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Amante prohibido por Aomame

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Notas del fanfic:

No puedo evitar escribir sobre esta pareja, y las ideas van y vienen, esto en un tanto, mucho AU, espero que eso no sea un impedimento para que lo disfruten. oh sí! habra un poco de todos contra todos XD pero TetsuxHyde es la pareja principal y tambien habra KenXYuki, porque no??

Amante prohibido.

Primer amor.

Hay recuerdos de la niñez que perduran a través del tiempo. Yo tengo muchos recuerdos de esa época pero solo uno es el más importante y valioso.

 Tan solo tendría seis o siete años, mis hermanas solían molestarme mucho, por ser el único niño, así que todas las tardes me escapaba de mi casa y caminaba hacia el parque, me subía a la resbaladilla y me quedaba ahí en lo alto mirando al cielo hasta que anochecía.

 Un día escuche que alguien lloraba, me baje de la resbaladilla y seguí el sonido del llanto, atravesé el parque y tras unos arbustos lo vi.

 Un niño de mi edad más o menos lloraba sentado en el pasto, a su lado estaba una bicicleta con una llanta chueca.

 -¿estás bien?- le pregunté.

 El niño volteo a verme, sus ojos claros estabán anegados de lágrimas, sollozó y asintió.

 -entonces ¿por qué lloras?- dije sentándome a su lado.

 El niño solo señalo la llanta chueca de su bicicleta.

 -oh ya. Te regañaran por ello ¿verdad?

 El niño negó. Fruncí el ceño, él seguía llorando.

 -oye, dime que es entonces…anda deja de llorar.

 Él volvió a mirarme, sollozó un par de veces más, hipó un rato más y entonces me contestó.

 Aun tengo su voz grabada en mi mente, era dulce y armoniosa, suave como una melodía aunque quebradiza por el llanto.

 -es que ya no podré usarla- dijo

-¿solo es eso?

-si- dijo haciendo énfasis con su cabeza.

- oye no te preocupes tiene arreglo.

-¿de verdad?

 Asentí.

 -¿en serio? ¿En serio?

-en serio- dije y le sonreí

 Él miró su bicicleta y luego a mí, alternativamente. Después correspondió a mi sonrisa, una sonrisa brillante e increíblemente tierna.

 -¿cómo te llamas?- me preguntó

-Tetsuya ¿y tú?

 Pero él no me contestó me sonrió y me dio un abrazo.

 -gracias Tet chan ya no estoy triste.

 Recuerdo que le sonreí otra vez y esa noche jugamos en el parque, solos en la oscuridad, mientras nuestras madres creían que estábamos en nuestra habitación durmiendo. En ese entonces no conocíamos el peligro, no conocíamos el miedo.

 La noche siguiente nos volvimos a encontrar, y el día que siguió a ese… en otra ocasión  llevaba su bicicleta arreglada, así que me subí en los diablos y dimos unas cuantas vueltas, jugábamos hasta quedar exhaustos, esos juegos se repitieron cada noche por una semana.

 Mi amigo nocturno era un niño muy guapo, seguramente cuando creciera las chicas estarían sobre él; y su personalidad era enigmática, podía ser un chico tierno y amable pero otras veces se le ocurrían maldades increíbles, era una especie de combinación angelical con un toque de malicia encantadora, esa forma de ser sin duda haría que las chicas lo amaran cuando creciera; en ese entonces no sabía porqué pero la idea de verlo rodeado de niñas me disgustaba mucho, porque era MI amigo, solo mío.

 Ahora se porque, a pesar de tener tan solo seis años ese niño cuyo nombre nunca pude saber fue mi primer amor. Una noche mi querido amigo no fue al parque, ni la siguiente, ni la siguiente, y entonces fui yo quien lloró amargamente. Él me gustaba mucho, más de lo que debería, él fue mi primer amor, un amor ingenuo e inocente.

 Ese es el más hermoso recuerdo que tengo de mi niñez y quizás de toda mi vida. Me gustaría encontrarlo de nuevo, me encantaría verlo otra vez, ¿qué tan guapo será? ¿Tendrá novia? O quizás… es como yo y entonces ¿Tendrá novio? Pero sobre todo ¿me recordará?

 No es que siempre me repita estas preguntas o que siempre piense en él, pero, cuando regresa a mi mente pienso en él intensamente, en su rostro, en su sonrisa, en su voz e incluso en sus lagrimas.

 De verdad quisiera encontrarlo de nuevo.

+++

 -¿en qué piensas?

 Dice el mal educado de mi sempai después de lanzarme un libro. No le contesto, le regreso el dichoso libro de la misma forma y me doy la vuelta en su cama.

 -¡hey! ¡Te estoy hablando!

-en nada- conteste de mala gana.

 Sentí  de nuevo el libro golpear mi espalda.

 -¡auch!- me incorporé y me giré para mirarlo molesto-¿qué demonios…?

-¿Qué demonios tú? –dijo levantándose de su silla y acercándose a mí a centímetros de mi cara- estabas pensando en él ¿cierto?

 Desvié la mirada al tiempo que sentía mis mejillas enrojecer. Mi sempai tomo mi rostro con su mano y me obligo a mirarlo.

 -es molesto. ¿No te lo he dicho antes? Tener sexo contigo mientras piensas en ese niño- me soltó y regresó a su silla, suspiró, alargó el brazo y alcanzó su cajetilla de cigarros- ¿además no te parece un poco enfermo?

-no pienso en él mientras tenemos sexo no seas idiota- le dije, me levante y busque mis pantalones alrededor de la cama, los encontré junto con mis bóxer.

-pero siempre lo haces- dijo colocándose el cigarrillo entre los labios- no importa que hagas o donde estés, piensas en él.

-¿y a ti qué?- le espeté cerrando la cremallera de mi pantalón- solo es sexo ¿o no? ¿En qué demonios de afecta?

 Mi sempai encendió por fin el cigarrillo, le dio una calada y me miró con una sonrisa.

 -en nada…es cierto, solo es sexo… Sin embargo Tetsuya, tal vez deberías buscarlo ¿no crees? Si tanto le necesitas.

-no dije que lo necesitara, solo es un recuerdo agradable. Fue mi primer amor, ¿Qué tú no recuerdas a tu primer amor?

-primer amor mmmm…- repitió mirando su cigarro con interés- nop, no lo recuerdo, porque no lo he tenido, es absurdo tener algo así ¿no crees? Solo te ata… como tú y tu amigo sin nombre, no puedes excitarte sin pensar en él.

-  ¡oh cierra la boca! Ya te dije que no pienso en él cuando tengo sexo.

-pero si después… ¿por qué?

 Guarde silencio, eso era cierto, mi recuerdo favorito  venía a mi mente cada vez que tenía sexo con alguien.

 -no lo sé- y era cierto.

-yo te diré porque- dijo mi sempai levantándose de su asiento por segunda vez.

 A diferencia de mi no se había vestido, seguía cínicamente desnudo. Se acercó de nuevo y expulsó el humo de su cigarro en mi cara, sabe cuánto detesto que haga eso, por eso sonríe de medio lado, por eso lo hace. Cuando el humo se disipo su rostro se acerco al mío, de forma que sus labios casi tocaban los míos.

 -hay dos opciones- continuó- uno: piensas en él después de tener relaciones porque te sientes culpable, porque no es él, aunque sinceramente no creo que sea esta opción. Y dos: tienes sexo porque después puedes pensar en él, esta opción sí que puede ser la correcta.

-serás imbécil- dije frunciendo el ceño molesto

-analízalo- dijo mi sempai sin separar su rostro- por eso eres tan promiscuo.

-¿promiscuo?... no puedes culparme si me gusta tener sexo

-cierto- sonrió- pero acéptalo buscas sexo por que te excita saber que después pensaras en él.

 Y dejó caer un beso suave y sinvergüenza en mis labios cerrados, antes de regresar a su asiento y terminar su cigarrillo.

 -es molesto- le dije poniéndome mi camisa

-¿el qué?

-que fumes siempre, después de revolcarnos

-jajaja ¿lo ves? Eres un impúdico. Tú tienes a tu niño, yo tengo mi cigarrillo. Solo es sexo ¿cierto? ¿A ti en qué demonios te afecta?

-cierto- dije y salí de su habitación.

+++

 Mi sempai tenía su habitación en el edificio oeste de la zona de dormitorios, así que tenía que atravesar un pequeño jardín que dividía los cuatro edificios, ya que mi habitación estaba en el edificio este.

 No tenía nada que hacer ese día así que pensé en ducharme e ir a algún lado, o quizás me quedará dormido y soñará con mi dulce amigo, tal vez  Ken tiene razón y es algo enfermo, estar enamorado de un niño de seis años… aunque pensándolo bien solo lo estoy de un recuerdo, en este momento él debe tener mi edad, debe estar en segundo de preparatoria como yo, y debe estar usando un uniforme de verano, como es fin de semana quizás estará en la playa en bermudas jugando voleibol o nadado o surfeando…en bermudas…en la playa… ¿cómo será su cuerpo ahora?

 Ahhh soy un pervertido, Ken tiene razón, soy un promiscuo impúdico, enamorado de…

 -disculpa

 Casi, casi tropiezo con un chico, suspiré por el susto que me dio y lo miré, tenía pinta de delincuente, llevaba lentes oscuros pantalón de mezclilla, una chamarra y playera negros, su cabello estaba ligeramente largo lo suficiente como para poder amarrárselo con una liga, estaba sentado en una enorme maleta que obviamente era suya.

 -dime- le dije  un tanto desconfiado.

-¿Dónde está el edificio este?

-¿el edificio este? Voy para allá si quieres sígueme.

 El chico se encogió de hombros, y se levantó de la maleta, al hacerlo noté que no era muy alto, bueno yo tampoco lo soy. Y me siguió arrastrando su maleta.

 -¿de qué grupo eres?- pregunte

-no sé

-¿Cómo que no sabes?- dije girando mi rostro para mirarlo de reojo- ¿qué no eres de esta escuela?

-nop- dijo-no hasta ayer

-ya. Eres transferido… ¿pero no es muy tarde ya para eso?

 El chico volvió a encogerse de hombros. Llegamos a la entrada del edificio.

-¿en qué piso está tu habitación?

- en el tercer piso, habitación…- el chico busco en los bolsillos de su chaqueta y saco un pequeño papel- habitación 20

 Me detuve de improviso y sentí como chocó contra mi espalda

 -oi avisa- dijo

-¿habitación 20?

-sí ¿porqué?

-esa es mi habitación.

+++

 Los alumnos de mi preparatoria no consiguen el privilegio de una habitación individual hasta   que  están en tercer grado. Sin embargo mi antiguo compañero fue transferido a principios de este año, así que había disfrutado de una larga temporada de soledad, pero al parecer esa temporada llegaba a su fin, y tenía que tocarme un chico raro de compañero.

 El chico miró a su alrededor, una vez dentro le mostré cual era su cama, su escritorio, su armario,  de forma que se acomodará como mejor le pareciera.

 -oi- dijo- no es justo tu cama da a la ventana.

-yo llegue antes que tú, es justo- dije frunciendo el ceño y a la defensiva, no iba a permitir que me quitara mi cama.

 El chico me miró a través de sus lentes oscuros y me sonrió. Una sonrisa que me pareció conocida, de algún lugar lejano.

 -¿cómo te llamas?- dijo

-Tetsuya ¿y tú?

- Tetsuya ¿eh?- y me sonrió de nuevo de forma dulce- pues hola Tetsuya, puedes decirme Hyde.

+++

 -¿ese es tu nombre?- ¿Qué clase de nombre es ese? Pensé.

-no dije que lo fuera, solo dije que puedes llamarme así.

-¿y porque no me dices tu nombre?

-un nombre es la forma en cómo nos identifica la gente ¿o no? a mi me identifican como Hyde, Hyde me gusta, llámame Hyde, Hyde es mi nombre.

 Me sentí mareado con tanto Hyde. Pero al mismo tiempo me sentí divertido, así que le sonreí.

 -pues bienvenido, Hyde.

-Gracias.

+++

 

-así que tienes un nuevo compañero de habitación… ¿es guapo?- dijo mi sempai, Ken, fumando de nuevo, solo había cambiado el escenario, en esta ocasión estábamos en un bar.

-no lo sé- dije- traía lentes oscuros, unos grandes. Además solo me duche y vine para acá…por cierto ¿qué haces aquí?

-buscando diversión ¿qué más?

-y yo soy el promiscuo.

 Ken sonrió, dio una larga calada a su cigarro y me miró.

 -los dos lo somos Tetsu, los dos lo somos… ¿y cómo se llama?

-dice que lo llame Hyde… no, no es su nombre real-dije adivinando su pregunta

-¿entonces?

 Me encogí de hombros como lo hizo mí ahora compañero de habitación hace un par de horas.

 -pues si es guapo, avísame.

-¡oh cállate! Él quizás ni siquiera…

-eso se soluciona Tetsu… ¡oh por dios!- dijo mi sempai y se le iluminaron los ojos- eso sí es belleza

 Me di la vuelta para ver lo que él veía. Un joven vestido de negro, de cabello ligeramente largo y suelto había entrado al bar. Un joven extremadamente atractivo digno sin duda del adjetivo de belleza. Lo miré con la boca abierta, justo como la tenía Ken.

 El joven giró sobre sus talones y fijo su vista en nosotros, alzo su mano en forma de saludo y camino en nuestra dirección.

 -¿lo conoces?- preguntamos al unísono Ken y yo

-no- nos contestamos al mismo tiempo.

 El joven llegó y nos sonrió, más bien me sonrió.

 -ne Tet chan me enseñas el rumbo, te seguí hasta aquí- dijo y sonrió- soy nuevo aquí así que… ¿puedo quedarme contigo?

 Asentí  atontado.

 -genial

-¿Quién eres?- pregunto Ken a mi lado.

-Ah  hola, puedes llamarme Hyde- dijo y sonrió de nuevo.

-mucho gusto- dijo Ken haciéndome a un lado y tomando su mano- yo soy Kitamura Ken, tu sempai, puedes visitarme siempre que lo necesites.

-gra-gracias

 Fruncí el ceño, yo mejor que nadie sabía que significaban esas palabras, ese Ken nunca pierde el tiempo y menos si un chico joven y guapo  entra en su campo de visión. Me  interpuse entre ellos y tome del brazo a mi compañero de habitación arrastrándolo lejos de mi sempai pervertido.

 -es simpático- dijo Hyde

-uuhm no tienes idea. Oye- me detuve a mitad del camino- ¿cómo me llamaste hace un rato?

Hyde miró hacia el techo intentando recordar, era un gesto que lo hacía ver inocente y tierno como un niño pequeño que olvido donde dejo su dulce favorito.

 -Tet…Tet chan- dijo, luego me miró, sus ojos eran de un color café claro, transparente, irradiaban una especie de luz diferente, una luz cautivante- ¿te molesta? Si lo hace ya no te diré así.

 -n-no, está bien, dime como quieras- Hyde me sonrió y reanude mi marcha con él detrás de mí.

 Era curioso después de 11 años alguien me decía como solía decirme mi dulce amigo de la infancia “Tet chan” no me molestaba que Hyde lo dijera, eso era lo extraño, porque yo solo quería que esa palabra la dijera él, mi primer amor.

Notas finales:

Si les gusto un review por fis, sino tambien XD se que no digo mucho, pero solo es el comienzo. Verdad que saben quien es Hyde? jeje  solo Tetsu lo ignora...

ciao!


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