Novedad
Nuevamente la molesta alarma despertó a Cam para otro día en su dolor de cabeza cotidiano, si bueno, también hablar con su padre lo era pero por lo menos con él solamente eran cinco minutos, en cambio la escuela duraba ocho horas. Pero, ¿qué se le podía hacer? Era una obligación ir y se había prometido a sí mismo cumplir las expectativas que la mayoría tenían en él, una de esas era ser mejor que su padre, doblemente mejor si era posible. Así que con flojera y todo, se metió a bañar con agua fría para terminar de despertarse, no se metió a la bañera ya que se había levantado tarde y si le metían otra vez un reporte por impuntual tendría que pasar media hora después de clases en la sala de detención lo que haría que llegara tarde a su práctica diaria de tennis, algo que no estaba dispuesto a hacer que sucedira; las prácticas de tennis eran una de las pocas cosas que en realidad le gustaba hacer, algo que hacía que su día valiera la pena. Salío apresuradamente del baño y en su ir y venir buscando su ropa y su material escolar se golpeo la rodilla con la punta de la cama, provocando que el movimiento de esta despertara a Eve. Ella se había quedado a dormir con él. Después de que le quitara (provocativamente) la camisa, Cam se alejó para no hacerla sufrir. Era cierto que le había gustado, de hecho le gustaba Eve pero no lo suficiente como ella lo merecía, así que le pidió amablemente que se retirara pero ella se negó alegando que por lo menos debía pasar una que otra noche con él para que nadie sospechara nada. Hacía como un mes que Eve y él habían comenzado "una relación" para mantener las apariencias de sus verdaderos gustos. Ella le había advertido que las sirvientas podían sospechar algo, ya que había negado a todas y aparte no tenía novia y si esos rumores llegaban a oídos de su padre se metería en graves problemas.
-¿Ya te vas?.-preguntó una adormilada Eve.
-Si, se me está haciendo tarde, disculpa por haberte despertado.-dijo adolorido mientras se tallaba la rodilla.
-No te preocupes, de todas formas yo igual debo irme -se sentó lentamente en la cama- tengo que descolgar las cortinas y lavarlas, ¿vas a querer que te haga algo de desayunar?.
-No, muchas gracias, compraré algo en la cafetería... ¿sabés donde dejé mi libro de química?.
-Mmmm... Creo que dentro del closet, junto con tu libro de historia.
-Ah, muchas gracias... ¿de qué te estas riendo?.
-Es que... realmente parecemos una pareja.-y se siguó riendo de lo ironico que era el asunto.
Cam no pudo evitar sonrojarse un poco; le agradaba en cierta forma aquella situación pero eso no era lo que en realidad búscaba. Él necesitaba otra cosa, algo que lo complementara del todo, algo que Eve no le podía dar y que ni el mismo sabía que era.
-Bueno compañera, será mejor que ya te vayas, no será que las demás quieran comerte viva por tardar tanto con tu querido amante.
-Si, si, ya lo sé.
-Recuerda lo que prometiste Eve, no quiero que te sigan odiando, ¿me entiendes?.-dijo Cam en tono más serio, advirtiendole.
-Si, ya entendí, nada de alardear.- dicho esto, se levantó de la cama con un poco de pereza y se dirigió al baño para arreglarse el cabello y demás, a parte de cambiarse el pijama por su ropa de trabajo, ya que Cam no la había dejado acostarse con él desnuda (una lástima para ella). Mientras Cam también aprovechó para vestirse rápido y arreglar su mochila, se le estaba haciendo tarde y todavía tenía que pasar a buscar a Rebecca. Algo que no le agradaba del todo pero ella se había quedado con la llave de su locker y quién sabe cuando la vería ya que él era un grado menor que ella y había un sin fin de edificios en aquella escuela tan lujosa en la que su testarudo padre le había hecho entrar. <<Y pensar que aún me queda un año en ese maldito infierno, donde todo se mide por que tanto posees.>>.
-Cam, no te olvides de tu laptop para la clase de informática.-le recordó Eve, que ya había salido del baño y volvía a estar en su traje de sirvienta. Volvía a ser la seria muchacha que había conocido hacía tres años, la misma a la que le había contado la verdad y la que parecía su segunda madre. Definitivamente no podía ver a Eve como ella quería que la viera, para él Eve era como su segunda madre, la respetaba en demasía como para tratarla como una simple amante.
-Ah, mi laptop... claro, claro. <<¡Maldición! se me había olvidado el pequeño incidente con esa cosa, y ayer que estuve con ese hombre se me olvidó pedirle otra, ah ¿qué haré, qué haré?>>
-¿Cam?
-Eh, si, si, ahorita me la guardo, gracias.
-Muy bién... entonces me voy.
-Si, esta bién, nos vemos en la tarde.
-Que te vaya bién en la escuela, suerte con tu práctica de hoy.
-Si Eve, muchas gracias y... que tengas un buen día también.
-D..De acuerdo...muchas gracias Cam y... -se acercó ligeramente a él para poder plantarle un delicado beso en la mejilla- ten cuidado, no me gustaría que la directoria volviera a molestar a tu padre, ya sabes como se pone con eso.
-Okay.-se limitó a responder Cam, repentinamente molesto al recordar la pelea de ayer con su padre. No debía de haberle soprendido la acusación de este, le había acusado de cosas peores pero... al tener a Eve ahí con él... le desagradaba la idea de que fuera cierto. Quizás no se acostara con ella, ¡ni siquiera la besaba! pero aún así...
-¡Cam! Apresúrate que se te hace tarde.
Miró su reloj de pulsera, ¡cuarto para las siete! y de camino eran veinte minutos; tendría que doblegar la velocidad esta véz.
-De acuerdo, me voy.- y antes de salir corriendo le dio un beso rápido a Eve en la mejilla como despedida. Esta se quedó pasmada de la sorpresa ante tal acto. Eran raras las veces en las que Cam se despedía así y en esas veces se sentía como en una nube. Se quedó un rato tocando su mejilla y soñando despierta cuando tocarón a la puerta. De seguro era Lucy para aguadarle el momento, así que no le quedo de otra más que lanzar un largo suspiro apesadumbrado y volver a la realidad; le había prometido a Cam dejar de aladear por lo que ese día no contaría absolutamente nada de lo que había sucedido, y ante eso, salió de la habitación para enfrentarse a la aglomeración de sirvientas celosas que la esperaban.
Cam iba a medio camino cuando notó que no lo lograría a tiempo, así que sacó rápidamente su celular y buscó en sus contactos un número.
-¿Bueno? ¿Rebecca? Disculpa pero creo que no podré pasar a buscarte, se me hizo tarde... ¿será posible que nos encontremos en el ala este a la segunda hora?...¿si? Okay, muchas gracias.... Bueno debo colgar, estoy manejando... Vale, nos vemos entonces... Si, si, okay... Si, si, me parece bien... Okay, yo igual... Bueno, adiós.
Unos momentos antes de que la reja ornamentada de la entrada se cerrara completamente, Cam entró a toda velocidad y se estacionó en el primer lugar vacío que vio, aunque no quedaban muchos, encontró uno relativamente cerca de la entrada que estaba destinado para los alumnos discapacitados. Se aseguró de ponerle la alarma al coche y salió corriendo hacía el aula de química, que era su primera hora los martes y jueves. Al llegar lanzó un suspiro de alivio al ver que el profesor Robinson no había llegado aún. Se dirigió a su asiento con paso calmado pero seguro, algo que lo caracterizaba según había escuchado una vez de las chicas; y ni bien se había sentado cuando sintió que una mano le daba un buen zape que hasta su cabeza casi golpeaba con la paleta de la silla.
-Hijo de tú...-se detuvo al ver quien había sido el agresor.- Ah, Pauline, ¿eso era realmente necesario?-dijo mal humorado mientras se tallaba la cabeza.
-Claro que sí, volviste a llegar tarde, te advertí de que si volvías a llegar tarde te daría el zape de tu vida.-explicó la peliroja.
-¿Sabés? Tecnicamente no llegué tarde, se llega tarde cuando ya está el profesor en el aula y ese no fue mi caso, así que ese golpe es injustificado.
-Por supuesto que no -interrumpió un chico delgado y bajo, de cabello rubio oscuro y ojos cafés- tomalo por adelantado, te aseguro que mañana si llegas tarde.-se burló este.
-¿Vez? Zack también me apoya.
-La opinión de Zack no cuenta en este mundo Pau, ni siquiera para su madre y creéme que eso ya es mucho.
-Que cruel eres, ya verás como contará mi opinión cuando algún profesor venga y te saque de la clase por descarado.
-Tienes razón, mil discúlpas joven Turner, le ruego y perdone a este descarado.
-Que drámatico eres Cam, serías perfecto para audicionar en esta nueva obra que estan promocionando, ¿no te parece Zack?
-Oh si, si, claro, claro, perfecto para el papel principal.
Cam solo se limitó a poner los ojos en blanco y reírse por lo bajo. Sabía que haberles comentado que cuando era chico quería ser actor de drama había sido un error, ahora no lo dejaban de molestar con eso.
-Oigan ¿y dónde se metió el drogadicto de Brian?
-Con la novia de seguro.-respondió Pauline sarcástica.
-O quizás fue a buscar su café diario y sustancioso.-terció Zack.
-O con la profesora de historia.-acompletó otra joven de cabello negro, largo y ondulado.
-¿Con la profesora Sabine?.-pregunta Pauline confusa.
-¿Por qué Brian debería estar con ella?.-se interesó Zack.
-Los vi hace rato en el pasillo en dirección a los baños del ala oeste, se veía que estaban teniendo una discusión así que me quedé para ver de que se trataba...
-Muy sabio de tu parte.-ironizó Zack. Esta solo se dedicó a fulminarlo con la mirada.
-Ya púes, Zack cállate... continúa por favor Bri.-invitó Pauline.
-Bién, la cosa es que la profesora Sabine estaba fúrica y Brian se estaba poniendo a la par de ella, creí que estaba siendo muy tonto, ¿qué persona normal le contesta de esa manera a un maestro? -acto reflejo los tres miraron a Cam y este se encogió de hombros.- De acuerdo, aparte de Cam nadie. Estaba a punto de interrumpir su discusión cuando Brian la agarra y la empuja contra la pared, me quedé en shock ante aquella escena, nunca creí que Brian tuviera tanta fuerza para hacer eso, pero eso no es lo mejor, lo mejor es cuando la profesora Sabine comienza a llorar y este la besa y ¡la profesora le corresponde!.
-¡¿Qué?!.-estalla Pauline.
-Oh por Dios.-murmura Zack.
-¿Después que hiciste?.-quizo saber Pauline.
-¿Qué se supone que iba a hacer? Simplemente los dejé ahí solos con el jesús en la boca.
-Que interesante.-opina Cam meditabundo.
-¿Qué es interesante? ¿Que Brian se haya cargado a la profesora más guapa?.-pregunta Zack.
-Que Britany no esté enojada.
-¿Por qué debería estar enojada?
-Por que dudo mucho que te guste ver a tu hermano con la profesora de historia.
Y cuando Britany iba a protestar llega el profesor Robinson, pidiendo discúlpas por la tardanza y alegando que tuvo un problema con un estudiante al llegar a la escuela, mientras los alumnos que se encontraban parados volvían a sus asientos murmurando cosas como porque había llegado el profesor o que se le hubiera descompuesto el coche o que el estudiante se lo hubiera robado. Cam solo lanzó un suspiro de impaciencia, le molestaba las quejas, su padre siempre se quejaba así que ya estaba harto de ellas.
-Muy bien alumnos -llamó el profesor a la clase- antes de comenzar quiero presentarles a un nuevo compañero, espero y le reciban de buena manera.
Ante aquello comenzarón mas murmullos, bueno era de esperarse ¿qué clase de persona llega a medio semestre a una escuela tan prestigiada y en un jueves?
-Ya había escuchado de este nuevo alumno. -le susurró desde atrás Pauline- Se supone que debía llegar hacía tres días, pero por problemas familiares no había podido venir hasta hoy y aparte de eso ¡es un becado!.
Típico de Pauline, siempre al tanto de los nuevos chismes. <<Con que un becado eh, que novedoso es esto, me pregunto que clase de nerd será>>. Y ni bien había concluido Cam su despectivo pensamiento cuando entra al salón un joven bien parecido, parecía que fuera mas alto que él, mostraba una gran seguridad y era realmente guapo. Su cabello castaño oscuro convinaba con el negro de sus ojos, una combinación extraña pero atractiva, su camiseta azul se le pegaba a su buen formado cuerpo, aunque lamentablemente su pantalón de mezclilla no dejaba apreciar bien lo que parecía un buen formado trasero y... <<¡Alto! ¿En qué estoy pensando? debo superar ya esa parte de mi vida, no lograre nada si sigo así, mis relaciones anteriores lo prueban.>>
-Bueno días, -empezó a presentarse el atractivo alumno- mi nombre es Cori Zane y espero llevarme bien con todos ustedes.- y al sonreír amigablemente mostró unos dientes blancos perfectos, que lo hizo parecer una estrella de cine. En el acto todas las chicas empezarón a murmurar cosas sobre lo bueno que estaba Cori Zane y de como se acercarían a él, lo cual molestó un poco a Cam. Debía admitirlo, le había gustado aquella primera impresión que le dio el nuevo estudiante pero no lo suficiente como para ponerlo de esa manera, se mantendría al margen, esa era su decisión final.
-Esta bién Cori, puedes sentarte en aquella silla.- señaló el profesor la única silla vacante que quedaba, esta se encontraba dos lugares atrás en la fila de alado de donde se sentaba Cam, lo que provocó que su corazón empezara a latir más deprisa por el nerviosismo.- Si tienes alguna duda -prosiguió el profesor- puedes pedirle ayuda al representante de la clase... eh, ¿dónde esta Hammond?.
En ese momento Cam se acordó que era el representante de la clase y se maldijo por haber aceptado tan absurdo papel, eso le sucedía por haber sacado la mejor nota en el primer parcial al comienzos del semestre.
-Cam, te llaman a ti.-le informó Pauline al ver que este no se paraba. En ese momento reaccionó y se levantó de su asiento algo cohibido por el nerviosismo que sentía.
-Ah, sí, aquí estoy.-estaba mirando al piso pero se armó de valor y dirijió su mirada hacía el frente mostrandose seguro. Se topó con la penetrante mirada de Cori, que lo estaba mirando entre divertido y asombrado. Aquello le molestó, porque lo hizo sentir como un chico que no merecía aquel lugar, así que decidió ignorarlo y fijar su mirada con la del maestro.
-Si, bueno, cualquier duda puedes acercarte a él.-lo último lo dijo directamente hacía Cam que sabía del mal carácter que tenía y le estaba dando a entender que debía ser buena persona con él por ser nuevo. Entendiendo la indirecta Cam retomó asiento y se puso a hacer grafitis en su libreta, ignorando la clase por completo, enfurruñado.
Cam se dirigió tranquilamente al ala este para poder encontrarse con Rebecca, su segunda hora era Lengua por lo que no le interesaba llegar a tiempo, la profesora siempre se retrasaba cinco minutos. Mientras estaba pensando en lo estúpido que había sido su comportamiento en química, le desagradaba actuar de manera insegura, no le gustaba sentirse débil y cohibido y todas esas cosas, le provocaban malestar. Estaba doblando una esquina para dirigirse a un pasillo abierto que daba una área verde, cuando vío a Rebecca recargada en un pilar de mármol impaciente. En el momento ella lo divisó y le empezó a hacer señas con la mano para que se acercara más rápido.
-¡Cam!, que bueno que llegaste, creí que me dejarías plantada.-lo recibió la ensimosa chica rubia.
-No lo haría, tú tienes la llave de mi locker y la necesito para poder sacar mi raqueta y mis demás libros.
-Ah sí, en la tarde tienes tus clases de tennis, y ¿cómo vas?.-preguntó intentando hacer tema de conversación.
-Bien, gracias por preguntar, aunque creí que no te interesaba el tennis.
-No sé de donde sacaste eso, a mí me interesa todo lo que a tí te interesa, Cam.
-Si, bueno, estee... ¿me podrías devolver ya mi llave?
-De acuerdo. -y empezó a urgar en su pequeña bolsa persa, buscando la pequeña llave plateada- Aquí está. -y se la tendió en el aire. Cam estaba a punto de agarrarla cuando rápidamente Rebecca la retiró de su alcanze.- Primero tengo una condición.
-Rebecca...-dijo Cam a modo de impaciencia.- De verdad, no estoy para juegos.
-Solo es algo pequeño, no todos los días tengo oportunidades como esta. ¡Vamos, Cam! Porfavor, no te pediré mucho, es algo insignificante.
Cam lanzó un resoplido de impaciencia mientras negaba con la cabeza a modo de exepticismo. Rebecca siempre le tenía que salir con alguna sorpresita como aquella.
-Está bien, ¿qué quieres?-accedió de mala gana.- No te pienso besar, te lo advierto.
-Quiero que hoy desayunes conmigo y mis amigos, ¿okay?; despúes de eso te daré tu llave, hasta entonces olvidalo.
Cam lo sopesó un momento, eso sí podía hacerlo; todo fuera por ya irse de ahí.
-Okay, entonces nos vemos en el receso.
Rebecca empezó a dar pequeños saltitos de alegría mientras movía las manos dando pequeños aplausos, casi, casi, Cam pudo verla moviendo la cola como a un perro.
-De acuerdo, entonces nos vemos en mi mesa por la cafetería, ¿está bien?.
Y aunque no lo estuviera a Cam no le quedaba otra opción, su preciada llave estaba en juego.
-Si, si, nos vemos allí.- Estaba dando la media vuelta para poder irse a su clase de Lengua cuando Rebecca lo agarró del brazo para darle media vuelta y darle un beso rápido en la mejilla.
-Nos vemos, Cam.-y salió casi corriendo en dirección a su clase.
Faltaban algunos minutos para que sonara el timbre anunciando el cambio de aula para la tercera hora. Cam al final había decido no entrar a la clase de Lengua, en primera porque no tenía libro y en segunda porque cuando había terminado de hablar con Rebecca ya se había retrasado diez minutos y la maestra Eleonor se ponía muy pesada cuando un alumno llegaba tarde a su clase,y no quería plantarle cara, así que se quedó recostado en el pasto del área verde más chica y menos transitada por los prefectos, a la sombra de un árbol frondoso. Su tercera clase era Matemáticas por lo que si entraría a esta; el día de hoy no llegaba el profesor Stanford y no quería darle más motivos a Pauline para que lo volviera a zapear.
Sonó la campana y Cam se dirigió sin ninguna prisa hacía el aula del profesor Stanford, donde ya se encontraban la mayoría de los alumnos de su grupo, era obvio que iban a faltar algunos por la ausencia del maestro pero no tenía ninguna intención de reportarlos, le daba igual ser el representante del grupo, aparte ¿qué no se acababa, él de volar una clase?.
-Sabes que te mereces otro zape, ¿verdad?.-le dijo Pauline a sus espaldas. Ya estaba acostumbrado a que lo tomara por sorpresa.
-¿Ah, sí? No, no lo sabía.
-Pues fíjate que si, pero no te preocupes, te perdono por esta vez solamente porque Brian merece más castigo que tú.
-No sé porque me siento tan afortunado.
-Si, tienes razón, no es conveniente ser Brian en este momento, si vieras el castigo que Bri le está imponiendo, que no le dirija la palabra es algo serio, ¿no lo crees?.
-Ya decía yo que Britany no podía estar tan tranquila.
-Si, pero bueno, eso le pasa a Brian por no tener cuidado, bien sabe que su hermana es muy celosa con él, es un estúpido.
-Hablando de estúpidos, ¿dónde está Zack?, me extraña que no esté aquí pegado a tí como chipo.
Pauline soltó una risilla avergonzada.
-Está con el chico nuevo, al parecer le pareció una persona interesante y se acercó a él para conversar... Ah mira, por allí estan.-le señaló un punto en una esquina del salón. El chico nuevo se encontraba atrapado entre una multitud de chicos y chicas apretujados unos contra otros para poder hablar con él, Zack encabezaba la primera fila y se veía a las grandes pláticas con él. Cam no pudo apartar la mirada de aquel chico que le parecía tán enigmático, ¿qué tan inteligente será como para haber conseguido una beca en aquella escuela? No tenía pinta de cerebrito, al contrario no llevaba ni un día en esa escuela y ya estaba rodeado de gente que le interesaba hablar con él.
Sabía que parecía como poseído al quedarsele mirando, y que Pauline lo estaba observando pero no le importaba, no podía apartar la mirada de aquel chico hasta que... él lo miró.