Capitulo 7 día 3: no eres uno más del montón…
Mientras escribía las últimas líneas de su tarea escolar, sentía en su nuca esa mirada, que lo observaba a cada paso que daba, sabia quien era, desde que lo conoció, el estaba ahí vigilándolo, a cada paso.
No le molestaba, solo lo intrigaba. ¿Por qué lo vigilaba?.... el no era nada especial, solo un niño más, no entiende, ¿Qué tenía de especial?....suspira rendido, mira a una esquina de su cuarto y observa ese lugar un rato largo.
Guardo sus libros, se fue al baño a colocarse la pijama (le daba pena cambiarse con el observándolo) , sale del baño, apaga la luz de su cuarto, se acuesta en su cama, se arropa y cierra los ojos.
Pero antes de caer dormido, susurra…
Buenas noches bakura-san…
Cae en su sueño profundo, aquel que lo observaba en esa esquina, salió de entre la oscuridad de cuarto, se hizo presente el alvino mayor, quien con una mirada seria observaba al peuqño peliblanco que ahora descansaba tranquilo, el mayores sienta en el borde de la cama y mira el rostro adormilado del menor.
Ryou…-murmura el mayor- buenas noches…
Se le acerca lentamente y le regala un beso en la mejilla.
Te quiero…-murmura…
La mañana llego, con sus calidos rayos de sol, ilumino la cara del ser que dormido se encontraba unos ojos color morado opacos, observaban esa escena. “es hermoso…” Piensa desde la esquina de aquel cuarto, se fijo en la hora, daban las 7: 30 AM y la alarma que sonaba habitualmente no sonó.
“llegara tarde a la escuela, creo…que debo de despertarlo…”
Sale de aquel rincón, se sienta en la orilla de la cama, mueve suavemente el cuerpo dormido, poco a poco abre los ojos, se levanta y lo primero que ve es el rostro del mayor.
¡Bakura-san!...-dice sorprendido
Ryou…-murmura apartando su vista algo sonrojado- se te hace tarde para la escuela…
¿Qué?...-dice confundido, mira a su lado y nota la hora- ¡rayos, es cierto!....
Se levanta apurado, busca en sus cajones y saca su uniforme, se da la vuelta y le dedica una mirada tierna y una sonrisa inocente al alvino.
Gracias bakura-san…-se va hacia el baño y se encierra en el para cambiarse
Ryou…-se sonroja y baja la mirada
El niño después de cambiarse y despedirse de el alvino, sale corriendo a su escuela, siempre seguido por el alvino, claro este se cuidaba para que el menor no lo notara, cuando lego al edificio se recostó en el tronco del árbol que estaba en frente del salón de ryou.
¿Vigilando a ryou-chan?...-pregunta una voz conocida para el.
Si, igual que tu vigilas a ese enano ojón…-dice fastidiado
En ese momento aparece a su lado, sentado en la rama del árbol el tricolor de piel morena, con sus piernas cruzadas y abrazando a su osito.
¡No le digas así a mi yuugi-chan!...-le dice molesto- pero…me sorprendes bakura…sabiendo que esta prohibido…decidiste vigilar a ryou-chan…-hace una pausa y mira a su lado- lo mismo para ti marik…
Entre las sombras del ábol aparece el rubio, algo sonrojado, se sienta al lado de yami con su mirada baja.
no pude evitarlo…quiero ver a malik-kun….-susurra apenado
¡¡¡No critiques mucho yami, tu también estas rompiendo las reglas!!....-le reclama el alvino.
Si, pero…sabes que no me gusta seguir reglas de nadie…-dice en su defensa- admítanlo ya…les gusta estar al lado de malik-chan y ryou-chan…
El rubio no responde, pero el alvino fija su vista en la ventana del salón de ryou, mira como su niño, si era SU niño, reía por algún comentario que le dijo el tricolor menor, una sonrisa paso por los labios del alvino y aparto la mirada.
¿Cómo evitar enamorarse de un ser tan hermoso?
Los tres mayores guardaron silencio, permanecieron mudos hasta que el timbre de salida llego, cada uno tomo distintas direcciones, cada quien siguió a su niño, el alvino, manteniendo una distancia segura, observo al menor.
Pero de un momento a otro, el menor se detiene, mira hacia atrás, el alvino se esconde en la sombra de unos de los muros de la pared, para nos ser notado.
¿Por qué me sigues?.....-pregunta el menor, sorprendiendo al mayor, pero aun así no responde- no me molesta…pero….me da curiosidad…
Soy solo un niño mas del montón, no soy especial, no tengo ningún talento, tampoco soy muy inteligente…así que….¿por que sigues a un ser tan ordinario como yo?...
Aquella palabras hicieron enojar al alvino, no sabia por que, pero le molestaba mucho que el menor pensara así de el mismo, el no era uno mas del montón, pero aun así se mantuvo callado, aunque sintiera una gran rabia.
De acuerdo…no me respondas….pero pierdes tu tiempo siguiendo a un ser tan normal como yo…-se da la vuelva dispuesto a volver a caminar…
¡¡NO ES CIERTO!!....- grita mientras sale de las sombra.
¿Qué?...-dijo sorprendido mientras se voltea
¡¡NO VUELVAS A DECIR ESO JAMÁS!!!...-le reclama- ¡¡¡yo nunca perdería mi tiempo con un humano común y corriente, te sigo por que eres diferente al resto del mundo!! Bakura-san….-murmura sorprendido
¡¡¡Eres único….por que….!-se sonroja-¡¡¡yo te quiero!!...
Aquellas palabras fueron dichas sin pensar, el alvino al darse cuenta de la gravedad de sus palabras, le dio la espalda al menor, sonrojado y apenado, susurro:
Lo lamento…yo…ya me voy….-comenzó a caminar, pero los brazos del menor lo detuvieron.
Ryou había corrido hasta el mayor, para luego abrazarlo por la espalda.
Yo también te quiero….bakura-san….-dice en un débil murmullo
El mayor, mudo se separo del menor, se arrodilla ante el menor y lo abraza fuertemente
“si esta prohibido…. no me importa…”
Piensa mientras las manos del menor acarician su espalda, el mayor se separa un poco y le besa la frente.
Te quiero mucho mi pequeño ryou….-murmura y lo vuelve a abrazar
“pero quiero que este momento…se detenga…que el tiempo pare su ritmo acelerado…solo unos minutos…para poder…estar eternamente abrazado a el….”