- ¿sempai, tengo frio, qué hará al respecto? - dijo la voz del ilusionista de varia en medio del cuarto de Bel mientras los dos veían televisión, o mejor dicho pasaban canales, no había nada bueno para ver.
- Pues a mi me duele la espalda, ¿qué vas a hacer al respecto? –
- Pues tengo dos opciones sempai – sonrió apagando el televisor – la primera, darle masajes muy "relajantes" – la última palabra la dijo en un tono insinuante – la segunda, crearle otro dolor en "otro" lugar para que lo olvide – la ranita andaba algo traviesa ese día y Bel lo notó –
- No quiero ninguna… - fingió mirar a otro lado
- Pero sempai eran buenas opciones – hizo un puchero – entonces… dígame ¿qué hago? –
Bel solo se acomodó recostado en su cama con expresión de dolor, ignorando al chico. Cuando Fran estaba a punto de hablarle, Bel se volteó quedando boca a bajo en la cama, dándole un magnifica vista.
- Sempai…- tragó saliva el ilusionista - ¿Qué tan mal de la espalda está? – dijo trepando por la cama hacia su objetivo
- Mal – lo dijo en tono serio para que no se acercase más – me molesta mucho el no poder moverme bien. Además de que no puedo mover mi cabeza por sí sola, tengo que mover todo el cuerpo. Pero cuando se me pase, a ti te dolerá la espalda –
- ¿Cuándo será eso sempai? – Fran lo miró ansioso, pasó sus brazos por el cuello del rubio abrazándolo con fuerza y lo besó apasionadamente –
- ¡Me duele Fran! – el rubio se separó antes de terminar el beso quejándose
- ¡ay! Perdón… sempai así no es justo, no puedo tocarlo –
- ¡Pues yo tampoco puedo tocarte!, Ni siquiera puedo girar la cabeza para mirarte - le respondió molesto
Fran sonrió se le había ocurrido una gran idea
- Usted dígame donde me pongo y lo hago... lo que sea por usted sempai –
- Bien, ponte adelante mío – Fran lo hace, se pone delante de Bel de rodillas – Agáchate
Fran obedece, Bel se sienta un poco quejumbroso en la cama y lo besa. Fran sonríe lo besa de nuevo con ganas y cuidado de no hacerlo doler.
- Qué más sempai… qué más hago, dígame sempai – lo mira ansioso –
- ... Dame tu mano –
Bel toma la mano de Fran y la pasó por sus labios, besándola, la fue bajando por su pecho y llegó hasta su pantalón. Fran levantó la vista y le sonrió
- Yo no me puedo mover, pero tu si ranita… -
Con esta frase le había dejado vía libre y Fran no pensaba desaprovecharla. Se acercó a su rostro y lo besó hasta recostarlo con cuidado en la cama.
- Sempai… - lo besó en el cuello – ¿yo lo haré todo si? – dijo mientras metía su mano bajo el polo del príncipe de varia y tocaba todo su pecho
Bel sonrió mientras Fran le levantaba el polo y trataba de desabrochar la correa de su pantalón
- Ushishishi… ranita… -
Fran quitó la estorbosa correa y abrió el cierre de los pantalones del rubio bajando poco a poco la prenda y mirándolo con lujuria
- No te me pongas así… -
- Pero sempai… debo hacerlo con delicadeza, no quiero hacerle “daño”- sonrió lamiéndose los labios
Bajó los bóxers del príncipe y masajeó su miembro con lentitud repetidas veces… tal ves demasiada lentitud, Bel gemía como quejándose.
- ¡Fran! ¡Métetela en la boca de una vez, maldita sea, este ritmo me volverá loco! – dijo quitándole el gorro y empujándole la cabeza hacia esa parte de su anatomía
Fran se metió todo el miembro del rubio en la boca y empezó a succionar, suerte, lento. Bel gemía con ganas mientras Fran se movía de arriba abajo.
- Frahhnn… - Bel parecía apunto de correrse, por lo que el ilusionista se alejó –
- Sempai, no será tan rápido… - se sacó el uniforme bajo la atenta mirada del príncipe – ¿un espectáculo le parecería bien? –
Bel asintió y Fran se sentó frente a él con las piernas abiertas.
El rubio tragó saliva
Fran pasó su mano por su pecho y abdomen hasta llegar a su miembro y masturbarse ante la mirada de su príncipe
- Tengo que prepararme para usted, no lo puede hacer por mi ahora sempai – dijo mientras lamia dos dedos de manera insinuante y provocativa
- Ranita… - susurró el rubio
Introdujo el primer dedo en su entrada y gimió, mientras Bel lo miraba desde el frente mordiéndose los labios. Introdujo el segundo dedo y lo movió en círculos adentro y afuera, Bel había tomado su propio miembro al parecer evitando correrse-
- Le gusta lo que ve sempai? ¡Ah! – gimió dándose auto placer - sé que le gustaría hacérmelo – jadeó tirando el cuello hacia atrás – ah, pero no se preocupe, me lo hará – quitó los dedos de su interior.
Dejó de prepararse para Bel y se subió sobre él, poniendo una rodilla a cada lado de su cadera
- ¿Me montarás ranita? – jadeó
- Si sempai… - se acercó a su oído – usted no se puede mover, pero yo sí, ¿no es lo que usted me dijo? –
Fran tomó el miembro de Bel y se fue sentado sobre él poco a poco cerrando los ojos y mordiéndose los labios. El príncipe gimió del gusto al sentirse atrapado por la estreches del de pelo verde. Fran se movió hacia adelante y gimió. Se movió hacia atrás y gimió más fuerte, empezó a moverse en círculos con placer.
- ¡ah! Sempai… es tan… mmgg – gimió de nuevo mientras se movía lentamente sobre él
- Frahhhhn – puso sus manos sobre las caderas del chico y lo hizo sentarse con más fuerza, el dolor de espalda no parecía ahora un problema - ¡Ah! Móntame más duro mmm – Fran se movió con fuerza gimiendo fuertemente – siii mmgh… ah… Fran… cabálgame sii aa… -
Fran se movía con desespero hacia arriba, abajo, golpeándose contra la pelvis del rubio, el círculos. Lo sentía tan duro y caliente dentro de él… se sentía tan bien que había cerrado los ojos y tenía la boca abierta mientras jadeaba. Siguió moviéndose con ganas sobre el príncipe y fue en uno de los movimientos en el que tocó un punto en su interior que lo hizo gritar, arañarle los hombros al rubio y presionarse contra él
- ¡Ah sempai!… mhh ah! Otra ves ahí… ahhh – lo volvió a tocar – ¡¡si!! ¡¡Ah!! ¡Ah! … oh… ¡sempai! – se movía con más rapidez
- Mmm!! Tan estrecho, tan rico… móntame más duro Fran… mueve así – presionó sus caderas con las manos – cuando haces eso eres tan rico… ¡Fran! ¡¡Fran!! –
Se movieron con desespero y pasión Fran parecía poseso montándose a Bel con una agilidad increíble subía y bajaba por el miembro de este, haciendo crujir la cama con sus movimientos frenéticos
- Sempai no aguantaré más … - besó con pasión a Bel y le mordió el cuello
- Si… ah… yo tampoco mmgghh ahh… -
Fran se levantó casi por completo y se sentó con fuerza sobre el rubio y con esa última estocada tan profunda se vino con fuerza apretándose alrededor del miembro del rubio, quien en un grito de placer al igual que su rana se vino dentro de él.
Aún jadeante Fran se levantó de encima del rubio sacándoselo de su interior y se acostó a su lado
- Sempai… ah… ¿aún le duele la espalda? – dijo sonriendo
- Mmhh – jadeo – rana tonta… mmhh… - se pegó más a su “ranita” mientras cerraba los ojos y se olvidaba del dolor de espalda que los había llevado a parar en aquello.
Y mientras los dos amantes dormían recuperándose del “ejercicio” descansaban sobre la cama, detrás de su puerta había una cajita con una nota…
“para tu dolor de espalda Bel-chan… aún que pareces ya no necesitarlo... A la próxima no sean tan ruidosos mientras haya visitas en el castillo… creo que “incomodaron” a los ayudantes del Vongola, los de la lluvia y la tormenta, pidieron el baño y a pesar de que fueron los dos juntos se perdieron por una hora, aún cuando el baño estaba tan cerca.
Con cariño Lussuria”