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4 de Julio por Mintgreen

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Notas del fanfic:

SI, SIGO OBSESIONADA CON USXUK. PROBLEM?! XDDDD me encanta esta pareja, y siempre me gustará >w<
Espero que lo disfruten!! No me gusta como ha quedado el final del fic, pero bueno... Para hacer las delicia de otras fangirls, he incluido otra pareja en el fic en segundo plano xDD.

Los fuegos artificiales se oyen desde kilómetros a la redonda, retumbando según estallan, creando intrincadas figuras geométricas mientras sus vivos colores se mezclan entre sí. La oscura noche, aunque de temperatura agradable, proporciona una sensación de felicidad contagiosa a todos los que están sentados al borde del lago, mientras sus olas distorsionan los colores del cielo. Sobre la hierba húmeda, cientos de mantas se extienden por el suelo, algunas ya puestas desde hace bastante tiempo, y miles de personas avanzan entre ellas para alcanzar a sus familiares y amigos que están más lejos. La música suena, pero no alcanza a oírse con el alboroto de las orillas del lago. Puestos de comida rápida y dulces se encuentran por todos los espacios posibles, vendiendo chucherías varias a los más pequeños. Cada vez que una nueva pirotecnia explota, miles de bocas suenan con un “¡ooh!” unísono, seguido de una celebración con palmas y más gritos. Alguno niños buscan el apoyo de sus padres buscando algún modo de escapar de las molestas explosiones, mientras que cariñosas parejas se abrazan más fuerte, muchas de las chicas apoyándose en los hombros de sus parejas, felices de poder compartir una noche cálida juntos. Sus manos agarradas se prometen estar juntos eternamente. Es el cuatro de Julio, el día de la Independencia americana.
Desde la distancia, un hombre observa cómo sus logros han conseguido que su gente sea feliz, y está orgulloso de ello. Su fuerza de voluntad ha conseguido que al final pueda ser libre, y por fin puede reclamar que todo ha sido mérito suyo. Y aunque para otros no haya acabado tan bien, con esto puede demostrar que no es tan tonto como todos creen. Su pelo se mueve ligeramente al viento, con un mechón fuera de lugar, y su cazadora de aviador le proporciona un gran rasgo de distinción. Mira de manera triunfal al horizonte con una mirada azul y detrás de unas gafas de montura de metal.
Detrás suyo, otro hombre, bastante asemejado a él, se le acerca. Los únicos rasgos que les diferencian son un gracioso pelo rizado que le sale de en medio del pelo, haciendo un curioso giro, y el aspecto miedoso que presenta. Oyendo unos pasos, el hombre de la cazadora se da la vuelta sonriendo, y se pone más contento cunado le reconoce.
-¡Canadá! Nice to see you!
-Hola América… Bonita fiesta la de tu casa.
-Bueno, había que celebrar todo esto como es debido. ¿Han venido los demás?
-He estado mirando… Italia y Alemania se han puesto juntos, y Doitsu le está agarrando para que no salga corriendo detrás de las demás mujeres, aunque yo creo que no es sólo por eso. Japón parece estar disfrutando como un niño de todo esto, España está peleándose y chinchando a Romano otra vez… Los Países Nórdicos se están asando de calor, y Belarús está amenazando a Rusia con lanzarle a los fuegos artificiales si no se casa con ella. ¡Ah! Y aunque Francia se ha sentado en un par de mantas ajenas, aún no ha hecho nada que se le pueda reprochar. Aún.
-Todos se están divirtiendo, por lo que veo… ¿Pero no ha venido Inglaterra?
-Al final le arrastraron entre pataleos y gritos de socorro. Además dijo que quería huir de no se quién que le acosaba todo el rato.
América suspira de alivio. Al menos le han podido traer a su casa.
-Debería hablar con Igirisu. Despide un aura de tristeza y depresión que ya me está dando repelús. Tiene toda la pinta de que no quiere esta aquí.
Entonces es cuando América se da cuenta del error que ha cometido. Un error que nunca le va a perdonar. El día de la independencia americana es un día de celebración en América… pero no en Inglaterra.
América se da una palmada en la cara. ¿¡Cómo no ha pensado en eso antes!? Ahora sí que no le hablará.
Aún se acuerda del día de su independencia… Un día muy diferente al que hoy está viviendo. La lluvia que caía del cielo como si quisiera inundar la tierra entera y limpiarla. El chapoteo de las pesadas botas mientras daban contra el suelo. Las lágrimas derramadas, el sufrimiento vivido. Y aún había quien no se había recuperado del todo. Y lo que estaba haciendo él era revivir memorias que no son del todo agradables para unos pocos. Un día para recordar, pero también un día para olvidar.
América se gira de improviso, lo que hace que Canadá dé un pequeño salto en el sitio.
-Necesito hablar de inmediato con Igirisu.-dice con mirada determinada.- Dime dónde está más o menos.
-Creo que la última vez que lo vi… -señala con el dedo a una colina, la más alta y alejada. Apenas se distingue una figura sentada oscura entre la penumbra.
-Thank you, bro! ¡Tengo que irme!
Con paso firme comienza a alejarse, hasta el punto en el que empieza a correr, apartando a la gente con los brazos y codos, haciendo tropezar a más de uno, y entre palabras de protesta, se abre paso por el gentío. Desde la distancia, Canadá sonríe ligeramente, y abraza con un poco más de fuerza a Kumajirou.
-Mi hermano va a por lo que quiere… Tiene mucha determinación.
-¿Quién eres?
-Canadá.
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Tras mucho correr, algunas bebidas por el suelo y unas cuantas palabras obscenas, al fin llega a la cima. Jadea del esfuerzo, y tarda un rato en recuperar el aliento. Se apoya en sus rodillas, y con una de las manos se quita algo del sudor de la frente. Recuperado, se ordena el pelo moviendo la cabeza, y después pasando los dedos entre los mechones. Ahora avanza hacia Igirisu, que esta sentado en una manta con la bandera inglesa. Típico patriota. Su cabeza está acomodada en sus piernas, que recoge contra su pecho. Su pelo cae sobre sus rodillas, que se mueve al compás de su respiración. A su lado, una sospechosa botella medio vacía que desprende un olor fuerte a whisky inglés. América se pregunta de dónde puede haber sacado semejante bebida en su casa.
América avanza hacia Igirisu un poco asustado. No quiere volver a fastidiarla de nuevo, como acaba de hacer hace poco. De repente, es sorprendido por la voz de Inglaterra.
-Si eres Francia, no, no quiero ver los fuegos artificiales acurrucadito contigo en lo más profundo del bosque, donde está oscuro.
-… ¿Igirisu? Si Francia te molestaba, no tenías más que decírmelo. Podría haber llamado a seguridad.
Inglaterra se da la vuelta, un poco rojo por la confusión y el alcohol. Al ver que es América, entrecierra los ojos con cara de asco, y vuelve a darse la vuelta para evadirse de su mirada de desconcierto, es más, de risa. Francia, tan pervertido como siempre.
-… Lárgate. No quiero ver tu cara. Y mucho menos ahora. Vuelve por donde has venido.
América hace caso omiso. Avanza hacia él, y se sienta a su lado. El otro no reacciona, sólo gruñe. Se cruza de piernas, y se apoya con los brazos detrás suyo. Se entretiene durante un tiempo con los fuegos artificiales, hasta que llega un momento en el que se olvida de Igirisu y se concentra solamente en la pirotecnia. Ríe. Disfruta con el espectáculo. Hasta que de repente, por encima de las explosiones, oye un ruido extraño. Como si algo, o alguien, se estuviera sorbiendo los mocos y respirando entrecortadamente. Parece provenir de su lado izquierdo. Mira hacia ese lado, y ve a Inglaterra convulsionando un poco, y limpiándose la nariz disimuladamente.
-… ¿Inglaterra? ¿Estás bien?
-(snif) Por supuesto que sí. No preguntes cosas fuera de contexto.
-Inglaterra, es más que evidente que no estás bien. Estás… llorando.
-De eso nada. No tienes (snif) pruebas.
-Vamos a ver… Tienes la voz rota, la manga brillante, has bebido (encima en un espacio público), y no te dejas ver la cara. Creo que es más que suficiente.
No responde, pero es obvio que sabe que se ha dado cuenta. Pero aun así aún no se va a dar por vencido.
-… Vete a la mierda. Eres tú el que me molesta.-su voz parece ahogada, como si quisiera ocultar algo de su ser.
-No me voy a ir contigo así.
El rubio no dice nada de nuevo. Sabe desde hace tiempo que cuando América tiene una idea, nada le puede hacer cambiar de parecer. Así que pasa de pelear con él.
-…Siento no haber pensado en que esto te iba a molestar. La verdad, me hacía ilusión que pudieras venir a celebrar esto conmigo, que no pensé-
-Pues haber si aprendemos a pensar un poco, que no es la primera vez que te pasa.
-Oye, sé que esto no te hace ninguna gracia, y a mí me está empezando a amargar con esa actitud tsundere que tienes con todos.
-Fuck! ¡Pues te jodes! ¡Yo soy así con todos, así que habrá que aguantarse! ¡¡Odio este día!!
América no le contesta, y espera a que se explique en vez de tener que preguntarle.
-… Cada vez que se acerca este día, me pongo cada vez más negativo, las botellas se me amontonan en la papelera… porque odio tener que recordar que te tuviste que independizar de mí. Al final conseguiste separarte de mí, a pesar de que yo te lo intenté impedir. Y aunque te hayas convertido en una poderosa y gran nación… Jamás podré perdonarte esto que me has hecho.
-Tenía que hacerlo, entiéndeme… No podía vivir eternamente sumiso a ti… Necesitaba una libertad que solo podía conseguir con la independencia. Y a mí este día me recuerda a un triunfo que conseguí yo solo, aunque tuviera que herirte con ello. Cada año… -vuelve a mirar al cielo con cara de seriedad- Cuando los fuegos artificiales estallan en el cielo, sólo puedo pensar en esos días en los que tú, como onii-sama, cuidabas de mí, observando feliz cómo cada día me hacía un poquito más fuerte. Yo estaba orgulloso de ti, de que fueras tú y no Furansu el que me guiaba hasta lo más alto. Porque si hubiera sido ese Francia el que se hubiera quedado conmigo, probablemente yo no sería la América de ahora… No tendría ningún sentido celebrar este día si no fuera especial.
Resuenan los fuegos artificiales en el cielo de nuevo. Dentro de poco comenzará la traca. Desde el lugar en donde están, se puede ver el suelo a la perfección, donde se encienden bengalas que centellean, niños que corren los unos detrás de los otros, y a las naciones también se las distingue: Alemania por fin ha conseguido calmar a Italia, y le ha hecho sentarse junto a él mientras se queja apenado de que los fuegos artificiales le dan miedo. Por ello, Doitsu ha aprovechado para rodear con el brazo a Italia, y observa contento el cielo. Japón se ha sentado con Grecia, rodeado de gatos que ronronean al contacto con su amo, y el japonés comenta las tradiciones con fuegos artificiales de su país. España ha conseguido acallar a Romano con un jugoso tomate maduro, y juguetea cariñosamente con su rizo. Extraordinariamente, Romano solamente pone cara de mala leche. Rusia ha conseguido librarse de Belarús haciendo que moleste a Letonia, y ahora se sienta tranquilamente con China. Los Países Nórdicos han conseguido calmar su sofoco metiéndose en el lago en paños menores, a lo que los demás americanos les han acompañado acto seguido. Ahora el agua se colorea al volar por los aires mientras todos chapotean. Destellos rosas, rojos, azules, y de más colores inimaginables, destellan por el aire mientras saltan y vuelven a caer al agua. Prácticamente se respira felicidad en el aire.
-… Me pregunto cuánto costará montar una fiesta como esta.
-La pirotecnia la pago yo, pero luego la gente suele traer su propia comida, y los puestos los ponen los dueños. Como es un espacio público, y es solamente por un día, está permitido.
-En tu casa sois muy permisivos.
-Si no vas prohibiéndolo todo, es menos probable que la gente no haga cosas ilegales. Son libres de hacer lo que quieran dentro de los límites de la educación, claro.
-Libertad…
Otra vez el ruido de los sorbetones.
-Inglaterra… No fue sólo por el deseo de libertad lo que me llevó a la independencia. También quería que me vieras como alguien que puede valerse por sí mismo, y que no necesita a ningún país superior.- se gira hacia él- ¡Quiero que me veas como alguien fuerte, y no débil! ¡Como alguien inteligente, no idiota! ¡Siendo tu subordinado no llegaba a nada! Necesitaba que me apreciaras como un individuo solamente, no como algo tuyo.-suspira- Separarse de alguien querido e una parte de crecer muy importante. ¿Me entiendes?
-(…)
-Mírame. ¿No querrías que mejorara siempre?
-¡¡Basta!!-grita Inglaterra, y saca completamente la cabeza de entre sus piernas, mostrando sus ojos hinchados y su rostro de mezcla de enfado y desesperación.-¡No soporto que me hables de esa forma! ¡Me haces parecer el malo de la peli! ¡Yo sólo quería que estuvieras conmigo para siempre, sólo eso! ¡Te tenía aprecio! ¿¡Era eso lo que querías escuchar!?
América no responde, son que se le queda mirando con la boca un poco abierta. ¿De verdad… Igirisu tiene sentimientos profundos?
-Yo…
-¡Mierda! ¡Ya me has hecho hablar! ¡¿Estarás contento, no?!
-Es que me has dejado sin palabras, literalmente.
-¡¡Y es tan inteligente como para decirlo!!
Mientras hablan, los últimos fuegos artificiales antes de la traca estallan. Explosiones principalmente rojas detonan en el cielo, tiñendo todo de color carmesí. La gente vitorea, pero sólo los que están en la cima de la colina no lo hacen.
-Igirisu…
-¿¡Cómo es que siempre me haces lo mismo!? ¡Al final siempre te sales con la tuya! Incluso hoy… ¡Has tenido que cagarla! ¡¡Te odio!!
-Igirisu… Esas palabras duelen, incluso aunque las digas como defensa personal. Y aunque sé… Que nunca lo vas a aceptar… Y yo no quiero que lo pases mal, aunque sea el día que más odias del año.
-Eso no es verdad… Yo a ti no te importo, mentiroso.-Inglaterra ya no se atreve a mirarle. Sabe que si lo hace, acabarán mal.
“¡Traca! ¡Traca!” Se oye gritar. Los últimos fuegos artificiales revientan violentamente en el cielo. Caos radiante en el suelo.
-El espectáculo se va a acabar… dentro de poco terminará todo, ya no tendrás que preocuparte. Unos minutos más y ya te podrás ir.- América muestra un tono de voz de descontento y disgusto.
-Yo no quería que te enfadaras… ¡Lo siento! ¿¡Cuántas veces me tengo que disculpar por todo!?
-No tienes que pedir perdón por nada. El hecho de estar contigo ya hace que todo se perdone.-sonríe de nuevo.
El corazón de Inglaterra da un vuelco espontáneo. Sabe bien que cuando le dice esas cosas con un sentido muy directo, se pone nervioso y se emociona. Hasta el punto de perder el control de sus emociones.
Despacio, con la traca de música de fondo, América se pone de rodillas, y se acerca a Inglaterra. No se mueve, aunque quisiera. Está completamente paralizado por la emoción. Sus hombros se tocan, y suavemente, posa su mano sobre la de Igirisu, y la toma para ponerla sobre la manta. Inglaterra se atraganta con su propia saliva al intentar humedecer su garganta seca. El rostro de América se ve notablemente más relajado. Ahora todos cantan juntos en la llanura. Se oyen voces jóvenes, maduras, buenas, malas, agudas, graves, de todos los tipos.
-Lo que yo quería es que toda mi gente estuviera junta algún día, todos aclamando algo como si fueran uno. Por eso, quería celebrar mi logro contigo.
Inglaterra le mira agitado y con un poco de ternura.
-Algún día tendré un gran imperio como el tuyo, un imperio libre, que pueda hacer gracias a ti.… Onii-sama. Gracias por todo.
No obtiene repuesta porque ha parado su boca con la suya, y las explosiones blancas alumbran las caras de ambos. Ambos tiene los ojos cerrados, y la mano libre de América se mueve por el cuello de Inglaterra, jugueteando con sus mechones de pelo, liándolos alrededor de su dedo y a veces tirando sin querer. Ninguno de los dos quiere separarse, y cada vez les cuesta más respirar. El sentimiento placentero les invade, y pierden el control sobre sí mismos. Inventan, improvisan, reinventan, se separan, se vuelven a unir, hasta que la traca finaliza y todo se vuelve mucho más oscuro que antes. La gente pondera y clamorea, aclamando lo brillantes que han sido este año. “It’s been the best since years!” se oye por encima. Ahora piden más.
-Nosotros sí que les daremos más.-sonríe América extasiado, y vuelve a juntar su boca con la de Igirisu. …ste nota un sabor a algodón dulce que le llena por dentro. Y busca más dentro de América. Los fuegos artificiales de reserva se encienden y se sueltan al cielo, que ahora se prende con colores rojos, blancos y azules. Estrellas, riadas y chispas varias relumbran de nuevo el suelo, y las miles de parejas que han aprovechado este momento para mostrarse su amor, entre ellos, un italiano sorprendido y un alemán tranquilo y enamorado desde hace mucho.
Y ese sería un cuatro de Julio para recordar.
FIN -W-
Notas finales: Fuegos artificiales... Wiii!! xDD me encantan, aunque me dan miedo a veces xD Siempre pense q seria bonito besar a alguien en el momento de la traca... eso, y debajo de un arbol de cerezo en flor =////w////= ojala algun dia consiga hacerlo en alguno de esos dos sitios xDDD
Reviews, por favor!! ^^ Me encantaría saber sus opiniones ;)

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