Los días de enfermedad.
Uchiha Madara, cualquier hombre a su edad, aparte de estar muerto, sería muy preocupante que enfermaran incluso un simple resfriado sería mortal.
-Así que ya sabes que tienes que mandar a Itachi y….-dijo con voz nasal mientras se masajeaba la garganta-un segundo…-dijo levantándose la máscara y bebiendo agua.
Bajo el trozo de madera naranja que le tapaba la cara, hizo un gesto de molestia cuando sintió como le dolía al tragar su irritada garganta. ¡Y encima apenas podía respirar! ¡Genial! Lo que le faltaba.
-…Kisame… ya no sé ni que estaba diciendo-gruñó Madara.
Pein le observó serio, escuchándole atentamente, con esos ojos muertos suyos, y rostro inexpresivo.
-Con todo mi respeto, Madara-sama…-dijo Konan a su espalda avanzando hacia ellos-quizás debería descansar, para recuperarse de su virus, puede delegar el nosotros.
Madara se colocó en su sitió la máscara y negó con la cabeza, un poco aturdido.
-Si…-dijo encogiéndose de hombros-si, supongo que está bien.
Dijo avanzando hasta la salida.
-Bien, me voy a descansar-dijo saliendo de la habitación.
Y como el mundo es una gran superficie piramidal, siempre paga el que menos culpa tiene, ya que los de abajo tienen que ser pisoteados para que los de arriba sigan en su puesto, el pobre Zetsu que había conseguido un tiempo de descanso fue el elegido por Pein para cuidar de Madara.
-Estoy seguro de que se puede cuidar solo, es bastante mayorcito de hecho.
Pein le miró aburrido.
-Solo el de pelo anaranjado.
Zetsu suspiró, rindiéndose antes de comenzar la discusión y avanzó por el oscuro pasillo hasta llegar cabizbajo a la habitación del pelinegro y llamar a la puerta.
-¿Tobi? Soy Zetsu…
-Pasa…-dijo una voz dentro.
El bicolor abrió la puerta entrando por fin al cuarto completamente a oscuras.
Y ahí estaba Uchiha Madara, tumbado en la cama, sin mascara, observándole con ojos de enfermo (de pervertido XD, no, es broma)
-Ma… Madara-sama, Pein dijo que me quedara a cuidar de ti.
-¿A… si?-preguntó medio dormido.
Zetsu solo asintió.
-Pues lárgate, anda, me puedo cuidar solo-contestó el Uchiha.
Zetsu apretó los puños, conteniendo la rabia y se marchó de la habitación.
"Es más borde que de costumbre, ¿Y a nosotros qué? Si dice que nos vallamos mejor para nosotros, no quería perder nuestro día cuidando de un viejo."
Se digirió al despacho de Pein para comentarle como su misión había sido suspendida por el líder, y que volvía a su día libre. Se posicionó a la puerta del despacho dispuesto a llamar cuando dentro, oyó unas voces, y como espía que era, se quedó a escuchar.
-¿Viste lo que pasó? Si las cosas siguen a este paso, Madara morirá-dijo Konan.
-No digas eso Konan… no como si fuera algo bueno…-dijo Pein.
-Pero lo es ¿o no?-preguntó-te quedarías con el control completo, Pein. Tú podrías decidir, no más planes de conquista mundial, solo la paz…-dijo la chica.
-Es un virus común, no morirá por eso…
-¿Quién sabe? Es muy mayor ya…
Zetsu se sorprendió. Sus ojos abiertos de par en par, mientras retrocedía en sus pasos, hasta que su espalda dio contra la pared.
Estaba tan perdido en sus pensamientos que no regresó al mundo real, hasta que no chocó contra ese muro de la guarida.
Si el plan de Pein y Konan era perfecto. Lo mejor que le podría pasar sería que Madara se muriera. Entonces no tendría que pelear en ninguna guerra estúpida de esas, ni arriesgarse a ser traicionado por Madara, pero algo dentro de él se retorció en agonía, con la sola idea de que el moreno se muriera. ¿Y a él que más le daba? No tenía sentido preocuparse.
Abrió el cuarto de Madara de par en par, y cerró la puerta a su entrada.
-¿No te dije que te fueras?-preguntó mirándole medio dormido.
-Ya, pero a mí me mandaron cuidar de ti.-dijo cogiendo un montón de sabanas y colocándolas encima de Madara.
-¿Qué haces?-preguntó el moreno.
-Estabas tiritando-contestó.
-¡Tch!-dijo colocándose bien las nuevas sabanas.
El bicolor se sentó a su lado observando al Uchiha dormir. ¿Por qué quería cuidarle? No tenía sentido. Tampoco era como si nunca hubiera sido amable con él. Si para Madara era solo un subordinado manipulable más entonces para él sería solo un jefe. A esa conclusión había llegado pero… cuando vio al Uchiha temblar en su sueño, rápidamente se acercó a él preocupado.
Quizás hasta el más peligroso, enfermo es el más dócil. Quizás el más fuerte, a veces es el que más protección necesita.
Se colocó encima de él una pierna a cada lado de su costado, y se inclinó, besándole la frente, comprobando de esta forma si tenía o no, fiebre.
"parece que tiene unos grados de más, ¿Con qué se baja la fiebre?"
El Uchiha abrió los ojos encontrándose con Zetsu que dejó de besar su frente y se encontró con sus ojos rojos penetrantes.
Rápidamente calló hacia atrás, apoyando todo su peso sobre las piernas de Madara. Su rostro estaba totalmente sonrojado, y ambas mitades balbuceaban escusas que al Uchiha no le interesaban, mientras desviaban la mirada.
De pronto ambas partes callaron sorprendidas cuando se encontraron acorrucados al lado de Madara y este tapándoles a ambos con las mantas.
-¿Q… qué haces?-preguntó el de pelo verde muy rojo.
Madara, por su parte pasó un brazo por la cintura de Zetsu, y le pegó a su pecho, mientras situaba su boca en la oreja del menor.
-Tenía frio…-le susurró.
Zetsu podía sentir como el cálido aliento de este chocaba contra su sensible oreja.
-Hueles muy bien-dijo bajando su nariz por el cuello de este.
Zetsu se sonrojó aun más y se agarró a Madara que besó débilmente su cuello.
-Y sabes muy bien…
-Duérmase Madara-sama…-dijo con ojos llorosos Zetsu-está delirando…-dijo triste.
Por un momento había sido tan idiota como para creerse las palabras de Madara, que solo estaba ardiendo de fiebre. Nada más.
Había pasado mucho tiempo en realidad desde ese evento pero hoy no podía evitar recordarlo.
-M… día libre… m…dormir más…-murmuraba Zetsu mientras se estiraba, más dormido que despierto.
Unos escalofrió comenzaron a recorrer su cuerpo cuando sintió unos labios besando su cuello. Esos labios tan cálidos, contra su fría piel…
-M… Zuzu-murmuró, bajando hasta llegar a su hombro, el Uchiha entre besos.
-Dormir… dormir…-dijeron ambas mitades revolviéndose entre los brazos de Madara.
-No creo que vayas a dormir mucho-dijo besando su cuello-¿Sabías que esta es una zona muy sensible a la mínima caricia?-pregunto antes de lamer a lo largo el cuello de Zetsu.
El bicolor gimió provocando que el otro sonriera satisfecho.
-Zuzu… no me lo pongas tan difícil… no te voy a hacer nada, solo quiero… besarte un rato-. Le sonrió Madara.
Zetsu enrojeció de nuevo.
-De… déjame dormir-dijo-Además ambos sabemos que nunca te detienes con unos cuantos besos…
-Pero hoy si, hoy no me encuentro bien-dijo besando su cuello.
Zetsu, se sobresaltó y rápidamente consiguió deshacer el agarre del moreno y separarse de él, provocando que este gruñera.
-¿Qué te encuentras mal?-preguntó el bicolor.
Madara asintió.
-Pero no es para tanto.
-Eso déjamelo decidir a mi-dijo Zetsu inclinándose para posar sus labios sobre la cálida frente del Uchiha.- ¡Estás ardiendo!
-Ya sabes que me encantas por las mañanas-bromeó Madara bajando sus manos hasta el trasero de este.
Zetsu trató de separarse del Uchiha, mientras una vez más se ruborizaba.
-Voy a buscar algún libro o algo sobre como bajar la fiebre…-dijo Zetsu.
-Pregúntale a Sasori, tiene libros que pueden servir-dijo tranquilo Madara pasándose la mano por la garganta-me duele ¿Me traes agua?
Zetsu gruñó antes de salir de la habitación con un portazo y un "Estúpido viejo vago".
Al cabo del rato volvió con un libro gordo, y un vaso de agua que dejó al lado del Uchiha.
-Toma el libro, busca donde ponga algo de cómo bajar la fiebre.
Madara cogió el libro de las manos del bicolor y pasó páginas hasta llegar a la que le interesaba.
-¿Qué? ¿Qué dice?-preguntó Zetsu mirando al Uchiha.
De repente vio como la ropa interior de este era lanzada por el aire e iba a parar a su regazo, y que estaba sentado al lado del Uchiha en la cama.
-¡Madara-sama!-se quejó completamente rojo.
-El libro dice que me quite la ropa para perder el calor, ya que eso hará que la temperatura aumente.
-No creo que se refiera también a la ropa interior-dijo rojo, Zetsu.
El bicolor suspiró y el Uchiha sonrió malignamente mientras tiraba a Zetsu sobre la cama y se ponía encima de él.
El bicolor balbuceó algo mientras Madara sujetó sus muñecas e introdujo su mano debajo de la camisa del menor.
Zetsu gimió y cerró los ojos.
-m… no por favor estás enfermo…-dijo antes de gemir-Pa… par… ¡Ah! ¡Madara!-gimió cuanto este pasó su mano por su entre pierna.
Y entonces…
-¡Ah…! ¡Ah…!-el Uchiha hizo amago de estornudar.
En un ágil movimiento Zetsu se deshizo de su agarre y se alejó.
-¡No me contagies, idiota!
-No iba a estornudar… ven aquí-dijo Madara extendiendo sus brazos.
Zetsu negó con la cabeza mientras cruzaba sus brazos. Y el Uchiha suspiró, molesto a ver la magnífica oportunidad que acababa de perder.
Madara cogió el libro, que había caído olvidado al suelo y leyó el resto de las instrucciones.
-¿Qué dice el libro?-preguntó Zetsu inocentemente.
-Dice que me tengo que ir al baño… y que tú te vas a venir conmigo y que…
-¡No pienso hacerlo!-dijo Zetsu muy rojo.
-Venga Zuzu… no puedes negarte a mí, soy más fuerte-dijo él Uchiha atrayéndolo hacia él por la cadera mientras este trataba de resistirse de forma inútil-y soy tu líder….-dijo bajado una de sus manos hasta su trasero-¿Por qué no eres obediente?-dijo lamiendo su cuello-¿Eh? ¿Monada?-preguntó antes de morderle ligeramente la oreja.