Sonaron los últimos acordes. Sí serían los últimos. Los últimos después de 4 años de fama y conciertos. Sí ese era su “adiós”.
Tal vez las cosas hubiesen sido diferentes, si tal vez lo hubiesen sido, de no ser por una relación entre ellos dos, de no ser por cometer errores, ahora no sería un adiós, no sería nada.
Sin embargo, él no podía. No podía ni siquiera mirarles los ojos a sus compañeros de banda, de verdad que le dolía. ¿Y al vocalista? Menos! A él nunca le podría volver a ver los ojos… No podría sin llorar; Miro al cielo cerrando los ojos y disfrutando de esos Gritos que le proporcionaban sus fans, por última vez.
Su mejor amigo y compañero de cuerdas, Sentado sobre el piso, recargado sobre sus piernas y con las manos en los ojos, no permitiría que lo viera llorar, no su mejor amigo. El mayor de la banda, ese pelirrojo al que llamaba padre, se acerco a él y con unas palmadas en la espalda le hizo levantarse para salir del escenario.
Él… su vocalista… su ex vocalista, Tirado en el piso… Recostado mirando las mismas estrellas que él… intentando recordar por que las cosas son así de crueles…
- Lo hicieron muy bien! Felicidades Chicos! - Les decía de nuevo Junior, su manager. Él siempre intentaba levantarles el ánimo, sin importar que el por dentro también estuviese destruido.
- Gracias Junior-San. –se limitó a decir el pequeño guitarrista con una sonrisa en el rostro.- prometí que daría lo mejor de mi…
Kanon y Teruki se acercaron al pequeño guitarrista, dándole un fuerte abrazo.
- Gracias chicos… -murmuró el guitarrista. – nee… y Miku…? –se atreve a preguntar después de no verlo en ese abrazo.
- Aquí esoy… -Dice mientras entra sale del escenario con una toalla roja por el cuello con los Kanjis de Bonds en blanco. Bou le regala una sonrisa la cual le es devuelta por el vocalista.
- Chicos, todo listo, podemos partir al hotel. –vuelve a hablar Junior.
Subieron a la camioneta, Bou miró por la ventana. Sí, ya había dejado eso, todo eso, de ahora en adelante sería una persona normal. Miro el estadio, Hibiya… ahí estaban todos sus recuerdos, sus mejores recuerdos.
- Nee Chicos, ha sido un gran esfuerzo, ¿qué les parece si salimos a celebrarlo? – dijo el bajista mientras abrazaba al guitarrista.
- Yo creo que es una buena idea. –Contesto sonriendo el guitarrista- sería una despedida, solo para nosotros… -susurró algo melancólico.
- A mi me parece bien. –contesto el batero que estaba hasta la parte de adelante.
- Nee Miku… a ti ¿que te parece? –pregunto de nuevo el guitarrista.
- …Esta bien. –dijo mientras seguía observando la gente pasar por la ventana.
Y así lo hicieron, tan pronto llegaron al hotel se dirigieron al bar de esté. Mesa lejana, para solo 4 personas (Junior decidió ir a dormir), 3 paltos de Rámen y claro… no podían faltar esos Hot Cakes con Plátano que lo distinguían siempre, y Sake, Claro Sake y demás bebidas de ese estilo.
Sake, Sake, Sake y más Sake era lo único que degustaban ya, habían terminado la cena y ahora solo hacían eso, beber y seguir bebiendo, Claro, no faltaban las memorias y recuerdos que soltaban de ves en cuando algunos miembros.
Las cosas iban bien, de verdad que recordar tantos momentos lindos era tan divertido, recordar inicios de la banda, los ensayos, conocer a Junior, el primer sencillo, la emoción del primer video, nada se comparaba con eso.
Y así pasaron las horas, hasta que llego la hora de cerrar del restaurante, Miku aun quería pasar tiempo con sus compañeros, pero el cansancio vencía, y de eso no había duda, Teruki & Kanon no dejaban de bostezar y Bou estaba que no podía mantener los ojos abiertos ni 2 segundos más.
Los miembros de despidieron y se dirigieron cada uno a su habitación, Teruki enfrente de Kanon, Kanon junto a Miku y Bou frente a Miku, sí, esta vez no dormirían por parejas en las habitaciones.
Miku abrió la puerta y apareció una linda perrita corriendo hasta el. Miku solo se detuvo, le dio unas cuantas palmaditas en el lomo y se dirigió a la cama, cabizbajo. La perrita el ver tal sentimiento por parte de su amo, corrió hacia la cama y se hecho justo junto a él, como si no quisiera dejarlo solo.
- Tú también lo extrañaras ¿Verdad NyappyChan? –pregunto con cierto tono de tristeza, mientras sonría al mismo tiempo. La perrita solo alzó su cabeza que estaba recargada en sus patitas y la recargo en el pecho del vocalista, con la mirada algo perdida.- Sí… ambos lo extrañaremos mucho…
El pequeño vocal comenzó a llorar silenciosamente para que después de un rato quedar dormido.
Eran alrededor de las 2 de la mañana, Nyappy comenzó a ladrarle a Miku, y esté despertó cayendo en la cuenta de que había dormido por mucho tiempo, sin arreglar sus cosas para el día siguiente.
Apenas comenzaba a despertar cuando escucho que alguien tocaba la puerta. Se levanto y camino hacia esta.
Nyappy no dejaba de ladrar y esto comenzaba a desesperar a Miku.
- Ya oí ¿No vez? Ya voy a abrir… - le contesto a la perrita mientras abría la puerta.
Acto seguido de esto sintió unos labios por encima de los suyos. No lo negó estaba sorprendido, pero al sentir un poco más esos labios, adivino, no eran cualquiera, no… eran los de Bou.
No hizo nada, se dejo llevar, ya no le importaba, si esta sería la última vez que se besarían, lo dejaría hacerlo sin permiso.
Bou lo guio hasta la cama hasta quedar el encima de Miku, sin dejar de besarlo. Miku jamás habría imaginado que Bou pudiese tomar la iniciativa en algo así, pero Miku esta vez se dejaría querer, por que posiblemente sería la última.
- Miku… ¿Puedo dormir contigo esta noche? – Dijo temeroso y a la vez sonrojado en menor.
- Sabes que no tienes que preguntar… -Le contesto Miku volviendo a besarlo.