Era quizá, pasado del medio día, la sala de juntas lucía ocupada. Hacía tiempo que no había actividad en el sello discográfico. ¿Cuánto había pasado desde la última vez? ¿Cuánto se había sufrido de espera? Pero, aún así, el tiempo no había dañado las relaciones, al contrario, se sentían plenos, realizados y después de distintos proyectos por separado, esas cinco personas, llenarían de alegría de nuevo, como hacía tiempo. Ahora todos juntos fortalecerían, a un renovado…
- ¡¿An Café regresa?! – más que una pregunta, parecía una afirmación de Kanon. Pues esta vez, el líder – mejor conocido como Teruki – daría la buena nueva.
Todos lucían felices, extasiados. Sobre todo cierto tímido integrante, quien no cabía de felicidad. Al fin regresarían, al fin volverían a ser la banda que alguna vez habían sido, al fin miles de Cafekko soltarían ese suspiro de espera, todo simplemente… lucía perfecto.
- entonces, si hablamos de Gira de regreso ¿Cuándo iniciaría? – pregunto Miku.
- de eso, tenemos que hablar con Spark, el tiene todos esos detalles, bueno al menos eso creo yo.
- tienes razón kanon, pero tampoco nos podemos dar el lujo de tardarnos, aún no sabemos si nuestro “reinado” sigue como antes. Quizá lo más probable sea, que en unos días inicie, Miku.
- lo se, hemos estado en receso mucho tiempo.
- pero estoy seguro, que definitivamente estaremos en la cima aún - Yuuki positivamente hablo con pose victoriosa, colocándose los lentes.
- no puedo creer que sea verdad – y al final… luego de algún rato, el menor de todos hablo.
- pues créelo Taku-cchi – Teruki, como era de esperarse, coloco su mano en su hombro, reconfortada mente.
- somos… el grupo de siempre.
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Más, al cabo de un rato. Los integrantes de banda, seguían en la sala de juntas de Red Café y Spark llegaba con más noticias. Y lo primer que sus ojos captaron fue: todos sentados el rededor de la mesa ovalada, le alegro tanto que no pudo evitar soltar una gran sonrisa.
- mírense, como en los viejos tiempos.
- lo sabemos, ¿nos extrañaste?
- pero, si los veía seguido Kanon. Seguía trabajando con ustedes – contesto irónico, pero si tenía razón
- a mí no, de hecho nadie me veía – hablo el rizado soltando una risa.
- igual te extrañaron – Teruki rió al comentario, dándole ligeras palmadas en la espalda.
- como sea, es bueno tenerlos de regreso.
- y como dices, ¡como los viejos tiempos! – Miku sonó realmente lleno de energía
- si, y bueno, ahora…el lugar de inicio, ya está decidido – Spark hojeó unos cuantos papeles, eran varios diría yo, carpetas y carpetas, al parecer habían elegido de entre tantos sitios, al final tomó los papeles de una carpeta amarilla y los volvió a mirar
- ¿Dónde será? – pregunto el pelinegro del bajo
- Nagoya – le paso los papeles a Teruki que estaba sentado a su izquierda
-¿y… cuando partimos? – se atrevió a preguntar el rizado
- tenemos que estar antes, pasaremos más de un mes allá. Haciendo preparativos para el concierto inicial, ustedes saben, entrevistas, promociones, etcétera – todos asintieron – así que, sin más… parten mañana
- ¡¿Mañana?! – pregunto el rubio vocalista
- cuantas sorpresas en un día – agrego Teruki, que realmente lucía sorprendido y terminaba de hojear los benditos papeles – ya veo… yo creo que si –
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- ¿A dónde vas Miku?
- ah… Teruki – el vocal volteo a donde sus amigos, que ahora, se encontraban en una de las salas de ensayo, lo más probable era que estuvieran platicando – no les eh dicho nada a los chicos.
- cierto, pero supongo que Spark se encargara de ello ¿no?
- pero aún así, no los veré un tiempo, iré a despedirme y saldré con ellos.
- uh… Miku llegará tarde, estoy seguro – Kanon sonrió a su comentario llevando su brazos atrás de su cabeza.
- no – rió – prometo llegar temprano.
- eso espero – termino por decir Teruki
El vocal salió, los demás integrantes no tardaron en irse. Aún había que empacar, arreglar asuntos externos, quizá como la vivienda, algunos trámites, avisar a sus familiares o en el caso de alguno, llevar a Nyappy-hime a algún lugar, o séase, con su madre. Esas cosas, para que el viaje no fuera una molestia.
Kanon y Yuuki salieron primero, seguidos por Takuya y Teruki, quien dio un viaje gratis a su casa al batero, antes de llegar a la suya. Ahora todos estaban impacientes por el día de mañana. ¿Podrían dormir?
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El sol de la mañana, entraba despiadadamente por la ventana del castaño mas chico, quien por sus errores había olvidado cerrar la cortina, se levanto con un quejido, más al recordar que hoy partirían, una sonrisa cálida, llegó a sus labios.
- al fin, lo tengo cerca como antes – se dedico a acomodar las sabanas blancas - ¿podré decírselo? – y si lo fuera a hacer - ¿Cuándo?
Termino de acomodar la ropa de cama, cuando el timbre del teléfono repicaba.
- ¿si?
- “Takuya… hola”
- ah… Teruki ¿Qué ocurre?
- “mh… pasa que Miku, no me ah contestado, me figura que ni se ah levantado y me preguntaba si antes de irte al aeropuerto, no podrías pasar por su casa”
- ¿yo?
- “si, pensé en llamar a Yuuki o Kanon, pero viéndolo bien, me darían el loco y no lo harían. Y yo, tengo que recoger unas cosas en la oficina antes”
- b-bueno
- “¿de verdad?”
- si
- “ah, Takuya gracias, te lo compensare”
- no hay problema
- “si lo hay, bueno… nos vemos más tarde”
- si, adiós
Y aunque el pequeño guitarrista sonara indeciso, no era que no quisiera, la verdad, era que el solo pensarlo, lo ponía nervioso.
- no por nada, nunca tuve la mejor relación con Miku-san
En ese aspecto, todo el mundo sabía que era verdad, la timidez de Takuya siempre pudo más, que para intentar fortalecer sus lazos. Pero ahora el creía que quizá, podía hacerlos cambiar.
Más decidido que antes, se vistió y arreglo, tomó su equipaje, colocándolo en la cajuela, se despidió de su hogar y tomo rumbo a la casa del vocal, que quizá ahora mismo estuviera en el quinto sueño.
-¡Miku-san! – llevaba algo de tiempo tocando la puerta sin recibir respuesta. Pero habrá sido algo debido a ser el integrante con más inteligencia o por ser sumamente obvio y muy utilizado en televisión, miro a sus alrededores y la maseta se convirtió en su objetivo, con sumo cuidado la levanto y efectivamente ahí estaba un duplicado – que descuidado – se limito a decir con una pequeña risa.
Ya había metido la llave y ligeramente abrió la puerta. Esperaba que algún animal patoso lo fuera a recibir, pero nada llego “quizá llevo a Nyappy-chan antes” pensó y camino hacía la habitación. Como era de esperarse, el vocal había empezado a roncar ruidosamente acostado boca arriba con solo bóxers grises cubriendo su cuerpo. Le sorprendió encontrarlo así y sin querer, ya se había sonrojado.
- Miku-san, Miku-san – nerviosamente movía a su compañero de banda de un lado a otro, el nombrado dio unos cuantos quejidos, pero poco a poco fue despertando.
- ¿Takuya? – Dijo sorprendido mientras tallaba sus ojos - ¿q-que haces aquí?
- lo siento entre de imprevisto, pero… ¿recuerdas? Viaje… - el hombre abrió exageradamente sus ojos al recordarlo
- ¡¿Qué hora es?! – Miro a todos lados buscando su reloj y parándose bruscamente, Takuya se corrió un poco – hay no, Teruki me va a matar – se paro y ante los ojos de Takuya, que solo miraba silencioso y se comenzó a vestir - ¿Por qué demonios olvide poner la alarma? – termino de vestirse con lo primero que se encontró, saco sus maletas, que quizá previamente si había arreglado y que además eran unas cuantas, mas que las de Takuya y de varios tamaños ¿era necesario llevar tanto? Lo más probable, fuera que también comprara en el viaje. Tomo unos anteojos oscuros repitiendo un “no saldré con estas ojeras, ni muerto” a lo que Takuya rió ligeramente y ya todo listo, miro al guitarrista.
- ¿vamos?
- ¿ah?… digo, s-si – le ayudo con algunas maletas y fueron al carro. Como pudieron acomodaron hasta en el espacio que había a los pies de Miku, iban repletos, ya después mandarían lo que le faltaba por no tener suficiente espacio.
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- ¿tienes los boletos? – pregunto el rubio, una vez que carrereados, llegaron a su destino
- s-si – contesto nervioso y ante el tráfico de gente buscaban a sus compañeros, ya llevaban rato haciéndolo, sin embargo el llamado de su vuelo había iniciado
- sabes, ya es casi la hora – miraba por ultima vez a ambos lados – subamos al avión, quizá los encontremos adentro
- ya lo creo
- entonces… - miro hacía todas las filas buscando la que les correspondía
- ¡ah! Creo que es ahí – Takuya apuntó y decididos se formaron. Los revisaron y una vez adentro buscaron sus asientos
- ¿los ves? – El menor negó – bueno… ahora nada más esperar a verlos. – se sentaron quedando Takuya a la ventanilla y Miku después de el.
- eh estado desperdiciando tiempo, estamos solos, hemos estado solos desde temprano ¿si se lo digo ahora? Antes de que los demás lleguen… no estoy muy seguro – el guitarrista mas que preocupado por sus compañeros de banda, estaba sumido a sus pensamientos… ¿realmente se declararía?
- señores pasajeros, estamos a punto de despegar, les pedimos por favor, disculpen la turbulencia – la azafata sonreía amablemente mientras hacía sus indicaciones. Miku volteo su mirada y se notaba cansado
- ¿te importa si duermo?
- n-no, no para nada, pero – el vocalista sonrió pensativo, Takuya realmente nervioso se preparo para hablar antes que Miku cayera a los brazos de Morfeo.
- ¿pero…?
- Miku-san, yo…
- ¡ah! – y de nuevo esa azafata regresaba, interrumpiendo el momento – y esperamos que disfruten su vuelo a Hokkaido. – ambos después de escuchar, se quedaron quietos y callados, quizá el comentario los había dejado helados, pero mas helados iban a estar en el lugar al que erróneamente estaban destinados a ir.
- ¡¿Hokkaido?!
Y es así como la historia, gracias a un pequeño descuido, comienza. Un descuido que los llevaría… al otro extremo del país… donde nada tenían que hacer.