VIVO SIN TI
“Eiri Uesugi sentado con su rubia cabellera en una de las mesas de la biblioteca, como siempre, leyendo un gigantesco libro de literatura… Jamás comprendí porque siempre tomaba esos libros que la mayoría de los jóvenes considerábamos tontos y aburridos, pero yo, Shindou Shuichi, lo admiraba y amaba secretamente todos los días a la misma hora en la biblioteca, con la excusa de ir a visitar a mi amigo que trabaja de medio tiempo allí. No me doy cuenta cuando Hiro me dice que viene hacia aquí, cuando lo noto, ya es demasiado tarde pues se encuentra junto a mí devolviéndole un libro a mi amigo, quien me mira con una sonrisa disimulada. Sus facciones eran perfectas, solo un par de veces tuve la suerte de poder admirarlo a tan escasa distancia, aun era joven, tenía 15 años y el 20… La diferencia de edad era considerable… y por lo que Hiro me había comentado, Eiri era muy popular en su clase, y en toda la Universidad
-Hasta luego Eiri-sempai – Dijo Hiro despidiéndose, consiguiendo una fría mirada por parte del rubio, dedicándome una milésima de segundo de esa mirada a mi”
-¡Basta! No puedo seguir así – Desperté sobre saltado, otra vez había tenido el mismo el sueño, y ya no era agradable después de diez años – Jamás volví a saber de él… ¿Por qué tengo que soñarlo? – Mi teléfono comenzó a sonar, lo tomo de la mesita de noche – Muchi muchi…
-Shuichi… Este atrasado, ¿Has mirado el reloj?
-No Hiro… ¿Qué hora es?
-Son las 11.15 a.m hace una hora que debías estar aquí…
-¡¿Nani?! ¡Gomene Hiroooooo! – me puse de pie de un salto vistiéndome rápidamente
-¡Hey boy! Te quiero aquí en cinco minutos ¿Ok? – K me gritoneaba una vez más – De lo contrario no tendré compasión – Sentí como recargaba su arma, los pelos se me pusieron de punta
-¡H-Haai hai! ¡Salgo de inmediato! – Diablos… Otra vez me quedaba dormido por culpa de esos estúpidos sueños. Tome el primer taxi que apareció y le indiqué que fuera a la compañía NG donde trabajaba en mi sueño hace cuatro años
-¿Es usted… Shindou Shuichi? – Me pregunto el taxista mirándome por el espejo retrovisor
-¡Hai!
-Mucho gusto en conocerlo, mi hija es su fan… ¿Le molestaría si le pido que autografíe esto? Se lo he comprado para su cumpleaños – Me estiro una cajita que yo conocía muy bien, era el disco que habíamos lanzado hace pocos más de una semana
-Claro que no me molesta – Le sonrío - ¿Cómo se llama su hija?
-Takashi Ayaka – Saco un lápiz de mi chaqueta y escribo “Para Takashi Ayaka, con amor Shindou Shuichi. Bad Luck” – Aquí tiene
-Muchas gracias señor Shuichi
-Oh, solo Shuichi… Aun soy joven – El hombre me sonrío y me indico que ya habíamos llegado, me baje a la velocidad de la luz del vehículo y corrí hacia el edificio escaleras arriba. Apreté el botón del ascensor. Por fin había llegado al primer piso donde me encontraba.
-Buenos días Shindou…
-Buenos días Seguchi-san – Le sonrío a mi jefe… un tipo un poco más alto que yo, de cabello rubio. – ¡Perdón por no poder quedarme a charlar! – Le grito mientras entro apresuradamente al ascensor – Por favor, apúrate… Vamos, vamos… Mr. K me matara… - Al fin la maldita puerta se abrió y corrí hacia el estudio - ¡Laaa liiii hoooo!
-Por fin llegas Shindou… Ven, queremos mostrarte la nueva melodía – Seguí a Fujisaki y me senté en una silla en espera de que empezaran – Vamos Hiro… - Se hicieron un gesto y como siempre, la melodía que yo creaba en un principio, era increíblemente arreglada por Fujisaki, sin duda su talento nos había ayudado a llegar lejos, hacia que el ritmo de nuestras canciones fuera más entretenido y con un toque más pesado, no tan ligero como yo las suelo hacer cuando preparo las letras, pero era algo que estaba en mi, mis melodías suelen ser pausadas o rápidas, pero sin el toque pesado que Fujisaki logra darles, todos juntos éramos un complemento, un complemento que ayudaba a cumplir el sueño de toda mi vida.
“-No pienso que la literatura sea aburrida – Le dije al rubio que me acompañaba en ese momento –Solo que soy demasiado baka para entenderla
-Tienes toda la razón-Me dedico esa hermosa sonrisa que el tenia – Shu ¿tienes algún sueño que quieras cumplir?
-¡Claro! ¡Quiero ser cantante! – Volvió a reír - ¡no te rías! ¡Es enserio!
-¿Y lo haces bien?
-Hiro me ha dicho que si… - Suspire – Eiri… ¿Tienes algún sueño que quieras cumplir? – Copie su pregunta
-¿No se te ocurre? ¿Viéndome siempre con enormes y aburridos libros? – Negué – Baka, quiero ser novelista”
-Shuichi… ¡Reacciona Shuichi!
-¡Don’t worry Hiro! (No te preocupes) yo lo hare reaccionar – Un gran rifle amenazaba en mi cabeza
-¡Y-Ya estoy bien! ¡YA REACCIONE! – Me escondí detrás de Hiro con lagrimas en mis ojos – Hiirooo ¡No quiero morir!
-Shuichi, Mr. K no te hará daño porque no le conviene ¿no es así Mr. K?
-Solo porque tú lo dices, honey – Todos estábamos al corriente de la relación que mi mejor amigo mantenía con nuestro manager… Quien lo pensaría de alguien que juraba ser heterosexual
-Mr. K necesito despejarme – Fujisaki salió del estudio – Tengo mucha hambre…
-Mmm… Creo que acompañare a comer a ese chico… ¡Bye bye! – Mr. K salió detrás de Fujisaki dejándome solo con Hiro, quien de inmediato me miro con cara de “Dime que ocurre”
-¿Y bien?
-Y bien… - Le quite la vista, sabía que me conocía muy bien, incluso mejor que yo mismo – Jeje el arreglo de Fujisaki estuvo muy bueno jeje la canción me gusta mucho mas ahora jeje
-Shuichi, puedes confiar en mi… - suspire rendido, era imposible evadir a Nakano Hiroshi – Vamos, dime qué te pasa, no estás del mismo animo y además… ¿Qué son esas ojeras que tienes? ¿Acaso no ha podido dormir bien?
-Yo… Yo de nuevo… Hiro yo tengo… Sueño con Eiri otra vez, todas las noches… Es por eso que me quedo dormido y tengo estas ojeras, cada vez que cierro los ojos tengo un sueño con él, y me enoja, me desespera… Porque… Hiro, ni siquiera recuerdo muy bien su rostro
-¿Lo dices en serio? – Asentí aguantando unas lagrimas que amenazaban con salir – Shuichi, te bloqueaste demasiado, solo porque Eiri se fue…
-¡No fue solo eso! ¡Me dejo, Hiro! ¡Dijo que era por trabajo y el…!
-¡Na no da Shuichi! – Ryuichi entro de improviso al estudio - ¡Ne Kumagoro, saluda a Shuichi y a Hiro! – Apoye mi cabeza entre mis manos, no me gustaba tener que hablar de estas cosas pero a veces era necesario, después de todo Hiro era a la mejor persona que podía confiarle todo lo que me pasaba – Ne Shuichi ¿Te sientes bien? – Ryuichi Sakuma era mi novio hace poco más de tres meses, todo comenzó hace cuatro años cuando lo conocí, para en ese entonces yo era fan numero uno de Nittle Grasper, y lo sigo siendo, solo que a veces siento que confundí un amor de fanatismo, con un amor de pareja.
-Los dejo solos, Shuichi luego vengo por ti
-Hai – Hiro salió del lugar, la expresión infantil en el rostro de mi amante cambio a una de más seriedad y hombría
-Puedes decirme que te ocurre Shuichi, sabes que puedes confiar en mí – Tomo una de mis manos entre las suyas, mirándome con cariño. El estaba consciente de mi pasado, de todo lo que me ocurría con aquel chico de mi juventud del que no recordaba ni el rostro, y me había dado todo su apoyo y comprensión.
-Yo… Volvieron los…
-¿Volviste a tener sueños con aquel chico? – Lo mire sorprendido, en verdad era bastante transparente cuando se trataba de Ryuichi. Solo asentí – no dejes que el pasado afecte tu presente Shuichi… No pido que lo olvides, fue… La primera persona a la que amaste y a la que te entregaste, solo pido que sepas controlar una cosa y la otra
-¿Crees que todo sería más fácil si recordara su rostro?
-No lo sé… Sinceramente no lo sé – Suspire cansado – Ne Ryuichi… - Lo mire sonriendo por su tan repentino cambio – Kumagoro y yo queremos que almuerces con nosotros Nanoda
-Oh… Ryuichi lo siento… Yo… Ya había quedado con Hiro…
-¡No Shuichi nos abandonara kumagoro! ¿Qué dices Kumagoro? ¡Excelente idea! Shuichi… Kumagoro dice que para recompensarnos… Tendrás que grabar una canción conmigo para el nuevo sencillo de Nittle Grasper
-Oh… Yo encantado Kumagoro, que mejor que hacer un dueto con mi artista favorito – Miro a Ryuichi y este me sonríe – Me tengo que ir… Hablamos luego
-¡Adios Shuichi! – Me doy media vuelta pero antes de poder cruzar la puerta siento un conejo rosa sobre mi muñeca – Ne Shuichi – Me giro para mirar a Ryuichi, quien con su semblante maduro me da un corto beso en los labios – Todo estará bien, pasa un buen rato con Hiro
-Arigato, Ryuichi – Solo me despide con una sonrisa
"Estaba decidido, le diría de una buena vez a Eiri Uesugi que lo amaba. Caminaba por uno de los pasillos de la biblioteca, lo veo mirando un estante pensativamente.
-Eiri-san – Logro llamar su atención, el se voltea a mirarme con ese aire frio, los nervios de inmediato se apoderan de mi, pero si no lo hacía ahora, no lo haría nunca, cerré los ojos y me concentre – Eiri-san yo… Tu… Me gustas – No abrí los ojos, tenía miedo de su reacción en estos momentos, después de todo… Solo habíamos hablado un par de veces
-Salgamos juntos – Mi corazón se paralizo un segundo, para luego volver a toda marcha casi queriendo salirse de mi – Por ahora no estoy con nadie, así que por mi está bien”
-“Idiota, para que lo pediste si luego me dejarías” – pienso con una lagrima cayendo por mi mejilla, por suerte me tope a Hiro en el camino.
-¿Estás listo? – Asentí – Vamos
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