Caminaba constantemente a través del estudio de ensayos, este había terminado hace no más de una hora y seguía recorriendo de un lado a otro el amplio salón donde con sus amigos y compañeros de banda se dedicaban a componer y a ensayar las canciones que deleitaban los tímpanos de sus fans.
¿Cómo había llegado a ese estado? Era muy fácil la respuesta; desde que Miyavi había dejado la PSC su vida se había vuelto totalmente vacía, desolada, monótona, en pocas palabras, un asco.
Pero así lo había querido el solista de cabellos azabaches y él no podía intervenir en las decisiones del mayor, era tan doloroso recordar todos los días la última vez que lo había visto, la última vez que se habían “amado” y “entregado” mutuamente, pero esto último había sido un simple engaño del solista hacia el chico sonriente de gazette, él nunca lo había amado, solo le hacía creer aquello…
Miyavi no está, Miyavi se fue, Miyavi se escapa de mi vida.
*~Flash back~*
*~2 años atrás~*
El ensayo de aquel día por fin había acabado y todos sus compañeros como siempre, se marchaban ni bien habían terminado de tocar la última canción de todo el repertorio que debían ensayar.
- Son bastante veloces- dijo para si mismo al mirar la sala de ensayo totalmente vacía- la próxima los obligare a quedarse…-afirmo mientras soltaba un leve suspiro; comenzó a recoger sus cosas y a ordenar unos papeles que debía entregar al mánager apenas salieran de allí, si…esa era su responsabilidad de líder.
- Toc toc…-escucho una voz chillona y un golpe en la puerta, de inmediato volteo su vista hacia donde provenía el ruido, allí estaba el dueño de su corazón y alma, el solista de cabellos azabaches y juguetona sonrisa; se acercó al recién llegado y este lo tomo de la cintura- ¿Cómo está mi baterista favorito?- el castaño se sonrojo en el acto al escuchar aquellas palabras provenir del mayor, solo el sabia como hacerlo avergonzar.
- Bien- respondió con algo de timidez
- Awww que hermoso te vez así de sonrojado- soltó la estrecha cintura del menor y llevo estas a las mejillas del susodicho apretándolas un poco.
- Miyavi…-susurro
- Ahhh, Kai he venido a hablar contigo de algo muy muy muy importante-dijo tomando un tono serio su voz, soltó al baterista y de inmediato fue a sentarse en unos de los cómodos sillones que decoraban la salas, golpeo el sofá en señal de que el baterista se sentara a su lado, este ni lento y ni perezoso acato la idea de inmediato y se sentó junto al mayor.
- ¿de qué quieres hablarme?-pregunto con mucha curiosidad el menor, esperaba que el solista le preguntaras eso que tanto ansiaba escuchar. Si, Kai deseaba que Miyavi formalizara una relación con él, ese último año había estado con Miyavi de manera secreta, se veían cada vez que podían, tenían intimida…si eran como cualquier pareja y toda la compañía sabia de la relación no tan “secreta” de ambos.
- Pues…-no sabía por dónde comenzar- no sé cómo decírtelo…
- Sea lo que sea solo dilo- mostro su mejor sonrisa para transmitirle valor al mayor, este lo miro algo triste y suspiro.
- Kai…yo dejare la compañía-soltó de una y cerro sus ojos de inmediato, sabía que el baterista podría reaccionar muy mal ante tal noticia. El baterista se esperaba de todo menos eso, su alma se partió en miles de trozos mientras que sus ojos se abrieron de tal manera que parecía que se le saldrían los ojos en cualquier momento.
- ¿Qué?-pregunto con la voz algo quebrada
- Me iré Kai…-susurro y volteo a ver a su remitente este tenía la vista perdida en algún lugar de la gran sala de ensayo- Kai…
- Vete…-le pidió
- No…-tomo las ,manos del baterista entre las suyas- te amo Kai…-acerco sus rostros y roso con sutileza los carnosos labios del menor- te amo y siempre te amaré
- Miyavi…-susurro y envolvió el cuello del mayor con sus brazos- te amo
- Lo sé pequeño-separo un poco sus rostros y recostó a Kai en aquel sofá mientras acomodo su cuerpo sobre el del otro.- prometo amarte siempre….
- ¿si?-pregunto temeroso y los labios del mayor se posaron sobre el pálido cuello de Kai
- Siempre mi pequeño Yutaka…-descendió por el cuello blanquecino repartiendo besos por este mientras Kai jadeaba levemente ante la atención que recibía su cuello.
Aquella fue la última vez que estuvo íntimamente con el solista, la última vez que estuvieron a solas; el tiempo paso y Miyavi se fue dejándole como promesa que siempre lo iba a amar…pero no fue más que una mentira.
Mentira…
*-*-*-*Flash Back*-*-*-*
Tomo sus baquetas y se sentó en el banquito detrás de su batería, miro con atención aquel instrumento que tocaba con pasión cada día de su vida y que le había fascinado desde el primer momento que escucho expresamente una batería.
- Hola Kai- entro a la sala un pequeño intruso de hermosa sonrisa y hoyuelos en las mejillas- ¿Qué haces aquí tan tarde? Ya todos se fueron
- Quería quedarme un rato más-le contesto con poco importismo al recién llegado
- Ahhh Kai, tu no engañas a nadie- se acercó al baterista gazetto
- Dime de una vez a que has venido Nao-miro al baterista de Alice Nine quien permanecía inmóvil delante de su batería.
- Vine a visitarte- se encogió los hombros y mantuvo su sonrisa en su rostro, a Kai muchas veces le resultaba algo fastidioso el baterista de los alicios.
- Ahh que bueno, ya puedes irte-con la baqueta en su mano le señalo la salida al líder de los alicios, al cual se le borro la sonrisa de inmediato y frunció el ceño.
- Claro, pero si fuera Miyavi hasta con cafecito lo recibes, ¿ne?- era el o eso sonó a una burla y bastante mala para su gusto
- A ti que te importa lo que haga o no haga y todavía con quien-lo miro con obvio enojo, pero el baterista de Alice Nine no se dejaría intimidar.
- Tu sabes muy bien porque Kai-rodeo la batería del castaño y quedo justo al lado de él- no sé qué tiene Miyavi que no tenga yo, ¿Por qué el? Y todavía aun, después de todo lo que ter hizo Kai, ¡eres tan masoquista como para soportarlo?
- Cállate..-susurro
- No me voy a callar Kai, estoy cansado de verte en este estado de zombi estúpido enamorado-contesto con firmeza mientras miraba al líder de los gazettos.
Y tú que si estás, preguntas porque lo amo a pesar de las heridas.
- Has lo que quieras….-dijo fríamente- nada me hará cambiar
- ¿Dónde estás Kai?-esa pregunta desencajo totalmente al castaño quien miro al otro baterista- ¿dónde está el chico que sonreía siempre?
- Se murió…-contesto secamente
- No se murió, el mismo se mató por un imbécil que lo olvido por completo- Kai levanto su mano derecha, tiro su baqueta y estuvo a punto de darle una bofetada a Nao pero este alcanzo a detener la mano del menor.
- ¿quién te has creído Uke Yutaka?-apretó con fuerza la mano del menor- por mucho que te amé…-dijo dolido- no te permitiré que me golpees.
- Yo hago lo que me da la gana-se soltó del agarre del alicio y volvió a tomar su baqueta que estaba tirada en el suelo.
- Claro quedarte todas las noches luego de los ensayos recordando la última vez que cogiste con Miyavi, ¿verdad?- el rostro de Kai se volvió un poema, ¿Cómo sabia Nao algo así?
- Pe-pero que putas dices Nao- miro con rencor al mayor, podía llegar a ser fastidioso, ya lo había mencionado?- ¿Por qué no te largas de mi vista? Vete Nao.
- Quiero que lo olvides…-dijo firmemente el mayor- quiero que olvides a Miyavi…
- Eso no me hará amarte- contesto seguro de sus palabras
- Pero te sacaría de la mierda en que tu solito te metiste y muchas cosas mas
- No es tan fácil olvidar…ya lo intenté pero…-sus ojos se cristalizaron y su voz se volvió temblorosa, esto le dolía al alicio, desde hace mucho tiempo, mejor dicho desde que vio a Kai por primera vez en su vida lo había amado, todo de él le parecía perfecto pero cuando el solista se metió en la vida de Kai, sabía que no tendría oportunidad alguna con Kai…así que no le toco más que resignarse.
- Lo sé- respondió y se acercó a abrazar al menor- te amo Kai y hare lo que sea por ti…
Lo ocupa todo su recuerdo, no consigo olvidar el peso de su cuerpo.
- ¿lo que sea?-pregunto desconfiado, sabía que Nao cuando decía lo que fuera era por que así era, a diferencia de Miyavi el baterista de Alice Nine era un hombre de palabra.
- Te ayudaré a olvidarlo…-poso sus labios en la mejilla del menor- quiero ayudarte a salir de la nube en la que estas…-beso la mejilla de Kai y siguió repartiendo besos por aquella zona.
- No puedes Nao…- se sentía bien los besos de Nao por muy inocentes que fueran, volvía a sentirse querido por alguien, ¿Cómo se había privado de que alguien lo amará durante eso dos años? La respuesta era simple, aun en su corazón estampado como tatuaje permanente estaba Miyavi.
- Si puedo si tú me lo permites…-dejó la zona de la mejilla y bajo hasta el cuello del baterista- Kai… ¿Por qué no entiendes que te amo?
- ¿tú por qué no entiendes que así no lo olvidaré?- pregunto molesto y separo de su cuerpo al mayor.
Miyavi se fue, Eso lo sé y no lo encontraré en tu piel.
- No lo sabrás si no lo intentas- se volvió a acercar al cuerpo del menor
- Nao, déjame en paz…-intento volver a alejar a Nao de su cuerpo pero no le fue posible, este se resistió y junto mucho más sus cuerpos.
- Solo una vez Kai….solo eso te pido-miro suplicante al dueño de su corazón- no me importa sentirme usado…no me importa, te dije que haría lo que fuera por ti- se aferró al cuerpo del castaño quien no tuvo más remedio que abrazar a su acosador.
- Yo no quiero lastimarte…-acaricio los sedosos cabellos de su compañero y amigo, la verdad que Nao estuvo aquel día después de que Miyavi se fuera sin decirle un adiós, fue el quien lo ayudo a soportarlo un poco de cierta extraña manera.
- No lo harás…-sonrió mientras cerraba sus ojos, se sentía tan bien recibir aquellas inocentes y dulces caricias de parte de Kai.- yo lo quiero Kai…solo una vez.
Es enfermizo, sabes que no quisiera besarte a ti pensando en él.
- Yo no puedo…-beso los sedosos cabellos del mayor y se aferró a su cuerpo
- Si puedes Kai…- se separó un poco y tomo entre sus manos el rostro de Kai- olvida todo y déjate llevar- susurro mientras acercaba mas sus labios
- Yo…-comenzaba a dudar, no sabía bien que haría pero eso tendría consecuencias un tanto desagradables.
- Yutaka…-susurro antes de posar sus labios sobre los del menor comenzando a besarlos con sutileza, Kai tardo un tanto en comenzar a corresponderle, no tenía salida, quería olvidar.
Esta noche inventaré una tregua, ya no quiero pensar más, contigo olvidaré su ausencia.
Narra Nao.
Por fin podía besar aquellos labios que solo había podido tocar en mis sueños más locos, sus manos treparon por mi tórax hasta llegar a mi cuello el cual rodeo y yo por mi parte rodeé su cintura con mi mano derecha y con la otra tome sus piernas.
- Nao...-susurro mientras aun nos besábamos, lo levante y lo lleve en brazos hasta el mullido sofá que se encontraba en un lugar bastante apartado de la sala- te quiero- me susurro con sinceridad y sonreí; lo recosté en el sofá para luego posicionar mi cuerpo encima del de Kai sin ejercer todo mi peso sobre él, no quería lastimarlo, quería amarlo como él se lo merecía.
Rompí el contacto de nuestros labios y descendí por su mentó hasta la pálida piel de su cuello, tan suave…tan perfecta. Sentí las manos de Kai colarse por debajo de mi playera haciéndome temblar de inmediato ante aquel delicioso contacto mientras que suspiraba excitado por sus simples caricias; él se tensó al sentí mi aliento en su cuello pero ladeo su cabeza para permitirme mayor acceso, sonreí lascivamente y procedí a lamer todas la extensión de su fino cuello hasta llegar a su clavícula.
Narra Kai
Se sentía deliciosas las atenciones que me daba Nao, me sentía en las nubes… ¿Cuánto tiempo llevaba sin sentir algo así?, demasiado tiempo. Me deje llevar mientras Nao quito mi playera y yo cole mis manos debajo de la playera de mi nuevo “amante”, recorrí con las yemas de mis dedos su bien formado pecho y haciendo círculos me deleite con su suave y tersa piel que me quemaba de tan solo tocarlo.
Nao por su parte seguía jugando con mi cuello, quería llegar a más me estaba aburriendo asa que con un esfuerzo sobrehumano de no caernos me volteen para que yo quedar encima de él, me coloque encima de su pelvis ante la mirada juguetona de él; ni bien ya estaba encima de él le quite la odiosa playera que cargaba puesta y descendí mis labios hasta sus pezones lamiéndolos y dándole leves mordidas.
- Ahh...Kai- gimió por lo bajo mi cachetón “amante”, he dicho ¿mí?, bueno puede ser algo bueno; seguí con mi trabajo de endurecer aquello botones rosados, uno con mi boca y el otro era atendido por mi mano la cual cruzaba dando leves toquecillos en la sensible parte. Cuando ya estuvieron endurecidos pase ambas manos por su torso mientras Nao solo se relamía los labios con su mirada clavada en lo que hacía; baje nuevamente mis labios pero esta vez al centro de su pecho por el cual baje hasta su ombligo llenándolo de besos y lamidas sutiles, esto comenzaba a encantarme.
Y si te como a besos, tal vez la noche será más corta, no lo sé.
Narra Nao.
La lengua de Kai invadió mi ombligo y entraba y salía a cada momento, se sentía delicioso, Kai parece ser tierno y lindo, hasta muy inocente, pero en este momento lo desconozco, las caricias que proporciona a mi cuerpo me dejan helado, justo ahora sigue entretenido con mi ombligo pero sus manos han descendido hasta la parte más delicada de mi anatomía, si…están encima del notable bulto que hay en medio de mis pantalones.
- Ahh Kai- no puedo evitar jadear el nombre de mi amante de esta noche al sentir sus caricias, sus dedos se pasean por el bulto y lo presionan de vez en cuando, es tan molestoso, quiero llegar, más lejos pero de la nada las caricias cesan y veo a Kai con la mirada baja.- ¿k-Kai?- pregunto confundido y con la voz entrecortada.
- No puedo Nao…-veo lagrimas asomarse por sus ojos y de inmediato me incorporo para tomar su rostro entre mis manos.
- Si puedes...-acaricio delicadamente su rostro y beso las lagrimas que descienden por sus mejillas- yo quiero que suceda…
- Yo-yo no lo sé- responde temeroso y proceso nuevamente a besar sus labios.
- No te hare daño Kai- susurro sobre sus labios y deslizo mi mano por su torso hasta llegar al bulto que hay entre sus pantalones, le aprieto levemente y el de inmediato abre su boca para soltar un leve gemido yo por mi parte aprovecho la oportunidad y introduzco mi lengua en su boca recorriendo cada parte que es posible.
- Nao…-se separa de mí y acaricia mi rostro- ¿no me dejaras solo?- vaya pregunta tonta, pero sé que es por el miedo que Kai siente, miedo a la soledad.
Yo solo no me basto, quédate y lléname su espacio, quédate, quédate.
- No podría…-lo miro directamente a sus ojos lloroso- te amo Kai y primero muerto
- Eso también lo decía Miyavi...-me respondió con nostalgia, ¡maldición! Y mil veces ¡maldición!
- ¿siempre es el, no?- respondo dolido y él e inmediato lo nota.
- Tu sabes mejor que nadie cuanto me dolió- nuevas lagrimas bajan por sus mejillas, me siento un maldito infeliz por hacerlo llorar y peor aún por no poder hacerlo sonreír; todo esto es culpa de Miyavi, si él no le hubiera hecho promesas tan falsas a Kai…si él no hubiera hecho lo que hizo….nada de esto hubiera sucedido.
*~flash back~*
Narra Kai
Después de aquella noche, Miyavi nunca más me volvió a mandar un mensaje, me saludaba a lo lejos pero jamás volvió a asomarse al estudio de ensayos cuando yo estaba solo y me quedaba hasta altas horas de la noche, mis compañeros de banda se dieron cuentas e intentaron animarme, pero nada lo hacía posible….cada día mi alma se desquebrajaba un poco más, cada acción de Miyavi me dolía.
¿Tan rápido me olvidó?
Creo que la respuesta es obvia.
Miyavi se fue, no dijo adiós, dejando rota mi pasión.
Luego vino su graduación y ese día ni me dijo nada, solo paso por mi lado, lo seguí de inmediato quería una explicación de su trato tan frio hacia mí y creo que seguirlo aquel dia fue una mala idea; en un momento de su camino se encontró con una chica, a la cual beso y se fueron caminando juntos.
Miyavi quizás ya me olvido y otro rozo su corazón.
Recuerdo que aquel día corrí y corrí por las calles como alma que lleva el diablo, las lágrimas no cesaban y ciertos pasos que venían detrás de mí tampoco, escuchaba mi nombre y en cierto momento llegue a pensar que era el para decirme cualquier cosa, así que detuve mi paso y sentí que alguien me abrazaba por la espalda.
- ¿Miyavi?- pregunte temeroso, pero el olor que desprendía quien me abrazaba no era el mismo que el de Miyavi.
- Lamentablemente no, Kai…-me respondió
- Nao….-susurre y me quebré totalmente, Nao me volteo y me abrazo contra su pecho.
- Calma pequeño, todo está bien…-me abrazo más hacia su cuerpo, yo temblaba y tenía espasmos gracias a mis sollozos.
- Miyavi…-era lo único ue podía susurrar
- Vamos, te llevaré conmigo…-y dicho y hecho Nao me llevo con él a su departamento donde pase la noche y se pasó velando mis sueños, al día siguiente obviamente tuve que decirle todo sin saltarme ni un detalle. Luego de varios meses me entere que esa tipa con la que vi a Miyavi besarse, se convirtió en su esposa y con los años le dio lo que yo no le podía dar…dos hermosas hijas.
Él fue el único que se atrevió a ayudarme….
El en verdad me quiere…
Y yo solo se decir su nombre, no recuerdo ni si quiera el mío, quien me abrigara este frio.
*~Fin del flash back~*
- Se que dolió…-me miro dolido, la verdad no sé qué me pasa, ¿desde cuándo Nao se ha hecho tan importante en mi vida? De cierta manera me duele verlo así de triste y más aun si es por mi culpa.
- Olvidemos todo- uno nuestros labios nuevamente sorprendiendo totalmente a Nao quien no tarda en corresponderme- quiero ser uno contigo…-le pido cuando nos separamos, obviamente ambos nos sonrojamos ante mi pedido.
- Hai…-contesta y volvemos a cambiar de posiciones; él retira mis pantalones junto con mi bóxer y va directamente hacia mi virilidad la cual toma entre sus manos.
- Ahhh…Nao- gimo al sentir como las yemas de sus dedos recorren mi pene desde la base hasta la punta, en esta última presionándola para darme mucho más placer.
- Gime mi Kai…-me susurra con un tono de voz sumamente sensual ante mis tímpanos y tal como él lo pide comienzo a gemir al compás de sus caricias sobre mi miembro.
- Ahhh…Nao…ahhh mas rápido- pido en cada nuevo gemido que escapa de mi boca, pronto sus manos son reemplazadas por su boca la cual humedece mi pene y sube de arriba abajo junto con su lengua.
Y si te como a besos, la noche será más corta, no lo sé, yo solo no me basto quédate y lléname su espacio, quédate, quédate.
Las lamidas que propinaba nao en mi miembro aumentaban cada vez más haciéndome gemir más de una vez, no aguante por mucho tiempo y me corrí en su boca; Nao trago mi esencia y lamio los rastros que quedaron en mi pene.
- Sabes muy rico Kai- me dijo en tono inocente
- Nao…continua-le pedí y el de inmediato acerco uno de sus dedos a mi entrada- no…
- ¿ah?-me pregunto confundido
- Hazlo de una vez…-cerré mis ojos totalmente sonrojado- métemela…-ni yo me había creído lo que había dicho
- ¿seguro?- me pregunto nuevamente
- Si, hazlo, penétrame…-le volví a pedir, esta vez él se sacó el pantalón junto con el bóxer y abrió mis piernas.
- ¿listo?- pregunto posicionándose entre mis piernas y tomando su pene entre sus manos.
- Sí..-susurre y espere a que Nao comenzara a entrar. Me penetro de manera lenta, dolía demasiado, lo tenía demasiado grande a demás que hace dos años que no tenía relaciones sexuales con nadie.
- Ahhh…Kai..-gimió roncamente- estas …Ahh demasiado estrecho maldición- entro completamente y se quedó quieto
- Muévete …-le pedí, aun me dolía demasiado e intentaba de no llorar
- No, es obvio que te duele
- Hazlo-le ordene
- Pero…
- Pero nada. Dale- le ordene nuevamente, el me obedeció y comenzó a embestirme lento- ahhh…ahhh-al principio mis gemidos eran de dolor, dolía demasiado, sentía que me rompería en dos pero ya luego el dolor seso y el placer invadió mi cuerpo.
- Ahhhh…Kai…-gruñía nao mientras las embestidas se volvían mucho más rápidas
- Ahhh..mas…-pedía mientras mi mente se cegaba a causa del placer que me proporcionaba Nao, envolví su cintura con mis piernas para hacer las embestidas mucho más rápidas y fue así como Nao alcanzo a tocar aquel punto que me enloqueció de placer totalmente- ahhh…allí ahhhh…
- Ahhh…Kai…te amo-me dijo pero yo estaba tan cegado por lo que sentía que…
- Ahhhh…yo también Miyavi…ahhh- respondí, tarde o temprano eso ocurriría, Miyavi siguen presente en mi mente…Nao solo es para pasar el rato o eso es lo que quiero creer.
Puede ser difícil para ti, pero no puedo olvidarlo, creo que es lógico…por más que intente escaparme…él está.
Unas horas jugaré a quererte pero cuando vuelva a amanecer, me perderás para siempre.
Narra Nao
Escuchar aquel estúpido nombre de sus labios me enfureció y de inmediato hice las embestidas mucho más salvajes, parecía que rompería en cualquier momento al pequeño que tenía allí entregándose a mí para tratar de olvidar, pero veo que hasta en esto lo recuerda.
- Ahhhh…ahhhhh- gemí un poco más mientras traicioneras lagrimas salieron de mis ojos, por supuesto que Kai ni se dio cuenta, estaba tan cegado por el placer; las embestidas fueron y vinieron, jadeos, gemidos, gritos, y mucho más hasta que por fin alcanzamos el orgasmo y nos corrimos, yo dentro de Kai y el entre nuestros vientres.
Y si te como a besos, sabrás….lo mucho que me duele este dolor.
Narra Kai.
Nao cayo encima de mi luego de que ambos llegamos al clímax….lo abracé hacia mí pero él no me correspondió, solo se quedó con el rostro hundido en mi pecho mientras ambos intentábamos de calmar nuestras respiraciones.
- Gracias nao…-le dije después de varios minutos – pero…
- Ya lo sé. No lo digas…-me respondió dolido sin levantar su mirada
- Nao…yo…-no sabía bien que decirle
- Si te abrazo, pensarás que es Miyavi, si te beso pensaras que es el….si-lo detuve de inmediato
- No, no pensare que eres el, porque…tú no eres igual a el-le respondí.
No encontré en tu abrazo el sabor de los sueños que Miyavi me robo, si me enredo en tu cuerpo sabrás que Miyavi es dueño de mi amor, no encontraré en tus abrazo el sabor de los besos que Miyavi me robó, me robó…..
- Lo sé…-salió de mi interior y comenzó a vestirse.
- ¿A dónde vas?- le pregunte mientras me tapaba con mi playera.
- Es tarde Kai…-volteo a verme- a demás no he cumplido con mi objetivo, no puedes olvidarlo porque no quieres- me sonrió con nostalgia
- Nao…-susurre y me levante de inmediato pero él se dio un paso atrás
- Kai, yo no soy importante para ti…-volvió a sonreír- mejor no te volveré a molestar
- No…-susurre pero él no me dejo terminar de hablar.
- No digas nada…será lo mejor- una rebelde lagrimas bajo por su mejilla, en ese momento algo se quebró dentro de mi…estaba lastimando a la única persona que al parecer me ha amado verdaderamente.
- Nao…no-intente acercarme pero él siguió retrocediendo- por favor, prometiste no dejarme
- Y no lo haré Kai...-tomo mi mano y beso esta- pero no será como antes…-¿ahora por qué duele tanto que Nao me haga esto?
- Nao…te amo-susurre y el me miro sorprendido
- No digas esas cosas Kai, nos veremos…- revolvió mis cabello e intento de irse pero lo retuve
- No…-susurre y las lágrimas de nuevo descendían por mis mejillas- de verdad…te amo
- Hace unos momentos gemiste el nombre de Miyavi, hace unos momentos llorabas por él, no quiero tu lastima Kai- se separó de mí y camino hacia la salida- nos veremos Kai, mejor vístete y sal de aquí, Sayonara.- sin más salió dejándome completamente solo.
Caí al suelo de rodillas y me eche a llorar…
Hace tan solo unos minutos Miyavi era tan importante para mi….ahora no significa nada…no lloro por Miyavi…Lloro por Nao…
Será que…
Muy en el fondo…
¿Me enamore de nao y use a Miyavi como pretexto para negar mis sentimientos reales?
No lo sé, solo el tiempo me lo dirá…
- Nao...-susurro y comienzo a vestirme lo más rápido para alcanzarlo- debo conquistarte….Aishiteru Naoyuki Murai…- Salí corriendo fuera de la sala de ensayo directo en busca de quien le he negado el amor que se merece…
Espérame Nao…
Fin.