Se levantaba temprano como cada día, no era precisamente día de trabajo ni tampoco tenía algún compromiso. Su alarma solo funcionaba en semana, pero su inu no lo hacia
A punta de pequeños golpecitos y a tirones en su pantalón consiguieron despertarle
-Ya…ya voy – Bostezo y estiro sus brazos a pesar del peso que tenía en esta. Su pequeño ojiazul se entretenía mordisqueando algún cojín de la cama
Era sumamente travieso. Dio una pequeña sonrisa. Se dio la vuelta rápido, abrazándole, escucho un tierno ruidito que hacía por la sorpresa
- juguetón... - revolvió sus cabellos. Besando su cabecita vio su colita moverse para todos lados frenética. Dejando ver su felicidad y una linda sonrisa - anda a jugar, yo bajare enseguida, Ciel...
Al escuchar su nombre, obedeció enseguida a su orden, se bajó de la cama, caminando a cuatro patas. Vio a su amo estirar la cama, dejándole en perfecto orden antes de tomar una toalla del armario, dirigiéndose al baño. Quizá por una ducha matutina de costumbre
Dio unos pequeños ladridos, saliendo de la habitación con tranquilidad bajo las escaleras. Su amo era muy bueno con él, desde que era muy pequeño aquel humano se había hecho cargo de él. Lo quería mucho
Bajo sus orejitas. Saliendo al jardín se recostó en la hierba. Lo deprimía sin querer recordar cómo se habían conocido, era fecha de su cumpleaños…no le gustaba mucho, siempre ocurrían cosas malas
Flash back
Hacia una tormentosa lluvia y el frio no ayudaba mucho al indefenso cachorro. No tenía resguardo, ni tampoco un lugar al que llegar, no había algún techo o cajón por hay
Ni siquiera lloriqueaba por ayuda, a quien llamaría? nadie lo escucharía...su amo no venía a por él. Hace horas...
Recordaba como ese día había empezado
…l y sus hermanitos habían despertado, su madre siempre los limpiaba y jugaba con ellos. Pero ese día estaba bastante nerviosa. Solo repasaba una y otra vez como los había abrazado y entregado mucho cariño
Eran pequeños, mimosos. Eso les había sentado bien
Casa
Comida
Cariño
Siempre eran muy felices en ese lugar
Pero aquel día su amo los llevo al auto a cada uno de ellos. Eran 4 lindos cachorros
"un paseo" recordaba esas palabras claramente. Sonriéndole miraba por la ventana en todo el trayecto. Hasta que se detuvieron entre unas calles. Su amo solo le llamo a él. Bajándole del auto le indico que lo esperara en la acera
No tenía idea, y hasta ese momento tampoco sabía que ocurriría, solo musito un agudo ladrido. Sentándose lo vio partir
Impacientándose desde el primer segundo, pensando en que aria su amo. Cuando volvería?...pero ya para unas horas después, el hambre y la incomodidad lo iban molestando, los gatos y ruidos cerca de él, lo asustaban
Apenas y era un cachorro, tenía unos 3 años. Conocía su casa y solamente por dentro, mamá no los dejaba salir mucho
Y ahora esta hay, sentado, temblando. Deprimido comenzó a llorar bajito para no molestar a nadie, solo se quería desahogar, llamando a su madre en una desesperada protección. Quizá había hecho algo malo, había enojado a su amo y ni siquiera recordaba el por que
Había roto algo?
Seria por el vaso de agua que había votado la semana pasada?
Y si...sus hermanos les ocurría lo mismo que el? eso le asustaba más...su amo no era de esos, no lo era
No podía...
- perrito...
- !! - se alertó al escuchar una voz. Levantando rápido, plegó sus orejitas. Alejándose al ver que estaba tan cerca de el
- estas bien?...hace mucho frio para que estés por aquí... – hablaba con cariño, se fue arrodillando, el pequeño inu pudo ver que llevaba un paraguas y un abrigo, parecía de venir de algún trabajo. Tan ensimismado había estado, que no se había percatado de su presencia - que haces solo?..
- e-espero...- fue lo único que se le ocurrió contestar
- a quién?.. - miro a sus lados, estaba en un pequeño callejón, las casa y edificios a su alrededor estaban abandonados, era un lugar en pésimas condiciones. Ocupaba ese lugar como atajo para llegar a casa pronto solo en pocos casos - tienes casa?..
- si...mi amo me dijo que lo esperara aquí - se notaba que llevaba mucho tiempo hay, sus ropas mojadas lo delataban
- y cuanto llevas aquí?.. - ladeo su cabeza
- desde la mañana
Analizo la situación, estaba hay desde la mañana, eran casi las 11 de la noche. No era un descuido precisamente…
- tu amo aún no ha vuelto?
- tuvo que haberle ocurrido algo... - estaba convencido de eso
Hizo una pequeña mueca, era un cachorro, alguien fácil de persuadir. Inocente
- cómo te llamas?
- Ciel...
- Ciel, lo siento. Pero tu amo no creo que vuelva pronto - lo intento hacer entender
- por qué? – se preocupó, que quería decir con eso?
Pensó alguna forma de que lo dedujera por sí solo. Mostrándole una sonrisa
- no te gustaría venir a mi casa? por algo de comida y leche tibia...así lo esperas más cómodo, el ya aparecerá...- necesitaba la confianza del pequeño peliazul. Estirando su manito mostro un pequeño dulce que había sacado de su bolsillo
Ciel algo dudoso y temeroso, miraba el dulce con deseo. Pero desconfiaba de ese humano...aunque no sabía bien el por qué. Su voz era muy suave y una sonrisa que calmaría a cualquiera. Bajo sus orejitas. Acercándose despacio tomo el dulce rápido. Era muy rico
- debes tener sueño - con cuidado de no asustarle, fue abrazándole, buscando darle algo de calor lo fue tomando en brazos, apoyándole en su pecho lo acomodo bien. Era muy liviano – una cama te vendría bien… - acaricio sus cabellos, eran muy suaves y de extraño color, retomo camino a casa…no entendía como podían dejarle así
Fin del flash back
En aquel tiempo se había tenido que acostumbrar a muchas cosas. Su "nuevo" amo. Se llamaba Claude, tenía unos extraños ojos color amarillo, casi parecido al de los gatos. Tenía un trabajo cerca de casa. Y no tenía más mascotas
A pesar que el ojimiel jamás mencionara el tema, tuvo que entender cosas por si solo...
su amo no le había dejado accidentalmente hay, era una forma de deshacerse de él. Una dolorosa forma…
Estuvo mucho tiempo pensando en su madre y sus hermanos. Se había escapado un par de veces tratando de encontrarles pero jamás había encontrado una pista o el olor de alguno de ellos
Esperaba que todos hubieran corrido la misma suerte que él. Claude era muy bueno con él. Desde hace 5 años jugueteaba por esa casa. Aun se preguntaba como lo había cogido de mascota tan fácilmente a pesar de lo mal que se comportaba al principio
Había llorado, berrinchado y comportado muy rebelde, solo para llamar su atención, Claude a pesar de todo le mostraba siempre una sonrisa, cariño y dulces palabras, algún peluche a pesar de todo lo que hacía, siempre le iba a buscar después de cada fuga
Apenas y tenía 8 años ahora, pero había madurado mucho
Ahora mostraba respeto a su amo y daba lo mejor por él. Si él lo protegía y le entregaba cariño. …l se convertiría en un gran guardián para su casa. Se esforzaba día a día sentado en el jardín, esperando a que nada molestara al pelinegro
--
Jugueteaba por los techos, seguía una linda mariposa que se escabullía de él. Dando pequeños saltitos trataba de tomarla
Pero no era precisamente muy alto o ágil. Era pequeño y delgado
Dio un maullido en protesta. Aquella mariposa se burlaba de él, cuando se aburría de ir por ella, revoloteaba a su alrededor, llamándola nuevamente a la pelea de alcanzarla
Así había estado largo tiempo
Sonriente la vio apenas a un metro de el
- te tengo nyah... - agacho su cabecita y levanto su cadera, moviendo graciosamente su colita en posición de ataque. Se lanzó hacia ella. Apenas rozo sus delicadas alas, sintió una gran dicha, había ganado la contienda
- !! - no se había dado cuenta por la emoción que había dejado de sentir suelo bajo sus patitas. Vio todo en una extrema cámara lenta. Sosteniendo la mariposa no pudo evitar caer hacia abajo, se puso alerta...sería una fea caída
--
Estuvo largo tiempo entretenido con mirar a la nada. Su amo preparaba la comida de la tarde
- ? - escuchaba ruiditos agudos y de pequeños pasos - "otro neko...” - estaba tan acostumbrado a eso, los gatos eran juguetones. Apostaba a que perseguía un ratón o algo así
Iba a cerrar los ojos un momento para tomar una pequeña siesta. Pero un ruido seco y unos quejidos llamaron su atención hacia unos arbustos - grrr!! - comenzó a mostrar sus dientes y una severa mirada. Un intruso. No escaparía de el
- t-tks... - se hizo bolita, tratando de resistir el dolor de una de sus piernitas, la caída le había hecho daño, cualquier gato había caído bien de pie, pero él no era muy callejero del todo. Apenas y comenzaba a saber cómo cazar
- grrr!! - salto hacia los arbustos, cayó sobre un pequeño neko, no pudo verlo bien a la cara, solo que tenía el cabello y las orejitas y cola color negro. Comenzó a intimidarlo. Amenazando con atacarle, no lo quería hay, quizá y solo venía a robar la comida de su amo como todos los de su raza
- Ciel! Ciel basta! - lo tomo del collar, tirándolo un poco hacia atrás - Ciel entra a la casa - no le hablo en regaño, simplemente lo vio obedecer en silencio - "una gatita?..." - lo vio tan delgado y con el cabello levemente largo, pero cuando lo fue tomando con cuidado para sentarlo, vio que lo tenía corto por detrás - "un gatito...” - frunció el ceño, el gatito mordía su mano, tratando de escaparse al haber tocado su piernita herida
Mostro unos enormes y expresivos ojitos rojos, mordiendo fieramente la mano de aquel humano en forma de protesta para que dejara de tocar su piernita, le dolía mucho pero el tipo no hacía caso
- t-tranquilo...- apenas y le dolía, quizá con suerte tenía un par de colmillitos. Lo tomo en brazos. …l siempre había sido un gran amante de los gatos
Lo llevo a un baño dentro de casa, limpiando su herida. Tenía un gran amor a los animales, Ciel era uno de sus favoritos por su puesto. Pero aquel neko mostraba una gran y extraña belleza.
Terminaba de poner una pequeña venda
Lo vio con cara de enojadito. Maullaba en protesta. Le causaba cierta gracia
- descuida, ya te dejo en paz... - sonrió entretenido. Corto la venda, viendo que quedara bien acolchada, no podría caminar o saltar por un tiempo se había dislocado, debía de ser muy doloroso para el
- yo solo jugaba, por qué haces esto? - una aguda voz se dejó escuchar
- porque quiero
- y por qué?
- acaso quieres que mi inu se allá hecho cargo?
Lo vio bajar sus orejitas, Ciel lo había atacado sin dudarlo
- y que aras conmigo? - pregunto con cierto miedo. Al parecer no confiaba en humanos
En silencio lo saco del baño. Dejándole en el sofá del salón, ya hay había un pequeño plato con algo de leche - no te are daño si es lo que quieres saber...Ciel - llamo
- amo - apareció pronto a su llamado
- cuídalo... - tuvo que salir pronto a la cocina, había dejado todo preparándose. Que podía temer? eran dos cachorros pequeños. El peliazul era obediente...confiaba mucho en el
- si... - miro hacia el neko, viéndolo bajar sus orejitas se vio indefenso hacia el ojiazul - que haces aquí? - comenzó a olisquearle por completo, costumbre, buscando reconocer algo de el
- j-jugaba...
- no se supone que los gatos jamás se caen?
- soy un gato torpe... - hablo triste
- eres de casa?...no pareces mucho de la calle - vio sus ropas no muy viejas o desgastadas y sus manitos delicadas
- no lo soy
- y tu casa?..
- me fui...mi amo era malo conmigo
Ciel tuvo la tentación de preguntar a que se a refería. Pero nadie mejor que él sabía que no era muy cómodo hablar de esos temas. Eran dolorosos
- mi amo es bueno...no quiero que le hagas daño - frunció el ceño
- a que te refieres? - se molestó, que creía que era?
- los de tu raza son así
- los de mi raza? Yo no robo o hago daño, tú me atacaste! - protesto
- mi amo te ha curado y alimentado. No desaproveches eso. Yo soy el que está a tu cuidado ahora - era casi una clara amenaza de que si veía algo que lo hiciera desconfiar de aquel neko...no lo dejaría pasar por alto
- pesado - se cruzó de brazos - no te voy a hacer caso - hablo casi como un niño. Ciel no se portaba muy lindo con el
- guaf guaf!! - ladro fuerte hacia él, quedando muy cerca. Logro asustar a Sebastián, quien tapo su carita entre sus manitos, temblando. No quería que le hicieran daño, ni siquiera quería estar hay
Se escucharon pequeños lloriqueos muy tristes. El ojirojo se encogía por completo
- .... - se alejó al poco, viendo la reacción que había tenido. Por alguna razón no se sintió como debería ser, lo había hecho llorar. No quería eso. Solo hacerle ver que no hiciera algo malo.
Tampoco quería ser el malo
- ne... - hablo más tranquilo
- no lo are, lo prometo snif - hablaba asustado
- n-no...No lo are. Pero no hagas nada malo
- b-bueno...
Se sentó a su lado. Pegándose a él, sintió al gatito tensarse al extremo. Dio una lamida a su hombro, subiendo a sus manitos
Lentamente bajo sus manitos para verle. Viéndolo que le regalaba una pequeña sonrisita para animarle
- nyuh... - maulló. Desconfiado, el peliazul movió su cabeza contra su mentón levantándolo, sintió cosquillas por su cabello
- no llores - musito
- nyah... - dio tímido una lamidita a su mejilla. Sintió los brazos del inu tomarle despacio, dudo si dejarse, pero no tubo opción, suspirando, jamás había estado tan cerca de un inu. Y uno que buscara darle tales tratos. Con el tiempo fue recostando su cabello en su pecho, Ciel lo iba dejando sentado en su regazo. El pelinegro era mucho más pequeño que el
- cómo te llamas?... – ladeo su cabeza para verle. Se tomó el tiempo se pasar su colita por su espalda, dándole un escalofrió al ojirojo
- Sebastián
- Ciel...desde hoy, voy a protegerte. No volveré a hacerte daño
Lo vio con sus grandes ojitos, una tímida sonrisa movió su colita, parecía bueno ahora que no le gruñía. Le asustaban los inus, pero Ciel parecía diferente, era pequeño como él. Pero le ofrecía algo que nadie le dio antes, protección...más que eso su compañía
Acostumbraba tanto a estar solo y dejado de lado. Una caricia a sus orejitas lo termino por convencer, cerrando sus ojos - Ciel...
Claude miraba de lejos la escena, algo conmovido, Ciel había hecho todo él solito, era muy conmovedor ver a dos pequeños animalitos mostrarse tan tiernos. Ambos no habían sido muy felices antes. Esperaba poder cambiar eso, les mostraría cosas que antes no había visto. Quería hacerles felices
- la comida está hecha
Ambos se separaron algo sonrojados de que los hubieran visto así. Haciendo caso a sus palabras, lo siguieron, el nekito algo lento, por su lesión. Dio quejidos
-ven – a Claude no le costó nada tomando de sus bracitos, dejándole en su pecho lo llevo a la cocina. Desde ahora tendrían un nuevo compañero en casa
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