2.- TRATANDO DE SEGUIR.
Seguchi después de ver como Shuichi salía corriendo de la oficina sonrió por lo logrado, se estaba comenzando a impacientar ya que en los últimos años el pelirrosa no daba nada de que agarrarse para fastidiarlo y hacer que dejara a Yuki, seguía con esa estúpida idea de que él no era suficiente cosa para su protegido, creía que el solo se había acercado a él para conseguir fama.
Estaba equivocado y una parte de él lo sabia pero no lo iba aceptar, quería destruir a Shindou e iba a hacer todo lo que estuviera en sus manos para lograrlo y más ahora con lo sucedido, sabía que Shuichi no busco a Taki Aisawa pero eso no le importaba en lo mas mínimo, se agarraría de eso para, si era necesario, volverlo loco y hacer que Eiri se hartara por fin y lo abandonara o que el chico se suicidara, la verdad no importaba, solo los quería separados y estaba seguro que con las armas que le dio Shuichi lo lograría.
Por otro lado un escritor se iba levantando a eso de las doce de la tarde, estaba algo adolorido pero se sentía un poco más descansado, vio la hora y supuso que su bola rosa se encontraba en estos momentos trabajando en la disquera, se incorporo de la cama y fue a la ducha, se sintió mucho mejor al estar bajo el agua tibia, después salió y fue a ponerse ropa cómoda, aun no terminaba de escribir el final pero estaba cansado y por suerte podría ser que terminara antes de tiempo, así podría revisarlo y relajarse antes de entregarlo.
- bien, supongo que por hoy puedo relajarme – dijo mientras iba a tomar una cerveza y se sentaba un momento en el sofá – solo un rato, después me voy a escribir, para cuando llegue el baka hablar con él – si, aun a pesar de que estaba más dormido que despierto recordaba la cara llorosa de Shu y el cómo le dio la espalda para que no lo viera – que le habrá pasado.
Ahora que se ponía a pensar era raro encontrarlo en ese estado, nunca se veía cabizbajo, ni mucho menos triste, solo cuando discutían y hacia sus conocidos berrinches, pero según recordaba el no había hecho nada – será por eso? – se pregunto a sí mismo, tal vez no fue buena idea irse a escribir en cuanto terminaron el acto pasional, debió quedarse con el toda la noche y abrasarlo, incluso el se sintió una bestia por hacerlo, pero la inspiración, las ideas, todo se vino de pronto, al parecer era demasiado de lo que dependía de Shuichi aunque no lo admitiera, pudo sentir como después de verlo el tiempo volvió a transcurrir y cuando no estaba se había congelado, era extraño, al parecer el que le daba vida era Shu.
Después de relajarse un rato en el sofá, se levanto y fue a escribir un rato, decidió esperar al pelirrosa para comer algo mientras lo hacía hablar, aun no sabía cómo tratarlo, se había dado cuenta de sus sentimientos hace dos años, lo amaba, pero aun no se lo decía, no sabía cómo confrontarlo, así que decidió tratarlo de la misma manera, ya que tenía miedo de que si cambiaba tan de repente el chico se asustara o algo y se alejara de él, no quería salir lastimado nuevamente.
Escribió unas cuantas líneas de su novela cuando de repente el teléfono solo, se levanto de su asiento y se paro frente al teléfono, si era importante contestaría, si no dejaría que la persona dejara el recado completo.
Después de tres tonos la voz comenzó a escucharse, señal de que estaba grabando la contestadora – Yuki-san soy yo, Hiroshi - se extraño al recibir la llamada del mejor amigo del pelirrosa, haciendo que se empezara a preocupar.
- solo hablaba para decirle que Shuichi está en el hospital ya que… - no pudo continuar porque la voz del escritor lo interrumpió.
- que le paso al baka? – se escuchaba algo preocupado.
- se desmayo de repente, los doctores aun no nos dicen nada.
- voy enseguida.
Después de eso corto la llamada, se cambio rápidamente la pantalonera por unos pantalones negros de vestir y se dejo la playera blanca de mangas largas que tenia puesta.
- baka que te paso? – se pregunto preocupado en lo salía corriendo en dirección del hospital, llego lo más rápido que pudo, entro y vio a Hiro junto con los demás esperando a las noticias del médico – que fue lo que paso? – le pregunto al pelirrojo.
- pues íbamos a comenzar a ensayar la última canción que escribió Shu cuando de repente cae al piso desmayado – decía Hiro algo preocupado.
- pero porque?
- tal vez sea mi culpa – dijo K sintiendo que esto era su responsabilidad.
- porque lo dices K? – le pregunto el pelirrojo.
- seamos sinceros, hemos estado trabajando todo un año como locos, y no les he dado ni un día libre, ni siquiera los domingos, tal vez fue mucho esfuerzo – dijo K con culpabilidad – incluso yo me siento cansado.
- pues deberías de tener mejor control en sus horarios para darles tiempo de descansar después de todo eres el manager, no? – pregunto algo alterado el escritor, haciendo que Hiro le mirara con enojo por hacer sentir más mal al pobre de K, el cual ya había bajado la mirada.
- vamos Eiri-san, no culpes a K e que Shindou-san no aguante la presión de esta carrera, K es el mejor manager que hay, así que no lo culpes de su debilidad – dijo con sorna un Seguchi que iba legando también al hospital.
- Thoma… - el escritor iba a decirle algo cuando de repente el médico que atendía a Shu apareció.
- familiares de Shindou-san? – todos se acercaron a él.
- soy su pareja, que es lo que tiene? – dijo el escritor.
- bien, lo que sucedió fue por el estrés, la falta de sueño y de comida, fue un desmayo de agotamiento, así que les recomiendo que lo dejen descansar un par de días, que se alimente bien y no esté bajo ninguna presión, así no habrá ningún problema para su recuperación.
- falta de comida? – se extraño el escritor, ni siquiera el que se la pasaba encerrado había dejado de comer.
- lo que pasa es que estábamos tan concentrados en el trabajo que se nos olvidaba comer algo y lo hacíamos al llegar a casa – comento el peliverde.
- pero… - susurro el pelirrojo, nadie lo escucho, estaba pensando que ayer se suponía que Shu fue a comprarse algo de comer para después irse a casa.
- jhum, al parecer nada importante – dijo sínicamente Seguchi, Eiri se estaba empezando a molestar por la actitud del idiota de su cuñado, iba a decirle algo pero decidió mejor seguir hablando con el médico.
- y se encuentra mejor?
- sí, pueden pasar a verlo – dijo el doctor mientras mostraba la habitación, todos entraron ya que estaban preocupados, claro menos un ojo esmeralda que solo entro para hacer sentir más mal al pobre pelirrosa.
Shuichi se encontraba en la cama con un suero a un lado, era para darle algo de fuerza ya que en realidad estaba bastante débil, abrió sus hermosos ojos amatistas viendo a todos sus amigos y a alguien no muy deseable.
- baka nos tenias preocupados – decía Hiro poniéndose de un lado y brindándole una hermosa sonrisa.
- es verdad, en que pensabas al no alimentarte – preguntaba Yuki entre molesto y preocupado.
- pues a lo mejor estaba preocupado dándole de comer a un vagabundo y dándole todo su dinero – comento el rubio presidente.
- pero de qué demonios hablas Thoma? – pregunto bastante molesto el escritor.
- pues ayer es lo que estaba haciendo –fue lo que dijo.
- qué? – volteo a ver a Shuichi? – de que habla? – pregunto el escritor.
- el…estaba…desesperado… - contesto bastante nervioso el pobre pelirrosa, haciendo sonreír al empresario, no iba a desaprovechar la oportunidad para fastidiarlo.
- escúcheme bien Shindou – le hablo – será mejor que si va a mostrar ese poco profesionalismo se retire BadLuck de la competencia, no quiero una banda mediocre con un vocalista que no soporta la presión represente NG – esas palabras tensaron completamente a Shu y sorprendieron a todos.
- pero Seguchi-san no… - K no pudo decir nada porque el empresario no se lo permitió.
- nada K, tu bien sabes que el mundo del espectáculo es así, si él no lo soporta que se retire y punto, así que si quiere que me equivoque le sugiero que mañana este en el estudio trabajando, si no retirare a BadLuck quedo claro – después de decir eso salió de la habitación con una sonrisa retorcida en su rostro.
Eiri no podía creer lo que dijo su cuñado, no había podido decir nada por la impresión al igual que los otros, volteo a ver a Shu el cual había volteado su cara para no tener que ver a ninguno y comenzar a llorar de forma silenciosa, Yuki nunca lo había visto de esa manera, se enojo y salió directo a buscar a Seguchi, lo encontró esperando el elevador.
- pero a ti qué demonios te pasa Seguchi, el hace lo que puede…
- por favor Eiri-san incluso tu sabes que el espectáculo es de esta manera, siendo escritor la tienes difícil y no te ha pasado nada de esto, siendo cantante es más difícil, si él no estaba dispuesto a soportarlo pues que lo deje, sencillo.
- pero todo el mundo necesita un descanso y tu estúpido manager no les ha dado ni un puto día!! – en verdad estaba enojado.
- nosotros también participamos en este evento cuando estaba NG en los escenarios y Ryuchi jamás paso por un hospital – “claro no tuvo la presión de volver a ver a un violador sobre sus hombros y una pareja que lo tratase como a un perro” pensó con burla el empresario – y el manager es el mismo.
- pues tal vez se hace viejo.
- vamos Eiri-san no lo defiendas cuando sabes que Shindou es de lo que no soportan la presión, pierdes tu tiempo al lado de alguien que no es capaz de mantenerse en pie con un poco de responsabilidad sobre sus hombros, mejor deberías conseguirte a alguien…
- como tú?, por favor Seguchi ya se me hacia raro que no sacaras eso al tema.
Seguchi solo sonrió y negó con la cabeza – estas equivocado Eiri-san, yo tu cuñado, parte de tu familia, me preocupo por tu bienestar y de lo te conviene, alguien como él – señalando donde está la habitación del pelirrosa – solo te causara problemas…
- es mi vida y yo elijo con quien vivirla Thoma, no tienes derecho a intervenir, muy apenas tienes el de opinar, así que no lo pierdas y contrólate de una puta vez – le dijo bastante enojado y con su paciencia desbordándose a punto de agarrar a golpe a Seguchi.
- escúchame Eiri-san, estas en un error... – sonó el elevador en señal de que las puertas se abrirían.
- el que está en un error eres tú, dale unos dos días para descansar Thoma –exigió mientras Seguchi entraba al elevador – el trabaja muy duro y lo sabes!
- de acuerdo, solo porque tú me lo pides, pero es decepciónate – dijo en lo que se cerraban las puertas del elevador, Yuki tenía la mandíbula desencajada del coraje.
Como odiaba que ese maldito se expresara de su pareja de esa forma, que aun despreciara el trabajo duro que hace Shuichi junto con los de su banda, que no los dejara en paz con esos comentarios tan desalentadores siendo que no tenían nada de cierto, es obvio que con tanto trabajo en algún momento colapsas, Seguchi mentía incluso el ha colapsado, terminado en hospitales vomitando sangre por el estrés, últimamente no lo hacía porque su bola rosa cuidaba de él, siempre al pendiente de él y claro el ni en cuenta que ni siquiera coma por tanto trabajo, Seguchi estaba equivocado, aquí el único que no merecía aquí a alguien es el a Shuichi.
Suspiro profundamente y después camino poco a poco a la habitación del Shuichi, entro y vio al chico siendo consolado por sus compañeros.
- vamos Shu tranquilo, tal vez el también este estresado por el concurso – decía Hiro, mientras abrazaba al pelirrosa el cual no dejaba de llorar de una forma tan silenciosa que preocupaba a todos.
- no le hagas caso a mi primo ya verás que todo saldrá bien y ganaremos – decía el pobre Suguru que no sabía qué hacer, sabía que el chico de vez en cuando era un responsable pero su trabajo jamás había sido mediocre y siempre mostraba la mejor cara a todas las cosas y ahora esta tan, deprimido.
- lo siento pink boy, esto es mi culpa – dijo K bajando la mirada.
- k… - a Hiro le partía el alma ver en ese estado a si mejor amigo y su manager.
- hablare con el jefe, tiene que darle por lo menos a Shindou un día para descansar – decía Sakano.
- ya hable con él, tiene dos días – dijo el escritor interrumpiendo por fin, fue y se sentó a un lado del pelirrosa, lo tomo de los brazos de Hiro y lo abraso él, de forma tierna y tranquila, queriendo darle todo el amor que necesita, sabía que lo necesitaba más que nunca –tranquilo Shuichi, si no, no podrás recuperarte – le decía en susurros en su oído.
Shuichi no dijo nada, se sentía una basura profesionalmente hablando, Seguchi tenía razón, tenía que soportar la presión pero no podía, eran muchas cosas en tan pocos días, no sabía qué hacer, después de una hora lo dieron de alta, todos fueron a sus casas bastante deprimidos, Shuichi entro al departamento por su propio pie porque ya se sentía mejor físicamente.
- Shuichi… - el escritor intento hablar con él.
-y si… y si tiene razón?, si no puedo con la presión y solo pongo en ridículo a NG – preguntaba el menor volviendo a llorar.
- pues no pudiste y ya!! – dijo el escritor para después ir a tomarlo de los brazos y hacer que lo mirara – tu nunca te has dado por vencido, si no resulta pues ni modo, sigues intentando, jamás te rindes, porque ahora Shu?, no lo hagas ahora, tu puedes con esto y más.
-Yuki…pero…lo que…paso hoy? – el pequeño había comenzado a llorar.
- le pasa a cualquiera Shu, recuerda incluso yo he ido en peores situaciones que tu y soy un simple escritor, es comprensible que tu tengas tus altibajos – le decía de la forma más tierna posible para calmarlo, sus manos ya no hacían presión en sus brazos y una de sus manos estaba quitándole de apoco sus lagrimas.
- no quiero…salirme de la competencia – el pelirrosa poco a poco se iba calmando.
- no lo hagas entonces, anda vamos a que te des una ducha – le dijo y los dos fueron poco a poco a su habitación, Shuichi a pesar de las palabras de su amante estaba completamente deprimido, esto lo noto Eiri, por lo que lo llevo hasta el baño.
Los dos estaban uno frente al otro, a Yuki le partía el alma ver de esa manera a la persona que mas amaba en este mundo, porque si, lo amaba más que a nada y era consciente de que solo por él vivía, tal vez era hora de empezar a cambiar completamente por él, dejar los miedos de lado porque él no quería ver de esa manera al amor de su vida y pensar que tal vez muchas veces estuvo así por su culpa lo hacía sentirse miserable.
Se acerco a su pareja poco a poco y le fue quitando su camisa, le desabrocho los botone de uno a uno hasta deslizarla por sus hombros mientras le daba pequeños besos a la piel expuesta, empezaría a abrirse a el de la forma que ya conocía, para agarrar confianza y hacer bien las cosas, después le desabrocho sus pantalones cortos y los bajo junto con sus bóxer, lo contemplo completamente desnudo, su piel canela y sabe al contacto, su cuerpo delgado y bien formado.
- eres hermoso – dijo haciendo que Shu reaccionara un poco y sus mejillas se pusieran rojas, el escritor sonrió, le encantaba el rubor en el bonito rostro de su amante – vamos entra a la regadera – el pelirrosa entro y sintió como el agua tibia poco a poco mojaba su piel, se sintió tan bien, después sintió como unas manos comenzaron a lavar su cabello, medio levanto la cabeza encontrándose con Yuki desnudo a sus espaldas – tranquilo, déjate hacer – Shuichi no dijo nada y se dejo hacer.
Yuki masajeaba la cabellera pelirrosa que tenía entre sus manos, con cariño y cuidado, le encetaba hacer eso, pocas veces lo había hecho, que idiota era, lo enjuago y tomo el jabón e hizo espuma con sus manos, lo dejo en donde lo había agarrado y comenzó a pasar por el cuerpo del pelirrosa sus manos enjabonadas, primero por la espalda, subiendo y bajando haciendo presión en ciertos puntos donde el pelirrosa siente bien, después la manos pasan hacia su pecho y comienza a acariciar sus pezones.
- aah – Yuki sonríe ante el pequeño gemido de placer que se gano de Shuichi ante el contacto de sus manos con sus pezones, después de eso sus manos fueron bajando poco a poco, conforme iba juntando su cuerpo con el de Shu mientras comenzaba a besar el cuello del pelirrosa, era delicioso su sabor, sus manos siguieron bajando hasta llegar al miembro aun dormido del pelirrosa – uhm Yuki – gimió su nombre, eso era muy excitante, el pelirrosa cerró sus ojos ante en placer que sentía.
Shuichi con sus ojos cerrados puso una de sus manos en la cabeza del escritor, el cual estaba concentrado en comerse el cuello del pelirrosa, mientras que la otro mano la puso en la mano del escritor que se encarga de acariciar su miembro, el pelirrosa comenzó a hacer sus gemidos mas y mas audible, estaba disfrutando de la situación, sentía mucho placer y a los pocos minutos llego al orgasmo en la mano de su escritor.
- aa…aah… Yuki… - su respiración era entrecortada, estaba aun muy excitado y el escritor no estaba muy diferente a su situación, lo sabía porque su miembro despierto hacia presión en su trasero.
El escritor termino de enjuagarlo y lo cargo en estilo nupcial, lo llevo a la recamara y lo dejo poco a poco en la cama, posicionándose arriba de él y comenzando a besar sus labios, de manera suave y tierna, poco a poco subían de nivel pero nunca pasaron a ser bruscos como regularmente eran y eso tenían embriagado al pelirrosa, le encantaba que lo besara de esa manera, tan tierna y llena de sentimientos.
- hermoso – Yuki comenzó a decirle palabras de ese tipo después de que dejo de besarlo para ir bajando hasta llegar a las piernas del muchacho, las cuales abrió de forma delicada, dejando a la vista el miembro ay despierto de nuevo junto con la entrada del pelirrosa – perfecto – comenzó un beso negro que saco mas gemidos a su joven pareja.
- aaah!! Yuki – con su lengua comenzó a simular penetraciones en la entrada del menor, el cual ya tenía las sabanas agarradas fuertemente por el placer que sentía, el escritor se incorporo un poco y metió uno de sus dedos, comenzando a hacer círculos dentro del pelirrosa para ensanchar la entrada y poder disfrutar más.
- eres tan bonito con tu cara sonrojada y tus ojos violetas llenos de pasión y amor, solo para mí – lo que el escritor decía hacia que el pelirrosa se perdiera aun mas en el placer, esta era la primera vez que se sentía tan bien, sentía que no era solo sexo, sentía que lo que hacían era el amor.
- Yuki…mas! – entonces el nombrado metió otro dedo y luego otro para dejar bien preparado a su pareja y no causarle dolor alguno.
- tan fuerte y lleno de vida, no puedo creer que seas mi pareja – esto asusto un poco al pelirrosa pero después se calmo con las palabras de su escritor – soy tan afortunado de que me escogieras a mí, ya no hay marcha atrás, porque tú también eres mío – después de eso el escritor retiro sus dedos y entro con su miembro de una sola embestida – uhmm.
- aaah!! Yuki – Shuichi se sentía en el paraíso, las palabras que le decía su amado escritor estaban haciendo que su corazón latiera con fuerza y que el actor de amor que estaban realizando en ese momento fuera algo sumamente maravilloso e increíble, por parte del escritor no era muy diferente, poder decirle todo lo que pensaba a la hora de hacer el amor era como hacer que su corazón librara mucha carga, ya que lo tenía lleno de palabras de ese tipo para su amado pelirrosa.
- tus gemidos… mas… mas para mi…gime para mi… - estaba completamente excitado, no podía creer lo bien que se sentía, Shuichi no dejaba de gemir ante cada embestida que le daba el rubio, aparte de que en ningún momento los ojos de Eiri dejaban de verlo con pasión, deseo y… amor, si amor, no podía creerlo.
- AAAH ¡! Yuki, en ese lugar…mas! – al parecer le había dado exactamente donde recibía mas placer, así que todas las envestidas fueron a dar en ese lugar, y para aumentar el placer el escritor comenzó a acariciar el miembro del pelirrosa que ya estaba goteado, lo que significa que pronto llegara al orgasmo y el no aguantaría tampoco por más tiempo.
Los dos iban a llegar al orgasmo y Shu ya estaba preparado para gritar a todo pulmón que amaba al escritor cuando de repente…
- TE AMO… - Los dos llegaron al orgasmo – SHUICHI!! – pero esta vez que había gritado el te amo no había sido el pelirrosa.
Shuichi se había quedado en Shock, claro disfruto del mejor orgasmo e su vida, pero después de eso se había quedado en blanco, no sabía si estaba soñando o no, hasta que la voz del escritor abrasándolo posesivamente lo saco de la duda.
- Shuichi, te amo… - su voz aun era entrecortada por el recién esfuerzo – se que no te lo… eh dicho hasta hoy… lo lamento ya no lo callare mas porque ya no puedo… te amo, Te amo!
El pelirrosa no pudo evitar soltar lágrimas de felicidad y sin más regreso el abrazo con la misma fuerza que el escritor.
-Yo también te amo Yuki!! Mucho, mucho, no tienes idea de lo feliz que me haces.
- tú eres el que me da vida baka, no lo olvides.
- gracias Yuki, te amo… - después de decirse un mil te amos el pelirrosa se quedo profundamente dormido, Yuki acariciaba el cabello de su pelirrosa mientras veía la expresión relajada y feliz de su pequeño, tenía que admitir que hace mucho tiempo no lo veía así, cosa que lo preocupo un poco.
- te amo y es hora de que te lo demuestre…