.
El susurro de un nombre.
Sueños.
Y recuerdos, de su olor, de su mirada, la casi inexistente sonrisa, su blanca piel, sus cabellos y ojos negros, y su… hombría.
Acelerada palpitación.
Tirón en la entrepierna.
Calor.
Deseo.
Desesperación.
Dolor.
Agonía.
Y mucho más que una condenada excitación: el amor.
Ternura…
Y llanto…
Uzumaki Naruto despertó.
Observó todo a su alrededor. Aquella pequeña habitación del departamento en donde vivía; y no encontró nada. Su respiración era arrítmica y se encontraba… Casi desnudo. Sin embargo, el hecho de encontrarse de esa forma (aún cuando se acostó completamente vestido) y que seguramente se desvistió dormido, no era lo que le preocupaba… El sueño, su sueño, ese maldito sueño era lo que le inquietaba.
Otra vez, no era la primera vez que soñaba con ese tipo de cosas, y para mal de males el protagonista de sus más agonizantes y enloquecedores momentos de placer era su amigo-rival Uchiha Sasuke… ¡Un hombre! Además soñando cosas indecorosas con quien creía querer como un hermano… ¡Patrañas! Ni aunque le fuese el incesto, lo cual lo hace más loco y horrible siquiera de pensar.
No lo podía creer. Soñar que Sasuke le tomaba y le hacía ver el cielo ¡Vaya locura! ¡¿De dónde su mente había sacado tan descabelladas ideas e imágenes?! Sí, porque tenía las escenas enteras como si fuera una maldita película porno gay y además ¡Además! Él disfrutaba como un desquiciado.
Y como si fuera poco, despertaba como lo estaba ahora: semidesnudo, sudado, con el corazón palpitándole a mil, jadeante, confuso y con una erección que no se le quitaría ni con una ducha de agua fría, ni tres pajas consecutivas…
Y sí que le dolía.
Tomó su cabeza con ambas manos y, dejando de mirar el techo como en estado de transe (o shock), se retorció entre las sábanas ocultando su cuerpo entero con ellas… Y lloró.
Lloró, no por el placer insatisfecho, ni por los constantes alocados sueños… No, esto iba más allá de la lujuria, porque muy dentro suyo, aunque no quisiese admitirlo, amaba a Sasuke. Le amaba más que un amigo o cualquiera de sus variantes, la amistad había quedado muy atrás, era más que eso y mucho más. No por nada lo buscaba incansablemente, le perseguía hasta encontrarle, se sorprendía al verle, la voz por momentos parecía abandonarle, sonreía al escucharle, recordaba constantemente los lazos que los unía, se alegraba de saber que (en cierta forma) no se olvidaba de él; pero entristecía al reconocer que el corazón del Uchiha estaba destrozado y que sus métodos para salvarle poco servían…
Amaba a Uchiha Sasuke, lo amaba con profunda desesperación y eso, a la vez, le destruía completamente porque él no estaba aquí, ni cerca siquiera de Konoha, y porque sabía que estos sentimientos que poseía jamás serían correspondidos.
Y sin embargo, seguía preguntándose por qué tenía aquellos sueños…
Salió de entre las sábanas, se levantó, un tanto perezoso, y se encaminó al baño a tomar una ducha.
Al llegar, se terminó de desvestir y se metió bajo el agua tibia. La sintió en cada poro de su piel, como una carisia… Sin aguantarse un segundo más, se autosatisfació.
- Aaah… Sasukee… Mmh… Aahh…!
Así estaba cuando, al estar con sus ojos entreabiertos, su vista se colocó en la sombra detrás de la cortina del baño.
Horror.
Pánico.
Si alguna vez tuvo una erección, desapareció por completo en un saltiamén.
Dejó de gemir, dejó de hacer cualquier cosa, casi hasta de respirar, para pasar a tener la boca seca. Limpió sus manos, tratando de no pegar un grito (lo cual increíblemente logró) y de mantener el control, recordándose que era un maldito ninja y no debía entrar en desesperación.
Entonces de un tirón corrió la cortina.
El alma se le fue volando.
Su cuerpo inerte quedó.
Sus ojos se abrieron a más no poder y sintió como si se le fuera la vida…
…
Silencio descomunal…
…
Simplemente imposible de creer…
…
¿Real…?
…
Una persona.
Persona que estuvo probablemente detrás de la cortina vaya a saber desde cuándo e incluso, tal vez, escuchándole gemir…
Una persona que le quitó el aliento.
Una persona que, al ver que el rubio no parecía salir de su transe, recorrió con su mirada (y con descaro) el cuerpo desnudo ante él.
Aquello trajo a Naruto de vuelta a la tierra…
- ¡¡¡Sa-sasuke!!! – primera reacción.
~ Tres segundos después ~
- ¡¿Sasuke?! – segunda reacción.
~ Dos segundos más tarde ~
- ¡Por kami-sama, me has dado un susto de muerte, teme! – tercera reacción.
~ Un segundo más lento ~
- ¡¡¡AAHH!!! – el rubio descubre que se encontraba desnudo y se cubre con la cortina del baño, mientras su rostro adquiere un tono sonrosado.
Como el otro seguía sin responder, el Uzumaki comenzó a entrar en duda y sudar frío…
- ¿Sa-sasuke…? – traga duro- ¿Eres tu…?
- Mnh –respuesta indiscutible made in Uchiha.
- ¡Kami…! – vuelve a emitir otro grito de sorpresa, ahora más rojo que nunca- ¿Cu-cu-cuánto ha-hace q-que está-as acá…? –muerto de vergüenza.
- Bastante.
- … - cavando su tumba.
- …
- E-entonces… me… me has… oído… no? – su voz temblaba. Estaba seguro, aquello era el fin, chau “amistad” con Sasuke, adiós todo. En ese instante sólo quería ser tragado por la tierra, hasta había olvidado de preguntar por qué es que el azabache se hallaba aquí.
- Sí.
- … - el rubio le miró juntando toda y la poca fuerza que le quedaba de su destrozado corazón, orgullo y dignidad.
…
Permanecieron así hasta que…
- Dobe.
- … ¿Eh? –totalmente descolocado.
- Siempre tan lento…
Aquello fue más confuso todavía.
De todas formas, a pesar de que el rubio necesitó tener una pequeña “terapia” previa mental, no necesitó más palabras.
Sasuke comenzó a quitarse la ropa delante de un muy atónito Naruto, que no creía lo que sus ojos veían y mucho menos podía procesar la información de una manera rápida; mientras el azabache se acercaba con intenciones bastantes claras.
Precisó de aclaraciones que le hicieran ver que no estaba soñando aquello y que era todo tan real como que hace un rato desconocía del paradero del Uchiha.
Sin embargo, pasado unos minutos, junto con el shock, ambos se unieron en un lazo irrompible del que jamás ya podrían separarse…
Más tarde Sasuke le explicaría a Naruto el por qué, cómo, etc. se encontraba ahí. Ahora tenían que disfrutar.
Después de todo, Naruto no tuvo esos sueños solo por una “mala pasada” de su mente y corazón…
¿Real o ilusión?
Sasuke sabe…
FIN.