Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quasimodo por Destroy_Rei

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Holiii! Primero que nada, este fic no me pertenece (: Lo escribió un amigo, el mismo de Verdaderos sentimientos, asi que todo el crédito creativo se va para él, a quién le da flojera crear una cuenta propia xD 

 

Notas del capitulo:

¡A leer~!

Octubre, 2008

 

Kim Kibum: 17 años

Choi Minho: 16 años

 

Quasimodo

 

Y era obvio, tantos años viviendo juntos; terminarían por hacer que Kim Kibum sintiera cosas por su compañero, de vida a estas alturas. Aunque aún así no sabía como afrontar lo que le sucedía cada vez que lo veía sonreír. Le bastaba con sentirlo cerca para no saber qué hacer. Pero algo no estaba bien y era eso lo que provocaba el intenso pesar del joven Kibum; Choi Minho no compartía las mismas preferencias que él.

 

Ambos formaban parte de un grupo conformado por cinco integrantes, apadrinados por una importante casa discográfica. Y era precisamente Minho quien siempre era el primero en sentirse atraído por las chicas más lindas de Seúl. Kibum jamás ha sido un chico demasiado normal, mientras sus compañeros pasaban tiempo soñando con el día en que tuvieran una novia y pudieran desposarse, Kibum prefería estar solo con su Mp3Player y solo pensar en que no se sentía igual a los demás, si bien esto no le preocupaba, si le preocupaba la imponente presión que sentía al mirar a Minho a los ojos.

 

-Choi.. ¿Me veo mal con esto?- Dijo el mayor mostrando unos pantalones ajustados que traía puestos

 

-No, de hecho me gusta cómo te quedan, y ya sabes Hyung, si fueras chica ya serías mi novia- Respondió con su tierna sonrisa adolescente

 

-¡Idiota!- Contestó Kibum sabiendo que esas palabras otra vez no lo dejarían dormir por la noche

 

El menor rió y abrazó al de pelo más corto con ambos brazos sin saber que este dejaría todo por responder ese abrazo con un beso tierno. Y es que su boca... su boca era tan irresistible, tanto como su carisma flameante y esa alegría en sus grandes ojos al mirarlo.

 

Más tarde ese mismo día un nostálgico Kibum se encontraba encerrado en su habitación, como de costumbre, oyendo música y divagando recostado en su cama mientras miraba las nubes del atardecer reflejadas en su ventana. La situación se estaba volviendo insostenible para el mayor, ya eran dos años esperando que un milagro sucediera y Minho al fin tocara a su puerta y entrara a su cuarto; esta vez, siendo su novio...

 

Y todo se volvía aún más confuso, y es que claro, tenían que pasar tanto tiempo juntos, que cualquier situación llevaba a Kim Kibum a pensar que este mismo tiempo juntos había logrado al fin provocar algo en el joven Minho. Entre tanto juego adolescente, en una casa donde viven cinco púberes solos, algo debía pasar.

 

Kibum creía que si bien Minho no sentía lo mismo, en algún momento podría haberse planteado el hecho de que quizás Kibum era más que lo que el esperaba de una chica, y siendo un chico había llegado mas hondo en el interior de Minho que cualquier amiga que este hubiese tenido Incluso que su mejor amiga Sulli (De otro grupo en entrenamiento de la misma casa discográfica), quien parecía provocar algo más que amistad en Choi Minho. Y en cierto modo era así, Kibum era siempre el primero en enterarse de todo lo que le sucedía al menor, más bien el único; Minho tenía una personalidad en extremo introvertida. Y este simple hecho, era para el de apellido Kim, algo muy especial, solo por el hecho de conocer mucho a Minho.

 

No supo en qué momento, se durmió mirando las nubes con una lagrima en la mejilla; y junto a él estaba la agenda que su compañero más querido le había regalado en su último cumpleaños, estaba abierta y con un lápiz sobre una de las hojas, y esta tenía un largo texto escrito..

 

"Te extraño, tanto que no sé como expresarlo, llevo tanto tiempo guardándolo y me siento tan seguro de tu no sientes lo mismo, que esto me hace doler hasta lo que no sabía que tenía. Aun no se qué tengo que hacer, como debería reaccionar. Me cansa el tener que seguir esperando, me parece tan absurdo todo lo que me haces sentir. Me descontrolas, destrozas y vuelves a armar solo para volver a romperme. Me dueles, me duele saber que por vez primera quiero a alguien y no sirve de nada.

 

Me odio, nos odio, te quiero, te espero, me decepciono. Lloro, no entiendo, pero te quiero, ¿Qué hago? No lo controlo, me desesperas, te extraño, no me quieres, no como yo quiero, cambias, empeoro, te llamo, me ignoras, desaparezco y por fin entiendo que me he enamorado.."

 

-Ch... Choi?- Llamó en medio de la noche sin recibir ninguna respuesta

 

Había sido otro de esos sueños en los que ahí, y solo ahí podía tenerlo, pero todos esos sueños venían siempre acompañados de “el despertar” y esa fuerte sensación de vacío que lo acompañaría todo el día siguiente. Fue tan doloroso despertar y no ver a nadie a su lado, que una lagrima selló sus ojos prefirió volver a dormir, quizás estaba a tiempo de alcanzar a Minho en sus sueños.

 

 

 

-Kibuuum! ¡Despierta!- Escuchó a lo lejos -Es primera vez que te quedas durmiendo mas allá de las nueve- Dijo Minho sacudiendo suavemente el cabello del mayor

 

-Oh F*ck Choi, ¿Tenias que despertarme?- respondió Kibum arrepintiéndose en el mismo momento que pronunció su apellido; Choi

 

-Lo siento Hyung, es solo que si duermes, es como si no estuvieras, y si no estás la casa se siente tan vacía- Afirmó Minho sin vacilar; mirándolo a los ojos

 

Esas palabras parecieron detener el tiempo para el que se apellida Kim, y el brillo en sus ojos no pudo ocultarse, Se mantuvo divagando...

 

-¿Hyung? ¿Hyung, estás bien?-

 

-¡Sí! Si, lo siento me distraje- Mentía

 

-Hyung, Te quiero mucho ¿Sabías?- Dijo Minho sin esperar respuesta y salió a paso tranquilo pero firme de la habitación de Kibum

 

Kibum no supo cómo reaccionar y calló, lentamente se puso de pie, fue a la ducha sin decir palabra alguna, y volvió vestido a la habitación, su mirada estaba perdida; la situación se estaba volviendo insostenible...

 

El joven Kim, recordó que la noche anterior había escrito algunas líneas en la agenda tan preciada, fue a buscarla para esconderla, como siempre hacía, como siempre escondía todo lo que le causaba dolor, como siempre escondía sus sentimientos, como siempre se escondía…

 

-Lo único que me faltaba, que la dichosa agenda no esté por ninguna parte-

 

Kibum estaba cansado de tener que pasar siempre por lo mismo; Adorar a Minho en secreto y no poder contarlo a nadie más que a su propio reflejo cuando se encerraba por horas a llorar en el baño luego de haber vomitado debido a las náuseas que le producía el sentirse enamorado. El desgaste de dicha situación le trajo a Kim Kibum como consecuencia una personalidad más apagada que solo brillaba en los momentos en los que podía expresarse de una sola forma, a través de Choi. Así fue transcurriendo el tiempo y tres años pasaron.

 

La situación del joven Kim (Ahora apodado Key) se había vuelto insostenible, y fue esto mismo lo que ayudó a detonar una sucesión de hechos irremediables que en cierto modo, Key agradecerá dentro de la miseria que creía sentir...

 

 

-Choi... ¿Porqué a veces eres tan frío?, ¿Nunca has pensado en enamorarte; realmente?- Dijo el que aún mantenía el cabello mas corto

 

-No lo sé realmente, muchas veces creo que me siento feliz así; y no significa que no quiera formar una familia mas adelante y sentirme totalmente completo, pero por ahora creo que tengo a mis amigos, quienes completan ese vació, te tengo también Kibum Hyung-

 

¿Porque Minho parece no ser sincero? Quisiera que por una vez me diera su cien por ciento y abriera todas esas páginas de su pasado que evidentemente oculta... -¿Seguro?- Susurró el mayor con una dulce expresión llena de un doloroso amor

 

No, claro que no, ¿Como puedo mentirle así? Como puedo expresarle que muy en el fondo siempre he necesitado a alguien a mi lado, una sola persona a quien mirar y saber que nunca mas estaré solo en el mundo, alguien que este ahí para poder ver el brillo de sus ojos antes de dormir, y ser yo aquel; el primero que vea al despertar, el único que necesite para ser feliz, y ser capaz de hacer feliz a alguien solo con mi querer... -¿Sabes Hyung? No lo sé del todo.. Hay cosas que jamás te he contado, bueno, que jamás he contado a nadie, cosas que he sepultado muy dentro de mí y que me cuesta mucho remover, pero puedo confiar en ti, ¿No es así?, eres mi mejor amigo y si no te cuento todo. Entonces ¿A quién? Seria como traicionarte..- Dijo con completa serenidad saliendo de sus brillantes ojos

 

Dolió, tres palabras como mil espejos rompiendo en su cabeza "Seria como traicionarte...” ¿Acaso tu has sido del todo sincero Kibum? ¿No es una traición confundir la amistad que él te entrega, con el amor que tu quieres corresponder?, Entonces ¿Estas traicionándolo por partida doble? -Quieres contarme.. Escucharé cada una de tus palabras-

 

-Todo empezó como una discusión, era tarde, y dormía. No sé si desperté por los gritos o el fuerte golpe contra la pared. De cualquier forma; me levante lo más rápido que pude y corrí a ver que sucedía. ¡Un ladrón! Fue lo primero que pensé, hasta hubiese preferido que fuese un ladrón... Tenía doce años y no estaba preparado para ver lo que encontré... Los gritos venían de la habitación de mis padres. Mi miedo creció tanto como puede crecer el miedo de un niño de doce años corriendo descalzo a oscuras, abrí la puerta..-

 

-Choi, ¿Te encuentras bien?- Preguntó Key preocupado mientras observaba como una amarga lagrima recorría el rostro del menor y bajaba por su cuello perdiéndose en su pecho.. Sin notar que otra lagrima bajaba pero esta vez por su propia mejilla...

 

-Abrí la puerta y vi a mi madre ocultándose entre sus brazos, vi a mi padre de pie junto a ella con un puño alzado y una expresión que no reconocí. El olor a alcohol putrefacto impactó de lleno contra mis fosas nasales y el reflejo de mi esfínter no tardó en devolver toda mi cena. Quise esconderme, pero entendí que no podría esconderme de lo que mi propia mente me repetiría una y otra vez sin cesar. Así que sin saber de donde tomé las agallas; entre a la habitación y grité con todas mis fuerzas: "¡Detente!".. Mi madre me miró avergonzada y por primera vez en la vida me sentí completamente solo, las personas que se suponía debían protegerme, eran la propia amenaza. Lo empujé, lo empujé sin ninguna esperanza, arroje un puñetazo sin fe y ordené a mi madre que se levantara del piso. Salí de la habitación a paso firme como si el planeta se me derrumbara detrás, con los ojos llenos de ira y lagrimas fui por mi hermano, le preparé algo de ropa, tome su mano y salimos de ese penoso espectáculo... Mi madre llena de vergüenza se nos unió cuando logró incorporarse...-

 

-Esta bien pequeño Choi, si quieres puedes parar...- Dijo Kibum entre sollozos

 

-Su rostro amoratado me daba nauseas, ¿Porqué permitía que todo esto pasara?. Esa noche la pasamos en un hotel, esa misma noche me hice una promesa... Escúchame bien Key, yo jamás estaré completo hasta que pueda enamorarme de alguien, incluyendo todo lo que esa palabra implica, amar, respetar, cuidar, proteger, entender, apoyar, ser amado, ser respetado, ser cuidado, ser protegido, ser entendido, ser apoyado... ser ama.. amado.. Pero muchas veces un pánico me invade, me paraliza, y me hunde... Cada vez que pienso en lo que una relación interpersonal implica todos esos recuerdos vienen a mi mente y me desaniman.. Y no hablo solo de una relación de amor, hablo también de una relación de amistad, de una relación de hermanos... Me aterra entregar todo y ser decepcionado otra vez... Bien Hyung ¿Esto contesta tu pregunta?- Resonó su voz en la habitación silenciosa, una sonrisa llena de lagrimas se dibujó en su rostro y fue correspondida por un fuerte abrazo del mayor...

 

Minho se levantó y caminó a su habitación lentamente, como si esperara que Kibum lo detuviera y no lo dejara solo nunca más, o al menos por esa noche, sabía que sería una larga noche, sabía también que no se dormiría inmediatamente. Pero Key no hizo nada, no notó tampoco el momento en el que el menor se detuvo como esperando. Por su parte Kim quedó con muchos sentimientos encontrados, se sumaba un dilema mas a su situación de amor, ahora era él quien estaba siendo del todo sincero, pero a su parecer estaba atado de manos; hiciera lo que hiciera estaba haciendo lo incorrecto. Por un lado podía confesar todo el amor que sentía por su amigo, y entregarle todo lo que necesitaba, sabía que nadie más podría darle todo el amor que él mismo podía entregarle. Pero por otro lado estaba muy al tanto de que probablemente todo lo que el tenía para dar, no era lo que Choi necesitaba. Varias veces había escuchado al menor nombrar a Sulli; una hermosa y muy adorable chica, amiga de ambos y en especial de Minho, era casi obvio que este estaba comenzando a sentir cosas por ella. Que desgracia la suya, saber que hacer, saber exactamente como reaccionar y no poder hacerlo.. Por miedo.

 

 

 

-Choi... tengo que hablarte, tienes tiempo?

 

-Claro, ¡Para ti siempre tengo tiempo Hyung!

 

-Escucha... lo que debo decir es algo muy importante para mi, y llevo tanto tiempo guardándolo que incluso dejará un vacío en mi cuando lo libere, pero si no lo hago, va a matarme..- Te amo, te amo aunque no me ames, duele... ¿Como te lo digo?, es tan fácil cuando lo pienso...

 

-¡Wow! Pareces serio Hyung, me imagino que no es tan simple hablar, quiero decir, por la forma en que hablas... Suerte que nadie va a interrumpirnos; los demás no llegarán sino dentro de cuatro horas...-

 

-¡¡Escúchame!! Y perdóname... He aprendido a conocerte, he aprendido a quererte, he aprendido a leer tus ojos como leo un cuento para niños, y peor aún, he aprendido a apreciarlos.. Desde el principio te volviste alguien muy importante en mi vida, pero de un tiempo a esta parte te has vuelto el más importante. No sé en que momento, no sé como pero terminé enamorándome de ti Minho, y me pesa tanto, tanto que no lo soporto, pero sin embargo veo tu sonrisa y todo cambia, cuando no quiero existir más apareces tu con ese animo tan encantador y haces que todo se vuelva felicidad, ¿Como no voy a enamorarme de alguien así? ¿Como no voy a querer estar con alguien así? Compartir todo su ánimo y su amor por la vida. Con esa personita que me mira y me invita a entregarme, a entregarme por completo sabiendo que va a valorarme, cuidarme y entenderme...-

 

-¡No llores! No eres un niño Kibum. Con respecto a lo que acabas de confesar solo puedo decir una cosa...-

 

-Entenderé, no te preo... Preocupes- Estalló en llanto

 

-¡Cállate te dije! Y escúdame bien porque no lo repetiré, realmente creo que es una lastima, es una pena que nuestra amistad haya comenzado a morir en el preciso momento que te has enamorado, y hoy terminó por extinguirse.. ¿Sabes Hyung? ¿Sabes por que se termina nuestra relación de amigos? (...) ¡Contesta! ¡Di algo!-

 

-Es mi culpa, perdóname...-

 

-Se termina hoy, porque también hoy nace algo nuevo. Pensé que jamás te atreverías a decirlo..- Tomó al mayor por la cintura y lo besó como nunca pensaron que se besarían, para ambos esto era nuevo, y no por el hecho de estar con otro hombre, sino porque para ambos era también su primer beso

 

-No puedo creerlo...- Seguía llorando el mayor pero ahora con la sonrisa mas sincera que pudo expresar

 

-Yo también te amo Kibum, comencé a notarlo desde el día que sin querer encontré la agenda que te di, estaba abierta y tenía algo escrito, enseguida supe que te referías a mi, empecé a verte de otra forma y descubrí que nadie me ha querido como tu y estoy muy seguro que nadie lo hará, ¿Como no voy a amarte también? Eres maravilloso Key, realmente lo creo así...-

 

Lo volvió a besar pero ahora con una seguridad que jamás había sentido, las caricias se vieron en extremo preciosas en ese momento, y no solo se vieron, lo eran, eran un tesoro siendo descubierto, juntos. Todos los miedos de Kibum eran ahora pasado, y una felicidad abrumadora lo invadía, nada podía separarlos de ahora en adelante. El menor acariciaba su cuerpo contra el del mayor, la excitación no tardó en manifestarse de maneras físicas, la adolescencia ayudaba bastante, y una erección frenética nació de parte del mayor cuando Kibum rozó su mano sin querer contra la estructura fálica creciente de Choi. Luego de unos cuantos roces intencionales, finalmente lo tomó con la seguridad que los ojos del de cabello más largo le daban...

 

-¡Ki.. Kibum!- Soltó su nombre entre gemidos cuando este tocó su miembro con los dedos fríos y llenos de placer. Incluso en ese momento de éxtasis podía sentir el amor que este le transmitía...

 

El de mayor edad no sabía bien como reaccionar frente a todo, así que lo único que pudo hacer fue masturbar al menor mientras este lo besaba y recorría su espalda y llegaba a su trasero con la punta de los dedos

 

-Choi.. ¿Se siente bien esto?- Dijo justo antes de frotarlo con mas fuerza con una mano y recorrer su abdomen con la otra llegando hasta sus botones

 

-Hyung.. Me enloquece la forma en que me miras, quiero que seas mío, mío y para siempre- Logro decir entre respiraciones marcadas y la mirada cortada por los parpados apretados con fuerza

 

Minho detuvo al menor, si este seguía era muy probable que su placer llegara a un clímax irreversible, Lo tomó en sus brazos y lo llevó a la habitación mientras lo miraba a los ojos sin decir palabra alguna, el mayor solo se refugiaba en su regazo y no podía dar crédito a lo que estaba viviendo. Choi dejo caer a su; ahora amante, sobre la cama y comenzó a desvestirlo, su cuerpo, sus manos, su falo, sus ojos felinos, todo lo invitaba a devorarlo pieza a pieza. Cuando al fin lo tuvo indefenso sobre la cama le abrió las piernas y se poso en medio mirándolo a los ojos. Tomo el miembro de su compañero entre sus dedos, era de menos tamaño, era distinto, jamás había tomado otro que no fuera el propio, rió inocentemente antes de frotarlo lentamente mirándolo a los ojos.

 

El mayor se sentía completamente anestesiado por algo que no lograba entender, todo se sentía deliciosamente bien, aun no lograba percatarse de que estaba haciendo el amor con el hombre que amaba y lo que era mejor aún que este también lo amaba a él. Tardó unos segundos en entender que debería quitarle la ropa también, pero lo hizo, de una manera completamente excitante, como su hubiera nacido para eso, y en cierto modo era así, había nacido para amar a Choi Minho.

 

Para cuando ambos estaban desnudos sobre la cama con una mirada cómplice que solo ellos podían entender, Key estaba avergonzado debido a los gemidos que el menor lograba sacarle solo con una mano, estaba justo a punto de acabar..

 

-Mi... Minho, no... nnn.. No puedo- No logró decir la palabra "más" cuando todas las muestras de placer que tenía para dar hubieron recorrido sus cuerpos adolescentes y excitados por primera vez

 

El menor sonrió y tomo los restos de Kibum que quedaron en sus dedos, los miró y se abalanzó como lobo en luna llena sobre su presa, lo besó, lo devoraba entre caricias, miradas y besos, la mano cargada con la esencia de Key comenzó a jugar tímidamente entre las piernas del mayor, llegando exactamente a su entrada. Hubo una pausa

 

(...)

 

-Hyung- Su voz sonaba distinta, más varonil, más deliciosa, más enamorada -Hyung.. Te amo- Dijo mientras uno de sus dedos; húmedo por la esencia de Kibum entraba en el cuerpo de este, lenta y placenteramente. Por nada del mundo quería lastimarlo, pero por otro lado quería entrar en él, hacerlo suyo, una y otra vez sin detenerse

 

Kibum no logró articular palabra, estremecido por una serie de factores que desordenaban sus pensamientos, los retorcían y se vertían desde su boca como quejidos suaves y miradas repletas de felicidad. El cuerpo del menor, musculoso, abrillantado por el sudor mineralizado, la luz tenue de su lámpara de noche hacia parecer la escena como el cuadro mas hermoso que podría pintarse.

 

El segundo dedo entró ahora causando mas presión, el dolor asustó al mayor pero este miedo no era uno del que quisiera huir, más bien quería llegar a el, aterrársele y no dejarlo ir más. Los dedos finos del mayor recorrían el rostro del ángel que estaba a punto de entrar en él, lo miraba, lo miraba y no podía parar. -Te amo- Intentaba repetir; "Te amo mas que a nada en este mundo y me haces el hombre mas feliz en esta tierra" era lo que quisiera decir.

 

Para cuando el tercer dedo estuvo dentro, el menor entendía que todo a lo que tuvo miedo se había esfumado, tantos años escondiéndose, tanto tiempo escapando de esto, parecía un error, un hermoso error, que de no haber sido así, no podría gritar al mundo a partir de ahora toda esa dependencia que sentía por su Hyung

 

-Creo que estas preparado ahora Hyung-

 

-Desde el primer momento lo estuve, para ti, por ti...-

 

Esas palabras lo emocionaron, pero no lo detuvieron y posó el falo tibio, excitado y maximizado sobre la entrada del mayor. Lo miró a los ojos y dijo -Gracias por entregarme este momento Hyung, nadie podría haber sido mejor compañero en esto; en la vida, que tú-

 

Entró lentamente en el cuerpo de Kibum, mientras lo besaba tiernamente, le parecían en extremo preciosos los gemidos que este soltaba. Le parecía tan bello el hecho de que sus cuerpos estuvieran conectados, y que el movimiento de uno, repercutiera en el otro. Los movimientos lentos comenzaron a exacerbarse y se convirtieron en embestidas amorosas pero firmes, sensuales, cálidas y pacientes.

 

El mayor aferrado al cuello del menor sentía que sus uñas destrozarían la espalda de este, pero intentaba contenerse y rasgaba suave y superficialmente la musculada espalda de Minho, que para ese momento había entrado completamente en él, y le provocaba a ratos, temblores dignos de una primera vez.

 

Las embestidas fueron cada vez más salvajes y las frases de cariño salían de su boca solo siendo superadas por las muestras de placer de ambos, era perfecto, todo era perfecto. La respiración agitada de Minho junto a la cara de Key, los parpados apretados de este, refugiado junto al rostro del menor. Tantos años esperando este momento y aún así nunca pensó que sería tan maravilloso, tan elegante, tan suave y magnánimo.

 

-Aqu.. Aquí voy Hyung- Fue lo único que alcanzó a decir justo antes de sentir como marcaba para siempre al; pocos meses mayor. Al mismo tiempo sintió como un fluido tibio recorría su abdomen. Había sido Kibum.

 

Kibum a lo lejos creyó escuchar su canción favorita, (Una canción de su propia banda SHINee), nada podía ser más perfecto. Trató de volver a reiterar su amor por el menor, pero la canción comenzó a sonar cada vez más fuerte y la figura exquisita de Minho empezaba a desvanecerse, la habitación se volvía más y más oscura. El sonido de la canción ya no parecía encantador, era más bien molesto y la habitación oscura ya no era el refugio de ambos. Estaba solo, y la alarma de su teléfono móvil no paraba de sonar. Era "Quasimodo" que acababa de despertado...

 

 

 

Todo el siguiente día, y varios de los posteriores pasaron dejando una amarga sensación en el corazón del joven "Key". No podía creer como había podido llegar a la felicidad máxima para luego tener que despertar y caer de golpe a la realidad. Estaba solo.

 

Para cuando estuvo un poco mas repuesto de su medio terrible; medio glorioso, sueño la vida no tardó en golpearlo mas fuerte.

 

-¡Hyung! Estoy tan contento, creo que es primera vez en lo que llevo de vida que comienzo a sentirme recompensado con mis esfuerzos- Explotaron las palabras en los oídos del mayor

 

-¿Ah, sí? Me alegra mucho, pero, ¿A que se debe tanta felicidad? En cualquier caso puedo notarlo en tu sonrisa, brilla mucho mas que de costumbre- Tragó saliva el mayor, esperando cualquier respuesta menos la que sabía inminente; "Sulli"

 

En efecto, Minho llevaba un tiempo tratando de que la chica se interesara por el, dulce chica por cierto. Y al fin sus ganas habían dado frutos; Por fin había logrado besarla...

 

-¿Un beso? Que... que encantadores- Mentía

 

-¡A que te alegras por mi! Estoy seguro que no dentro de mucho será mi novia...-

 

Una excusa simple y una prisa exasperada llevaron al joven Kibum al baño, las nauseas parecía que iban a matarlo, como si todos los órganos fueran a salírsele por la boca. Directo al retrete, mas de la mitad de la cabeza metida adentro y el vomito escurría entre sus dientes, las lagrimas bajaban por su rostro y mezclándose todo en una fatal combinación caían juntos esperando purgarse de las culpas y toda la pena. Podía verlo frente a sus ojos; el amor de su vida, el único que había podido amar, largándose de la mano de la chica que amaba, y ni siquiera podía reprocharle nada. La muchacha era una excelente persona, y lo mas doloroso; el no era nadie para reprocharle nada...

 

(...)

 

Así fue pasando el tiempo, treinta días pasaron y Kibum lentamente fue apagándose, ya no era el mismo. Aunque hacía bastante tiempo que había dejado de ser el mismo, este último mes había caído en un poso sin fondo y día tras día solo esperaba estrellarse con el fondo para así nunca mas despertar. Lo más desesperante de todo era sentir como su vida parecía estar decidida a escapársele de las manos, y no poder hacer nada para aferrarse a ella; no querer hacer nada.

 

Aunque lo único que deseaba era correr a los brazos de su Minho y que este nunca mas lo soltara, no era tan egoísta como para destruirle lo que estaba viviendo; un noviazgo adolescente, tierno y casi inocente. Tampoco podía, porque no sabía como...

 

-Kibum, hace un tiempo que te veo diferente, siento que algo te pasa y me siento terrible por no saber que es. Te amo Hyung, y me apena demasiado notar que estas triste y no ayudarte. Tú siempre has estado ahí para mí, ahora quiero ser yo quien esté ahí por ti.- Dijo con su sonrisa tierna y comprensiva el menor

 

-No es nada, es solo cansancio, hemos tenido mucho trabajo, y quizás a mi me afectó mas que al resto, tranquilo, y yo también te amo...-

Esas palabras le sonaron tan sinceras, tan reales que quiso llorar, pero no lo haría, no se permitiría preocupar a su adorado compañero

 

-Mmmh... Si tu lo dices... Aunque no me convence deberé creerte. Hyung, hay algo mas que quería hablar contigo, es con respecto a Sulli- La cara de satisfacción del menor era imposible de ocultar

 

-Dime-

 

-Lo que pasa es que... Bueno... Nosotros...- No paraba de darle vueltas al asunto como cuando un niño pequeño quiere pedir un juguete costoso y sabe que no ha hecho meritos por el

 

-¿Si...?-

 

-Creemos que es tiempo de estar juntos, llevamos al rededor de un mes saliendo juntos, y creo que hoy al fin es el día en que podré sentirla todo lo cerca que quisiera...-

 

-(...)-

 

-Pero me preocupa que si sucede; sería mi primera vez, y aun no sé bien que debo hacer. Y si, si, se que debería hacerle estos comentarios a JongHyun Hyung, pero el solo se reirá de mi, y no me entenderá como tu. Nadie como tu Kibum Hyung...-

 

-¡Adelante, que aproveche! Solo disfruta y no estés nervioso, pero tampoco te obligues, todo a su tiempo pequeño- Una lágrima se concentro parpado inferior del de ojos más felinos...

 

-Hyung...-

 

-Tranquilo, solo me emociona ver como ha pasado el tiempo. Si cuando te conocí ni siquiera necesitabas afeitarte, y todos comprábamos la ropa en el sector de niños... Es eso lo que me emociona- Se abrazó al menor mojándole la camiseta con sus ojos llorosos

 

-Gracias Hyung, sabía que nadie mas podría alentarme mejor que tú-

 

Minho salió de la habitación de "Key" llevándose con el los últimos atisbos de vida que le quedaban al mayor. Tan pronto como Choi saliera del departamento, todas las pocas ilusiones que Kibum tenía quedarían por completo destruidas, pero ahora no tenia pena, no esta triste ni tampoco se sentía desolado, solamente se sentía exhausto, con ganas de por fin descansar.

 

No pasó mucho tiempo para que Minho fuera a despedirse del mayor, pidiéndole que le deseara suerte por última vez...

 

-Esta bien Kibum Hyung, dame un abrazo y deséame suerte. Te amo, recuérdalo. Ah si, por cierto, te guardé la cena en el horno, come ¿Si? Hazlo por mí, últimamente te has alimentado pésimo. Ya okay okay, nos vemos. ¡Te amo Hyung!- Salió del departamento con todas las ganas de que lo de Sulli resultara, aunque no podía quitarse de la cabeza a su Hyung.

 

¿Que estaba pasando?, ¿Porque su Hyung estaba tan triste últimamente?, ¿Porque el no estaba ahí consolándolo, en vez de estar saliendo con una chica?, ¿Que era mas importante?...

 

Por su parte Kim Kibum, tenía todo muy claro, sus expectativas acababan de irse para nunca mas volver, tampoco quería esperarlas más, si bien esperaría por siempre, lo haría si supiera que quizás algún día lleguen, en su caso, la convicción era otra. No tenía nada mas que hacer, caminó al baño; el departamento de la banda estaba vacío. Tenía los ojos llenos de lagrimas, pero solo por una razón, nunca mas estaría ahí para ver sonreír a su Minho, quizás Choi lo necesitara y él nunca mas estará para escucharlo. Era lo único que lo apenaba de su fatal resolución. No ver mas al pequeño que había conocido hacía tantos años y que desde ese momento había empezado a amar.

 

Los pasos al baño parecían eternos, quizás porque era el último viaje a este, quizás porque en el fondo de su corazón le hubiese gustado tener otro final. La decisión era un hecho, al igual que su llegada al baño. Entró, se miró en el espejo, sus hermosos ojos felinos estaban hinchados, rojos, húmedos. La pena negra que tenía se reflejaba junto a él como un espectro que le repetía una y otra vez "Hazlo". Abrió un cajón junto al lavabo, noventa y ocho píldoras no recubiertas, las contó una a una. Las puso en un recipiente fue a la cocina. Antes de salir del baño le echó un ultimo vistazo, como despidiéndose.

 

Cuando estuvo en la cocina, tomó siete vasos, siete serían suficientes para tragar todas esas pequeñas pastillitas. Los llenó con agua, cristalina, pura y muy fría. Los puso todos en una bandeja y los dejó en la mesa de la cocina. Se tomó un tiempo para recorrer con la mirada cada cosa que estaba en la cocina. El horno, miró el horno y recordó: "Ah si, por cierto, te guardé la cena en el horno, come ¿Si? Hazlo por mí". No pudo evitar llorar como un niño unos minutos. Se calmó y encendió el horno micro-hondas, Tardó treinta segundos en dejarle la comida en el punto exacto de calor que le gustaba, tomó una silla y se sentó en completo silencio a comer. Si Minho le había pedido que comiera, él lo haría encantado. La cena estaba deliciosa, la mas sabrosa que había probado, la comió toda sin dejar ni una sola migaja, como si fuera la ultima. Corrección, era la ultima. Tomó un lápiz y un post-it. "La mejor cena que he probado, nunca dejes de prepararla..." Lo pegó justo en la puerta del micro-hondas.

 

Tomó su bandeja, con siete vasos con agua y noventa y ocho píldoras para diferentes usos, y se dirigió a la habitación del ser que mas había amado en toda su vida, si en algún lugar quería encontrar su final, era en uno que tuviera impregnado el olor de Choi Minho. Entró silencioso, encendió la lámpara de noche, y puso todo sobre la mesita junto a la cama. Se recostó, miró el techo, pensó como hubiese sido sentir su primer orgasmo en esa cama, siendo embestido por el hombre que amó, enseguida salió de sus cavilaciones, miró el recipiente con píldoras y comenzó a tragarlas, tragó cinco por trago de agua, así la tarea sería menos agotadora. Cada vez que daba un sorbo al vaso con agua decía casi sin voz lo mucho que amaba a Minho y también lo mucho que lo extrañaría. Así, casi sin darse cuenta llegó a las ultimas ocho pastillas. Estas las tomó de dos en dos. Antes de llegar a la noventa y seis su cuerpo había dejado de reaccionar y sus ojos se habían cerrado...

 

(...)

 

Entró rápido a la casa, venía acompañado por Sulli, finalmente había sido ella quien lo había ayudado a darse cuenta que lo que sentía por su Hyung era mas que simple cariño casi de hermanos, era amor, amor real... "Es cierto Minho Oppa, si bien sabes que yo te quiero mucho, el sentimiento y el lazo que los une a ti y a Kibum Oppa, es mas fuerte y yo no puedo luchar contra ello. Me duele, pero prefiero apartarme antes de que los resultados sean peores. Quizás tu no has notado como te mira, pero yo si. Y si eso no es amor, no se que podrá serlo realmente. Creo que deberíamos volver y decírselo"

 

Las palabras de Sulli habían sido la llave que abrió sus ojos y lo ayudaron a ver todo lo que no había visto durante tantos años. Aunque no dejaba de parecerle extraño comenzar a ver a su Hyung como "el hombre de su vida",  sabía que quería estar con el, llegar y abrazarlo sin dejarlo ir mas. Además ahora entendía toda la pena que Kibum estaba sintiendo y porque el cambio en su comportamiento. Confiaba en que llegaría y lo encontraría leyendo o escribiendo, como siempre, solitario con ese semblante triste que este ultimo tiempo lo acompañaba. Jamás pensó que se encontraría con el escenario que presenció al llegar a su hogar...

 

Sulli entro detrás de Minho a la habitación de este luego de haber revisado las demás habitaciones. Sus ojos se abrillantaron y llevase las manos a la boca, no creyendo lo que veía. Kibum, recostado en la cama con los ojos aún húmedos, con el rostro pálido y los labios secos, estaba frío. Junto a él, cinco vasos vacíos y uno derramado junto a la cama, dos píldoras en sus manos y dos más en un recipiente sobre una bandeja junto a la lámpara de noche.

 

Minho tampoco podía creerlo, era imposible. "No, no es cierto" se repitió a gritos mientras tomaba a Kibum en sus brazos.

 

-¡Despierta! Despierta por Dios despierta, Te amo, no es posible, Dios, por favor, ¡¡¡Despierta!!!...- Repetía con la mirada perdida mientras golpeaba inútilmente el pecho del mayor tratando de despertarlo...

 

Sulli por su parte, impactada corrió a la cocina, no tenía esperanzas de que estuviera vivo realmente pero decidió llamar a la ambulancia de todos modos, mientras estaba al teléfono vio la nota en la puerta del micro-hondas y la guardó en su bolsillo.

 

-Ya viene la ambulancia, acabo de llamarles, por favor Oppa, cálmate, confiemos en que todo estará bien, creo que su corazón aún late-

 

-Todo es mi culpa, mi culpa, ¿Porqué no noté antes en sus ojitos cuando me miraba?, ¿Porque yo no me di cuenta de todo lo que sentía por él', si tan solo lo hubiese notado antes...- Las palabras de Minho en cierto modo dolieron en Sulli, aunque sabia que estaba en lo correcto, y estaban en una situación en extremo intensa, aun así; dolían un poco. Pero sabía que podría reponerse

 

Todo se vio como una escena de película, cámara lenta, blanco y negro y los paramédicos arrebatándole el amor de los brazos, un amor que a cada segundo iba muriendo. Con tanta desesperación, casi quiso pelear con los paramédicos cuando quisieron separarlos, por nada del mundo quería sentirlo lejos, menos pensando que podía... Morir.

 

Cuando vio que se lo llevaban en una camilla, entendió que quizás esa era la ultima vez que vería a su Hyung. Sulli, actuando como la más madura, gracias a su carácter calmo y sereno. Se ofreció a llevarlo a la clínica donde llevaron a Kibum. "No estas en condiciones de conducir" Dijo acertadamente.

 

Catorce minutos tardaron por carretera en llegar, catorce minutos que parecieron años para Choi. Ambos lloraban en silencio, pero no decían palabra alguna, no sabían que decir y la situación ya era bastante extraña antes de encontrar a Kibum casi sin vida en la casa. Sulli sacó de su bolsillo el Post-it y se lo puso en las manos a Minho. Lo miró como diciéndole que estuviera tranquilo. "La mejor cena que he probado, nunca dejes de prepararla..." Estalló en llanto y se aferró al papel como si fuera el mismo "Key". Llegaron al hospital.

 

-Voy a ser sincero. Por cierto, ¿Son familiares? Bueno da igual, el chico ingirió una gran cantidad de fármacos, entre ellos unos que actúan como relajantes musculares, y que al actuar como depresores, bajan la intensidad de los latidos del corazón para finalmente detenerlo...-

 

-Doctor por favor dígame, ¿Vivirá?- Casi gritó entre llantos el de la sonrisa hermosa

 

-No me grite jovencito, no soy sordo. Como les decía, ingirió relajantes musculares, pero ingirió una dosis baja, quizás cuatro dosis, no mas, y eso acompañado de que acababa de comer, resultaron en salvarle la vida. Ahora le haremos un lavado de estomago, y en un par de días podrá volver a casa. Espero que este crío no vuelva a hacerme perder el tiempo, hay mucha gente que quiere vivir y necesita de doctores como yo, quienes por perder el tiempo en suicidas no podemos salvar otras vidas...-

 

-No se preocupe doctor, yo mismo voy a encargarme de que sea feliz y vuelva a amar la vida mas que a nada- Dijo el joven Choi, con espasmos causados por el inmenso gozo que le causaba escuchar que su Kibum viviría

 

-Críos...- Se fue silbando tranquilamente el doctor, mientras miraba la hora como si eso fuera lo mas importante en el mundo...

 

(...)

 

Al día siguiente, por fin el mayor recobró la conciencia, el menor por su parte no se había movido de la sala de emergencias donde esperaba noticias de su Hyung. Por fin podría pasar a verlo.

 

-Hyung, Perdóname por no notarlo antes, perdóname, perdóname, ¡¡perdóname!!-

 

-Cho... Choi ¿Que pasó?, ¿Donde estoy?-

 

-Tranquilo, no te esfuerces. No pasó nada, estas conmigo desde ahora- Sonrió tratando de calmar a su Hyung

 

-No entiendo, yo debería estar...-

 

-No hay nada que entender. Y ni siquiera lo digas, tu deberías estar conmigo, Hyung. Anoche cuando llegué venía precisamente a contarte esto, jamás pensé que me encontraría contigo tirado ahí, tan solo, tan indefenso, perdóname, nunca más te dejaré solo, nunca mas tendrás que preocuparte de nada, seré yo quien ahuyente todos tus miedos de ahora en adelante, seré yo el que te proteja desde ahora y para siempre... Te amo Hyung, te amo como tú me amas, y eso volví a decirte anoche...-

 

-No lo entiendo, tu anoche ibas a ya sabes que... Lo siento si te arruiné la velada- Dijo con cara de tristeza pero aún algo desconcertado, como haciendo caso omiso a lo que acababa de escuchar

 

-¿No lo entiendes? Te amo Hyung, y fue precisamente Sulli quien me ayudó a darme cuenta. Por favor prométeme que jamás harás algo así de nuevo. ¡Promételo!- Dijo mientras besaba sus manos, sus brazos, su pelo y parecía comérselo a abrazos

 

-Lo... Lo prometo- Dijo un poco perdido, comenzando a entender la felicidad que se le venia por delante

 

Minho tomó el rostro del mayor y le dio el besó que este siempre había esperado, tanto tiempo imaginándolo y aun así no podía compararse con los que estaba sintiendo. Kibum correspondió el beso que duró unos minutos. Correspondió tan feliz, tan lleno de alegría, jamás pensó que sería un hombre tan feliz, y menos que tendría que pasar por tanto para conseguirlo. Por su lado Minho tampoco pensó que así encontraría el amor, la felicidad, y el relleno a todos esos vacíos y carencias que arrastraba desde su infancia. Se miraron, se miraron por horas. Sabían que ahora comenzarían a quererse, era algo que comenzaba ahora y duraría para siempre...

 

(...)

 

 

Poco a poco "Key" comenzó a dimensionar lo que estaba viviendo. Si bien sabía perfectamente que había pasado, una sensación suave y deliciosa no dejaba de acompañarlo, y hasta cierto punto era un poco molesta, ó tal vez no molesta pero si un poco abrumadora. Tendría que acostumbrarse a esta nueva vida.

 

En cierto modo Kibum tuvo que ir a morir, solo y sin esperanzas. Para poder volver a nacer con toda esta vorágine de sensaciones y nuevas experiencias. Cuando creyó que sus ojos no volverían a ver luz; una mano. La mano de su Dongsaeng se extendió y lo subió en su espalda para que no se lastimara caminando sobre la parte más difícil del camino...

Ese mismo día, antes de que el mayor volviera al departamento, Minho, reordenó todo en sus habitaciones. Estando en la habitación de Kibum, limpió todo lo que pensó que le hacía daño; cartas, manuscritos, canciones tristes, entre otras cosas. Limpiando bajo una estantería aparentemente olvidada encontró la agenda que le había regalado a su Hyung hacía algunos años. Estaba llena de lamentos, tantos que pedían a gritos ser leídos. El mas alto accedió a la presión y leyó algunas paginas del mamotreto. Pero no por curiosidad, sino porque tenía la certeza de que hablarían de él. En efecto todas paginas aquellas alcanzó a leer se referían a él, casi como un ser divino; un ángel. Fue extraño, raro y mañoso. Pero leer todo esto le infló el pecho, se lleno de orgullo al ver como su Hyung era capaz de entregarle tanta devoción. Tanto cariño sincero. Luego de unas seis páginas leídas, no necesitó más y una estupenda idea se le vino a la mente.

Salió del loft en dirección al centro comercial. Aún quedaban 4 horas para ir a recoger a "Key".

 

-Necesitas cosas nuevas Hyung, necesitas una vida nueva y yo seré quien te la dé-

 

Primero fue a una librería, ahí compró una nueva agenda, ó mas bien un croquis empastado y forrado en elegante cuero café. Tenía tantas páginas que costaba un poco abrirlo para oler sus páginas. Fue su primera compra. Luego se dirigió muy a prisa a una tienda de artículos de fiesta.

 

-Ochocientos cincuenta globos color rosa por favor. Si están inflados, tanto mejor. No te preocupes, pagaré el triple-

 

-De acuerdo, pero nos tomará una hora aproximadamente tenerlos todos listos, ¿Pasará por ellos?-

 

El chico alto ya salía de la tienda, sin voltear dijo un apresurado "¡Perfecto!". Había dejado dinero suficiente para pagar dos mil globos sobre el mesón de la chica que acababa de atenderlo.

Comprando una infinidad de regalos y cosas varias Minho hizo el tiempo suficiente para pasar por los globos. Cuando vio los gigantes sacos en los que estaban entendió que también debería pagar a un camión para que los llevara al departamento. No era problema y en menos de treinta minutos se encontraba en la habitación que había adornado para ambos. Pegando globos en las paredes y en el techo como un niño pequeño. Y en cierto modo era un niño, un niño que descubría de la mano de su amigo de la infancia lo que era el verdadero amor. Treinta minutos más y debió salir para recoger a su Hyung. Dejó el grueso cuaderno croquis empastado sobre la cama y cerró la puerta con cuidado.

 

(...)

 

-Pasa, reordené tu habitación, aunque conservé tu cama, cambié la mía, compre una tamaño King, hay espacio para los dos en ella, espero que no te moleste- Dijo sonrojado el menor

 

-¿De qué me perdí?-

 

-De nada, pero casi te pierdes de todo lo que quiero enseñarte, y de todo lo que puedo llegar a quererte- Cerró la conversación sonriendo dulcemente mientras ayudaba al mas bajo a pasar. Aún estaba débil y no debía agitarse demasiado.

 

-Minho Dongsaeng, ¿Que es todo esto?- Dijo el mayor con los ojos abrillantados y la expresión como de niño en "Noche Buena"

 

-Sabes que no soy precisamente un creativo, pero quería demostrarte de alguna forma que estoy completamente feliz por el hecho de que estas aquí; conmigo- Por un momento pareció quebrarse, sugiriendo con la mirada que por poco su Hyung no se salva

 

-Choi, no... No sé como lo haces, pero en menos de dos días te las has ingeniado para cambiarme la vida completamente, eres impresionante. Vales oro Dongsaeng, y no se como pagarte todo esto. Te... te am...- No pudo terminar la oración antes de que Minho lo tomara entre sus brazos y lo besara lentamente entre globos del color favorito del felino y una habitación llena de luz.

 

-Casi lo olvidaba, esto...- Dijo mostrándole el croquis -Esto es un regalo; limpiando tu habitación encontré la vieja agenda que te di, perdóname si me entrometí un poco, pero leí algunas paginas y eran cosas bastante tristes, escritas por ti, solo por ti...-

 

-Que vergüenza...- Interrumpió el mas bajo

 

-Esto...- Volvió a mostrar el croquis, bastante mas lindo que la antigua agenda - No será tuyo, será nuestro, en estas páginas no se escribirá ningún lamento. En estas paginas comienza a escribirse la historia de nuestras vidas, y comienzan desde hoy, desde el día que dejamos de ser dos y comenzamos a ser uno solo, en estas paginas se escribe- Tomó una pluma y abrió la primera pagina del croquis y escribió al mismo tiempo que decía en voz alta -Nuestro amor-

 

 

La primera noche juntos fue, en realidad, extraña. Básicamente era algo nuevo para ambos, y no dejó de ser incomodo el momento en el que llegó la hora de dormir...

 

-Hyung, debes estar cansado, creo que deberías recostarte-

 

-Es cierto, ha sido un día extenso y lleno de emociones, ya es hora de descansar- Caminó por inercia hacia su cuarto el mayor. El mas alto lo miró divertido -Cierto- Volvió a la habitación de Minho

 

-Acostúmbrate Hyung- Dijo pícaro el de cabello mas largo

 

Minho abrió la cama y se sentó sobre ella, comenzó a desvestirse para ponerse el pijama que tanto le gustaba a Kibum. El mas bajito se sonrojó pero enseguida entendió que no había razón para tal reacción y siguió a su Dongsaeng en el acto.

 

Era una noche fría y estaban uno acostado al lado del otro, uno a cada extremo de la cama. Era gracioso verlos así, muriéndose de ganas uno por el otro pero ninguno se atrevía a romper la barrera que los separaba. Una tierna barrera infantil.

 

-Tengo frío-

 

-Yo también-

 

-¿Quieres una frazada extra?-

 

-Te quiero-

 

-Yo también Hyung-

 

-No, te quiero cerca Minho- Dijo ruborizándose de inmediato

 

-Pensé que jamás lo dirías- Se acercó el menor abrazándolo, acomodando la cabeza de este en su hombro, junto a su cara

El corazón del más alto latía fuerte, "Key" podía sentirlo desde donde estaba. Maliciosamente pasó su mano por el pecho de Minho y lo besó tiernamente el los labios. Luego mas intenso y terminó formándose una batalla campal en sus bocas. La temperatura empezó a subir lentamente y las caricias se hicieron parte de la habitación. No eran caricias normales. Eran tímidas, temblorosas, inexpertas. Pero eran sinceras, verdaderas, cómplices.

 

Minho puso la cabeza del menor sobre la almohada y se posó sobre él. Siguieron besándose sin decir ni una sola palabra. Hasta que el punto mas sensible de un hombre; un hombre llamado Minho, rozó el vientre del mayor

 

-Hoy no-

 

-Tienes razón, perdóname-

 

-Soy yo el que lo siente, pero aun no me siento bien del todo mi pequeño, ¿Me entenderás verdad?-

 

-Por supuesto Hyung, además, nada nos apura, recuérdalo, tenemos la vida entera por delante- Dijo el alto tranquilizando la inocente sensación culposa del de cabellos cortos

 

-Eres el mejor ¿Sabías?-

 

-Por tí-

 

-Te amo-

 

-Debiste decírmelo antes-

 

-Lo siento-

 

-Podría haberte amado desde antes-

 

-Nos queda toda la vida, ¿Recuerdas?-

 

-Entonces te amaré toda la vida- Dijo Minho acomodándose junto al mayor y abrazándolo por la espalda, preparándose para dormir. -Aquí entre mis brazos no te me escaparas ¿Me escuchaste?- Dijo con tono simpático

 

-No quiero tampoco-

 

-Anda, vamos a dormir pequeño zorrito-

 

Kibum se acomodo entre los brazos de Choi, era un lugar tan cómodo, tan único, que fácilmente concilió el sueño. En menos de veinte minutos ambos dormían placidamente. Ninguno de los dos se había sentido tan cómodo antes. En el fondo habían nacido el uno para el otro y sus cuerpos, a la vez se necesitaban el uno con el otro. Se veían tan perfectos que cualquiera hubiese querido estar ahí en medio, pero era imposible, nadie mas que ellos (Y juntos) podría lograr esa ecuación perfecta. Minho habitualmente se movía mucho al dormir, pateaba e incluso hablaba, pero esa noche dormía como un bebé junto a su posesión mas preciada. A su vez Kim entre sueños recorría uno de los brazos que protegía su noche.

 

Lentamente Kibum comenzó a moverse, claramente estaba teniendo un sueño que lo hacía reaccionar así. Tanto movimiento hizo que el menor despertara y optara por liberarlo de sus brazos. Tal vez estaba incomodo y era eso lo que lo hacía moverse dormido. La voz de "Key" sonaba suave, mejor dicho dormida.

 

-Ch... Choi no... Choi no-

 

Minho despertó completamente y decidió escucharlo, el pobre Kibum se retorcía en la cama y sus palabras se convirtieron en sollozos, hasta que finalmente despertó de un golpe...

 

-¿Era un sueño? ¿Todo esto fue un sueño?- Abrazó la almohada y se dispuso a llorar hasta dormirse como estaba acostumbrado

 

-No- Resonó en la habitación

 

-¿Ah?- Dijo desconcertado -¿Estás aquí?... ¿Choi?-

 

-Aquí estoy, nada fue un sueño Hyung, aquí estoy, tranquilo-

 

El mayor secó sus lágrimas en la oscuridad y abrazó a su amado, fue la primera noche en que agradeció haber tenido uno de esos terribles despertares de media noche. Luego la noche pasó rápido y esta vez no volvieron a separarse. Minho no se permitiría ver llorar a Kibum, al menos no por esta situación y estaría ahí levantándolo, tantas veces como fuera necesario.

 

A la mañana siguiente el mas bajo despertó, en la habitación ya no estaban los globos. Sonrió para si imaginando cuanto habría tardado Minho quitándolos todos sin despertarlo, ya que el menor no se encontraba junto a él, en su lugar estaba el croquis forrado con un papel encima; "Ábreme".

 

-Está bien- Dijo perezoso pero divertido

 

"Primer día del resto de nuestra vida. Desperté y ahí estabas, tus ojitos felinos parecía que dormían por primera vez. No quise despertarte. Quiero que sepas que para mi esto también es nuevo, pero prometo hacer hasta lo imposible por hacerte feliz, y apuesto todo por ti, porque se que he sido recompensado de antemano con el solo hecho de haberte conocido. No me agradezcas, tómalo como una devuelta de mano a todo el tiempo que sufriste en silencio pequeñito.

 

Casi puedo verte, terminarás de leer esto y abrazarás este croquis, pero mejor levántate y baja al comedor, para este minuto de seguro ya tengo listo tu café favorito y las manzanas con miel que tanto te gustan..."

 

Dicho y hecho, Kibum abrazó el libro como si abrazara a Minho, luego rió al darse cuenta lo bien que este lo conocía y bajó rápido. Ahí estaba, sonriendo con todo listo sobre la mesa.

 

-¿Siempre será así de hermoso todo?-

 

-Siempre que pueda, a menos que la noche anterior me dejes sin energía y no pueda levantarme, en ese caso quiero huevos fritos y jugo de naranja- Dijo riendo el mas alto

 

-Eres un...- Contestó riendo también el de mayor edad. Acto seguido, se sentó a la mesa y probó su café, estaba en la temperatura perfecta, como si Minho hubiese sabido el momento exacto en el que comenzó a leer para así lograr darle el tiempo de reposo perfecto -Delicioso-

 

-Gracias, aunque aún no me he peinado-

 

-El café también- Siguió el juego

 

-Y tú- Lo miraba con unos ojos enamorados de esos que solo se logran mostrar cuando una persona se enamora por primera vez, de ese amor que nunca se olvida

 

"Key" tomo un trozo de manzana y se lo dejó en la boca al alto, luego acarició su mejilla y comió uno también

 

 

Los días pasaron, y Kibum se sentía preparado para dar el siguiente paso de la mano de Choi. Este había estado todo el día fuera por temas con la empresa. Por su parte, Kibum tenía todo pensado, cuando Minho llegara. Primero cenarían. Su plato favorito. Luego jugarían a alguna cosa de enamorados a las que solían jugar y terminaría todo con un masaje suave para luego ir a dormir. En su habitación tendría música, de hecho se había alistado para cantarle una versión de "Romantic" interpretada solo por él. Había grabado la pista en su Mp3Player y tenia todo listo.

 

-Te extrañé-

 

-¿Crees que yo no? Moría de ganas por salir de esa aburrida reunión y abrazarte- Dijo quitándose la chaqueta y tomando por la cintura al mayor

 

-Tengo muchas sorpresas para ti hoy y comenzaré por esto- Mostró un plato que tenía listo sobre la mesa, era su plato favorito -Hice mi mayor esfuerzo, espero te guste-

 

-¿Bromeas? ¡Es perfecto!-

 

-Ven, siéntate- Invito al menor a sentarse y se sentó de frente a él

 

Comieron y Minho disfrutó en demasía del plato, había quedado realmente delicioso. Conversaban animadamente. Fue increíble ver como una relación se consolidó en poco tiempo. Aunque no era poco, eran años incubándose, ahora simplemente se había manifestado.  Todo resultó tal como había planeado Kibum, bueno, casi todo...

 

-Ven, te tengo otra sorpresa- Lo llevo entre risas por la mano hasta la habitación de ambos

 

-Antes que nada, solo quiero decir, que no hay día en el que no agradezca verte reír así-

 

-Gracias a ti por levantarme, quitarme el polvo y darme las ganas de seguir adelante- Lo beso inclinándose para llegar a su boca y dijo -Ahora siéntate y escucha-

 

-¿Vas a cantarme? ¿Tendré un concierto privado de uno de los integrantes de mi BoyBand favorita?- Dijo ironizando divertido

 

-Eres dueño de uno de los integrantes de la banda, y yo de otro- Completó la frase

 

Conectó el IPod y le dio play a la pista que decía "Romantic bass". Grande fue su sorpresa al escuchar que la canción que se reproducía no era tal sino que, por error de nombres, era una canción clásica de los años "Sesenta". Se trataba de "I can't help Falling in love with you" Del rey del rock and roll. La cara de sorpresa de Kibum era en extremo notoria y con tono decepcionado pidió disculpas.

 

-No, ¿Por qué? Es una hermosa canción...-

 

-Sí, pero no conozco la letra, además está en inglés- Dijo medio lamentándose

 

-Pero yo si- Agregó Minho levantándose de la cama. Una vez más estaba ahí para alegrarle la vida

 

 El más alto abrazo a su Hyung por la espalda, y lentamente comenzó a cantarle la canción al oído. La voz de Minho sonaba grave, suave, hermosa. Kibum se derretía solo de escucharlo. Quizás no saldría todo tan mal como por un momento creyó que pasaría. Antes del coro ya se estaban besando.

 

El menor dejó caer suavemente su Hyung sobre la cama. Pusole seguro a la puerta y retomó las caricias. Lo miraba fijamente a los ojos. No era necesario hablar. Pero la frase "Te amo" se disparaba por sus ojos. Se tocaban, por fin se tocaban. Tanto tuvo que esperar uno, tanto tuvo que entender el otro. Todo daba igual, por fin esas caricias llegaban a lo mas profundo de su ser. La respiración entre cortada del menor casi se perdía entre los acordes y la voz de Elvis Presley que seguía cantándoles, solo a ellos. Primero fue una mano. La mano le toco el punto sensible primero. Después vino la boca.

 

-Mi... Minho- Trató de decir con los ojos felinos apretados y la respiración interrumpida por la voz suave que gemía

 

-Tranquilo, todo estará bien-

 

-Lo sé, es solo que... Mmmhh... ¡Dios!- Soltó un gemido mas fuerte

 

Minho seguía estimulándolo deliciosamente con la boca. Mientras que el mayor acariciaba su pelo dándole pequeños tirones debido a los espasmos que le provocaba la placentera sensación de sentir los labios y la lengua de su Minho rozándole aquella zona tan protegida. Que increíble pensó por un escaso instante, todo lo que ha vivido de la mano del hombre que ahora lo hacía llegar al cielo. Y más increíble aún pensar en todo lo que vivirían. "Es tan solo la primera vez" pensó antes de sentir como la mano del menor se acercaba peligrosamente a "la otra zona". Su entrada, virgen que cuidaba receloso. Podía protegerla de cualquiera menos de él. Sabía que de todas las personas, Choi era el único que no le haría nunca daño.

 

Primero la tocó, palpo cuidadosamente con los dedos tibios, acariciaba las montañas que se elevaban junto a la gloriosa puerta que les permitiría unir cuerpo con cuerpo. Lentamente y sin que Kibum lo notara separó la boca del miembro, y llevo su otra mano a la boca de Kibum. Por primera vez habló

 

-Hoy si, ¿Verdad?-

 

No fue necesario hablar. Kibum mojó los dedos del menor con su lengua luego lo besó y susurró en su oído

 

-Hoy y siempre-

 

EL menor puso dos de sus dedos húmedos sobre la entrada de Kibum, lo miró a los ojos e hizo un tiempo de silencio. Se detuvo a contemplarlo. Parecía un pequeño niño ansioso, entre asustado y excitado. Tenía los ojos apretados como cuando los niños saben que algo va a dolerles y a modo de defensa cierran los ojos con fuerza. Al darse cuenta que nada pasaba abrió uno para mirar a un Minho que se posaba sobre él, sin camiseta y con cada músculo marcado en su tórax.

 

-¿Que pasa?- Preguntó con tono curioso

 

Minho no respondió y le besó los labios, casi como disculpándose, porque sabía que vendría. Los dos dedos húmedos se hicieron lugar en las paredes estrechas y vírgenes del más bajito

 

-Oh my...- No pudo terminar, Choi lo callaba con sus propios labios

 

Los dedos entraron juntos, sedosos y muy ágiles. Una vez dentro se separaron y cada uno hizo su trabajo. La otra mano del más alto recorría el pecho desnudo de Kibum. Dos botones rosa interrumpieron su camino.

 

-Mmmh... Mhh D'Aaah...-

 

Las manos de "Key" recorrían al más joven por completo. Primero las mejillas, lo acariciaban y volvían a tocar más violentamente a causa de lo que este estaba ocasionando en su cuerpo. Bajaban por su pecho y terminaban arañándole la espalda con deliciosos toques opresivos. Minho por su parte hacía que sus dedos entraran y salieran del cuerpo del de más edad. Primero suave, delicado y solo masajeaban sus paredes de forma tímida. Luego giraban, y hacían al más bajito gemir a causa de tantas sensaciones. A Kibum le costaba mantener los ojos abiertos por mucho tiempo, y aprovechaba esos momentos para terminar de desvestir a su Dongsaeng.

 

Tres dedos, tres dedos estaban ahora dentro del cuerpo de Kim, sus piernas abiertas y sus manos sujetando con fuerza las sabanas hicieron que Minho no pudiera contenerse

 

-Voy a follarte, voy a follarte y nada va a detenerme-

 

-Haz... Hazlo una y otra vez hasta que ya no puedas mas- Contesto con la voz bajita

 

Choi sacó su mano, acomodó su cuerpo sobre la cama y le abrió más las piernas. Se miraban fijamente a los ojos. Solo necesitó quitarse la ropa interior para estar listo. Seguía mirándolo, desafiante. Ambos sabían que algo nuevo venía y les parecía irresistible el probarlo juntos. Minho estaba duro, casi tanto que dolía. Miróse el cuerpo desnudo y precedió con lo que "Key" llevaba tanto tiempo esperando.

 

Puso su punto mas sensible sobre la entrada de Kibum. Lo sentía, tibio, húmedo, suave, asustado, perfecto...

 

-¿Va a dolerme?-

 

-No lo sé, pero duela o no. Esto demuestra que todo lo que siento por tí es verdadero. Y me demuestra que no hubo mejor elección que tú...-

 

Entró, lento. Cuidadoso de no hacer movimientos bruscos para no dañar a su Hyung. Entró por completo y se quedó ahí

 

-Mírame... Mírame a los ojos-

 

-Mmmh... Due... Duele-

 

-No hay otro lugar en la tierra donde prefiriera estar que aquí; en tí-

 

Luego comenzó a moverse, atrás y adelante; adelante y atrás. Era suave. No recordaba haber sido así de cuidadoso antes en su vida. Puso su cabeza entre la cabeza y el hombro del mayor, sus brazos afirmaban los antebrazos de Kibum. Este por su parte acariciaba sus caderas con la poca movilidad que Minho le dejaba. Comenzó a sentir como el menor lo embestía. La sensación era en extremo deliciosa; sí, había dolido en un principio, y mucho. Pero todo lo que estaba sintiendo en ese momento compensaba con extras el dolor que hacía un rato había soportado.

 

Las paredes de Kibum se contraían con cada caricia, esto volvía loco al menor. Lo descontrolaba y quería embestirlo mas fuerte. Alzó la mirada y se encontró de frente con los ojos felinos.

 

-Te... Te a... Amo- Susurraba con la voz quejosa justo en la boca del de pelo más corto

 

EL mas bajo había podido liberar uno de sus brazos y con la punta de sus dedos recorría el rostro de Choi. No fue necesario responderle, sus ojos decían las palabras que le faltaban. Los movimientos de Minho realmente eran inexpertos, a ratos suaves y tiernos, a ratos más bruscos; descontrolados. Para "Key" eran perfectos. A cada embestida el mayor se acercaba mas al clímax de su placer.

 

-Dongsaeng falta... falta poco-

 

Estas palabras hicieron que el menor entrara más profundo, sus caderas golpeaban de lleno con las del más bajito. Lo besó, lo besó y lo besó otra vez. Sus lenguas parecían acariciarse casi tanto como ellos lo hacían con las manos. Se tocaban suaves, luego se encontraban y era como si se abrazaran fuerte, se separaban y sus labios interrumpían la lucha que tenían en lengua a lengua.

 

-Mi... Min...- Soltó un claro orgasmo el mayor. Primero se contrajo completo y enseguida se entregó por completo. Su cuerpo expulsó el fruto de ese cariño absoluto.

 

Al sentir como su "pequeño zorrito" le daba ese momento único. El menor también expulsó violento su esencia natural de hombre. Pero era su hombre. Completo y para siempre

 

-Mmh...-

 

Ahora había marcado al más bajo para siempre. No importa cuantas veces pasara otra vez, no importa si estaban lejos, no importa si por alguna razón no pasaba de nuevo. Había dejado su marca dentro del mayor. Y nada ni nadie podría borrarla jamás

 

-Te amo, más de lo que puedas llegar a imaginar...-

 

-Pero tú si puedes imaginarlo; de esa forma te amo yo-

 

El más joven descansó sobre el cuerpo agotado de su "Key". Respiraba agitado, profundo. La respiración era la melodía más hermosa que jamás había escuchado. Ambos cuerpos estaban exhaustos. Sus corazones comenzaban a vivir. Bombeaban como por primera vez. Sus ojos se abrían y se contemplaban. Las pupilas se les dilataban dentro de ese iris tan oscuro. No hay forma correcta para poder describir lo que estaban sintiendo. Era algo como felicidad, amor, excitación, deseo, placer, emoción, adolescencia llegando a su fin de la mano del amor que empieza a consolidarse en sus vidas.

 

Choi rodeó con su brazo los hombros del mayor y lo incitó a acomodarse en su pecho. Kibum accedió complacido y se dedicó a escuchar como el corazón de su hombre latía por él. Estaban juntos, por fin y por vez primera. Se querían, al final del camino había llegado el amor que tanto había esperado. No fue necesario hablar, ambos sabían todo lo que necesitaban saber. Kibum cerró los ojos y entendió que su vida finalmente había cambiado

 

-Gracias-

 

Pasó la noche y ninguno de los dos cambió de posición, no sé si porque no querían o porque realmente no fue necesario. Sus cuerpos estaban cómodos uno con el otro. Sus rostros se veían contentos al despertar. Minho fue el segundo en hacerlo

 

-Humm...- Se retorcía perezoso el más alto

 

Cuando finalmente abrió los ojos notó que Kibum no se encontraba junto a el. Aunque no pasaron muchos segundos hasta que el "zorrito" entrara por la puerta con una bandeja

 

-¡Rayos! Quería sorprenderte, vuelve a dormir y simula que no viste nada- Reía

 

Cerró los ojos y contó hasta tres. Luego los abrió y vio junto a él una bandeja con huevos fritos y jugo de naranja. Kibum estaba escondido tras la puerta. Bueno, creía estar escondido porque tenía los ojos tapados con las manos y su cara era la única parte de su cuerpo que no podía verse. Reía y eso lo delataba aún más.

 

-¡Recordaste lo de los huevos y el jugo!- Rió con la voz ronca que lo caracteriza

 

-¿Pero como supiste que estaba aquí? Haces trampa- Se abalanzó sobre el menor cuidando de no derramar nada

 

 

La vida se les tornó feliz. EL tiempo pasaba, aunque para ellos no existían relojes ni medidas. El tiempo pasaba... De esta forma pasaron los meses. Cada día con sorpresas, risas y regalos. La relación estaba marchando perfecta. A Minho no le faltaban ideas para sorprender cada día a su Hyung.

 

La ultima cita, hasta ahora fue en el parque de diversiones. Fue un día agotador, pero nada podía cansar el querer que sintiera cada uno. Primero fue la rueda. Aunque Kibum no se sentía seguro de subir, las risas y burlas del menor terminaron por desafiarlo. Giraban. Una y otra vez y cada vez que llegaban arriba el más joven se aseguraba de sujetar fuerte al más bajo. No quería asustarlo. Y de una u otra forma estaba ahí por su culpa. Luego siguieron con la montaña rusa

 

-¡Ah no! Aquí ¡No!-

 

Minho hizo caso omiso a las rabietas de Kibum y lo tomó de la mano. "Sabes que conmigo nada va a pasarte, ¿Lo sabes, no?" Fue la frase que terminó por convencerlo. Y aunque los gritos del más viejo podían escucharse desde la fila, no fue tan malo como había creído. Después fueron por algodones de azúcar. Eran dos niños, dos niños jugando en un patio de juegos enorme; en la vida. Minho gozaba debido a que Kibum caía en la misma broma una y otra vez. Esta consistía en ofrecerle algodón inclinándole la mano junto a la boca. Cuando este iba a recibirlo, el menor le embarraba todo el algodón por la cara y aunque Kibum quería vengarse, se le hacia imposible cada vez que Minho ponía esa cara adorable que solo con el podía dibujarse en el rostro.

 

Así era como pasaban sus vidas, juntos. Entre juegos y momentos de calidad. Cuando veían una película Minho tenía completamente claro que debía comprar tres porciones de palomitas. Una para él y dos para "Key" que derramaba el primer envase con todos los sustos que se llevaba viendo el filme. Si la película era de romance, debía llevar una caja de clinex y dos cajas con bombones, de esta forma lograba subirle el ánimo a su Hyung después de que la película terminaba.

 

La relación es casi celestial. Son los mejores amigos que nadie pueda imaginar. Compran todo juntos, no hay necesitan de nadie mas que de ellos dos. Pero si es necesario estar separados por temas de la discográfica, disfrutan ese momento a solas sabiendo que luego vendrá un reencuentro y el deseo de estar juntos será recompensado.

 

(...)

 

Todo va bien pero luego de tantos meses de convivencia es obvio que hayan algunos roces, y hasta ahora han podido superarlos de la manera mas correcta; hasta ahora...

 

Debido al estrés que la presentación de un nuevo disco les provocaba, sus caracteres estaban un poco más irritables, aunque sabían entenderse a la perfección. Un cinco de Diciembre la vida les cambió de izquierda a derecha. Primero fue el teléfono el que sonó. Una conversación larga por el aparato terminaron por preocupar a Kibum

 

-¿Quien era?-

 

-Nada, no es nadie- Respondió cortante

 

"Key" no quiso seguir insistiendo, si su Minho decía que no era nada importante, entonces no lo era. Pero que equivocado estaba. Luego de una hora más o menos, tocaron a la puerta. Era él, ¿Quien mas podía poner así a Minho? Tenía que ser él...

 

-Pasa, dijiste que necesitabas hablarme, entonces hazlo y rápido- Miró a Kim y con una sonrisa algo nerviosa le insinuó amablemente que los dejara solos

 

-Escucha hijo, lo que tengo que decirte es importante y si vine hasta acá, créeme que es porque vengo decidido a que me escuches- Dijo serio el padre de Minho, quien lo miraba con los ojos llenos de ira

 

-Siéntate, ¿Quieres algo de beber?- Preguntó desganado

 

-No y ya te dije, escúchame atentamente Choi Min-Ho-

 

Kibum estaba en la habitación de ambos recordando toda la historia de infancia que Minho le había contado varios meses atrás. Estaba preocupado, la visita del señor Choi no traería nada bueno, de eso estaba seguro. Pero nunca pensó toda la razón que sus pensamientos tenían

 

-Me he enterado por fuentes cercanas que mantienes una relación "marica" con el chico este- Apuntó a la habitación -Y ningún hijo mío anda por ahí con maricas-

 

-Tú...- Sus palabras se interrumpieron por las de su padre que hablaba completamente exasperado. Pequeñas partículas de saliva salían de su boca al hablar

 

-¿Quien te crees? Para venir a ensuciar así nuestro linaje. Sabes que soy una persona conocida. No me explico como cabe tanta estupidez en tu cabeza. Pero claro, toda la vida esto...- Hizo un gesto despectivo -Que tengo por hijo menor me ha traído problemas. Tú hermano nunca; mírame a los ojos, NUNCA habría hecho esto a nuestra familia. Tu madre no ha parado de llorar desde que se enteró de esto. Y ese chico, que ya ni siquiera se si es hombre, ha de ser un idiota para fijarse en ti. Pero no lo juzgo, todos los maricas son iguales; estupidos por naturaleza-

 

-¡¡¡No le digas marica!!!- Gritó el exaltado chico, al instante recibió de parte de su padre una bofetada que hizo que su labio inferior sangrara un poco

 

-¡No le hables así a tu padre infeliz! Esto se termina hoy mismo me escuchaste. Hoy mismo-

 

El mas joven se abalanzó sobre su padre y con un puñetazo calló sus palabras. No quería escucharlo nunca más. Lo agarró por los hombros y lo expulsó fuera del departamento.

 

-¡Ándate y no vuelvas mas, bastardo!- Gritó a la puerta cerrada mientras lagrimas de ira caían por sus ojos

 

Kibum salió inmediatamente de su habitación al escuchar tal alboroto y encontró al menor sentado junto a la puerta con la cabeza agacha, lloraba desconsolado

 

-Minho... Minho mírame, tranquilo, ya pasó- Tranquilizaba al alto entre sus brazos

 

El menor no hablaba solo lloraba sin control. Pensaba que seguramente debido a esto su padre descargaría toda esa rabia con su madre. Esto lo volvía loco. Era una culpa enorme y no sabía que hacer. Ante los abrazos del bajito, Minho sin intención pero sin arrepentimiento; golpeó a su Hyung en el rostro. Dejando caer de su ceja izquierda pequeños ríos de sangre; no dio importancia al hecho. Pero si dolió mucho. Tanto por fuera como por dentro.

 

La mezcla de sensaciones hizo que vomitara todo sobre su pecho y el de "Key". Lloraba y el más bajo no encontró solución mejor que tomarlo y llevarlo al baño, debía limpiarlo y limpiarse el mismo. Estando ahí trataba de hablarle pero el más alto parecía no escucharlo. No entendía que podía hacerlo llorar así. Y después de limpiarse y limpiarlo, se dejó caer en el piso del baño junto a su amado. Contuvo su llanto, lo recibió y lo apoyó. Si no quería contarle que había pasado lo entendía. Quizás mañana lo haría. Por esa noche solo lo abrazó hasta que se durmió junto a su pecho. Lo tomó en su espalda y lo llevó a la habitación. Cambióle la ropa y lo tapó. "Esta noche será muy larga" Pensó. Se sentó junto al más alto y acariciándole el cabello mientras dormía se durmió el también.

 

(...)

 

A la mañana siguiente despertó y el más joven de los dos no estaba en la cama, se levantó asustado y lo encontró en la sala de ejercicios de la casa

 

-¡Aquí estas!- Dijo respirando al fin

 

-¿Que no es obvio?- Respondió sin mirarlo

 

-Escucha... Minho... Yo, quiero saber que pasó ayer, hasta donde sé soy tu novio, tu has estado ahí para mi cada vez que te he necesitado, es momento de que yo este aquí para ti-

 

-No fue nada olvídalo- Otra vez sin mirarlo

 

No conforme con la respuesta insistió -Pero mi pequeño... Cuéntame, estoy aquí por ti, para ti, ¿Recuerdas?-

 

-Que no es nada, y no sigas preguntando, que si no fuera por ti nada de esto habría pasado- Le grito en la cara

 

Dolió, dolió y no dejó de dolerle nunca lo que acababa de escuchar

 

-¿Que?- Preguntó aterrado por la respuesta que recibiría

 

-¡Que si! Que si no hubieses cometido ese entupido intento de suicidio, yo jamás habría tenido que darme cuenta de lo mucho que me importas, y nada de esto habría pasado. ¿Que no te das cuenta? Me has arruinado la vida. Eso pasa-

 

El mayor no podía creer todo lo que estaba oyendo. No, esto tenía que ser otro sueño, de otra forma no se explicaba lo que sus oídos acababan de recibir y su cerebro estaba procesando

 

-No, tú no estas diciendo eso...- Dijo con los ojos llenos de lágrimas el mayor

 

-Si, te odio Kim Kibum, escúchame bien, te odio- Nada de lo que estaba diciendo era cierto, era una absurda reacción para alejar al mayor. Por fuera decía todo eso, pero por dentro quería que el día anterior jamás hubiera transcurrido y que este fuera como todos los días anteriores a la maldita visita de su padre. Quería estar abrazándolo en la cama, jugando, riendo, diciéndole lo mucho que lo amaba y lo inmensamente feliz que era junto a el. Pero no, ahí estaba, escupiéndole en la cara al amor de su vida, lo mucho que lo odiaba.

 

Tomó su camisa y las llaves de su auto y salió rápidamente del departamento. No quería estar ahí. Quería salir, tomar un poco de aire y pensar en como reconstruir la relación que sin querer acababa de romper. En el momento exacto que dijo las palabras "Te odio" se dio cuenta que fue el peor error que pudo cometer. Estaba arrepentido y al subir al auto la vergüenza y el desenfrenó inundaron su razón. No entendía como había podido ser tan idiota al cargar con "el zorrito" todo lo que debió cargar con su padre. Avergonzado, podrido por dentro aceleró. Solo quería estar con su Hyung y que todo fuera como antes. Pero aceleró...

 

(...)

 

Kibum estaba desconcertado, no entendía nada, pero aún así se sentía con una pena negra. Y eso era mas desgastante aún, no entender el porqué de una tristeza. Lo único que podía escuchar en su cabeza era "Me arruinaste la vida" "Nada de esto debió pasar". No podía relacionar al Minho que cada mañana veía sonreír con el hombre que acababa de decir todas esas palabras... Pasaron las horas y aun no dejaba de llorar. Estaba agotado, pero tenía la confianza de que en algún momento el causante de toda esa pena llegaría y al menos si lo odiaba, se lo diría calmado y no entre gritos. Sonó el teléfono cinco veces antes de que se decidiera a contestar. Se limpió los ojos y carraspeó un poco para simular con la voz que nada pasaba...

 

-¿Si?- Su expresión se volvió extraña -Si aquí es (...) No, no es cierto...- Dijo calmado y colgó el teléfono. Fue a su habitación y tomó una ducha

 

Luego de un rato llegó al departamento el líder de la banda. Buscó a Kibum rápidamente por todo el lugar y cuando al fin lo encontró lo miró fijamente a los ojos

 

-Vine en cuanto supe-

 

-¿Saber que?- Preguntó Kibum con los ojos desorbitados mientras se secaba el cabello

 

-"Key", pequeñito, lo siento mucho- Lo abrazó y no pudo contener el llanto

 

-Onew Hyung, ¿Que pasa?-

 

-No puedo creer que no veremos nunca más su sonrisa jugueteando por la casa, no lo concibo-

 

En ese momento Kibum al fin se atrevió a aceptar lo que una hora atrás había escuchado por teléfono. Minho había tenido un accidente y había muerto en el lugar. Luego de eso no quedan palabras para expresar como se oían los gritos desgarradores del joven "Key". Su llanto era distinto a cualquier otro que se conociese. La vida fue tan injusta a partir de ese momento. Mostrarle la felicidad máxima, comenzar a acostumbrarlo a ella solo para esperar a que la disfrute y quitársela. Nada tenía sentido ni tampoco volvió a tenerlo desde ahí en adelante. Onew también lloraba, abrazaba al menor y volvía a llorar. Sabia que nunca nadie podría reemplazar lo que Minho significó para Kibum, pero entendió perfectamente que este de ahora en adelante necesitaría la compañía y el amor de todos los demás en la casa.

 

(...)

 

Pasaron tres días y el momento del funeral llegó. En estos días Kibum no había dormido, comido o hablado nada con nadie. Ese día estuvo listo varias horas antes. Daba vueltas por la casa, intentaba calmarse y a ratos se desesperaba al recordar que Minho no regresaría. No le importaba que lo ultimo que escuchara de él fuera un "Te odio" cualquier cosa hubiese sido mejor que perderlo de esta forma tan cruel. No lo entendía y jamás lo entendería. Se le tornaba horrible la vida a momentos. Fue a la habitación que compartía con Minho y entró lentamente. Desde el día de la discusión que no se atrevía a entrar solo. (En eso Onew había sido un amigo excelente, había acompañado al menor en todo momento. Junto con JongHyun habían sido como ángeles para Kibum en estos días) Entró y sobre la cama estaba el croquis empastado que "su pequeño" le había dado en aquel momento en el que volvió a nacer. Lo miró, tuvo imágenes mentales hermosas. Todos los momentos que su Dongsaeng le había regalado. Abrió la primera página y leyó "Nuestro amor".

 

-¿Así va a terminar "Nuestro amor"? No lo creo- Dijo justo antes de que las lágrimas cayeranle por todo el rostro. Abrazó el libro con fuerza. Creyó escuchar la voz de Minho: "No será tuyo, será nuestro, en estas paginas no se escribirá ningún lamento. En estas paginas comienza a escribirse la historia de nuestras vidas..."

 

-Hyung, creo que ya es hora- Era Taemin

 

Kibum se volteó emocionado, desde Minho que nadie lo llamaba Hyung, y por un momento casi pudo olvidar que estaba muerto. Al ver el rostro pálido de Taemin la realidad le chocó de frente en el rostro. Se levantó y abrazó el menor. Lloró un momento en su hombro. Se aferró a el con fuerza y se dispuso a salir del departamento

 

(...)

 

"Y es así como se apaga la joven luz de nuestro hermano Choi Minho, quien emprende un viaje sin retorno en el que todos esperamos que encuentre la paz eterna..."

 

Las palabras del sacerdote casi parecían molestarle al de los ojos felinos. Él no esperaba que encontrara la paz eterna, el no le deseaba la felicidad completa, porque él nunca hubiese querido que se fuera. Jamás pensó que viviría este momento ahí. Perdido en sus cavilaciones no se dio cuenta cuando todos se habían ido del lugar. Todos menos Taemin

 

-Hyung, creo que deberíamos irnos ya- Dijo el jovencito desde la silla contigua. Llovía y ambos estaban empapados. El féretro comenzaba a bajar y la desesperación volvió a apoderarse de Kim

 

-Ve tú angelito, déjame un momento aquí, ustedes ya se despidieron de él, ahora me toca a mí- Dijo con voz serena, mientras su corazón latía a punto de explotar

 

-Está bien, vendré a verte dentro de quince minutos-

 

Kim Kibum se quedó ahí mirando como el féretro bajaba lentamente, aún tenía el libro entre sus brazos. Lo miró. Lo miró y volvió a abrazarlo. No entendía como había podido pasar todo esto. Las palabras de Minho volvían otra vez a su memoria... "Por supuesto Hyung, además, nada nos apura, recuérdalo, tenemos la vida entera por delante". Las lágrimas le bajaban por el rostro pero la lluvia las perdía en el infinito. Se levantó con el libro entre las manos y lo dejó caer en la fosa donde ya reposaba el cuerpo del hombre que había amado desde el día que conoció.

 

"Si no te he dicho que eres un buen hombre, pues lo eres. Si no te he dicho que te quiero, pues lo hago. Si no te he dicho que te perdoné, pues lo hice. Aunque no te vea otra vez, y aunque ya sea muy tarde para pedirte envejecer juntos. Quiero que sepas que gracias a ti, yo podré hacerlo (Recordando que casi muere meses atrás y fue precisamente Minho que lo trajo de vuelta a la vida en muchas formas) Y que el tiempo que me quede en este mundo, estaré siempre pensando en ti".

 

Fueron las palabras que pudieron escucharse salir de la boca de Kim Kibum. Luego se dio media vuelta, encendió su IPod en “Are you lonesome tonight” y mordiéndose el labio para no llorar caminó sin rumbo esperando que algún día el dolor se fuera de su corazón...

 

FIN

Notas finales:

Las canciones que aparecen:

http://www.youtube.com/watch?v=QrojFR7jM9E - Are you lonsome tonight

http://www.youtube.com/watch?v=uqv5b0UjR4g&feature=related I can't help falling in love with you

A mi en lo personal me encantó la historia (: Y me gustaría saber qué opinan ustedes ¡Gracias por leer *-*!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).