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EBA: En Busca del Amor por WhisperingPrincess

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Notas del fanfic:

No sé si es un buen resumen pero creo que vale la pena que lo lean, es mi primer fanfic así que... espero y les guste!! :D

Notas del capitulo:

Bueno... este es mi primer fanfic así que de antemano: ¡MUCHAS GRACIAS POR LEER! jontoni arigato!! ^-^ espero y les sea de su agrado, cualquier cosa envíenme reviews, les prometo que se les serán respondidos. Si notan algún error ortográfico les ruego me disculpen, lo que sucede es que mi word no sirve T_T así que estoy trabajando con wordpad y ahí no aparecen los errores ortográficos así que... ya estan advertidos. >.< También deseo comentarles que los capítulos serán largos, alguno que otro corto pero definitivamente la mayoría serán largos. ^_^


 

~*En Busca del Amor*~

Problemas Internos

 

 

-¡MALDITO DESGRACIADO!, ¡MUÉRETE!.

-¡PÚDRETE PRIMERO!.

-¡DEJA DE MOLESTAR! ¡¡MUÉRETE, MUÉRETE, MUÉRETEEE!!.

 

Y con un ruido sordo cerró la laptop, poniendole fin a la conversación por web-cam y haciendo que se bretara un poco la pantalla a causa del golpe. No importaba, más al rato le traerían otra o quizás mañana, dependiendo de en que humor se encontrara su padre. Habían cosas más importantes.

¿Cuántos eran con este? ¿Cinco? ¿Seis? Daba igual, pronto encontraría a otro. Aunque eso no básto para que no lanzara un suspiro lleno de frustración; siempre era lo mismo, lo ilucionaban, le decían que lo querían ¡Ja! ¡Claro que lo querían! Lo querían para utilizar todos sus millones.

-Malditos convenencieros.-escupió Cam irritado mientras se recostaba y lanzaba otro suspiro frustrado. No podía seguir así, no podía dejarse llevar tan rápido, si siempre iba a suceder lo mismo era mejor dejarlo por la paz; superarlo y seguir adelante, cumplir las expectativas que tenían los demás en él. Sí, definitivamente eso era lo mejor, además todavía le quedaba Rebecca, podía hacer su vida con ella como los demás lo esperaban, cumplir las expectativas ¡esa era su misión! ¡ya basta de buscar el amor!, total ¿para qué sirve? solamente para ponerte mal, amargarte la existencia, sufrir porque luego no te hacen caso o porque no te conviene. Debía aprender a aceptar que la vida no era como en los animes que le gustan ver, no podías encontrar a alguién en medio de la calle y pasar tan solo unos momentos con esa persona para saber que es tu verdadero amor, no puedes enfrentar los problemas tán rápido y dejarte llevar por la vida solo por el simple hecho de encontrar a la persona que amas. Eso definitivamente solo pasaba en los animes.

Después de pasar unos minutos recostado, esperando a que se le pasara el enojo, alguién tocó a su puerta, ¿a quién se le ocurría molestarlo cuando se estaba auto-consolando por haber terminado otra relación?. Sí bueno, había sido con un hombre ¿y qué? a nadie le importaba lo que él hiciera o dejara de hacer, nunca a nadie le había importado lo que hiciera con su vida, ni siquiera a su padre, aunque fingía que le importaba en realidad no era así y ambos lo sabían pero aún así mantenían constante "comunicación fraternal" como a él le gustaba decir, solamente para mantener las apariencias de que el Grupo Hammond era un grupo muy unido y que gracias a eso la compañía era una de las más importantes mundialmente hablando, pero la mayoría de la gente que trabajaba ahí sabía que eso no era verdad, si la compañía era tan importante era a causa de varios contratos ilegales con otra clase de "compañías menores", fraudes y uno que otro acto social caritativo para mostrarle a los demás que tenían corazón, aunque se quedaran con el 75% de las ganancias que obtenían. Y dentro de algunos años a Cam le tocaría formar parte de todo ese jaleo, primero entraría como aprendíz para después tomar el puesto que le correspondía por derecho, el mismo puesto por el que su padre había cometido diferentes errores para obtenerlo, el puesto que le costó un matrimonio que se fue a pique apenas unos años después de que Cam naciera, el puesto que no decidió abandonar a pesar de que su esposa estaba gravemente enferma, tanto así que terminó muriendo, el puesto por el que engañó a varios amigos y familiares y finalmente el puesto por el que decidió abandonar a su único hijo a su suerte. Y aún así tenía el descaro de hablarle, de llamarlo para poder tener sus "charlas" diarias de cinco minutos; porque aquella gente que estaba llamando a su puerta definitivamente venían en nombre de su padre. ¿A quién había enviado esta vez? A lo mejor a Eveline o a John, lo mas probable era que a ambos, ya que lamentablemente su padre se enteró que estaba empezando a "jugar" con las sirvientas que él mandaba a su habitación para buscarlo y ahora o mandaba a John su mayordomo personal o a alguna sirvienta que no pudiera sucumbir ante él.   

El intento de ignorarlos duró poco, ya que empezarón a llamarlo y tocar la puerta al mismo tiempo. Como le crispaba los nervios que hicieran eso.

-Pase.- murmuró aún más enfurruñado.

No debío sorprenderle que lo hubieran escuchado, de seguro se encontraban pegados a la puerta.

-Buenas tardes, joven amo.

-Eve, ¿qué te trae a mi humilde santuario?.-habló con voz ceremoniosa y sarcástica.

-El amo Hammond desea verlo, mi señor.

-¿Y eso para qué John?.-se refirió al silencioso mayordomo que apenas había cruzado el umbral.

-Necesita hablar con usted asuntos escolares según me parece.-respondió con voz grave e indiferente. A Cam le aburría hablar con él ya que siempre permanecía impasible, casi nunca dejaba ver alguna expresión y eso a Cam le molestaba.

-La directora a llamado a su padre para informarle acerca de ciertos actos violentos que a cometido en la escuela.-explicó Eve.

-Así que siempre si le llamó.-murmuró Cam divertido.

-Sí --habló John-- y nos pidió que lo vinieramos a buscar.

-En ese caso -sonrió diábolicamente -no hay que dejarlo esperar, creo que necesito desestresarme un poco y hablar con mi padre hará que eso suceda.

-Por favor joven amo, le ruego que no moleste al señor Hammond, sabe usted que ya tiene suficientes problemas con la compañía.

-Ese no es mi problema Eve, él me esta llamando para hablar de más problemas.

-Él se preocupa por usted, por eso lo a llamado.

-No necesito que se preocupen por mí -espetó furioso- y menos él.-y salió de la habitación dando un portazo, dejando a los dos sirvientes en ascuas.

 

-Preocupado ¡ja! ni ellos mismos se la creyerón -empezó Cam a murmurar para sí molesto, mientras caminaba rápidamente por un pasillo largo y estrecho que llegaba a la lujosa oficina de su padre- ¿preocupado por mí y mi comportamiento en la escuela? Lo más seguro es que sí este preocupado pero por que la maldita directora no habra la maldita boca acerca de eso, preocupado de que el apellido Hammond siga en abolengo, preocupado de sus malditos problemas con su maldita compañía.

Después de pasar algunos minutos caminando y maldiciendo llegó a la oficina de su padre. Ni siquiera se molestó en tocar la puerta, solamente entró y se acomodó en una de las dos sillas giratorias que se encontraban frente al escritorio de madera prensada, que normalmente eran usadas por los clientes que llegaban al despacho para reportar algún mal trato que se les había dado o cosas por el estilo; quejas que simplemente se guardaban en los achivos de: Asuntos por Resolver y ahí quedaban abandonadas. Notó que la conversación que su padre estaba manteniendo por celular ya llevaba un buen rato, así que empezó a jugar con la silla giratoria mientras esperaba a que él se dignara a colgar, si seguía así mas tiempo haría que él se aburriera y que luego se enojara provocando que se levantara de aquella y saliera por donde había venido dejando un sonoro portazo atrás. Pero por el momento intentó entretenerse girando la silla y escuchando la conversación.

-No, no, no, ¡claro que no! eso no es lo que habíamos acordado... -decía exaltado- Por supuesto que estamos cumpliendo... ¡No me hagas reír! Nosotros somos los que enrealidad hemos estado trabajando...-Cam no quería seguir escuchando aquello, darse cuenta que en realidad la compañía se estaba volviendo una farsa. En estas situaciones era cuando uno se daba cuenta que las "pequeñas compañías" con las que estaban asociados no eran en realidad "pequeñas compañías", sino grandes compañías que simplemente querían lucir insignificantes para no llamar demasiado la atención y así poder hacer sus trucos y sus negocios sin que les viniera algún problema, asociarse con compañías como la de su padre les venía como anillo al dedo ya que recaía en ellas todos los movimientos que hicieran, fueran malos o buenos y... lamentablemente a la compañía de su padre solamente le estaban cayendo malos. Tenía claro de que si eso seguía, muy pronto sería imposible ocultarlo al resto del mundo y provacaría revueltas, renuncias, mala fama y dentro de un tiempo haría que estuviera en quiebra, algo que su padre quería evitar a toda costa.

Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dió cuenta de cuando colgó su padre, ni como había finalizado la conversación.

-Cameron, creo yo que ya estas suficientemente grandecito como para aún seguir jugando con esas sillas, ¿no te parece?.-le comentó su padre con voz cansada mientras se recostaba en el gran asiento de cuero sintetico y se masajeaba las cienes.

-Estaba aburrido y ya estoy lo suficientemente grandecito como para andar jugando con las demás cosas de tu oficina, ¿no te parece?.-le arremedó.

-Cameron, hoy no por favor, ya tengo suficientes problemas y luego con esta llamada de la directora... enserio que de verdad no sé que piensas.

-¿Yo? ¿Ahora soy yo? Discúlpame entonces, te prometo que no volveré a decirle sus verdades a un maestro abusivo, pero no te permito que me heches la culpa de tus errores.

-No te estoy hechando la culpa de nada, eres tú el que siempre anda a la defensiva, además hay maneras mas diplomáticas para decir las cosas, tienes que empezar a ser más maduro Cameron y pensar mejor las cosas antes de decirlas y hacerlas.

-¿Lo dices por experiencia propia? Porque si es así creeme que te voy a hacer caso.

-Por experiencia propia y porque así es -se recargó en el escritorio y miró directamente a los ojos de Cam- escucha Cameron dentro de muy pocos años tú serás el encargado de administrar esta compañía, serás el Jefe, pero no te puedo dejar a cargo si sigues actuando de manera tán irresponsable como lo haces ahora, no es correcto.

-¿Entonces qué quieres que haga?.-preguntó Cam aún más frustrado que su padre, detestaba que le dijeran que él tendría que hacerse cargo de la compañía, quizás fuera más fácil si esta no tuviera tantos problemas sociales y económicos, quizás fuera aún más fácil si no tuviera bajo sus hombros el peso de que le iban a entregar una empresa mundialmente reconocida, debía de admitirlo, odiaba la responsabilidad, la odiaba con todo su ser, tal véz también era por eso por la que sus relaciones por internet no duraban, tanto era así su irresponsabilidad que lo máximo que había durado con alguíen habían sido casi tres semanas y eso era porque el otro tenía dos empleos y había una gran diferencia horaria.

-Ya te dije, por el momento puedes empezar con tu actitud altanera y prepotente que tienes, tratar de ser más paciente, intégrate más acerca de lo que hace la empresa, intenta ser más responsable, tienes mucho camino por delante, aún te quedan algunos años de escuela, pronto entrarás a la universidad y quiero que salgas de ella ya listo para la acción. Alejáte ya de esa computadora y sal a hacer algo de ejercicio, los dibujitos que ves no te dejarán nada productivo, mejor ocúpate en otra cosa, ten novia, no lo sé.

-¿Qué tenga novia? Nunca me imaginé que tú me dirías que tuviera una novia.-comentó Cam incrédulo, probablemente aquella era la conversación más productiva que había tenido con su padre y tenía que admitir que le estaba agradando, el mal sabor de boca que tenía antes se le estaba pasando y ahora hasta podría darse el lujo de bromear con él.

-Sí, digo he oído que una tal Rebecca anda trás de ti, podrías darle una oportunidad.

-¿Rebecca Harrison? Bueno, no lo sé, no creo que sea mi tipo.

-¿Tienes un tipo? Creí que te venía quien sea, o ¿será que tu tipo sean las chicas que van a tu habitación directamente?.

-¿Qué intentas decir?.-preguntó receloso.

-No me mal interpretes hijo, es que de un tiempo acá me llegarón rumores acerca de que todas las sirvientas que llegaban a tu habitación tardaban en salir y cuando lo hacían parecían algo desarregladas y nunca querían hablar acerca de lo que había sucedido, no pude evitar pensar que quizás tú...-se interrumpió al ver que Cam se paraba y se dirigía a la puerta.- ¡Oye! ¿a dónde vas? No he terminado de hablar contigo.

Cam se detuvo a medio camino y de espaldas a su padre se limitó a responder:

-Ya pasaron cinco minutos.

-¿Y eso que tiene? Pueden esperar, estamos charlando, es importante tener una comunicación fraternal, ¿no lo creés?.

-Y pensar que creí que al fin íbamos a tener una agradable conversación.-murmuró decepcionado.

-¿Agradable conversación? ¿a qué te refieres? ¿no lo estábamos pasando bien?.

-Tú mismo lo acabas de decir, "estábamos" tiempo pasado, estábamos teniendo una agradable conversación hasta que empezaste a decirme abusador, ya pasarón cinco minutos, mi "tiempo de cálidad" contigo se a términado, me voy.-y siguió avanzando hacía la puerta.

-¡Ay vamós hijo! No te pongas hací, tú y yo sabemos que eso en ciertas ocasiones es inevitable, te puedo decir que hasta yo hice eso alguna vez, no con tu madre claro, tu madre nunca se hubiera dejado pero las demás...

-¡NO SOY UN ABUSADOR! ¡NO LO SOY! -giró el picaporte y miró a su padre- ¡y no soy como tú! -abrió la puerta de golpe y la cerró de igual forma al salir. Empezó a correr directo a su habitación, dío gracias al cielo por que no hubiera nadie en aquel pasillo tán trancitado, lo cual era raro pero no le dio mucha importancia. Aún no podía creer lo que su padre le había dicho. <<Maldito bastardo, claro que lo había hecho, lo había hecho aún estando casado y no le importa. ¡Maldición! y yo que creí que estabás cambiando, que todo este lío de la compañía te estaba hacíendo ver las cosas claramente, por un momento te tuve en buen concepto, ¡ja! que ingenuo fuí la verdad, pero no te preocupes no volverá a ocurrir, te prometo que no cometiré el mismo error dos veces.>>

Al llegar a su habitación no se molestó en prender la luz, ahora se sentía realmente agotado, y aún más enojado que antes, se estaba dirijiendo a su cama cuando notó otra presencia en su habitación, suspiró apesadumbrado.

-Ahora no Eve, no estoy de humor.

Unas finas manos rodearon su cuello y una boca sensual mordió ligeramente su oreja y le susurró de igual forma:

-¿Cómo supiste que era yo?.

-Por que tú eres la única que se puede atrever a venir después de que yo regreso de aquella oficina; de verdad ¿no te cansas de esto?, probablemente también eres la única que sigue insistiendo.

-Eso es porque yo sé más cosas sobre tí que las demás. 

-Claro, información. -dijo sarcásticamente- Sigo sin entender como es que aún no te rindes apesar de que sabes la verdad, realmente eres increíble.

Esperó a que ella respondiera con otra cosa ilógica a su comentario pero no dijo nada, se quedó callada pero aún no lo soltaba.

-¿Eve?.

-De verdad Cam, ¿no te parezco atractiva de alguna forma?.-lo soltó y esperó a que este se diera la vuelta para mirarla.

-¿Estás desnuda?-quizo comprobar.

-Por supuesto, vengo cien por ciento preparada, supuse que estarías de esa clase de humor así que vine con el propósito de alegrarte aunque sea un poco.-dijo en tono animado.

Oyó como Cam lanzaba un suspiro de derrota y observó apesar de la oscuridad como este lentamente se iba dando la vuelta para mirarla, no pudo evitar que su coazón latiera al mil por hora. De verdad le gustaba Cam, le gustaba mucho más que a las demás, le gustaba desde el momento en que llegó a trabajar ahí y el bajando las escaleras principales con gallardía, la resivió y le mostró todos los lugares de aquella mansión para que no se perdiera, de eso ya hacía tres años, claro que en esa época él aún era un niño,  tenía catorce y ella diecisiéte pero mentía de que ya había cumplido los dieciocho para que la contrataran. Lo amaba en secreto, no se lo contaba a nadie, deseaba fervientemente poder estar a su lado, hasta que hacía unos meses se había enterado que una de las otras sirvientas... Lucy, se había metido en medio de la noche a la habitación de Cam, con el propósito de seducirlo y que este le había pedido amablemente que se marchara, lo cuál a Eve se le hizo muy raro ¿qué adolescente normal hacía eso?. Las demás mal entendiendo el rechazo de Lucy de que a él no le gustaba Lucy decidierón intentarlo también, primero comenzarón entrando en medio de la noche igual que Lucy, pero resivián la misma negativa, despúes las más atrevidas y desesperadas decidieron agarrarlo en el pasillo desprevenido o se metían en su habitación en parejas o tríos, pero él aún así no cedía, luego las más perseverantes  se aprovechaban de cuando el señor Hammond las mandaban a buscarlo, en ese momento Cam decidió dejarlas, ya no les pedía que se marcharan ni nada, simplemente se enfrascaba en la computadora mientras estas se desvestían y lo abrazaban intentando que él les correspondiera, pero al ver que no lo hacía lo dejaban por la paz, así fue como ella movida por la curiosidad y el deseo aprovechó una ocasión en la que el señor Hammond la mandaba a buscar a Cam, se sentía muy nerviosa y avergonzada de lo que íba a hacer pero necesitaba responder a su duda. Entró normal a la habitación y como siempre lo encontró en la computadora, pero no estaba conversando con nadie, simplemente se dedicaba a ver un montón de dibujos animados, se parecían mas o ménos a las caricaturas que ella solía ver de niña, más tarde él le explicó que se llamaban animes y que eran de japón.

-¿Qué haces Cam?.

-¿Eh? Ah, hola Eve, eemm... veo animes.

-¿Animes? ¿qué es eso?.

-Son caricaturas japonesas, ¿quiéres ver?.

Y aún nerviosa se acercó lentamente a su cama, y con mucho cuidado se subió a ella, notó que era muy cómoda y sus pensamientos hicieron que se sonojara. Cuando se acercó lo suficiente para ver que era lo que tenía tan entretenido a Cam, casi hace que se le caíga la mandíbula de la impresión: dos hombres estaba en una biblioteca besándose apasionadamente, se encontraban recargados en una estantería pero poco a poco se fueron resbalando hasta terminar en el suelo, donde el mayor estaba empezando a desnudar al menor, le quitaba con cuidado pero salvajemente la camisa y empezaba a besar su pecho y a lamerlo y así iba bajando hasta llegar a su cintura donde empezaba a desabrochar el pantalón, pero sin dejar de besarlo, apenas le daba tiempo al otro de lanzar gemidos de placer...

-Cam... Cam.. ¡Cam!.

-¿Qué fue?

-Cam ¿qué es esto?.

-Te lo acabo de decir, un anime.

-¿Eso es un anime?-preguntó con horror y Cam se percató de eso, así que pausó el video y lo cerró, luego apagó la laptop y bajó de la cama, se puso los zapatos y se dirigió a la puerta. Todo eso antes de que Eve pudiera reaccionar y darse cuenta de que Cam se había molestado. Rápidamente ella también bajo de la cama y lo alcanzó antes de que abriera la puerta.

-¡Cam! No te vayas, no te enojes por favor, no era mi intención ofenderte.

-No sé de que hablas -se hizo el indiferente- me íba porque si no aquel hombre se molestará.

-Cierto, pero Cam antes de que te vayas... necesito que me contestes algo.

Cam la miró receloso pero aún así asintió.

-Cam tú eres... tú eres...-se le hizo imposible seguir, la sola idea de que fuera verdad le aterraba y la sumía en una depresión terrible. Se impresionó demasiado cuando este la abrazó de repente y la estrechó contra él lo más que pudo, siempre había deseado que él la abrazara de esa forma, eso y que la besara pero sabía que esa parte no íba a ocurrir, ese abrazo confirmaba todas sus sospechas así que ya no le importó derramar algunas lágrimas sobre él.

A partir de ese momento ella y Cam se volvierón cómplices, hicieron un trato: ella mantenía la boca cerrada si él la resivía en su habitación cuando se le antojase, a ella no le costaba en lo absoluto guardar el secreto, de hecho le hacía sentir importante ser la única persona que conociera su secreto aparte de que podía estar con Cam cuando se le antojara y bueno... él ganaba que las demás sirvientas lo dejaran de acosar ya que pensaban que Eve era la elegida por él y una compañera con quien pasar el rato y ser sincero.

 Pero aún así ella lo seguía amando, le encantaba como su cabello negro convinaba con el verde claro de sus ojos, esos ojos tan hipnóticos que miraban su cuerpo desnudo de piés a cabeza, sus brazos y torso marcados a causa de los entrenamientos extenúantes de su club de tennis, su naríz fina, sus labios rosas y carnosos, sus largas pestañas; todo él le encantaba, y deseaba encantarle a él.

-¿Puedo... quitarte la camisa?.

-Si dejo que hagas eso, ¿dejarás de alardear de que estás teniendo una relación conmigo?.

Eso no era justo, ¿por qué siempre que él daba algo ella también lo tenía que dar?. De todas formas suspiró resignada.

-Está bién.-volvió a suspirar.

-En ese caso... soy todo tuyo.

Eso también era trampa, él sabía perfectamente que ella adoraba que le dijera eso. No pudo evitar reprimir una sonrisa de oreja a oreja. Se acercó a él y lentamente le empezó a desabrochar la camisa como recordaba que el personaje de anime le había hecho al otro.

Notas finales:

Si, si, si tienen razón el capítulo esta largo, pero bueno, mi imaginación vuela jajaja.

Con este cap. les quise mostrar los problemas que tiene Cam en su casa en el próximo serán los que tiene en la escuela y no se preocupen si es yaoi.

Les reitero: mil disculpas por lo errores ortográficos y cualquier comentario constructivo será muy bien resivido.

Espero y les haya gustado!! *¬* Nos vemos en el próximo capítulo... Yanee!!

 


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