Son ya casi las 12:30 de la madrugada, y no puedo dormir, vuelvo de nuevo, por esto a sufrir… hace horas que solo doy vueltas en la cama, suavemente, claro, no quisiera atormentar el apacible sueño del hermoso ángel que tengo al lado…
Muchas de las vueltas que he dado, me he quedado viendo hacia un solo lado, admirando su majestuosa belleza de sirena, iluminada solo por el tenue reflejo de la luna llena…
Esto es lo que me mantiene aun despierta… son estos momentos cuando puedo observarle, sin sentir su intimidante mirada sobre mi… y no, no es que ella no me guste… sería un error fatal siquiera el insinuarlo, esta mujer es la causa y la razón de mi vida… siempre estuve esperando… pero…
Aun no me siento completamente segura de ser suficiente para ella…
Estas noches, en que me he quedado despierta, solo viéndola, y recordando de su misma alma la belleza, y su increíble forma de ser…
Es simple y complicado a la vez… y ella sabe, que no lo haré… hmp… ella sabe que soy incapaz de decir un sencillo ‘’te quiero’’, ella sabe que no puedo… que no me atrevo… ¿Por qué?
Me levanto lentamente de mi cama, ya son las 12:55, vaya que se me pueden ir minutos, horas, días y meses como agua entre los dedos, solo pensando en ella…
Me dirijo hacia la ventana de la habitación, acerco una silla, y me recargo en el marco de madera de la ventana con algo de descuido… pego la yema de mis dedos contra el frío cristal… levanto mi vista, y ahí esta… la luna llena, y las estrellas, antes lo más bello que hubiera visto, ahora lo segundo…
-¿Qué es lo que puedo hacer para que sepa que la amo?-, Le pregunto a la nada, y ella me responde con silencio…
-¿Cómo hago para que sepa que le quiero más que a mi vida?-
-¿Qué le adoro más que a la luna y las estrellas?-
-Cómo hago para que se entere de que mi vida no tiene sentido si ella no esta conmigo…?-
-¿Cómo hago para decirle que la amo?...-
De pronto sentí algo parecido a unos delgados brazos en mis hombros, que luego se enroscaron en mi cuello en un suave abrazo… entonces recordé que la nada no era tan cálida, y mi corazón se emocionó al sentir el calor del mar tan cerca de mí…
Mi ángel, la dueña de mis pensamientos y corazón…
En ese preciso momento, mi cuerpo estaba hecho una perfecta maraña de emociones…
Por un lado estaba intensamente feliz por sentir su calor sobre mí cuerpo… y por el otro nerviosa, temerosa de pensar que hubiera escuchado lo que dije…
-Lo sé… Haruka…-
Susurró levemente a mí oído… cosa que antes hubiera prendido mi libido, ahora solo hizo que mi corazón se parara, y mi respiración se cortara unos cuantos segundos… hasta que volvió a hablar…
-No tienes que decirlo… y no quiero que te veas forzada a hacerlo… yo también te amo… y no quiero que lo olvides…-
Yo lo sé, lo sé, pero aun así…
-No lo olvido-, Fue mi simple respuesta seca y sin nada más…
-A veces parece que sí-, Respondió ella de la misma manera…
-No lo hago…-, Conteste tomando la ofensiva de nuevo…
De repente tomo mi rostro con sus gráciles manos de violinista, se colocó al lado mío, y me obligo a verla a los ojos…
Su mirada me mostraba algo que aun no lograba identificar muy bien, era una extraña mezcla de melancolía y tristeza…
No pude evitar bajar la mirada…
-Ahí esta otra vez… siempre que intento verte directamente… bajas la mirada, ¿Por qué?...-
-¿Quieres saber realmente porque?-, Pregunte amargamente, con mi garganta a punto de hacerse un nudo…
-Sí-, Respondió ella sin titubear…
Volví mis ojos hacia ella… con la mirada más sincera que pude sacar desde el fondo de mi alma…
-Por que siento que no valgo lo suficiente para ti… es más, lo sé, se que eres lo mejor que me ha pasado… pero no se como es que, alguien como tu pudo llegar…-, No pude evitar que mi voz se quebrara, -… A estar con alguien como yo…-.
Ella me vio con más tristeza y dolor que antes, y yo volvía a bajar la mirada… no podía verla así…
Pero luego sentí algo que me hizo sentir mucho mejor… sus dulces labios estaban sobre los míos… y sentí… como lagrimas descendían de sus ojos mientras esto pasaba… me sentí culpable…
Nos separamos y ella me abofeteo con fuerza, pero no mucha… solo lo suficiente para voltearme la cara y desconcertarme de sobremanera… aunque se que me lo merecía…
-No quiero que vuelvas a decir algo semejante a eso… Haruka Tenoh… tu… eres mi vida, y no dejaré que nadie… ni siquiera tú misma, te haga daño… de esa forma, prométeme que no volverás ni siquiera a pensarlo…-
-Michiru…-, Susurré y con ayuda del viento, mis palabras llegaron a sus oídos… pero no le dí tiempo de que siquiera las entendiera… pues mis labios aprisionaban de nuevo los suyos, por que en realidad lo sentía… sentía seguridad, sentía cariño… no… sentía amor…
-Te amo…-, Y al fin pude decir esas escasas palabras que significan tanto cuando en realidad las sientes…
Ella dejo una de sus manos en mi mejilla, acariciando el lugar golpeado… -Lo se… prométemelo…-
-¿Que?-, Ella infló sus mejillas en forma de reproche y me golpeo suavemente de nuevo…, yo amaba eso de ella, y ella lo sabía… y una sonrisa se formó en mi rostro, reflejo de lo que sentía en ese momento…
-No juegues conmigo Haruka Tenoh, que puede irte muy mal…-
-Espero tener esa suerte…-, Conteste con todo el descaro de mi persona…
Después de todo ella lo sabe…
Que no prometería, que a veces no me mostraría como soy, que no diría las cosas que quería oír, pero ella lo sabía, pues me conocía mejor que nadie…
Pero sobretodo ella sabía que la amaba…
Y a veces con eso es suficiente…