Ahora, por fin después de tanto tiempo era libre, libre como el viento sin perjuicios ni nada... aquel accidente le había hecho valorar más su vida y los momentos que tuviera en ella.
Y para acabar de ser tan maravilloso, sus padres habían decidido cambiarle de escuela, ¡Podría esto ser mejor!
Llego tranquilamente a su salón, no tenía nada que temer, no conocía a nadie y eso era sumamente perfecto, porque nadie sabía ni conocía el tipo de persona que era... o que había sido... por lo mismo traía una enorme y franca sonrisa en la cara.
Y los vio entrar uno por uno haciéndose un pequeño criterio de ellos conforme los iba mirando... luego de conocerles el informe personal estaría completo.
Entonces le vio entrar, el simple hecho de verle sabía que era raro...
Lo siguió con la mirada. Cuando por fin las clases dieron inicio pudo notar que era bastante listo, atento y había que admitirlo un tanto adulador con los maestros. Tan ensimismado se encontraba mirándole que había perdido realmente el interés de conocer a los demás. Solo quería saber de él.
Y el perfecto momento fue el descanso. Se acerco sigilosamente a su lado y tras sentarse [de la misma forma silenciosa] le hablo
- hola - un simple saludo
El chico le volteo a ver un tanto extrañado. Y tras pensárselo un poco... contesto
-hola-
-¿Cómo te llamas?
- Reiko ¿y tú?
- Ame...
-ha qué bonito nombre- el susodicho no pudo más que sonreír ante este comentario
- el tuyo igual es lindo
- ¿he? - El chico no pudo evitar sonrojarse ante el hecho de que le devolvieran el cumplido - gracias - murmuro agachando la cabeza
- y... porque te quedas adentro...
El otro chico sonrió - es que estoy leyendo esto - le mostro un libro - y como estaba muy interesante no quería detenerme
Ame le miro extrañado, perderte la diversión de jugar afuera correr, saltar etc... ¿Por un libro? No pudo evitar mostrar una cara de incredulidad
- ha...
Reiko sintió la extrañeza en su interlocutor y sonrió un poco tímido mientras regresaba la mirada a su libro. Estaba acostumbrado a que lo tachasen de raro por hacer eso... y realmente se estaba empezando a acostumbrar. Pasó un rato de silencio en lo que Reiko dio por terminada la plática... y dio por seguro que el otro se levantaría y se iría al cabo de unos segundos... y los segundos pasaron para convertirse en minutos... y el chico no se movió.
- ¿Te importaría si me siento contigo entrando?
Reiko, tardo un rato en asimilar la información y sorprendido [tras varios minutos de mirarlo como si fuera un extraterrestre] le pregunto
-¿Cómo?
- si...- Repitió Ame divertido por la extraña forma de ser del niño - que si me puedo sentar aquí
- pues... si no está ocupado, supongo que si -
-jajajaja - rio Ame - ¡entonces aquí me vengo! n.n , solo voy a ir por mis cosas
Reiko vio que se fuera al otro extremo del aula... estaba un tanto perplejo, JAMAS en su corta existencia alguien [por iniciativa propia] se había sentado a su lado.
Sonrió... tal vez... eso sería bueno.