10.- DAÑOS.
Un escritor entraba al hospital como alma que llevaba el diablo, estaba desesperado por saber de su Koi, lo primero que hizo fue buscar a su hermana ya que ella era la que le había hablado informándole que su chico estaba en ese hospital, cuando dio con ella no pudo evitar gritar su nombre – Mika!!!
- Eiri!! – la mujer se paró de la silla donde estaba.
- donde esta? Como esta? Está bien? – preguntaba desesperado, los chicos que iban detrás de el estaban impresionados de verlo en ese estado, parecía que iba a tener un ataque de ansiedad en cualquier momento.
-tranquilo! No sé como esta, hace unos cuarenta minutos que lo están atendiendo…
- y no te han dicho nada? Como lo encontraste? Que paso?!!!
- Eiri-san creo que lo mejor será que se calme – le dijo Ryuchi que estaba con Mika.
- COMO QUIERES QUE ME CALME!!! – quería sabes de si Shuichi, el porqué los doctores no decían nada, en qué estado había llegado al hospital como para tener que internarlo.
- tienes que hacerlo Eiri, su hermana no sabes nada y si te ve así de alterado puede que ella se ponga mal, aparte si sigues así de alterado lo más probable es que te quieran sacar de aquí y sé que no quieres eso, por favor cálmate – le suplico su hermana.
- maldición!! – Grito ahogadamente de frustración – de acuerdo, pero explícame de una puta vez que paso – le dijo lo más calmado que podía.
- tuve que salir del hospital por un momento, cuando regrese un auto casi me atropella, cuando fije mi vista de nuevo hacia la entrada del hospital vi que había un cuerpo tirado en la entrada, así que me acerque para ver si se encontraba bien quien fuera quien sea, pero cuando vi de quien se trataba era Shu, estaba muy lastimado Eiri, muy golpeado y su piel… bueno parecía algo lastimada en algunas partes, su pecho en el lado izquierdo se veía muy mal herido puede que por ello estén tardando en atenderlo, aparte no se que más le pudieron haber hecho Eiri.
- estaba consciente o inconsciente cuando lo encontraste? – pregunto Suguru.
- estaba inconsciente y parecía tener mucha temperatura.
- señores, no nos queda más que esperar - dijo Raiko.
Yuki de mala gana acepto sentarse en una de las bancas que estaban frente a la puerta de urgencias, K se quedo parado a un lado de un ido Hiroshi resguardándolo entre sus brazos, Mika acompaño a Suguru con Sakano donde también se encontraba Maiko dormida.
- Honey que paso con la hermana de Shu? – pregunto Tatsuha a su Koi.
- está descansando en la habitación de Sakano, no le quisimos decir nada, se ve que está un poco alterada y decirle que su hermano esta en el hospital en emergencias dudo que sea muy recomendable.
- supongo que tienes razón – le abrazo por la espalda , por otro lado Raiko se acerco al escritor.
- le va a decir usted?
Yuki lo miro sin comprender – de que habla?
- del esposo de su hermana – era verdad, tenía que decirle lo sucedido con Seguchi, no dijo nada al oficial solo le pidió a K que cualquier novedad le llamara y se encamino a la habitación de Sakano, cuando entro vio a Suguru que le hablaba a Sakano.
- amor, como te sientes?
- molido y creo que podría decirse literal – la voz de Sakano se escuchaba un poco mejor – encontraron a Shindou?
- si… esta aquí, en el hospital, aun o sabemos como esta, pero no digas nada a su hermana hasta que sepamos algo.
- no te preocupes, esperemos que no sea nada grave.
Mika miraba la escena tristemente, esto era algo que no debió pasar, Suguru no tenía que tener esa cara de preocupación por su amado y este no debía estar postrado en una cama todo lastimado, se no hubiera sido por el loco de Thoma.
- Mika, necesitamos hablar… - la voz de Eiri la saco de sus pensamientos, esta acepto, ambos salieron de la habitación.
- ya sabes algo de Shuichi?
- aun no Mika, es sobre otra cosa que quiero hablar contigo.
- de que se trata.
- recuerdas la llamada del oficial diciéndonos que habían encontrado el lugar donde tenían a Shu? – La mujer asintió – era una bodega, en ese lugar como por obvias razones sabes que no encontramos a Shuichi en ese lugar, pero eso no significa que no encontráramos nada.
- que quieres decir? Vamos Eiri tú no eres de los que les dan tanta vuelta a las cosas – dijo un poco nerviosa la mujer, el rubio por su parte sabía que su hermana tenía razón, pero a quien le tenía que decir una noticia, que no sabía que tan desagradable podía ser, era a su hermana, tal vez el Yuki de antaño no le hubiera importado, pero el de ahora si le costaba.
- encontramos a Thoma en ese lugar.
- lo encarcelaron?
- … - dudo un momento pero decidió decirlo de una buena vez – está muerto, alguien lo mato junto a tres tipos que creemos fueron los que le ayudaron a secuestrar a Shu.
Mika se quedo sorprendida, nunca espero que algo como eso pasara, no sabía cómo sentirse, con una de sus manos tapo su boca, las lagrimas sin querer bajaron por sus mejillas, Eiri solo la miraba, sabía que tal vez ahora no lo amara pero antes lo hacía, sino nunca se hubiera casado con él.
- … vaya… nunca pensé que las cosas salieran de ese modo – dijo retirándose las lagrimas de su rostro.
- Mika…
- entiendo… tranquilo, es solo que no sé como sentirme, nunca pensé que fuera una opción.
- bien…
- supongo que las cosas legales ahora serán más fáciles.
- Mika, no pienses en eso ahora.
- de acuerdo, tienes razón, es solo que no me lo esperaba y no sé cómo actuar.
- lo sé – le dio un abrazo, lo necesitaba, el también, estuvieron así un momento más hasta que de repente K le llamo, diciéndole que un doctor acababa de salir y preguntaba por algún familiar de Shu, el escritor fue rápidamente hacia donde le indico K – doctor, como se encuentra Shu?
Mika que lo había seguido al igual que K se pusieron a un lado de Tat, Ryu y Hiro que esperaban informes de su amigo.
- como se encuentra Shuichi doctor?
- la verdad un poco de delicado – todos se preocuparon por ello – aunque he de admitir que nada de gravedad - con esas palabras el escritor respiro por primera vez desde que le dijeron que Shu estaba en urgencias – sus heridas son solo externas, lo golpearon al parecer muy fuerte con lo que parece ser una tabla y algún látigo , su espalda y glúteos son lo más dañados por ello, me temo decirle que marcaron su piel con algún fierro caliente y tiene varias quemadas en algunas partes de su cuerpo, hay una en especial que es la más delicada, en la parte izquierda de su pecho, escribieron algo en él, la atendimos y puede que con una terapia que implementaremos las cicatrices no sean notorias e incluso logremos borrar algunas, tiene tres costillas fracturadas y tuvimos que reacomodar si hombro derecho, al parecer lo tenían colgando de sus muñecas sin ningún soporte, se podría decir que pronto estará bien pero me imagino que el daño psicológico será grave, les recomiendo que busquen un buen psicólogo, pronto lo pasaremos a un cuarto, solo terminaremos de tratar las quemaduras, yo les informare, con permiso…
- …espere…. – se sentía mal por todo lo que escucho que le paso a su pelirrosa, respiro profundo y decidió pregunta – es todo lo que le paso?...no lo… no abusaron de el?
- gracias a Dios no, pero aun así el trauma puede ser igual de grande, con permiso – el doctor se retiro, Yuki tenía los ojos fuertemente cerrados, puso una mano en su cara y se tallo varias veces en signo de frustración e impotencia.
- Yuki-san tal vez Shuichi necesite ayuda psicológica – dijo Hiroshi mientras se limpiaba una que otra lagrima que salían de sus ojos grises.
- lo sé, se ha quien llamar – suspiro pesadamente – dile a la hermana de Shu que ya lo encontramos y de su estado – le dijo a su hermana – me dices, si es que aun no regreso que habitación le dieron, voy hacer una llamada.
Salió del hospital, se recargo en una de las paredes y cerró los ojos fuertemente, una solitaria lagrima decenio de uno de sus ojos, no podía creer que algo como eso le pasara a su bola rosa, se sentía demasiado inútil y frustrado por no haber podido protegerlo, pero no podía quedarse parado lamentándose de lo que no hizo, ahora tenía que ayudarlo, hacer todo lo que estuviera a su alcance.
Reviso su teléfono celular hasta dar con el número de su antigua psicóloga, sabía que la mujer era buena, después de todo ella lo mantuvo con vida mucho tiempo y eso que él era una persona completamente difícil, sabía que podría ayudar a Shu que era más accesible.
- bien aquí voy – desde la última vez que intento matarse no había hablado con ella, le dijo que al parecer había encontrado una razón para vivir, entonces ella le dijo que si era así dejara de fastidiar y se pusiera a disfrutar, bueno algo así pero en palabras más altisonantes, la mujer era extraña pero era buena en su trabajo, así que al localizar el numero, pero algo le extraño, el apellido de la doctora, dejo eso de lado y se dedico a marcar ya después preguntaría sobre eso – hablo con Chizuru Nakano?
- mira, no me interesa que seas el mejor escritor de novelas románticas, si la cagaste la arreglas y nada de matarte, llórale si es necesario, entendiste!
- de qué demonios hablas?
- qué? Solo me hablas cuando te estás a punto de matarte y eso fue hace ya años porque encontraste una razón para vivir y ahora me hablas porque la jodiste y te quieres matar.
- no puedo creer que aun recuerdes mi voz.
- jaja como no hacerlo si tienes una voz condenadamente sexy, no le digas a mi esposo, pero en fin… dudo mucho que me hablaras para saludarme, así que dime, la has cagado?
- no lo sé, solo sé que yo no soy el que te necesita.
- no entendí.
- porque no me sorprende tu inteligencia?
- y a mi tu falta de vocabulario para explicarte.
- ja-ja, mi prometido…
- wo, wo, wo prometido??
- si prometido - puso cara de fastidio.
- vaya que vas bien en tu vida personal.
- pero paso algo que puede que arruine todo lo bueno que me ha pasado hasta ahora, puede que por eso que paso el… - se le hizo un nudo en la garganta.
- ya veo, fue grave, están en Japón?
- no vas a preguntar nada?
- ese fue un sí? Soy psicóloga no adivina, así que dime, están en Japón?
- sí.
- bien, cuando llegue me lo contaras todo.
- sí.
- Eiri…
- te lo contare todo.
- me alegra porque si lo que paso, le paso a tu Koi, debes de saber que esto no se trata de ti, lo importante es el en este momento, no el cómo te sientas tu, estamos?
- siempre eres así de ruda?
- contigo solamente, debes estar alagado.
- cuando llegaras?
- si salgo en dos horas y hay vuelos libres, lo más seguro es que mañana en la tarde.
- de acuerdo.
- bye!!
No cavia duda que esa mujer tenía el don de ponerle los nervios de punta y de sacarlo de quicio. Entro de nuevo al hospital, lo primero que vio fue a K diciéndole que ya habían asignado cuarto a Shu, pero que aun no podían pasar porque estaba inconsciente, que cuando despertara podrían verlo, suspiro pesadamente y se dejo caer en la banca, estaba cansado.
Pasaron tres horas hasta que un doctor les dijo que ya podían pasar a verlo, pero que no lo alteraran que apenas había despertado, por ello que lo mejor sería entrar uno en uno, la hermana de Shu le cedió el paso a un desesperado escritor.
- Shuichi? – se sorprendió mucho al verlo casi todo vendado y con una férula en su brazo, tenía unos cuantos moretones en el rostro pero al parecer nada graves, su labio inferior estaba roto, vio como poco a poco sus ojos se fueron abriendo.
-…yu…ki… - Shuichi abrió sus ojos completamente viendo la figura delante de él, no se equivoco, era su Yuki, miro después hacia los lados, no sabía dónde estaba y eso comenzó a alterarlo – donde estoy?
- tranquilo Shuichi – dijo el rubio conteniéndose las ganas horribles que tenia de soltarse a llorar como niño chiquito al ver a su niño en ese estado.
- donde estamos – trato de sentarse pero le dolía todo – me duele…
- calma Shu – fue a sentarse a un lado de él – no te esfuerces, recién te hicieron curaciones, podrías lastimarte, por favor, calma, estamos en un hospital.
- hospital…como llegue aquí? – aun estaba un poco desorientado pero después todos los recuerdos de lo sucedido en las pasadas horas se le vinieron como un balde de agua helada.
- no recuerda quien te trajo? – claro que recordaba, recordó incluso el cuerpo tirado en una mancha de sangre de Seguchi y a Taki ayudándolo para salir de esa bodega.
- poco…Aisawa me trajo – de sus ojos salían pequeñas lagrimas.
- mi amor, cálmate, lo mejor será que descanses un poco más.
- Yuki…
- Shhh tranquilo, ya todo está bien – vio el botón que serbia para llamar a la enfermera, así que le pico y espero a que llegara, cuando lo hizo le pidió que le diera un sedante para que durmiera mas, así lo hizo, después salió de la habitación.
- Yuki-san? – le hablo la hermana de su Koi.
- lo siento, pero se veía algo desubicado y sentía dolor, creí que lo mejor sería que durmiera un poco mas – comento mientras iba y se sentaba a un lado de su hermana.
- ya veo, usted debería ir a descansar también – dijo la joven.
- es verdad Yuki-san, usted tampoco ha dormido nada – le secundo Hiro.
- nadie de hecho – dijo el escritor – vayan ustedes, yo me quedo.
Los otros se miraron y asintieron, K se llevo a Hiro a descansar un poco, Tat le pidió a Ryu que llevara a Mika y a Maiko a la casa, el se quedaría para acompañar a su hermano y cuidar de Suguru que aun estaba en la habitación de Sakano.
Al día siguiente todos regresaron y le dieron tiempo a Tatsuha y a Yuki para ir a dormir unas horas y regresar ya bañados – como se encuentra? – pregunto el escritor al llegar.
- mejor, dice que le duele pero que es solo eso, que pronto se recuperara – dijo la hermana de Shu que ya había pasado a verla – lo está haciendo de nuevo, está diciendo que todo está bien cuando nada lo está.
- … - el escritor no dijo nada y entro a la habitación de su Koi – como te encuentras?
- algo adolorido pero mejor, aunque pican las quemaduras – dijo con una sonrisa mas falsa que podía mostrar, Yuki lo supo, pero no dijo nada.
- es de esperar mi niño, no hace mucho que te las curaron – dijo acercándose hasta sentarse a un lado de él y tomar delicadamente la mano de su pelirrosa.
- si tienes razón.
- te vez cansado.
- hoy me visitaron todos, incluso Suguru me dijo que Sakano estaba bien, me alegro que no pasara a tragedia.
- tuvo suerte, tuvieron suerte – dijo mientras se paraba y le daba un pequeño beso en la frente de Shu – descansa un poco, estaré afuera, cualquier cosa me llamas, de acuerdo?
El pelirrosa sonrió y asintió, se acomodo mejor en la cama con la ayuda del rubio y se quedo profundamente dormido, cuando salió de la habitación su teléfono sonó.
- ya estoy en Japón, donde estas?
- en el hospital, te paso la dirección…
Al momento de colgar Hiro se acerco a él – como lo viste?
- se ve que esta destrozado pero no dice nada, es como dice su hermana, me siento tan mal de no poder decirle nada pero es como dice ella, se siente uno aliviado de verle cuando es mentira que no se fija uno en lo que en realidad pasa – en tono molesto consigo.
- tendremos que buscar algún psicólogo.
- ya me encargue de eso, por cierto, tienes familiares aparte de tu hermano?
- pues si pero nos alejamos de ellos cuando mis padres murieron, porque?
- bueno… - no pudo continuar porque en eso los interrumpió Raiko.
- como se encuentra la bola rosa?
- pues físicamente aun esta delicado, sus heridas tardaran en curarse pero se recuperara, pero…
- lo entiendo, el trauma será difícil de superar.
- que has investigado?
- pues el nombre de los tipos, pero decidimos cambiar un poco la historia de lo sucedido, me lo pidió K para no involucrar a Shindou, para darle un poco de paz.
- supongo que pondrán a Seguchi como víctima?
- sí, será lo mejo inclusive para su esposa que aunque no lo aparenta está siendo difícil, por cierto donde esta?
- se llevo a Suguru a que comiera y durmiera un poco, no había dejado ni un minuto a Sakano – esta vez respondió Hiroshi.
- ya veo, como sigue? –pregunto Raiko.
- aun delicado de salud, necesitara cuidados pero se recuperara.
- me alegra, Yuki-san, no le ha dicho nada Shuichi acerca de quién lo trajo al hospital? – le pregunto al rubio.
- no, no ha hablado de lo sucedido, tienes alguna idea?
- la verdad sí, pero sería algo que no tiene sentido.
- el que? – pregunto Hiroshi.
- que el que lo salvara fuera Taki Aisawa.
- en realidad no tendría sentido… - estaba hablando Hiroshi cuando vio a una mujer que se le hizo demasiado familiar - … tía?
Yuki y Raiko miraron hacia donde lo hacia Hiro, encontrándose con una mujer de cabello rojizo más claro que el de Hiro, sus ojos grises también eran más claro, ella era mas pálida y tenia buen cuerpo de mujer – vaya pero mira nada mas, es mi sobrino favorito.
- que haces aquí?
- trabajo.
- pero que no estabas en Nueva York desde hace mas de 18 años?
- sí, pero un amigo me pidió que viniera.
- quien es tu amigo? – Pregunto Yuki en tono sarcástico – al parecer no estaba equivocado, con qué razón Hiro también me saca de mis casillas.
- pero que dices? Si tú me adoras jaja – dijo la mujer.
- quien es usted? – pregunto Raiko.
- Chizuru Nakano, soy la psicóloga de Eiri y próximamente creo que de alguien especial para él, a, y tía de Hiroshi, si no fuera por tus ojos y cabello no te hubiera reconocido, has crecido mucho desde la última vez que te visite.
- lo sé, a ti parece que los años no te hacen nada – dijo Hiro.
- jeje soy divina apoco no, bueno y como esta esa pelusa rosa de tu amigo, aun son amigos no? Y porque estas con Eiri, son amigos?
- de eso mismo vamos a hablar – dijo el escritor – Hiro traer a la hermana de Shu, vamos a la cafetería, ahí te lo contare todo Chizuru.
- entiendo.
Pasaron unas horas hasta que dieron las siete de la tarde, Shuichi había despertado hace una media hora, Chizuru decidió que era hora de conocer al pelirrosa, así que le pidió a Hiro, Yuki y a la hermana de Shu que entraran con ella para que el chico no se sintiera incomodo con su presencia.
- hola Yuki, Maiko, Hiro…tu… - le pelirrosa saludo lo más alegre que pudo, pero una persona que entraba con ellos le llamo la atención, se le hacía conocida.
- me recuerdas bola rosa? – le pregunto la chica sentándose en una silla que estaba a un lado de la cama del pelirrosa.
- te me haces familiar…
- soy la tía de Hiroshi.
- oh es verdad.
- como te sientes?
- …ya mejor… - recordaba a que se dedicaba esa mujer, que estuviera en ese lugar no era de algo agradable.
- por la cara que has puesto veo que recuerdas a que me dedico.
- creí que estaba en Nueva York.
- sí pero un antiguo paciente me pidió que viniera a verte.
- un antiguo paciente?
- no adivinas quien… - entonces es cuando el escritor decide intervenir.
- Shuichi, ella era mi antigua psicóloga, creo que es necesario que hables con alguien de lo sucedido, se que estas fingiendo estar bien pero…
- Yuki estoy bien, me recuperare no es necesario – la chica observaba a Shuichi, sus ojos tristes, llenos de dolor, la sonrisa conciliadora falsa, su cuerpo mal trecho y un pasado demasiado difícil, estar bien, claro que no, sabía que iba a ser difícil hacerlo hablar, incluso más difícil que con Eiri, pero si sabia como abordarlo, incluso si es de manera brusca lo lograría.
-Shuichi… - el escritor estaba preocupado por su chico, de repente el doctor entra a la habitación.
- buenas tardes, disculpen pero se me había pasado entregar esto – dijo sacando una hoja de su bata – estaba entre sus manos cuando lo atendimos, aquí tiene – se la entrego al pelirrosa – con permiso.
El doctor se retiro y dejo a Shu con sus visitas, estos voltearon a ver al pelirrosa - creo que sería un poco difícil sostenerla con las manos lastimadas, alguien podría ver de qué se trata? – pregunto y Chizuru se levanto como resorte.
- oh! Por favor permíteme – tomo la hoja, le dio una leída rápida, “esto es bueno para mí, no me servirá para que me tenga confianza y hable conmigo pero me servirá para que se desahogue” - es una carta, la leeré en voz alta.
- pero de quién es? – pregunto el pelirrosa.
- lo sabrás – y entonces comenzó a leerla.
Espero que los doctores te ayuden con esas heridas, en realidad esta vez esos cerdos se pasaron, no pude hacer nada para ayudarte antes ya que lo mejor era agarrarlos con la guardia baja, al parecer fue en forma literal.
Te has de preguntar el porqué te ayude cuando yo fui de las personas que más daño te hicieron, pues es fácil, cuando una persona como Seguchi te quita todo y te manda a la calle te pone mucho en que pensar y es lo que más haces ya que tienes demasiado tiempo, aunque bueno, también piensas en cómo hacerle para conseguir comida, por cierto gracias por lo de la otra vez, se que lo hiciste mas por miedo que por querer ayudarme, pero fuiste la única persona que me ayudo.
Bueno regresando al tema, te ayude porque me di cuenta de las cosas, que el único que había actuado mal había sido yo y que no merecías nada de lo que te había pasado, supe cómo te pusiste cuando te reencontraste conmigo por asares del destino, por lo que me jure nunca cruzarme de nuevo en tu camino, pero he bastardo de Seguchi nos vio ese día, vio como te pusiste y me busco para utilizarme y dañarte, no tuve más opción y le seguí el juego, pensé que era mejor que tuvieras un aliado del lado del enemigo, logre que no te mataran pero no impedí que te lastimaran, lo lamento, pero supongo que ya estas a salvo, mate el cerdo de Seguchi para asegurarme de que así sea, no me volveré a cruzar en tu camino, te dejare en paz, lo juro.
Taki Aisawa
Shuichi había empezado a llorar desde que reconoció de quien se trataba, Taki era el que le había salvado de ese destino de la muerte, no pudo seguir con su máscara de todo está bien, los que estaban dentro lo supieron inmediatamente, vieron el dolor a flor de piel, era el momento de actuar para Chizuru.
- déjenme a solas con el…
- pero… - el rubio no quería, de hecho quería ir a consolar a Shu.
- por favor, confía en mí.
- … -el rubio miro a su Koi, asintió, salió seguido de los otros dos.
- vamos Shuichi, admite que te duele que te sientes mal, que en realidad estas tan lastimado…
- no…
- tienes que verlo, piensa un momento, analiza tu vida, mírate en un espejo y piensa lo que ha sido tu vida.
- estoy…bien…
- Shuichi, tarde o temprano te vas a romper completamente, lo pagaras no solo tú, sino que también las personas que te aman.
- yo…
- analiza lo que has vivido, crees que es normal que no llores, crees que es normal, levantarse al siguiente día como si nada hubiera pasado, eres un ser humano Shuichi, sientes dolor como todos, es normal sufrir, no te digo que llores toda tu vida, pero por el amor de Dios pelusa rosa, desahógate o vas a ahogar a todos los que te rodean.
- quiero estar solo…
- bien – salió dejando al pobre pelirrosa llorando y hundido en sus pensamientos.
- que paso? – pregunto Yuki.
- lo mejor será que lo dejes descansar y pensar, creo que no dejara de llorar en un buen tiempo, pero quiere estar solo, dale su espacio.
Yuki y los demás no les quedo opción más que aceptar lo que ella decía, después de todo ella era la experta; paso una semana, Shuichi no había aceptado visitas de nadie, se la pasaba llorando como nunca lo había hecho, pensaba acerca de su vida, de lo había hecho y dejado de hacer, por todas las cosas que había pasado, solo dejaba entrar a los doctores que había comenzado de una vez con el tratamiento para ayudarle con sus heridas, pero un día tomo una decisión, después de ver su vida tal cual era llamo al escritor.
- Shuichi, te sientes mejor? – pregunto el escritor feliz de que al fin permitiera que lo visitara.
- Yuki, tengo algo importante que decirte.
- que es Shu? – el escritor se iba acercando poco a poco, pero las siguientes palabras de su cantante lo hicieron parar en seco.
- no quiero casarme contigo...