Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Forever With You por BLove

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

nwn dejandoles este one-shot uqe es especial para mi, la iba a poner tal cual pero por respeto no lo hice y pues por eso quedo diferente a lo planeado u.u ademas de que la pag no me dejo editarlo bien ¬¬ so sorry TT.TT

En un tiempo no estare por aqui TT.TT espero no sea por mucho u.u

Un minuto de silencio por Isshi y todos aquellos que nos deleitaron con su musica y ya no estan pero viven a traves de lo que dejaron ...

gracias por leer!!!!

 

Los personajes asi como la informacion usada no me pertenecen

 

 

 

¿Sabes? Ahora entiendo muchas cosas...

Desde que tengo memoria has estado conmigo, siempre a mi lado...

Aparecías y desaparecías por temporadas, yo no entendía por qué mamá y papá no te hablaban  ¿Habías hecho algo malo? ¿Acaso estaban enojados contigo?

Poco años después lo supe... al parecer era el único que podía verte.

-Mamá ¿quién es él?-dije señalándote.

Mi madre volteó hacia donde apuntaba y desconcertada me preguntó.

-Taka-chan ¿de qué me estás hablando? Ahí no hay nadie, ¿será que tienes fiebre?- intentó acercarse más yo se lo impedí... tú estabas ahí, con esa extraña tela que cubría parte de tu rostro,  un color de cabello que te hacía ver raro,  vestido completamente de negro y mirándome directamente, ¿¡Cómo es que no podía verte!?

- ¡Mamá! ¡Él está ahí! ¡Míralo! ¡Mamá escúchame!-sí, podía ser bastante caprichoso cuando me lo proponía.

- ¡Suficiente jovencito no quiero oír más mentiras te me vas a la cama ahora mismo!

Obedecí, pero seguí insistiendo, mas el resultado siempre era el mismo, mamá terminaba regañándome, ¡negando el hecho de que estuvieras frente a nosotros!

Al ver mi madre que no desistiría de mis "mentiras" decidió contárselo a papá, yo escuchaba tras la puerta, no porque fuera un entrometido, pero siempre he sido muy curioso.

- ¡Deja de preocuparte mujer! Es pequeño, ha de ser eso que le llaman amigos imaginarios.

¿¡Amigos imaginarios dijo!? ¿¡Por qué nadie podía creerme!?

-Aun así, pienso que sería mejor llevarlo con el doctor, solo para estar tranquilos.

- ¡Por favor no digas tonterías! Apenas si nos alcanza para llegar a fin de mes-decía apenas en un susurro, odiaba no poder darnos todo lo que quería.

-Pero...

- ¡Pero nada! Estas exagerando las cosas, solo déjalo, ya se le pasará.

Ellos no me creyeron, nunca lo harían, así como tú nunca desaparecerías...

Fui aceptando el hecho de que solo yo me percatara de tu presencia, nunca me habías dicho nada solo me observabas en silencio, y eso sólo hacía que te prestará más atención.

¿Qué eras? ¿Un ángel? ¿Un demonio? ¿Un ente que quería llevarse mi alma? Debo decir que me aterraban estos pensamientos, mas mi curiosidad como ya lo he dicho era grande, y fue ésta misma la que me permitió vencer el miedo y poder decirte un tímido "hola", tú no me contestaste nada, continuaste mirándome... Pasaron tantos meses perdí la cuenta de cuantas veces lo intenté, mas tú no respondías, cuando por fin me iba a dar por vencido escuche tu voz, ronca e imponente pero impregnada de una calidez indescriptible... sin saber el por qué me sentí feliz.

 

Un mundo que gira al revés

Pretende que navegue en él

Ahogando mis ideas

 

 

Un simple saludo dio paso a miles de conversaciones posteriores, debo confesar Akira (como me pediste que te llamara) que no fue fácil, al principio creí que no te gustaba hablar, pero pasado mucho tiempo poco a poco nuestras conversaciones fueron más amenas y profundas.

Claramente eras mayor que yo,  mas eso no era ningún impedimento para que nos entendiéramos, yo era u niño muy centrado, las cosas en mi hogar desde que recuerdo no marchaban bien y eso me había obligado a madurar pese a mi corta edad.

Con el pasar del tiempo empecé a ser más cuidadoso, ya que mi actitud había empezado preocupar hasta a mi padre, "si tan solo pudieran verte" pensaba amargamente.

Me frustraba el hecho de que al hablar contigo me pidieran que dejara de hablar con la pared, pero no lo hacía, no era mi culpa que te encantara recargarte en ella, o al estar recostados en el patio buscándole formas a las nubes me callaran diciendo que los vecinos pensarían que estaba loco.

De ese modo transcurrió algo que muchos llamarían infancia, aunque para mí no fue así, los problemas familiares cada vez eran peores, yo trataba de no importunarlos en lo absoluto, esforzándome por traer las mejores notas a casa, realmente odiaba la escuela y me costaba mucho concentrarme en ella, pero fuera de no pedir nada y ayudar en el hogar era la único que podía hacer.

¿Qué habría sido de mi vida sin ti? Eras él único con quien podía hablar, ya que los niños de mi edad me tachaban de raro y es que mi comportamiento jamás había sido normal: tímido, un poco apático me atrevería decir que hasta ausente en la mayoría de las actividades ¡pero eso no les daba el derecho de llamarme autista!; los niños pueden ser tan crueles, cada vez me costaba más expresarme o desenvolverme con la gente a mi alrededor así que decidí apartarme de todo; los libros, la música y por supuesto tú, eran mi perfecto escape de la vida de mierda que me tocó vivir pero contigo a mi lado nada más importaba. Cada vez estábamos más unidos, pese a que odiabas leer disfrutabas escuchando mis relatos, teníamos tanto en común, más bien TODO, cual si fuéramos dos gotas de agua.

Me desconecté totalmente del mundo, intentaba seguir siendo el hijo ejemplar, pero todo me era ajeno, indiferente, excepto tú.

Tarde me di cuenta que si bien había madurado mentalmente hace mucho, mi cuerpo apenas había empezado a hacerlo, pero lo que más me sorprendió fue el ver que aunque aun eran muchos años nuestras edades ya no parecían tan lejanas. ¿Por qué? ¿Es que tú no crecías? Lo pensé más no te pregunté como tampoco el por qué nadie podía verte, ¿Para qué? Eras completamente mío y eso me hacía feliz, egoísta, lo sé, pero sabía que tú también lo eras.

Cursando los estudios medios me vi rodeado de personas interesadas en salir conmigo, siendo sinceros sorprendí no era nada sociable, tampoco cuidaba exageradamente mi aspecto y  jamás me había llamado la atención tener relación con ninguno de los dos sexos, mas eso era algo que ellos no entendían, pues entre más personas rechazaba más aparecían.

Bastante fastidiado de los acosos acepté los sentimientos de la niña mas "linda" del colegio, aunque para mí era bastante superficial y común, del tipo de chicas estúpidas que tanto odio.

A la hora de la salida me propuso que volviéramos juntos ¡Vaya suerte la mía! Nuestras casas estaban en la misma dirección, accedí dudoso, mientras en mi pensaba que extrañamente hoy no te había visto y no deseaba hacerlo, sin saber el porqué no quería hablarte de mi ahora "novia" ¿Cómo lo tomarías? No entendía por qué pensaba en eso.

No necesite decirte nada, apenas me gire a la salida, te vi... Tu mirada era de tristeza y resentimiento, abrí mis ojos y sentí un temblor recorrer mi cuerpo, la opresión en mi pecho era horrible y sentí el aire faltar, corrí hacia ti dejando a la chica tras de mi sin una disculpa o explicación de mi huida, no me importaba, solo me importabas tú, necesitaba explicarte todo mas te perdiste entre el mar de estudiantes, con la esperanza de encontrarte me dirigí a casa.

Un mareo seguido de un dolor de cabeza hicieron detener mi carrera, desde pequeño los había sufrido pero con el tiempo se habían vuelto más fuertes y constantes.

No supe que pasó después de que todo se volviera negro, solo sé que al volver a abrir los ojos estaba acostado en la cama de mi habitación.

Mamá entró y al verme despierto se acercó rápidamente bombardeándome con preguntas, me había desmayado en el patio, "por lo menos llegué" le sonreí sabía que algo no andaba bien conmigo pero no podía darme el lujo de preocuparla, le aseguré que estaba bien y solo me había descompensado por no desayunar además de que el sol estaba muy fuerte, pese a lo malo que soy en mentir increíblemente me creyó.

Apenas salió de mi recamara, te busqué con la mirada, te llamé de la forma más tranquila que mi desesperada voz podía emitir, mas nada, tu no volviste ni ese día ni el siguiente, aun cuando terminé con mi "novia" ganándome su odio y el de media escuela, pero qué más daba si la persona que era mi mundo no aparecía.

Todo me dejó de importar, me levantaba con desganó, cumplía con todo de mala gana o simplemente no lo hacía, mi actitud se volvió por demás antipática, encerrándome en mi cuarto a escuchar nuestra música favorita, intentando revivir cada momento juntos.

Fueron semanas, largas semanas en las que me sentí cada vez más hundido en la miseria, en las que en medio de aquellas crisis de ansiedad que tanto me asediaba lastimaba mi cuerpo, mas no estabas para detenerme, en las que gritaba tu nombre entre sueños y aun despierto, desquitándome de manera agresiva con lo primero que encontrara, ahogando mi dolor y fingiendo cuando no me encontraba solo en casa,  hasta que una de esas tantas noches en las que lloraba quedamente tu ausencia me levanté con ira secando mis lágrimas, llorar era algo que no me permitía pero esto me sobrepasaba ya no tenía fuerzas para seguir, tal vez esa idea que constantemente rondaba en mi cabeza y casi sentía que se plasmaba en susurros no fuese tan descabellada como la había creído hasta ahora...

Hay algo más o algo menos
Me da igual lo malo o bueno
Dejar morir, dejar vivir

 

Pensando en esto sentí una calidez rodear mi cuerpo y la voz que tanto anhelaba escuchar susurro a mi oído una disculpa, una sensación indescriptible me embargo olvidando por completo mis pensamientos suicidas, me giré entré sus brazos sin poderlo creer, ahí estaba arrodillado sobre mi cama... era perfecto... entonces entendí lo que realmente sentía por ti; el dolor de creerte perdido, la desesperación de no tenerte a mi lado, la dependencia a tu existencia, y las miles de emociones que nacían a cada segundo y me llevaban a experimentar la hermosura de la vida, siempre que tu estuvieras junto a mi; ya no eras más mi amigo incondicional, sino la persona de la cual estaba enamorado.

 

-Perdóname... se que estas mejor sin mi... yo no pude... por favor, no me odies.

No entendía a que te referías ¿Cómo podría estar mejor sin ti? ¿Tan idiota eras para no ver lo importante que eras para mí? Sentí hervir mi sangre, pero la alegría de volver a verte remplazó el impulso latente de golpearte... solo quería dejarte algo claro.

-Yo jamás podría odiarte.

Lentamente junte nuestros labios, fue solo un rocé pero removió tanto en mi que creí estar atrapado en un suspiro eterno.

Después de eso todo fue... por muy cursi que pueda sonar... una fantasía, una utopía hecha realidad, cada segundo pasaba en cámara lenta, luego de manera rapidísima hasta detenerse por completo, simplemente mágico.

Y como si de magia se tratase, las cosas en mi hogar comenzaron a mejorar, no era la gran cosa pero por lo menos había un progreso.

Mas no todo fue perfecto, como olvidar lo nervioso e incomodo que estaba cuando en una de esas muy raras ocasiones en las que mi padre hablaba conmigo me cuestionó sobre el hecho de traer a casa a una chica, apresuradamente le expliqué que en esos momentos mis prioridades eran otras... una vez más mentía aunque no del todo, era ridículo siquiera pensar en decirle que el "amigo imaginario" que creían había desaparecido hace muchos años era el mismo con el que había estado llevando una relación por tanto tiempo y al que me había entregado por amor en aquel acto, ofreciéndole no solo mi cuerpo sino también mi corazón;  aquella vez fue hermoso despertar aun desnudo entre sus brazos, la vergüenza me invadió, pero él se encargó de borrarla tantas veces que creí que la magia acabaría mas no fue así, siempre tan especial como la primera vez...

Pese a lo que me imaginaba no sentí ningún malestar... ahora  entiendo por qué...

Las estaciones pasaron de manera extraña, pese a que seguíamos amándonos profundamente constantemente me pedias perdón, no entendía a que te referías mas no quise ahondar más, algo no era normal, lo sabía, pero esta vez el miedo le ganó a mi curiosidad, preferí seguir en la ignorancia que me daba felicidad pero no inmunidad a lo que habría de venir...

Existen cuentos de hadas, pero no historias con final feliz, por lo menos no para mí...

Lo supe cuando ese fatídico día llegó...

Mi malestar se convirtió en un dolor insoportable, me sentía completamente mareado, todo me daba vueltas y el piso se movía bajo mis pies, me flaqueaban las piernas y  no podía ver con claridad, las voces que en reiteradas ocasiones escuchaba lejanas retumbaban en mi cabeza, no paraba, el ruido que producían era insoportable, mi desesperación crecía a cada instante y una ansiedad terrible me invadió... el miedo se apoderó de mi cuerpo.

¿Dónde estabas? ¡Te necesitaba! ¡Necesitaba que alejaras esas voces una vez más! ¡Que me protegieras!

En un intento por acallar aquellos gritos y calmarme un poco rasqué frenéticamente mi piel lastimándome, restregué mis manos contra mi cara hasta llegar a mis cabellos de los cuales tiraba hasta arrancarlos ¡Nada funcionaba! Tapé mis oídos y sacudí mi cabeza varias veces con todas mis fuerzas.

- ¡Basta! ¡Váyanse! ¡Déjenme en paz! ¡Lárguense!- me desplome haciendo un ovillo mi cuerpo meciéndome en el suelo de mi habitación mientras las lagrimas corrían libres por mis mejillas.

Todo fue silencio... segundos después entró mi madre, estaba llorando, se veía devastada, no pude evitar sentirme culpable...

- ¡Takanori no puedes seguir así!- me abrazó posesivamente, mientras se rompía en un llanto desconsolador.

- ¿De que habla?- mi cabeza no daba más así que la sostuve con una de mis manos, la miraba interrogante, en realidad no sabía que había querido decir.

-Pensamos que ya había pasado... se lo dije a tu padre... perdónanos preferimos ignorar todos los síntomas... aun sabiendo lo de tu tío Takeshi... hijo por favor perdónanos...

Mamá trataba de decir algo coherente pero el llanto no se lo permitía.

- ¿Mamá?-temía preguntar y sentía cada vez más pesado mi cuerpo- ¿De qué hablas? ¿Qué tiene mi tío Takeshi?

Hasta donde sabia mi tío se había ido lejos por una promoción en su trabajo.

-Hijo.... Mañana iremos a un lugar-su voz empezó a sonar lejana cerré los ojos y no supe más de mi.

Una desagradable sensación me hizo despertar, me alisté y bajé encontrando a mamá y a papá listos, no cruzamos ninguna palabra en todo el camino, mi mente quedo en blanco y no supe ni cómo ni cuándo estaba entrando en un tubo solo podía escuchar la voz de una persona pidiéndome que no me moviera, que el ¿examen? Terminaría rápido, no preste atención solo te vi sonriéndome amargamente antes de que toda se volviese blanco otra vez.

-Takanori-kun- la voz de un hombre mayor me hizo salir de hipnosis.

- ¿Doctor?-deduje estúpidamente pues todo apuntaba a que lo era, no sabía que tanto tiempo había permanecido así, pero viendo la hora que marcaba el reloj de la pared podía suponer que había sido bastante.

Notó mi confusión, frunció el seño y con voz seria se dirigió a mis padres.

-Seré directo, ustedes mejor que nadie saben que esto no es nada seguro y que serían necesarios algunos estudios para confirmar...

- ¿Confirmar doctor? Eso quiere decir que es probable que...- la voz de mi madre se quebró.

-Lamentablemente señora Matsumoto es más que probable, como le decía serían necesarios unos estudios más, pero solo para cumplir con el protocolo, debido a que el joven Takanori presenta todos los síntomas sin dejar de lado el antecedente familiar-me entregó un sobre que dudoso recibí, no entendía nada, pero tenía un mal presentimiento "¿¡Donde estas Akira!?"

-Él aun no sabe nada-Habló entrecortadamente papá y empezó a llorar con mi madre, el cuadro era realmente horrible, sentí unas ganas de llorar inmensas, el doctor les dio una mirada de desaprobación y tras un hondo suspiro comenzó a explicarme.

-Soy el médico psiquiatra que atendió a tu tío Takashi... este grupo de trastornos mentales crónicos se presentan con mayor frecuencia si hay antecedentes, como en tu caso... se caracterizan por alteraciones en la percepción o expresión de la realidad... que lleva a una dificultad para mantener conductas motivadas y dirigidas a metas, y una significativa disfunción social... Las alucinaciones son muy comunes... lamentablemente tu tío no lo hizo pero si tú sigues los tratamientos, te sujetas a las terapias y tomas los medicamentos antipsicóticos podrás llevar una vida normal...

Él seguía hablando y hablando, yo mitad entendía mitad no lo quería hacer... no supe cómo reaccionar, pero no quería seguir escuchando, me levante y ante la mirada suplicante de mis padres y la preocupada del doctor.

Perdóname 
Voy a cruzar un muro sin lamentos que sujetar 

Las leyes que en mi mente destrozaré
Recuérdame de no voltear 
No quiero arrepentirme o petrificar 
Estoy llegando donde nunca fui 

 

Salí de lo que podía ver era una clínica privada, me sentí a peor mierda al parecer terminaría dándoles muchas más problemas a mis padres de los que en toda mi vida me hubiera imaginado.

 

Apenas me vi fuera corrí a todos lo que ms piernas me permitían, tropecé varias veces haciéndome daño, pero me levantaba y seguía corriendo, huyendo...

Es más que sólo dolor imaginado La soledad de la realidad es insoportable

Agotado, frustrado y con ganas de morir me dejé caer de golpe bajo un árbol en un paraje solitario, abrí el sobre y con rabia releí una y otra vez el diagnostico aunque solo entendía dos palabras era suficiente para mi, rompí la hoja y lancé los restos lejos, pasé salvajemente mis manos por mi cara mientras mis ojos desbordaban lagrimas incontenibles.

¡Esto no podía estarme pasando a mí! ¿No había sufrido suficiente ya!? ¿¡Acaso Dios me odiaba!?

Con torpeza y maldiciendo el temblor de mis manos encendí aquella fuente de nicotina de la cual era tan dependiente como lo era de ti... 

Tú...

No eras un ángel ni un demonio o un ente en busca de mi lama, ¡eras una ilusión! ¡Todo mi mundo lo era! ¡Una maldita enfermedad!

Te sentí a mi lado... tu calor es único... "¿Cómo no puede ser real?"... voltee a verte pero solo te encogiste de hombros y desviaste la mirada termine mi cigarrillo y suspiré.

Lo comprendí.

Mas allá
Espero un sol que me llevara
Sin temer volar
Donde un sueño es realidad
Más allá 
Podré mentirle a mi corazón
Sin tener razón
Más allá no miente la verdad

Recargué mi cabeza en tu hombro, te tensaste al instante, así que busqué tu mano y la entrelacé con la mía.

-De aquí en adelante siempre juntos...

Un cambio una decisión la puerta abierta de una nueva era

Sabes ahora entiendo muchas cosas...

Pero el que las entienda no quiere decir que las acepte, pues al hacerlo estaría aceptando que este calor que emana de tu cuerpo no es real, que todo lo que vivimos tampoco lo fue, y este beso en el que nos fundimos al igual que nuestro amor no es más que el producto de una falla en mi cerebro... mas no soy estúpido, sé lo que me pasa y estoy muy confundido, aun así mis sentimientos por ti no cambiaran...

Sostenme cerca aunque sea una mentira Creo que no podré deshacer mi fe por ti

Si esto es una enfermedad o un trastorno no me importa... eres lo mejor que me pudo haber pasado...

-Te amo-lo digo como si mi vida dependiera de ello y así es.

-Te amo Takanori-me respondes de la manera  más dulce que jamás te había escuchado mientras me regalas esa sonrisa que me incita a creer que todo va a estar bien.

"Esta sensación es como un sueño flotante" 

No sé si tus palabras son solo consecuencia de mi enfermedad, no me interesa, ya lo he decidido, para mi tu eres real y viviremos en el mundo que ambos construimos, solo tú y yo, seremos felices, por siempre juntos, Akira... la persona que más amo, Akira... la ilusión dueña de mi corazón, Akira.. la enfermedad que le dio sentido a mi existencia y se convirtió en mi vida... por siempre contigo... Akira...

mi amada esquizofrenia.

 

Notas finales:

*Inspirada en hechos relaes

Nos leemos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).