Love Should Go On!
Una mañana calida del mes de septiembre desperté en la fría cama de un hospital, mis visitas a ese lugar se estaban volviendo mas que continuas y frecuentes; pero en esta ocasión era diferente, normalmente yo llegaba consiente a la sala de emergencia pero en esta ocasión mi sentido de la realidad se habia desvanecido por completo…
desperté en la madrugada sintiéndome un poco mejor, las luces eran tenues tanto que apenas diferenciaba mis manos en la oscuridad. En ese lugar me sentía a gusto, creo que el hecho de pasar mas tiempo allí que en el orfanato ayudaba mucho.
Me coloque unas pantuflas del mismo color perla de la bata que traia puesta. Por lo general por las noches en el hospital no habían mas que un par de enfermeras y casi ningún doctor…
Lo que estaba apunto de hacer no lo habia hecho nunca; me Sali de la habitación y camine por los pasillos ayudado de una triste lámpara que hurte de la mesa del vigilante.
En las otras habitaciones las puertas estaban cerradas, pero encontré un par que se veian entre abiertas; de un lado un niño, mas o menos como yo, estaba conectado a una maquina de oxigeno, atravesé la puerta y me acerque a el, levante la lámpara hacia su rostro y alrededor y note que no debía tener mas de 12 años y que su vida ya dependía de otras 3 maquinas…
Jamás habia visto algo como eso, la impresión que me causo fue tan dolorosa que sin querer solte la linterna de mi mano… el estruendose ruido me hizo sacudir la cabeza y recoger el objeto para apagarlo en el acto, pensé que lo mas seguro era correr pronto ya que el guardia o alguna de las enfermeras podía descubrirme. A oscuras y casi igual de ciego que un topo logre llegar a mi habitación, me meti urgente debajo de mis sabanas y enseguida las lagrimas se hicieron venir…
Nunca me habia importado mi condición y no por eso dejaba de sentirme menos miserable, yo estaba completamente solo en el mundo, segun me decían en el orfanato, mis padres habían muerto en un incendio años atrás, me sentía solo y olvidado por todos…
A mi mismo me consideraba un alma triste que vagaba como fantasma por este mundo, y a diario, pensaba que mi corazón era un cementerio poblado de negras cruces de lo que habia perdido y nunca dejaba que nadie mas que yo supiera lo que me estaba pasando por dentro…
Ese niño me hizo pensar que quizás yo era algo afortunado, al menos yo podía pasear sin la necesidad de cargar con algo de lo que dependiera mi vida… tal ves si era mas afortunado que el…
A mis pobres 8 años cargaba con el peso de una cruz a mis espaldas, la cruz que de alguna manera llevábamos todos, solo que la mia era mas grande y profesaba el nombre de Muerte...
Yo moriría pronto si el tratamiento de la quimioterapia no mostraba resultados, buenos resultados…
Mis sollozos fueron acallados con la salida del sol que acariciaba mis oscuros cabellos, voltee mi cara y vi la expresión estatica de la enfermera… seguramente no debía tener buen aspecto.
- Tienes los ojos hinchados – tomo mi cabeza con sus frias manos y abrió mis ojos abruptamente – parece que has llorado – se separo dándome un ligero golpe en la pierna para luego llevarme hacia donde me practicaban el mencionado tratamiento
Las sesiones aparte de ser dolorosas eran insoportables pero ni por ello dejaban de practicármelas, de cualquier manera iba a morirme y ni siquiera dejaban de hacerme sufrir
- Creo que estas mejorando – sonrio el doctor desconectándome de la maquina infernal que me ocasionaba dolor
- No lo creo – susurre ajustándome la bata
- ¿Por qué lo dices? Yo te veo muy bien – toco mi cabeza y revolvió mis cabellos
- Llegue inconsciente – quite su mano y me coloque los zapatos
- ¿no te das cuenta? –lo mire sin saber a que se refería – este tipo de tratamientos ocasionan la caída del pelo y tu aun tienes mucho – deje de mirarlo y tome la mano de la enfermera
Sin importar el diagnostico del medico algo dentro de mi me decía que moriría pronto…
Antes de llegar a mi habitación ella solto mi mano y se agacho hasta llegar a mi altura
- Creo que tendras un compañero por algún tiempo – musito abriéndome la puerta para dejarme ver un niño sentado a un pie de la cama contigua a la mia – traeré sus desayunos en un momento – se levanto empujándome en la espalda obligándome a entrar y llamar la atención de aquel extraño que llevaba una gorra gris, me sente cerca de la ventana y senti una extraña sensación a travesar por mi cuerpo, era la primera vez que el sentimiento acostumbrado de incomodidad quedaba opacado con el profundo latir de mi corazón…
- ¿Como te llamas? – su voz era suave y retumbo haciendo eco en mi memoria, fui incapaz de contestar, pero si pude girar mi cabeza un poco y verle sonreir
Dientes perfectos. Pensé.
- ¿Qué como te llamas? – repitió sonriendo aun mas
- Yo… - balbucee, no recordaba ni mi nombre
- Si tu… - musito levantándose para sentarse en otra silla frente a mi – yo me llamo Minho y tengo 9 años
- Soy Taemin – susurre quitándole la vista de encima – tengo 8
- ¿Por qué estas aquí? – interrogo sin quitar de su cara aquella sonrisa
- Eso no te importa – replique en un tono de voz que desconoci en ese momento
Me levante y me tire en la cama, la enfermera entro con los desayunos y ese niño no toco su plato mientras ella estuvo allí… tomo la cuchara y la metió en su boca, lo vi saborear aquello un largo rato, cerro los ojos y trago lentamente
- ¿Por qué no dejas de mirarme? – murmuro mientras fingía ver la pared frente a nosotros
- ¿yo? – mi corazón volvió a latir con mayor fuerza esta vez; la enfermera entro cortando el ambiente
- Minho tenemos que hacerte otros análisis – asintió y se levanto de la cama para abandonar la habitación no sin antes de sonreírme alegremente
Quizás a el lo habían traido solo para unos análisis de rutina, el no podía ser como yo o como los demás, era demasiado perfecto para que alguien como el tengo una enfermedad terminal como la mia, no podía ser…
Deje los platos y me puse los zapatos para ir a visitar aquel joven, como ya habia luz se me hizo fácil entrar en su habitación, mi lectura no era buena asi que tuve que esforzarme para medio leer y adivinar el nombre de ese niño a quien la vida se le estaba yendo…
k. kim. J. Jong.Jonghyun…
Kim Jonghyun! Tarde mas para saber lo que tenia y porque estaba conectado a tantos aparatos, por lo que pude entender, el tenia una rara enfermedad respiratoria que no pude pronunciar
- ¿Niño que haces aquí? – una enfermera mayor y algo pasada de peso me miro con los ojos rabiosos – tu no puedes entrar – grito levantándome por los hombros y sacándome de la habitación, luego cerro la puerta en mi cara
No regrese de inmediato a mi habitación, di unas cuantas vueltas mas, mirando entre las puertas, vi muchos niños, muchos nombres y muchas enfermedades…
¿Por qué existía el sufrimiento? ¿Por qué en lugar de estar jugando o de estar en la escuela esos niños y yo estábamos padeciendo en ese hospital?
¿Por qué la vida se nos estaba negando a darnos otra oportunidad? eramos demasiado jóvenes para ser castigados por pecados que ni siquiera tuvimos tiempo de conocer…
Cuando muchos niños se quejaban por tener que caminar algunas cuadras para ir por leche, algunos de nosotros no podían ni caminar, ni hablar, algunos no sabían si iban a comer y otros como yo ni siquiera teníamos padres que cuidaran de nosotros…
Ellos si eran afortunados… y aun asi no eran felices…
¿Por qué debíamos sufrir de esa manera?... eramos solo niños…
Habia uno que se llamaba Seung Ho, el tenia un problema en la sangre, algo que creo que se llama hemofilia y sangraba con facilidad cuando se cortaba o cuando levantaba alguna de las costras que el sarampión le habían dejado
Otro como ese niño Lee Jinki, tenían una enfermedad de los musculos que hacia que no pudiera moverse y que le tuvieran que sacar, con una aguja del tamaño de mi cabeza, un liquido de su espalda para poder tratarlo…
Yunho en cambio tenia un problema en los huesos y estos se fracturaban con el minimo esfuerzo que hacia y en un caso similar estaba un niño al que le decían Mir…
Pero otros habían tenido mucha suerte y se habían salvado de la muerte al menos en la niñez, por ejemplo mi amigo Jaejoong que sufria de una enfermedad en el corazón, el y yo estábamos en el mismo orfanato y me conto que los padres que lo habían adoptado le habían cambiado su corazon viejo por otro nuevo ¿se podía también cambiar la sangre?
El se fue a su nuevo hogar y aunque me sentía triste estaba feliz de que el se hubiera puesto bien
A diferencia de Jae, hubo otro niño que conoci en el hospital y tenia la misma enfermedad que el, pero ese niño, que se llamaba HeeChul, murió a mitad de la cirugía…
Y asi seguían los casos y seguía la lista de nombres de quienes vivian como: Sang Bum, KyuHyung, Hyun Joong, SeungHyun
Los que luchaban contra la muerte como YooChun, Chang Sun, Jung Min y otros que se dejaron vencer como Hyung Joon, Junsu, DongHae y el reciente caído Young Saeng…
Si seguía recordando los nombres quizás hubiera tardado mas en llegar a mi habitación, en la cual sobre una de las camas yacia un niño con el brazo fracturado
- ¿Qué te paso? – musite subiendo a mi cama
- Resbale por la escalera – se volteo para verme – tengo mala suerte – después de que me guiñara un ojo, me hizo una serie de preguntas que tenían que ver con el hospital, con los pacientes, con la comida y conmigo
- ¿te quedaras mucho tiempo?
- Creo que si – miro su brazo fracturado y con un poco de morbo sonreí – no es gracioso, este yeso pica!
- Si lo es – la sensación de incomodidad habia desaparecido por completo y en contra de cualquier pronostico ese Minho ya se habia convertido en una persona especial para mi…
¿Cuantos días habían pasado? 15, 20, 40… ¿acaso eso importaba?
Yo era feliz con el a mi lado, pero habia algo extraño, Minho ya no me habia preguntado porque yo estaba allí, y yo tampoco se lo habia preguntado…
El ya no tenia el yeso en su brazo y juntos después del medio dia cuando terminaba mi quimioterapia, saliamos al area verde del hospital donde habían otros niños pero solo permanecíamos juntos los dos…
- Oye Minho y ¿tus padres? - de pronto se levanto de mi lado y coloco su cuerpo sobre el mio
- Tu me haces feliz… no preguntes eso… - susurro en mi oído haciendo que mi piel se erizara por completo
- Bu.bu. bueno – balbucee y solto una fresa risa en mis labios
- Desde que te conozco siempre balbuceas como bebe – y se bajo de mi no sin antes de besarme en la frente como lo hacia siempre.
Nos quedamos mirando las nubes y contemplando la caída del sol
- Tae debemos irnos – se levanto y estiro su mano, gustoso le ofreci la mia y me levanto del césped
A la hora de la cena el siempre me contaba algún chiste que hacia que la leche se me fuera por del cuerpo por la nariz y me daba tiernos golpecitos en la espalda…
Algunas veces dormíamos en la misma cama, abrazados como si fueramos una pereja, no muy normal por cierto…
Una mañana desperté y el no estaba, pensé que estaría duchándose pero no le encontré en el baño común, segui buscándolo pero nadie me daba razón sobre el. De pronto cuando iba a buscarlo en la planta baja, el elevador se abrió frente a mi y con sus ojos hinchados corrió abrazarme
- ¿Qué pasa Minho? – acaricie su cabello debajo de la boina gris
- ¿recuerdas a Jonghyun, el chico del que me hablaste el otro dia? – asentí, sus lagrimas no podían ser nada bueno
- ¿Qué le paso? – pregunte temeroso de su respuesta, mi voz apenas audible hizo que la posición en la que nos encontrábamos cambiara, ahora yo estaba clavando en su hombro…
- Ven, vamos al patio – me subió al elevador y dejo de llorar
Admito que solo habia visto al chico Kim un par de veces pero de todos modos me entristecía que después de soportar tanto sufrimiento y limitaciones el hubiera muerto…
Igual que muchos que también le dieron pelea a la cruel muerte que no mira condición social, aspecto, religión ni mucho menos la edad…
La muerte rondaba por los pasillos de ese hospital, era el visitante mas común y mas odiado por todos, ella se acercaba silenciosa y sin rodeos le quitaba el alma a quienes querían vivir…
¿Por qué no me llevaba de una buena vez? ¿Por qué la vida se empeñaba en torturarme de esa manera tan cruel?
Todos merecemos una oportunidad, la oportunidad de vivir, ser felices, porque no enamorarnos, casarnos algun dia y tener un final de cuento de hadas…
Pero solo eran cuentos…
La realidad era que a diario muchos dejaban de pelear por su vida y en lugar de morir a los 80 años en su cama y rodeados de muchos parientes después de haber vivido todo lo que se debe vivir, morían a los 9 ó 10 años, solos tristes y sin siquiera haber conocido a alguien que los hiciera feliz…
Mi caso se parecía mas a lo segundo…
Nos sentamos en el mismo lugar en el que por las tardes veíamos la caída del sol.
- Estoy seguro de que él esta en un lugar mejor – musito mientras recogía las piernas con sus brazos
- A mi también me pasara – susurre mirándole
- A todos nos pasara – su brazo rodeo mis hombros
- No entiendes, yo moriré pronto como el… ¿Por qué crees que estoy aquí? – negó con la cabeza manteniendo un semblante serio – tengo Leucemia y si no mejoro… moriré – coloco su cabeza en mi hombro y sin aviso en mi oído susurro: La Muerte es solo el inicio…
- ¿A que te refieres? – deje caer mi cabeza sobre la suya
- Taemin, ¿no te has dado cuenta? – yo negué – esos chicos que murieron, los que pelean por sus vidas y los que se salvaron saben lo mismo que yo: Tae, vivir es lo único por lo que merece la pena morir
- Quiere decir que~
- Que todos ellos incluyéndonos, lo que hacemos a diario es quejarnos de nuestra condición sintiendo lastima de nosotros mismos y cada mañana llegamos a pensar que somos sobrevivientes, por que hacemos eso… sobrevivimos y eso no es vivir… - levanto su cabeza de mi hombro y tomo mi mano – tengo un coagulo en la cabeza, lo que me mantiene vivo son esas asquerosas medicinas… y moriré si mis padres no logran reunir el dinero para la operación… tu… prométeme ahora que viviras – susurro muy cerca y asentí
- Desde ahora Minho – y sin pensarlo dos veces coloque mis inocentes labios sobre los suyos
Una de sus manos acaricio mi mejilla y separo un poco sus labios para tomar los mios tiernamente, por la falta de oxigeno me vi obligado a dejarlo libre, pero su sonrisa me llevo a pensar que el era mio y que ninguno de los dos era libre ya.
El sol cayo frente a nosotros y fue el único testigo de la promesa de amor que nos habíamos hecho. Ya apunto de oscurecer entramos a la habitación y nos sentamos junto a la ventana.
- Taemin… tu me gustas mucho – dejo de mirar la luna para verme - ¿Por qué te sonrojas?
- Yo, yo, no… - y solto una sonora carcajada
- Eres un bebe – tome su camisa y le quite su linda boina
- No lo soy… ahora soy Minho
- Yo soy Minho… - me quito el objeto y lo coloco sobre su cabeza
- Yo soy Taemin – me acerque a su lado y tome su mano – y Taemin ama a Minho – entonces fue el quien devolvió el beso. Casto, puro, dulce, inocente, suave y sincero
Desde esa noche ¿Qué tiempo habia pasado? 1, 2, 3 ó 4 años?
Gracias a Minho yo habia podido sacar fuerzas para continuar con el tratamiento y como lo habia dicho el doctor la no-caida de mi cabello se debía a que el cáncer que estaba en mi sangre habia desaparecido, por ello, pronto debía abandonar el hospital y Minho se quedaría a terminar su tratamiento…
Las medicinas que le daban habían ayudado a que ese coagulo disminuyera su tamaño y felizmente sus padres reunieron el dinero y en unos días iban a extirpar el resto de aquella masa que quedaba en su cerebro…
El doctor, viendo mi cercanía con Minho, pidió al orfanato que me dejara quedar hasta 15 dias después de la operación… milagrosamente ellos accedieron…
Horas antes de la cirugía Minho, que por cierto estaba creciendo mas rápido que yo, me dio otro de sus alucinantes besos para después colocarse la bata blanca y dejar su boina gris en mi cabeza
Ya era el momento y lo subieron en la camilla, las siguientes horas en la sala de espera me parecieron eternas, sus padres están igual de preocupados que yo.
Rogue tanto porque estuviera bien, lo amaba mas que a mi vida que era suya por completo ya que el se habia convertido en mi rayito de luz, en una fuente noble de esperanza que hacia que mis ganas de vivir por el, le ganaran a la Muerte…
Gracias a el, a su amor y a su amistad…
Prometi que si se curaba me iba a quedar a su lado el resto de mis días… que viviría siempre…
La espera termino y fui alegre y dichoso al saber que el chico de 13 años de la boina gris que amaba mas que a mi vida se habia salvado…
Mi corazón habia dejado de ser un cementerio, ya no habían cruces negras, ahora solo habían flores…
Con el pasar de los días yo mismo mire y cuide de su progreso, además fui el primero al que vio cuando despertó.
El era todo lo que yo tenia, el era todo para mi…
Pero lastimosamente yo debía volver al orfanato, un dia antes de mi partida nos sentamos en el mismo lugar donde nos habíamos jurado amor eterno…
- Minho, nos vamos a separar – me trague mis sollozos agachando mi cabeza
- Te prometo que un dia, cuando cumplas la mayoría de edad, yo estare en la puerta de ese lugar esperando por ti…
- ¿Lo prometes?
- Si Taemin, lo prometo – las gotitas de agua empezaron a caer sobre nosotros y no importo que estuviéramos empapados hasta las orejas para disfrutar de nuestra ultima tarde juntos…
Nuevamente en la habitación el me sonreía mientras veía como empacaba mis cosas, no lloro porque sabia que eso lo haría dificil para mi, mas dificil de lo que ya era.
Dormimos juntos como muchas otras noches y me abrazo como nunca lo habia hecho…
- Te amo Taemin
- Y yo… - el cansancio nos venció lanzándonos a los brazos de morfeo, la noche fue eterna, triste y encantadora
En la mañana la van del orfanato me esperaba y antes de tomar mas cosas el puso su boina gris sobre mi cabeza
- Cuando valla a verte quiero verla allí mismo – sonrio y lo abrace fuertemente, estaba seguro de que no recibiría un abrazo asi de intenso en mucho tiempo, y este lo iba a guardar en mi memoria
- Te esperare – una lagrima cruzo por mi mejilla y se reflejo en la suya
Triste pero optimista, porque tenia la ilusión de que un dia volveria a verlo, baje hacia el auto y desde allí lo vi sonreírme, nuestras miradas seguían sosteniéndose hasta que el camino nos separo totalmente
Desde allí todo seria diferente, pero nada dentro de mi iba a cambiar, aunque apenas tenia los 12 años recién cumplidos, mi corazón era un veterano que sabia y entendía perfectamente que Choi Minho era el dueño absoluto de Lee Taemin…
Yo lo amaba profundamente y cada dia en ese lugar, era un dia menos para el gran dia en el que nos reencontrariamos…
Minho era inolvidable e irremplazable para mi…
Aunque tuviera un dia cansado, al final valia la pena si antes de dormir recordaba la cara de quien era mi pareja mi amigo y confidente, del chico de quien me enamore en un hospital cuando la muerte nos rondaba, del chico que me dio una razón para vivir, que me amaba y que estaba esperando por mi…
Mi corazón latia enloquecido cuando recordaba su voz, sus palabras, las cosas que hacíamos juntos… no habia duda, estaba completamente enamorado…
Con el pasar del tiempo y de los años, admito que si hubo días en que pensé que nada de lo que habíamos vivido era real, incluso llegue a pensar que ese Minho no era mas que producto de mi extraña imaginación…
A veces lloraba cuando imaginaba que el dia que saliera de aquí, el no iba a estar esperando… que quizás el habia encontrado a alguien mas, que se habia olvidado de mi.
Pero el me habia dicho que ni el tiempo ni la distancia nos separarían
Aun asi esperaba a que llegara el ‘gran dia’ mi cumpleaños 18…
Y llego!
Ese dia, o ‘gran dia’ como le llamaba, estaba tan nervioso que apenas podía hablar…
Cuando los supervisores me dieron la carta donde constaba que ya era un adulto las lagrimas de felicidad no se hicieron esperar, me sentía libre… y de hecho ya lo era.
Empaque las pocas pertenencias que poseía y saque de uno de los cajones de mi escritorio la pequeña boina gris para colocarla sobre mi cabeza…
Me despedi de algunas personas y cruce el porton que me guiaba a la libertad…
Mi corazón latio demasiado fuerte, si hubiera estado un poco enfermo quizás me hubiera dado un paro cardiaco o respiratorio…
Viéndome afuera busque con la mirada en todas partes pero enseguida entristeci…
No lo vi por ninguna parte…
Quizás con esos años el se habia olvidado de mi… y me estaba enfrentando a lo que mas temia: al abandono y al olvido
Quizás ya no me amaba… tal ves si encontró a alguien mas…
Tire mis cosas en la banqueta y senti a mi corazón partirse en dos… sinceramente no tenia a donde ir y habia puesto todas mis esperanzas en Minho, en que el y yo saldríamos adelante juntos…
Pensé que habia sido una tontería creer en la promesa que se hicieron un par de niños 5 años atrás… eso seguramente debía ser un amor de niñez…
Y ahora ambos eramos adolescentes… ya no era lo mismo…
Las ilusiones de que un dia viviríamos juntos, de que veriamos una vez mas el atardecer, de que envejeceríamos juntos se estaban partiendo como pedacitos de vidrios en el piso…
Ahora las lagrimas de dolor se reflejaban en mi rostro, me sentía miserable por haberle creido…
Pensé que era un tonto…
Engañado abochornado y decepcionado levante mi maleta decidido a que de todas maneras mi vida iba a cambiar…
Limpie mi cara y di una fuerte inspiración…
No habia dado ni tres pasos cuando senti unos brazos cruzarse por mi cintura y me pegaron contra el dorso de alguien mas…
- ¿Pensaste que me olvidaría de ti? – susurro en mi oído… esa voz, el recuerdo de esa voz hizo que volteara porque aun no podía creerlo
Cuando mis esperanzas se habían ido, cuando pensaba que ya nada tenia sentido, el habia venido a mi como un angel diciendo: Te amo
- Te queda un poco pequeña mi boina
- ¡Minho! – lo abrace y sentía que de ahora en adelante la sonrisa que ambos manteníamos no se iba a borrar nunca…
Tomo una de mis mano y con la otra tomo mi maleta…
Caminamos una cuadra antes de encontrarme frente a un enorme automóvil, el metió mis cosas en la cajuela y luego se arrimo al auto
- ¿A dónde iremos?
- Al camino de la felicidad - sonrio y nos subimos…
Fin…