El comienzo
-Heika, la guerra ha comenzado – Decía Gunter horrorizado haciendo que Yuuri quitara toda concentración en el papeleo que realizaba
-¿¡Que!? ¡No puede ser! ¡YO MISMO DIJE NO A LA GUERRA! – El Maou se puso de pie alteradamente – Soy el Maou ¿No? ¿Por qué nadie me toma en cuenta?
-Heika, Saralegui ha demostrado no importarle el trato al que habían llegado, y dice… Dice que acabara con todo Shin Makoku – Yuuri salió corriendo de su oficina con Gunter a sus espaldas, no podía creer que quien decía ser su amigo, le estuviera apuñalando por la espalda, una guerra no era buena en estos momentos, Shin Makoku había logrado alianza con variados países humanos, al igual que Saralegui con países cercanos, por lo que la guerra sería tan desastrosa como en la que Julia murió.
-¡Dorcas, trae mi caballo, rápido!
-¡Si Majestad!
-¡Para mí también! – Alcanzo a gritar Gunter – no lo dejare solo Heika, menos en el momento que pasa Shin Makoku ahora – Yuuri solo asintió. Subiendo a Ao ayudado por Dorcas, rápidamente le pego en el estomago a su caballo para que corriera a toda velocidad, necesitaba llegar pronto a donde estuviera la batalla, sus amigos estaban ahí, Conrad, Gwendal y… Wolfram. No podía permitir que algo malo les ocurriera, no por un capricho de Saralegui.
Morgif, a su costado, comenzaba a hacer ruidos emocionado por lo que vendría.
-Si estas así de emocionado necesito que me ayudes ¿Si? Cuando te lo indique necesito que uses tu poder, obedéceme solo por hoy ¿Está bien? – Suplicaba Yuuri a la espada que reposaba en su cinturón.
-¡Heika! Allá esta – Indicaba Gunter hacia unos cuantos metros adelante, de donde lo único que se podía divisar era un espesa humareda negra - ¡Manténgase detrás de mí! - Yuuri obedeció a su tutor y vio como este sacaba su espada, el repitió sus pasos, dándole las últimas instrucciones a Morgif. Apresuraron a los caballos hasta encontrarse bajo la nube negra de humo, Conrad, que luchaba unos pasos lejos de ellos, se acerco rápidamente algo preocupado.
-Gunter, esto es peligroso para su majestad…
-Vine por mi cuenta Conrad, Gunter solo me siguió… - Dijo Yuuri con un semblante difícil de contradecir - ¿Qué hacen Conrad? Yo no quería guerra para mi país… Ni para nadie…
-Su Majestad Saralegui nos ha mandado a atacar por la madrugada, pretendían llegar al castillo Pacto de Sangre, pero con Gwendal presentíamos que algo como esto ocurriría, por lo que nos tomamos la libertad de proteger toda la frontera con guardia del castillo – Conrad respiro tratando de explicarle a Yuuri – No sabemos qué trama, pero de lo que estamos seguro es que su aliado es alguien muy poderoso… Tenemos que estar en guardia Heika…
-Ustedes devuélvanse al castillo, Conrad… Dejen que el resto luche… Pueden salir heridos y…
-Yuuri, tu seguridad esta ante cualquier cosa para nosotros, y para eso… Necesitamos luchar personalmente con el enemigo – Yuuri se sentía al borde de la histeria, habían cientos de hombres, tanto suyos como de Saralegui, tirados muertos por el piso, como si de algo natural se tratase los soldados corrían con sus espadas atravesándolas por el cuerpo del enemigo sin piedad alguna, parecían bestias, y a los ojos de Yuuri eran eso.
Conrad le hizo un gesto a Gunter, quien arrastro el caballo de Yuuri hacia un refugio improvisado a unos cuantos metros del lugar.
-Heika, por favor quédese aquí y no salga – Dicho esto Gunter salió corriendo en dirección a la batalla, eran menos en número, y eso se notaba… Pero su fuerza era mayor y gracias al Marioku que los Mazoku poseían, la batalla se les hacia un poco ventajosa.
Yuuri se paseaba por el pequeño cuarto de un lado hacia otro, si había ido hasta ese lugar, no era precisamente para quedarse en un pequeño cuarto esperando por noticias, sino todo lo contrario, había ido hasta ahí para que su Marioku fuera de ayuda, y eso era lo que haría. Puso a Morgif en su lugar y salió del pequeño cuarto corriendo a todo lo que sus piernas daban. No muy lejos vio que dos hombres se acercaban a él corriendo rápidamente, no tenían ningún uniforme que fuera de su conocimiento, por lo que seguramente eran enemigos.
-No me falles ahora Morgif, por favor – Desenvaino su espada y logro atacar a sus oponentes, las clases que Wolfram le había dado el último tiempo le habían ayudado bastante. Morgif aun no había sido afilada, por lo que logro solo noquearlos por un tiempo, segundos de oro que utilizo para alcanzar el campo de batalla. Alcanzo a Conrad, quien firmemente empuñaba su espada sacando de su paso al que se interpusiera, Gwendal, no muy lejos de él, acompañaba el ritmo de su espada utilizando además su Marioku de tierra, logrando así formar una especie de trampa en donde el enemigo quedaba encerrado entre montañas, Gunter luchaba tan eficazmente como nunca lo había visto, su desplante con la espada era elegante, pero a la misma vez efectivo, era un acto digno de ver… si no fuera por la situación en la que se encontraban. Pero Wolfram… ¿Dónde demonios estaba Wolfram? Por más que miraba a su alrededor no alcanzaba a verlo, y eso comenzaba a preocuparlo.
-¡Yuuri cuidado! – Fue tirado al piso por su rubio prometido, quien ágilmente logro sacar del juego a tres soldados dispuestos a ir por el Maou - ¿Qué mierda haces aquí Yuuri?
-Ni loco pensaba quedarme en el castillo haciendo nada Wolfram, sé que puedo ser de ayuda
-¿Estás loco? Si Saralegui sabe que te encuentras aquí mandara una tropa aun mas grande, no sabemos cómo pero logra tener cientos de soldados cada hora – Dijo Wolfram – Yuuri escúchame, eso es lo que él quiere, destruirte… Es peligroso que estés aquí – Yuuri mejor que nadie sabía que tenía razón, más teniendo el cargo que tenia, pero no podía, le era imposible no hacer nada por sus amigos
-¡Heika! – Conrad se acerco rápidamente a ellos – Esto es peligroso… ¡Gunter! ¿No te dije que te llevaras a Su Majestad al refugio?
-lo lleve… Heika le advertí que permaneciera en ese lugar…
-¿Y deberas pensaste que te haría caso? – Le escupió Wolfram. Gunter no dijo nada, por primera vez en la vida aceptaba que Lord mocoso tenía razón.
-Lo siento…
-No es momento de disculparse… - Apunto Conrad – Wolfram, solo cuida a su majestad, nosotros los cubriremos
-¡Aaaaaah….! – Wolfram se acuclilló apretando su cuerpo con sus brazos
-¡Wolfram! ¡Qué te pasa, Wolfram! – Yuuri trataba de ayudarlo a levantarse pero su prometido seguía gritando de dolor en el piso
-¡Gwendal! – El Mayor estaba en las mismas condiciones que el menor
-Houjutsu… - Dijo a penas Wolfram con su frente bañada en sudor. Yuuri miro al piso y pudo notar unas pequeñas y finas piedras color rojizo intenso
-Vamos… Gunter ayúdame a llevar a Gwendal lejos de aquí… Majestad… Le encargo a Wolfram
-Hai… - el Maou tomo a su prometido entre sus brazos (n/a al estilo princesa ^O^) y troto hacia el refugio en el que momentos antes estuvo. Mientras más se alejaban del lugar, podía notar como a la cara de Wolfram se aliviaba – Diablos… - Dijo al notar que los dos hombres que anteriormente lo habían atacado, se acercaban a ellos. Dejo a Wolfram en el piso y tomo la espada que reposaba en su uniforme azul
-Y-Yuuri…
-Tranquilo… no dejare que te hagan daño – Choco espadas con los hombres, el Maou sin duda tenia mas habilidad con la espada que un principio, pero los dos hombres eran mucho más grandes y con mas fuerzas, pero debía proteger a Wolfram, no podía dejar que lo lastimaran, después de todo El…
-¡Yuuri! – Grito Wolfram mas repuesto al ver como el pelinegro caía al piso y una de las espadas del enemigo amenazaba en su garganta
-¡Wolfram! Solo… ¡Solo quédate ahí! – Si bien en el fondo sentía alegría porque Yuuri demostrara al fin un poco de preocupación por el, no podía dejar que esos hombres mataran a su prometido en sus narices, con las últimas fuerzas que le quedaban invoco su Marioku.
-Todos los seres que pertenecen al elemento fuego obedezcan a este valiente Mazoku que los invoca… (n/a Gomene, no me acuerdo muy bien cómo era la sexy frase dx) – Un tornado de fuego avanzo hacia los dos gigantes dejándolos calcinados en el suelo, algo horroroso de ver para Yuuri, pero que sin duda había logrado salvarle la vida – Yuuri lo siento…
-Tranquilo, lo… Lo hiciste por mi… - Se puso de pie afirmando a Wolfram – Pero utilizaste mas fuerzas…
-Estaré bien… En unos minutos… - Una explosión se hizo presente muy cerca de ellos, ambos jóvenes miraron hacia atrás para notar que Conrad, Gunter y Gwendal yacían tirados en el piso.
-No… - Dijeron ambos
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