Me voy, con el alma resignada, siempre escribo lo mismo en las cartas echas ti, siempre me digo lo mismo, pero hoy estoy decidido a abandonar esta ilusión.
Todo paso muy rápido, recuerdo que te conocí un día y llamaste mi atención ¿Qué? Puede que te preguntes, yo solo puedo responder que todo lo que no tiene explicación, comencé a buscar los medios para acercarme, desde miradas tímidas, desde sonrisas que no tendrían dueño, hasta que se dio nuestro primer acercamiento, un amigo nos presento ¿Lo recuerdas? Claro que no, ahora eres de un mundo “distinto”, pero yo sí recuerdo cada momento de ese día, me atrevo afirmar que estabas nervioso, yo también lo estaba. Después de eso afianzamos mas y mas al punto de poder platicar de cualquier cosa, desde algo muy serio hasta poder burlarnos uno del otro, recuerdo nuestros juegos acerca de mi edad y la tuya porque aunque la diferencia no era mucha (¿Qué son 2 años?) te gustaba decirme anciano y me gustaba decirte que eras un mocoso o en su peor me gustaba decirte que te veías más grande que yo, recuerdo tu molestia al respecto, aunque a mi parecer disimulabas bastante bien tu edad siempre pensé que teníamos la misma ya que eres más alto que yo.
Tu combinación perfecta, eso me mato, la paciencia que tenias conmigo, como escuchabas atento a mis palabras, como coqueteabas conmigo, como no te negabas a mis peticiones, recuerdo haber leído tus poemas, te lo confieso, me volví fan tuya, tus letras me daban la imagen de ti como una persona llena de sensibilidad, un poco romántico y también he de decirlo un tanto triste. Nunca he sido romántico ni muy sensible en apariencia, me cuesta trabajo abrirme a las personas, pero contigo fue tan distinto cuando hablábamos sentí que te conocía desde años ¿sentiste lo mismo?
Hoy con más intensidad recuerdo nuestro primer y único beso, jamás espere un beso así, lleno de sentimiento, a mi me recorrió un escalofrío en toda la columna, sentí que me perdía en ti, era un beso romántico sin intención de nada mas, jamás olvidare esa bella sensación porque he de confesar que aunque he tenido varias parejas jamás me había emocionado tanto en un beso ¿Qué sentiste? ¿Qué pensaste de mí?
¿Qué fue de esa bella persona? El día que te volví a ver después de un tiempo habías cambiado totalmente, desde el instante que te observe algo había cambiado, la expresión de tu mirada no era la misma, tu expresión era la de un ser totalmente vacío, al hablar con el amigo que teníamos en común , me dijo que habías cambiado, no podía quedarme así ,tenía que comprobarlo y charle contigo, que terrible fue darme cuenta de que efectivamente no eras el mismo, te volviste descortés, interesado en lo que según tú es lo “normal”, te volviste grosero conmigo, me trataste como si no existiera, no daba crédito a lo que veía aunque de repente te cachaba mirándome y cuando te veías descubierto inmediatamente te volteabas y te seguías de largo, ¿cuántas veces me pasaste por alto si siquiera un saludo? Muchas veces ¿Cuántas veces aguante tus miradas de desprecio? Muchas, hasta que un día por un momento volvimos hablar como antes aunque sea por unos minutos, mi corazón se acelero, eras tú, pero la magia acabo en cuanto viste a tu nuevos “amigos”, que triste fue para mí, pero tenía que respetar.
Por eso me voy, no puedo ver cómo te pierdes en ese mundo tan superficial que has escogido, me doy cuenta que aunque yo creía que no era mucho 2 años de diferencia, si lo son.
Maldito tú y tus prejuicios ¿Por qué te dejaste llevar? ¿Acaso no te diste cuenta de que tenias mucha más personalidad? Ahora eres solo uno más de ellos.
Aunque yo soy un estúpido por pensar que algún día aquella persona va aparecer, pero también tengo que ser realista, no puedo esperarlo, yo tengo planes y no voy a detenerme por tus inestabilidades, y seguramente antes de que eso pase muchas lunas veré.
Yo me resigno a dejarte, aunque yo no lo deseo, pero sé que de algún modo vas a estar bien y aunque me voy ,me llevo conmigo aquellos bonitos recuerdos tuyos, al menos haci no morirás del todo, pues no soy capaz de deshacerme de ti, así como se que en el fondo de tu nuevo “yo” no se deshace de mí.
Me da tristeza no ser tu caballero de dorada armadura para rescatarte, pues eso tus muros, solo tú los puedes destruir.
Adiós cariño mío, deséame éxito en lo nuevo, pues yo te deseo lo mejor. Espero algún día cuando pase esta tormenta que está en tí y vuelva la persona tan hermosa que eres, me permitas volver a fumar contigo.
Me aferre a cada segundo a esto por eso fue lo mejor de mi vida hasta este momento, adiós querido, te encargo el pedazo de mi corazón que se quedo en tus manos.
Siempre en mi recuerdo
Axel