Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Brand New Melody" o una dulce melodía de confusión... por NokiAndLuki

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, aquí Luki.
Primero que nada, ¡Lo sentimos! Lamentamos la enorme demora para continuar los  fic ><  Tuvimos un colapso debido a los estudios y a los malvados exámenes. Pero bueno ahora estamos de vacaciones y aquí estamos de vuelta n_n

Ya saben,  Uta no Prince-sama no nos pertenece, ya que es propiedad de Broccoli.

Recuerden, capitulo enfocado en Tokiya.

Capitulo 3:  Y la hermosa melodía se vuelve a repetir.

     Debía evitar las preguntas de Otoya a como fuera lugar,  sabia que esté lo llenaría de preguntas acerca del ¿Por qué de aquel beso?, por un momento pensó que el pelirrojo se podría molestar por lo que hizo, pero esta idea se desvaneció en unos segundos. Su compañero de cuarto, no era de los que se enojaba por cualquier cosa, más bien eran pocas las veces en que Tokiya lo  hubiese visto molesto o enfadado por algo.  Sin embargo, aquello no había sido “cualquier cosa”, había sido un beso, algo que no se debe tomar a la ligera o dárselo a cualquiera, pero ¿Por qué él había hecho aquello? Para comprobar algo. ¿Para comprobar que? …Nada, no se le ocurría nada… ¿Si quería que la canción fuese para él? Que ridiculez, podría haber hecho cualquier otra cosa.  No tenia respuestas, no podría responder a las preguntas de Otoya aunque él también quisiera darles respuestas.

     Cuando regresaron a la habitación aquel día, evito toda clase de preguntas de parte de Otoya, desde preguntas acerca de su canción, hasta preguntas relacionadas con él mismo, preguntas tales como;  “¿Te gusto mi canción?”, “¿Cuál es tu color preferido?”, “¿Crees que la letra estuvo bien?”, etc… Pero, ¡sorpresa! no había ninguna pregunta relacionada con su “beso”, nada… Era como si a Otoya lo hubiese olvidado, sin embargo esto era imposible, por lo tanto la única  conclusión que podía sacar era que el pelirrojo  quería ignorar lo que había ocurrido, ignorarlo  para luego olvidarlo. Era lo mejor, Tokiya también lo olvidaría, ya que según él , era algo que nunca debió haber pasado.

     Termino abruptamente las preguntas con un “Estoy cansado Otoya, ya veté a dormir” y así el pelirrojo se fue resignado a su cama a dormir.  Tokiya también lo hizo,  le esperaba un día agotador y debía descansar.


     A los días siguientes, el beso había pasado a la historia, una historia que se supone debía mantenerse olvidada, o al menos eso era la que Tokiya esperaba. Sin embargo la confusión de su mente no lo dejaba tranquilo, de vez en cuando la imagen de ese calido beso venia a su memoria, invadiéndolo con pensamientos confusos e ideas que simplemente intentaba suprimir. De vez en cuando pasaba por sus pensamiento la vaga idea de que quizás era el principio de algo.  ¿ Amor? Es imposible…


— ¡Muy bien! ¡Esto es perfecto! — Su compañero de cuarto, no se veía para nada confuso, después de aquel incidente seguía  igual de alegre, nada había cambiado en él… Nada. Ahora estaba feliz en la habitación,  mientras llevaba puesto un delantal azul  y levantaba sus puños completamente decidido ¿Decidido para qué?

—¿Qué vas a hacer?  —  le pregunto, sin parecer demasiado curioso, aunque en el fondo sabía que lo estaba, había interrumpido su lectura para saber que tramaba ahora su compañero.

—Natsuki dijo que es bueno para hornear tortas, así que mi plan es darle una a Nanami. —  Tokiya había olvidado aquel nombre, más bien no lo había olvidado, hace unos días había tenido un encuentro con la susodicha, lo que si había olvidado era como su compañero hablaba acerca de ella.

— ¿Nanami? ¿Quieres decir Nanami Haruka? — Era obvio que se trataba de la misma Nanami, pero simplemente soltó aquella pregunta, para que no se notara su conocimiento acerca de la mencionada.

— ¿También conoces a Nanami? Tokiya. —  “¿Cómo no conocerla? Si tú me hablas a cada momento de ella.” Estuvo a punto de responder aquello, pero prefirió callar y  seguir escuchando al pelirrojo. — Todos tienen una idea equivocada de ella, y está muy deprimida. ¡Por eso quiero hacer algo para levantarle el ánimo! — Sus palabras  parecían sinceras,  estas estaban acompañadas  por  una hermosa sonrisa que enamoraría a cualquiera o más bien era la sonrisa de un enamorado que quiere levantarle el ánimo a la persona que más ama.

     Y hay estaba de nuevo, aquella molestia que creía olvidada volvió a aparecer en la mente de Tokiya, quería preguntarle al pelirrojo “¿Te gusta Nanami Haruka?”, saber si lo que su mente le decía era  verdad, comprobar aquello  y con eso dar por sepultado toda la confusión de su mente.  Sin embargo  no pudo,  solo pudo simplemente articular la pregunta…


— ¿Por qué vas tan lejos por ella?  — También era demasiado obvio que su compañero tenía un cierto interés por Nanami, pero Tokiya, él simplemente no quería enterarse de aquello,  no quería hacer desaparecer la enorme confusión de su mente y chocar fríamente con la realidad.

— Mmm… ¿Como lo puedo explicar?  —  ¿Qué era aquello?  De nuevo sentía aquel enfado que sintió aquella vez  al oír la canción del pelirrojo, de nuevo al escuchar hablar de esa chica, sintió una molestia enorme.  Y Otoya no paraba de decir calificativos positivos acerca de Nanami Haruka. “Esta enamorado, quizás no se ha dado cuenta pero lo esta”,  “¿El beso no te significo nada?” y miles de aquellos pensamientos volvieron a invadir su mente.  Aunque no quisiese, le era imposible que aquella clase de preguntas no surgieran.   

     Tokiya no se dio cuenta de la llegada de Kurusu Shou y del compañero de cuarto de esté, hasta que luego vio a Natsuki  echar un montón de cosas a un recipiente, cosas que ni siquiera eran ingredientes para  un pastel.  En fin, Tokiya no necesitaba en ese momento ver que hacían con la supuesta “torta”.   Se dio la vuelta y siguió leyendo aquel libro o al menos eso hizo por unos minutos.

     La comida de Natsuki había resultado un desastre total y ahora tenía a Otoya tirado en el suelo, quejándose de dolor por culpa de probar aquel  supuesto “pastel”, no podía  dejarlo tirado en el suelo. Se levanto de su escritorio y lo fue a ayudar.

—  Otoya, ¿vez lo que pasa por culpa de tus extrañas ideas? — Se agacho y le ayudo a levantarse, mientras que el pelirrojo seguía quejándose de dolor, lo llevó a su cama para que se recostara.  Ahora solo estaban ellos dos, Shou había huido de Natsuki, mientras que esté lo siguió para darle de probar su extraña comida.

—  Lo siento, Lo siento… — Otoya no paraba de decir aquello,  mientras se recostaba en la cama. ¿Tan importante era aquel pastel? ¿Tan importante era Nanami Haruka? Quizás este era el momento indicado para aclarar todo. ¿Pero eso era lo que él realmente quería?


— Ya deja de quejarte y descansa. — Le quito los zapatos, para luego mirarlo fríamente y articular la pregunta que había evitado tanto, pero que sin embargo no dejaba de aparecer en su mente. — Otoya, dime ¿Estas tan preocupado por Nanami debido a que sientes algo por ella? —  El pelirrojo se inclino de golpe en la cama, quedando sentado con la vista fija en Tokiya y con una enorme  sonrisa.

— ¡Por supuesto! — Un leve rubor adornó sus mejillas, mientras aquella hermosa sonrisa brillaba ante los ojos de Tokiya. —  Nanami es una chica tan hermosa, pero no es solo aquello.  Nanami hace que mi corazón lata tan fuerte, cuando pienso en ella siento que…. — Se detuvo, quizás  al notar que la cara de Tokiya había cambiado, estaba más serio que de costumbre.  —  ¿Ocurre algo Tokiya?

— Nada,  será mejor que duermas. —  Dijo fríamente mientras se dio la vuelta y se dirigió a su cama para recostarse en ella, dejando a un Otoya bastante confundido, pero sin ánimos de preguntar nada.  

     Tokiya se mantuvo un buen rato mirando el techo, pensando lo ocurrido recientemente, hasta que se percato  que la confusión  de su mente había desaparecido, ya no estaba esa densa neblina en sus pensamientos. Había desaparecido abruptamente junto con sus esperanzas. Forjó una pequeña sonrisa, que lógicamente nadie vería, mientras una nueva pregunta aparecía en su mente “¿Esperanzas? ¿Esperanzas de qué?” Ya no era importante… Lo dejaría al olvido, como siempre tuvo que haber sido.

¿La confusión había desaparecido? ¿O sólo comenzaría a  transformarse en otra clase de neblina? Una densa  y más confusa niebla oscurecería su mente con nuevas preguntas.

— ¡Tokiya! — El pelirrojo estaba al lado de él, se había levantado de su cama para acercase a la de Tokiya y  mirándolo con cara curiosa. De nuevo Tokiya no se había percatado de la presencia de esté, hasta que escucho su nombre  — ¿Te ocurre algo Tokiya? Estas algo extraño. — Ladeó la cabeza,  lo que le dio un aspecto  bastante tierno, demasiado para Tokiya.

— Dije que nada. — Lo mira con su típica cara de molestia. — ¿No que te sentías muy mal? Deberías estar descansando y no aquí. — Lo miro molesto, luego se dio la vuelta para darle la espalda. — Estoy cansado Oto…

— “Estoy cansado Otoya, déjame dormir” — El pelirrojo emitió una pequeña risita al decir aquellas palabras, que de seguro  ya sabía de memoria. —  Siempre dices lo mismo Tokiya. ¿Tan agotador es  ser Hayato? —  Silencio, Tokiya lo estaba ignorando como de costumbre, lo que provocó una pequeña molestia de parte de Otoya.  — ¡Tokiya! ¡Oye Tokiya! No me ignores, ¡no me ignores!

     En la mente de Tokiya sólo estaba “Lárgate Otoya, no tengo ánimos de tus juegos ahora”  sabia que  si no le prestaba atención, su compañero tarde o temprano se aburriría y lo dejaría de molestar. Así que permaneció en su cama recostado, mirando hacia la muralla, hasta que el silencio se apodero de toda la habitación.  “Esta bien así… Todo fue un simple error, un error que debe olvidarse por completo…”  Aquel beso había sido un error, aquella confusión que nublo su mente llenándola de sentimientos, también había sido un error… Una simple ironía del destino que había querido darle los sentimientos que él buscaba para sus canciones, pero se los había dado equivocados.

     Se dio la vuelta para mirar por un momento a Otoya que de seguro estaría dormido  ¿Dormido? Lo estaba, pero al lado de él.  Su compañero muy cómodamente  estaba recostado en su cama, sin ninguna vergüenza, ni molestia. — ¡Otoya! ¿Quieres por favor ir a dormir a tu cama? — Lo movió un poco para que despertara.

— Tokiya… — Abrió los ojos lentamente para mirarlo un poco soñoliento   — ¿Qué haces en mi cama? — Se restregó un ojo con la mano, para poder despertar mejor.

—¡Vé a dormir a tu cama! Apuesto que ni siquiera dormías. —  Lo miro molesto, no quería tenerlo cerca luego de lo ocurrido hace un momento. Debía mantenerse lo más lejos hasta poder recuperarse de la realidad.  

      “¿Por qué insistes en aumentar mi confusión?”

— ¡Vaya Tokiya eres genial! De verdad me hacia el dormido. —Rió un poco ante aquel comentario, como si la broma le hubiese resultado. — Pero es que tú me ignoraste… Pero ya no importa, parece que ahora estas mejor. — Esbozo una enorme sonrisa, como si estuviese aliviado de que Tokiya estuviese bien.

    “No me sonrías, no me muestres aquella  sonrisa…No lo hagas…”

—  ¡Tokiya! … de nuevo tienes esa cara seria.—  Otoya infló sus mejillas en señal de molestia. — Tokiya también debe sonreír… No es difícil. ¡Mira! ¡Mira! — Forjo otra enorme sonrisa.

—  Pero la sonrisa que me muestras ahora es fingida...No vale la pena si es…— Se detuvo al ver el rostro de Ittoki,  que seguía sonriendo.  Parecía que aquella sonrisa seria capaz de curar cualquier cosa…Aquella sonrisa lo maravillaba tanto.  Definitivamente le encantaba  verlo sonreír, aunque obviamente no lo admitiría.  Y Otoya  estaba tan cerca, de seguro se acercaba más y seria capaz de robarle otro beso.

 — No es fingida, yo sonrío porque estoy feliz, me agrada estar cerca de Tokiya , pero me agradaría más que tú también lo estuvieras…— Hizo otro puchero,  mientras se quedaba viendo fijamente a Tokiya, esté sin cambiar su expresión seria y monótona también le quedo viendo, sin emitir palabra alguna. — ¡Tokiya! No seas aburrido, sonríeme, sonríe como el día en el que me diste aquel beso…

     ¡Sorpresa! La mirada de Tokiya cambio completamente al oír aquello “Vaya con que recuerdas aquello”, por un segundo sintió una enorme alegría, pero luego esta se desvaneció al instante al mirar el rostro de Otoya, parecía asustado, como si aquellas palabras que había dicho o más bien el hecho de nombrar aquel beso, hubiese sido algo catastrófico.

— Lo recuerdas… — Fue lo único que logro decir, mientras desviaba su mirada a otro rincón de la habitación, para no fijar sus ojos en el rostro asustado del pelirrojo. Luego de aquello hubo un largo e incomodo silencio, donde lo único que quedaba era que el pelirrojo se largara a dormir a su cama. — Veté a tu cama.

— Lo recuerdo. ¿Cómo olvidar algo que resulto ser…— El pelirrojo se detuvo, parecía nervioso y avergonzado, ya que sus mejillas fueron adornadas con un leve sonrojo. — Maravilloso… — Su tono de voz disminuyo. — No puedo explicarlo muy bien, pero aquel día fui inmensamente feliz…

— ¿Eh? ¿Qué estas diciendo? Es imposible Otoya, tú debiste olvidarlo. Eso es lo que pensaba y ahora… —  Su mente estaba hecha un lío de pensamientos, no lograba asimilar muy bien lo que su compañero estaba diciendo, no lo comprendía. Ya que nunca había considerado la posibilidad de que Otoya estuviera pasando por lo mismo, nunca se había imaginado que la palabra “maravilloso” hubiese sido compartida por ambos. ¿Y ahora que sentía? ¿Alegría?  Era una buena posibilidad. ¿Debía seguir negando todo aquello que estaba ocurriendo?  No lo sabia, en aquel momento no lo sabia o quizás no le importaba. Se quedo ahí, mirando el rostro nervioso de  Otoya  que quizás en este momento estaba sumergido en alguna densa confusión, al igual que él. Permanecieron en silencio hasta que el pelirrojo rompió aquella atmosfera.

— ¿Ahora..?  Oye Tokiya, ibas a decir algo. Estoy esperando a que termines la frase. —  La cara de Otoya, seguía sonrojada pero aquel reclamo parecía más divertido que otra cosa, a pesar de que se notaba él enorme interés que sentía el pelirrojo  por saber que iba a decir Tokiya.

— Y yo estoy esperando a que salgas de mi cama. —  No pensaba finalizar la frase, aquella había salido debido al asombro  y no era algo que pensaba decir.

— No saldré de aquí hasta que me digas que ibas a decir.  — Otoya  lo miro molesto y decidido a quedarse a dormir en aquella cama que no era suya.

— Entonces quédate, me da igual. —  Estaba dispuesto a levantarse para ir a la cama de su compañero, ya que si esté se quedaría en su cama, lo más fácil seria irse a dormir a la de Otoya. Se intento levantar, pero la sorpresa fue enorme al ver que el pelirrojo lo tenia agarrado fuertemente del brazo para que no se levantara.— ¡Suéltame Otoya! —  El enfado se podía ya apreciar en el rostro de Tokiya, pero para su compañero este rostro le parecía tan normal, que simplemente lo dejaba pasar.

— ¡No! Hasta que termines lo que ibas a decir. — Lo sujeto con mayor fuerza del brazo, hasta prácticamente colgarse de este,  además su sonrisa volvió a resurgir en su rostro, de seguro producto de lo divertida que le parecía la situación.

— Entonces nos quedaremos por mucho tiempo aquí. —  Tokiya se rindió con la idea de irse a la cama de Otoya y  se quedo ahí, algo molesto, pero sin desistir ni pronunciar ninguna palabra acerca de lo anterior, quedándose simplemente recostado mirando la cara de Otoya, que también lo miraba, ambos esperando que alguno de los dos se rindiera.

    Y el silencio volvió a reinar en aquella atmosfera, ninguno de los dos pronunciaba ninguna palabra ,  ni tenían la intención de levantarse hacia la otra cama. Tokiya fijó sus ojos en los del pelirrojo  que lo miraba sonriendo, el rubor en sus mejillas ya había desaparecido, dejándolo sólo con una mirada decidida, pero sin perder su maravillosa sonrisa.  Era obvio que no pensaba largarse,  hasta podría decirse que parecía cómodo acostado en aquella cama ajena, como si esta además le brindara seguridad .  Ahora Tokiya sólo fijó su vista en la boca del pelirrojo, tan alegre y despreocupado. De vez en cuando Otoya emitía una pequeña risita. ¿Qué le parecía tan divertido? Era una situación molesta para Tokiya,  la sonrisa del pelirrojo lo maravillaba, por eso quería borrarla…¿Cómo?  Quizas con beso… Sin darse cuanta, ya estaba sintiendo ganas de volver a robarle un beso y hacer desaparecer la sonrisa de su rostro. Pero ¿Por qué?  ¿Por qué quería volver a robar un beso?  Y en ese momento se percato, al formular aquella pregunta se dio cuenta como su corazón estaba latiendo a una velocidad más acelerada de lo normal.  ¿Era por el simple echo de tener a Otoya  a su lado? ¿Por la minima distancia que los separaba? Y la pregunta principal era ¿Cómo no se dio cuenta antes?  

     Se acerco más  al menor, inconcientemente su rostro y su boca se acercaban a la de Otoya y sin darse cuenta ya estaba a unos centímetros  de volver a repetir el incidente de hace unos días.  Al notar el rostro de asombro del pelirrojo y al percatarse de lo que estaba a punto de volver a hacer, Tokiya se aparto de golpe.

— Lo siento Oto.. — La frase no fue terminada, al igual que la canción que Otoya cantaba bajo la lluvia hace unos días, la historia se volvía a repetir. Pero esta vez era el pelirrojo que posaba  nervioso sus labios sobre los de Tokiya y este quizás olvidándose de todo lo que le impidió antes dar el beso, olvidándose de todas aquellas cosas que en  este momento no importaban, respondió al inexperto beso de su compañero y la palabra “maravilloso” volvió a surgir en se mente. Los labios del pelirrojo eran calidos y despejaban completamente su mente, era como la luz necesaria para hacer desaparecer la densa oscuridad.

Notas finales:

El siguiente capitulo lo publica Noki, no nos demoraremos mucho esta vez, ya que como dije antes, ¡estamos de vacaciones! Bueno espero les haya gustado y nos perdonen por la enorme demora u.u

¡Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).