Sebastián pov
Caminaba por las calles de Italia, mi vida había perdido sentido alguno, desde que comí su alma, extrañaba a ese conde, extrañaba bañarlo, ver su rostro a satisfecho cuando le cocinaba, enseñarle cosas, su olor y sobre todo lo extrañaba a él, cada parte de su hermoso y delicado cuerpo, su cabello tan suave y sedoso, esos ojos azules, sus labios, esos labios que tanto deseaba tocar, pero como decían los humanos “nunca se sabe lo que se tiene, hasta que se pierde” lo amaba tanto quería gritarlo a los 4 vientos, ya habían pasado 300 años estaba enloqueciendo, lo necesitaba como nunca imagine, iba tan pensativo que no me fije por donde iba y tropecé con un chico de 15 años
-¿acaso eres ciego?- me dijo el chico de ojos azules y cabello de igual color
-¡olvídalo, llegaremos tarde a clases y ya sabes cómo se pone Lau sensei!- dijo un rubio de ojos azules llevándose a rastras al enojado Ciel
-¿Ciel?- dijo con una sonrisa, viendo como se iba calle arriba- entonces reencarnaste- dijo Sebastián con una sonrisa melancólica.
Habían pasado una semana desde ese encuentro fue entonces cuando
- he tu- vi a un chico corriendo hacia mí, por lo que vi acababa de salir de clases, ya que traía puesto un uniforme que lo hacía ver muy provocador, me detuve y él se acerco
Autora pov:
-¿mmm…?- dijo Sebastián
-cuando tropezamos, esto se enredo en mi ropa, y extrañamente llego a mi bolsillo- decía confundido entregándole un parche al mayor (si supieras que era tuyo)
-gracias- “por que yo lo metí a propósito” pensaba Sebastián
Ciel se dio la vuelta dispuesto a marcharse cuando
-no te vayas…- Sebastián hablo muy triste
-¿Qué?- lo miro confundido “y a este qué diablos le pasa” pensó
-mmm…que…bueno ¿quieres tomar algo?- “lo único que quiero es que no te alejes de mi”
-no lo creo, eso no sería normal y si me ve Lizzy tendré que despedirme de mi vida- dijo
-¿Lizzy?- “que sucede él nunca le ha dicho Lizzy”
-si Lizzy, mi novia ¿Por qué?- dijo mirándolo extrañado (nota: el único propósito de Lizzy en esta historia es para sufrir sin ofender a los fanáticos de ella cualquier cosa me lo comentan para no hacerla sufrir mucho)
Sebastián sintió un odio creciendo es su interior
-nada, no creo que su novia le preocupe que coma conmigo- dijo tratando de ocultar su celos
-claro, y ¿en dónde?- dijo Ciel
-te parece ¿en un restaurante 5 estrellas?- “tengo que comprobar cuanto ha cambiado”
-¿eso no sería mucho dinero?- dijo Ciel
-no claro, o ¿nunca ha comido en uno de esos restaurantes?- dijo el mayor
-claro que sí, siempre- dijo dudando un poco
-¡Ho! tranquilo mi cielo, yo soy un hombre de mucho dinero, no tengo malas intenciones- dijo mirándolo pervertida mente, claro el menor no lo noto
-bueno…supongo que no estará nada mal- dijo
-bueno, entonces vamos en mi auto- dijo agarrándolo por la cintura
-¡oye que le pasa!- dijo alejándose del de mirada roja
-lo siento no volverá a pasar- “o por lo menos lo intentare”