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"Brand New Melody" o una dulce melodía de confusión... por NokiAndLuki

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Notas del capitulo:

Uta no prince-sama no nos pertenece, es propiedad de Broccoli.

Capítulo 7: ¿En dónde está la canción de la salvación?

Haberle dicho aquellas palabras tan crueles al pelirrojo, implico que Tokiya casi ni pudiese concentrarse en preparar su espectáculo,  a pesar de que en los ensayos lograba cantar su nueva canción, su manager le decía muchas veces que era mejor que lo suspendiera y que Hayato podía dedicarse a otras cosas.  ¿Qué le estaba pasando?  Y  ¿Por qué le había dicho aquellas  palabras a Otoya?  “Eres un simple compañero de cuarto”  era muy obvio que aquello era mentira,  era muy obvio que considera a Otoya una de las personas más importantes que había conocido en la academia, después de todo el pelirrojo estaba ocupando la mayoría de sus pensamientos y aunque él los quisiera evitar, su compañero siempre aparecía en su mente.

Pero….Más importante era el concierto ¿verdad? Ese día que al fin había llegado, tenia pensando darlo todo de él, olvidarse de la confusión y solo concentrarse en demostrar que Hayato no había perdido el don para cantar, les demostraría eso a todos  y de pasada cerraría unas cuentas bocas que decían que su primer éxito solo había sido cosa de suerte, ¿cómo se atrevían a decir que Hayato sólo era un cantante pasajero y que ya no tenía el don para cantar?  Debía demostrar que eso no era cierto y precisamente  ¡este era el gran día para hacerlo!

 No se dio cuenta  cuando choco  con la muchacha que ahora empezaba a interesarle,  estaba tan ocupado pensando que ni siquiera estaba concentrado en que estaba caminando por los pasillos de la academia Saotome, ¿Cómo había sido tan descuidado? Y ahora por su culpa, Nanami Haruka había caído de golpe al suelo.   Tokiya se apresuro en ayudarle, aunque  ya no sabía si había sido culpa de él o culpa de la muchacha, pero daba igual,  eso ya no le importaba.  La chica rápidamente se disculpo, está parecía como si  también anduviese en las nubes, ya que no se dio cuenta de quién era, hasta que Tokiya se  agacho para ayudarle a recoger sus cosas que habían caído desparramadas.   Rápidamente sus ojos se dirigieron al  CD que tenía su imagen en la portada.

—I-Ichinose-san —  dijo nerviosa la muchacha, al darse cuenta de con quien había chocado, mientras tanto Tokiya sólo observaba el CD que tenía en sus manos, con aquella imagen de sí mismo, pero ¿Hayato podía ser nombrado cómo “sí mismo”? Esa imagen de su rostro ¿realmente era él? No era momento para estar cuestionándose eso, no con un concierto ese mismo día. Nanami todavía le miraba sorprendida, y él finalmente hizo el intento de levantarse, sin embargo el dolor en su pie volvió a aparecer y en su rostro rápidamente se dibujo una mueca de dolor. “¡Maldición!”,  aquel dolor solo le recordaba una cosa, aquel dolor solo le traía a su mente aquel golpe que tuvo por ayudar a…. “Otoya”… era a él, al que no quería recordar nuevamente.

— ¿Te encuentras bien? — La voz de Nanami lo había ayudado a no perderse de nuevo en aquellos recuerdos, la chica lo miraba preocupada, era obvio que se había dado cuenta de su rostro adolorida al levantarse. Tokiya le devolvió aquel CD de Hayato y se apresuró por irse del lugar, sin decirle nada a la muchacha. Después de todo tenía muchas cosas que hacer. — ¡Es-Esto! — Nanami le detuvo, logrando que el más alto dejará de caminar por aquel iluminado pasillo — ¿No irás al concierto de tu hermano? —  “Hermano” realmente si Hayato fuera su hermano  ahora no tendría que estar preocupándose por tantas cosas, aunque tener un hermano idol, implicaría estar siempre a la sombra de esté. Pero ¿no lo estaba ya? Y de sí mismo, que era mucho peor.

— ¿Irás? — preguntó, pero sin voltearse para verle, luego escucho que Nanami le respondía con un “sí”. Vaya que eran similares, tanto Nanami-san como Otoya querían verlo en su concierto —Asegúrate de no perderte. — Le respondió rápidamente y es que ahora lo único que deseaba era largarse de aquel lugar. — Ten cuidado por favor. — Finalizó sus palabras con eso y siguió caminando en dirección a la salida de la escuela, tenía un enorme interés por preguntarle a la muchacha si es que acaso iría con alguien más, ¿quizás con  Otoya? Aunque con lo que le dijo la última vez que le vio, era casi imposible que el pelirrojo siguiera con ganas de verle, pero aún estaba la pequeña probabilidad de que Otoya no le hiciese caso y se apareciera en aquel lugar… Aquella pequeña probabilidad…

*******

Faltaban tan solo tres horas para su concierto, ya había llegado al lugar en donde iba a presentarse y ahora solo le quedaba arreglarse y vestirse apropiadamente para  salir a mostrar su nueva canción.  Tenía unas pocas horas para dejar de ser Tokiya y  empezar a ser Hayato.

—Todo sea por cantar. — dijo esto en voz baja, mientras miraba la ropa de Hayato, que estaba colgada en frente de él. Aquella ropa que era parte del disfraz y parte de la máscara que iba a empezar a utilizar dentro de poco. ¿Cómo es que Hayato se había convertido en alguien tan diferente?  Pero  Hayato con su falsa sonrisa era el único capaz de mostrar su canción a toda esa multitud que lo esperaba hoy.  — Están esperando a Hayato y no a Ichinose Tokiya…— Y era cierto, toda la gente que iba  a ver hoy su concierto era porque deseaban ver a aquel idol, seguro  eran todas fan admiradoras de Hayato… Pero algo lo saco de esa afirmación… quizás…

…“¡He decidido ir a verte en tu presentación!”….

 Realmente era doloroso recordar el rostro alegre de Otoya al decir aquello, parecía tan entusiasmado, además había recuperado su habitual sonrisa que luego Tokiya se encargo de borrar nuevamente. —Tsk.. —   Pero que estupidez había hecho ¿cierto? Pero ya daba igual, esperaba que todo pronto fuese olvidado, hasta aquella pequeña alegría que ahora sentía al pensar de que Otoya quería verlo cantar a él y no a Hayato, era egoísta pensar eso, muy egoísta luego de haber lastimado al pelirrojo, pero no podía evitar alegrarse con aquellas palabras;  “¡He decidido ir a verte en tu presentación!”  Y las siguientes palabras lo ratificaban aún más…. “¡Mo! ¡Tokiya! Quiero verte cantar”. Sonrió al recordar aquello  y es que era tan cierto que Otoya iba a verlo a él,  hubiese sido la única persona en aquel lugar que iría a escuchar  cantar a Tokiya.  Se llevo su mano a su rostro arrepentido por haber tratado tan mal a aquella persona tan valiosa, pero el sonido de un golpe en la puerta lo hizo salir de sus pensamientos.

—Hayato ¿ya estás listo para ir a maquillaje? — Le apresuro la voz de su manager, haciendo que el estudiante se percatara que ni siquiera había ni comenzado a vestirse.

—En seguida salgo, solo espere unos minutos más. — Tomó la ropa que hace un buen tiempo estaba en frente de él, para así comenzar a cambiarse y rápidamente transformarse en el Idol amado por un montón de chicas. Salió rápidamente del cuarto, para caminar directo hacia el lugar en donde terminaría por completo con aquel cambio. 

*****

Rápidamente había sido maquillado y ahora se volvía a encontrar solo en aquella habitación, esta vez mirando simplemente el reflejo de su rostro en el espejo. ¿Era realmente él ahora? O ¿ya se había transformado por completo en Hayato? El reflejo de su rostro solo le mostraba a aquel sujeto que ya no podía cantar con el corazón, a  aquel sujeto frio y solitario que siempre caminaba solo por la Academia Saotome y por ultimo, aquel reflejo le mostraba el rostro de Tokiya, el sujeto que había lastimado a la única persona que podía mostrarle una hermosa sonrisa dentro de toda aquella densa neblina.  

Bajó la mirada, no era momento para pensar en todo eso, era el momento para cambiar, era el momento para demostrar a todo ese público que lo esperaba afuera, de que su nueva canción era hermosa, hermosa como la sonrisa de Otoya. Volvió a mirarse en aquel espejo que estaba en frente de él,  observo aquel rostro serio que se reflejaba.  —Que mi sonrisa sea parecida a la tuya… — Se mentalizo en su mente, el rostro sonriente de Otoya, aquellos rojizos ojos,  iluminados y felices que generalmente traía cuando le hablaba y la sonrisa que pensaba imitar. Sonrió levemente al espejo en un intento fracasado por imitar una brillante sonrisa. — ¡¡Falsa!! ¡Completamente falsa! — Era indignante, le enfurecía  tener que mostrar una sonrisa, cuando él no sentía mucha alegría, cuando no merecía sonreír a nadie y muchos menos merecía que alguien le sonriera. Estaba cayendo tan profundamente en aquella densa neblina,  justo en el momento menos oportuno.

 —Hayato casi es hora. — Nuevamente la voz de su manager lo había hecho despertar, y es que de nuevo  se le había pasado el tiempo, que ya estaba a punto de tener que salir a presentarse en aquel escenario.

—Bien. — Respondido secamente, sin voltearse a mirar, mientras todavía permanecía ahí , solo mirando su reflejo.

— ¿Estás bien? — El hombre dio dos pasos, como dudando si debía de entrar a la habitación o simplemente dejar al cantante solo.

 —Sí. Perdón por ser molesto. —Tokiya le respondió y es que sinceramente lamentaba causarle problemas a su manager, él debía de aguantar su actitud molesta y cambiante, aunque solo fuera por el deber del trabajo.

—Sé que es tu primera nueva canción desde hace mucho…  — Prosiguió su manager, mientras Tokiya ni se limitaba a mirarle. —…pero has estado tomando muchas clases  —  Era cierto, se había metido a la academia saotome, para que cuando llegase un día como este, no tuviese ningún problemas, pero…

—Aún así, si no logro hacer demasiado… — “¿No podré volver a cantar?”, “Mis canciones no llegaran a las personas…” Nada de eso había salido de sus labios, nada de eso fue pronunciado… Pero no importaba, ya todo estaba ahí en su mente.

—Las canciones están bien, pero hay otras cosas de que preocuparse. Piénsalo bien. —

—Lo haré… — Esta vez estaba cansado de reclamar, de volver a repetir lo importante que para él resultaba poder interpretar hermosas melodías. “¿Por qué nadie lo notaba?” Tanto se notaba su falta de sentimientos, el talento ya no importaba nada si terminaba siendo un sujeto vacio que no podía poner el corazón en sus canciones. Se levantó cansadamente, debía apresurarse a dirigirse al escenario, ya que dentro de unos pocos minutos debía salir a escena y  colocarse la máscara de Hayato. 

Dio unos pocos pasos, cuando sintió el sonido de su celular que había dejado olvidado en la mesa, cerca de aquel espejo que había hecho que gastara una buena cantidad de su tiempo. Retrocedió aquellos pocos pasos, para dirigirse a mirar la pantalla de su celular. ¿Un mensaje? Un mensaje de Otoya… Tokiya quedo mirando fijamente aquel nombre, antes de que se dispusiera a leer el contenido del mensaje. De pronto una extraña emoción le había invadido, era como un pequeño sentimiento de alegraría por recibir quizás un insignificante mensaje, pero es acaso ¿Era posible quizás de que Otoya estuviese entre aquella multitud de espectadores? Le avergonzó un poco pensar en aquella posibilidad, menos después de lo que había hecho y dicho. Finalmente luego de aquellos pensamientos que a Tokiya le parecían impropios, se apresuro al leer el contenido del mensaje, pero este estaba completamente en blanco. ¿Qué significaba eso? Quizás nada, lo más probable que haya sido un accidente, un mensaje que quizás ni siquiera iba dirigido a él.  

Dejó el celular donde se encontraba anteriormente y esta vez sí se apresuro por salir del lugar, para dirigirse al escenario donde su público lo esperaba… o más bien el público de  Hayato.  Volvió a sentirse perdido, perdido entre toda esa gente que gritaba un nombre que no era suyo, que adoraban a alguien que no era él. 

Mientras más pasos daban, más de cerca estaba de  las fuertes luces del escenario, de  la música que indicaba que su espectáculo iba a comenzar y por último el grito de los espectadores entusiasmados… Más cerca estaba de toda esa falsedad y de cantar aquella nueva canción repleta de nada, vacía de todo sentimiento… ¡Aún le quedaba una esperanza! Aunque quisiera ocultar y reprimir aquello, tenía un deseo y un pequeño rayo de luz.

El largo pasillo había llegado a su fin, los pasos siguientes fueron el gran salto que dio para caer en medio del escenario y comenzar a cantar, mientras los espectadores gritaban emocionados. El rostro de Tokiya había cambiado por completo, como si fuese una persona completamente diferente, su máscara era casi perfecta y es que seguro muy pocas personas notarían lo perdido y confusa que estaba su mente en ese instante.

—De una forma en que puedes llegar a ser feliz. Dime si es que tú sabes la palabra secreta… — Su rostro estaba completamente envuelto por una alegría falsa, mientras pronunciaba las palabras de aquella canción cuyo significado ahora le parecía absurdo. Las palabras de aquella melodía salían y salían de su boca, mientras Tokiya se esforzaba por mirar alegremente a toda esa gente que había ido a verle, en aquel día tan sombrío. ¿Cómo se había vuelto tan gris aquel día soleado? ¿Es que acaso el día quería acompañar a sus pensamientos?  “Tokiya deja de pensar y concéntrate” Sólo debía preocuparse en bailar y en cantar, sólo eso, no era el momento para preocuparse en como estuviese el día o para pensar que podía significar un mensaje completamente vacío…. Y si Otoya estuviese entre todo ese público….

—Brillando más que el sol…— Trato de agudizar su vista, para encontrar aquella luz que brillase más que el sol, para ver si entre toda esa gente estaba la única persona que iba a ver a Tokiya cantar. — Porque la luz del sueño será por siempre…— No podía divisar aquellos rojos cabellos. Dio las vueltas que indicaba casi el final de la canción, pero un fuerte dolor venido de su pie hizo que una mueca de dolor adornara su rostro y que el micrófono que tenía antes en sus manos, volara directo al suelo a unos cuantos metros de Tokiya. Este se quedo paralizado mirando aquel objeto.

…“¡He decidido ir a verte en tu presentación!”….

El fuerte dolor que sentía en su pie, hizo que esas palabras volvieran a aparecer en su mente y es que se había lastimado para salvar a Otoya, lo había hecho casi sin pensarlo, solo guiado por un horrible sentimiento de miedo por verle caer por aquellas escaleras. Y luego de eso, él lo había tratado tan mal, luego de que Otoya le regalase su sonrisa. ¡Era demasiado estúpido pensar de que Otoya podía estar entre el público! Menos después de haberle negado por completo de que asistiera. 

Miró el micrófono casi espantado, como si este tuviese la culpa de haber fallado en el último paso, como si tuviese también la culpa de que Tokiya no pudiese ponerle sentimientos a sus canciones y por ultimo como si hubiese sido el culpable de lastimar a Otoya.  Mientras los espectadores ya empezaban a gritar impacientes y las fan gritaban animando a Hayato, Tokiya  permanecía aún inmóvil, solo mirando aquel objeto en el suelo, aunque su vista y sus pensamientos no estuviesen precisamente en aquel lugar.

Un fuerte trueno azoto en el cielo, para que luego la lluvia se desatara en el lugar, pero ni siquiera eso era capaz de hacer reaccionar a Tokiya, ni siquiera eso lo iba a sacar esta vez de aquel shock por el cual estaba pasando, y es que lo había arruinado todo, aquella ultima falla quizás había arruinado por completo su carrera o al menos como cantante, pero cantar era lo que más amaba. Todo estaba arruinado, su espectáculo, su carrera como cantante y por último había arruinado su amistad o lo que fuese que había llegado a tener con Otoya….

El siguiente trueno que apareció, logro despertar un poco a Tokiya, ya que el fuerte trueno había caído directo a los focos de la iluminación haciendo que la gente  empezara a correr asustada, intentando huir del lugar. Ver a todo el público huir hizo que Tokiya confirmara más de que todo había finalizado, ni siquiera escucho la voz de su manager que lo llamaba preocupado para que saliera rápido del lugar.

— ¡Hayato! —  El grito de aquella persona si llego a los oídos de Tokiya, era una voz que  parecía conocer. — ¿¡Por qué cantas canciones sin sentimientos!?  — El compañero de Otoya, aquel sujeto que cocinaba tan mal, se encontraba gritándole desde el lugar de los espectadores y  había descubierto por completo el problema de las  canciones de Hayato. Tokiya se quedo observando como aquel sujeto intentaba subir al escenario, algo diferente parecía haber en él, no era la misma persona que había casi matado a Otoya con su comida.  — Eres el centro de atención, pero tus verdaderos sentimientos se ocultan en la oscuridad…Eso me molesta. —  ¿Qué estaba diciendo? ¿Cómo era posible que le dijera algo así?  Algo que a lo mejor era tan cierto.  — Yo no me miento así mismo…..Escucha mi canción—  Tokiya simplemente afirmo con la cabeza, ya no había nada que pudiese decir, luego de aquellas palabras, era como si aquel sujeto estuviese prácticamente leyendo su mente.

*******

—Hayato si sigues en este lugar vas a pescar un resfriado. — El manager preocupado intentaba hacer que Hayato  se refugiara de la lluvia  que no paraba de caer sobre un escenario que ahora estaba completamente vacío. Toda la gente se había ido horrorizada por los truenos y escapando de la fuerte lluvia.

—En seguida iré... ¿Puedes dejarme solo por un momento? Con unos minutos bastará…— Tokiya permanecía aún en aquel lugar, con la cabeza agachada. Su manager casi poco convencido afirmó con la cabeza y decidió dejarlo solo. 

El fuerte viento que había era capaz de helar a cualquiera, mientras que la lluvia también asustaba a quien fuese.  Tokiya sentía como ésta lluvia caía sobre su cabello y el viento helaba su cuerpo.  Levantó su mirada al cielo para que el agua también mojara su rostro.  El show había terminado con un rotundo fracaso, Nanami Haruka se había enterado quizás de que en realidad Hayato era Tokiya  y finalmente Natsuki Shinomiya le había lanzado unas cuantas verdades a la cara…

“Yo no me miento así mismo…”

¿Tokiya se estaba mintiendo así mismo? ¿Qué era la mentira? La verdad habían muchas mentiras;  El hecho de que Hayato era simplemente una máscara que fingía una sonrisa falsa, la primera mentira…. Luego también estaba el hecho de que insistiera en cantar canciones sin sentimientos, le estaba mintiendo a toda esa gente intentando cantar algo que no tenía pasión alguna…  Finalmente ¿Qué pasaba con Otoya? Lo último que le había dicho era completamente falso, ya no eran simplemente unos compañeros de habitación.  

“… tus verdaderos sentimientos se ocultan en la oscuridad… “

— Tus verdaderos sentimientos se ocultan en la oscuridad…— Entonces la imagen del pelirrojo volvió a aparecer en su mente, aquella sonrisa, aquellos dos besos que hicieron que el corazón de Tokiya latieran con intensidad… ¿Es que acaso lograba algo ocultando todo aquello? No lograba nada, aparte de ocultarlos, sus sentimientos solo permanecerían ahí escondidos, pero quizás jamás podrían ser eliminados por completo. 

Tokiya comenzó a caminar esta vez en dirección a los camarines en donde se encontraba antes, no le importo mucho que su ropa estuviese completamente mojada o que al caminar dejará algunos charcos de agua en el suelo, simplemente se dirigió al lugar en donde había dejado su celular, lo tomo con ambas manos y miro de nuevo el mensaje vacio que le había enviado Otoya, tecleo unas cuantas letras y devolvió el mensaje, esta vez con unas simples palabras que esperaba que fuesen respondidas. 

*****

Habían pasado solo dos horas desde que había enviado el mensaje, nunca hubo una respuesta, pero Tokiya se encontraba aún en aquel parque de diversiones que ahora intentaba funcionar con algo de normalidad a pesar de la lluvia.  Estaba sentado en una banca, mientras una ligera lluvia continuaba cayendo, mojando su cabello que seguía húmedo. Estaba vestido con la ropa que usualmente usaba como Tokiya, no debía preocuparse mucho por ser indicado o reconocido como Hayato, ya que en el lugar había una mínima cantidad de personas, valientes que se habían atrevido de salir a pesar del horrible clima que había. 

En la mano de Tokiya aún se mantenía el celular, esperando todavía alguna respuesta, aunque ya estaba perdiendo por completo las esperanzas, después de todo parece que había conseguido lo que en primera instancia quería, y  esto era lograr que Otoya se alejara de él.  Era imposible que respondiese a su llamado, quizás ni quería ni verle, por eso seguro su compañero ni se limitaría a siquiera responder su mensaje.

—Tokiya…­— Otoya se encontraba parado justo enfrente de él, parecía algo cansado, como si hubiese corrido para venir a donde estaba él.  El pelirrojo se apresuro en cubrirlo con un paraguas, para resguardarlo de la lluvia. —  Estas todo mojado Tokiya, menos mal que vine por ti.  — Otoya estaba utilizando las mismas palabras que aquel día en el que Tokiya le había robado un beso… El día en el que aquellos sentimientos habían empezado a salir a la superficie — La verdad lamento haber llegado un poco tarde, pero te aseguro que vi tu mensaje y vine corriendo hasta acá. Sólo que queda un poco lejos y me perdí. — El pelirrojo emitió una risa algo nerviosa, mientras Tokiya aún le miraba sorprendido.

—Otoya yo… — Tokiya se levantó rápidamente de la banca, observó por unos segundos aquella linda sonrisa nerviosa que Otoya estaba emitiendo en aquel momento. ¡El pelirrojo había venido! cuando debía estar enojado, aún así había acudido a su llamado y además ahora le estaba dedicando tan bonita sonrisa. De verdad Tokiya no podía comprender lo que pasaba por la mente de su compañero, no comprendía por qué había acudido al mensaje de una molesta persona, como era él.  Pero, el corazón de Tokiya comenzó a latir con fuerza, mientras daba unos pasos para acercarse al pelirrojo  y terminar  por rodear con sus brazos el cuerpo de su compañero, abrazándole con fuerza, haciendo que el pelirrojo soltara el paraguas,  cayéndose al suelo. — Creo que yo…— “Me estoy enamorando de ti…” No termino de decir aquellas palabras, pero realmente lo sentía, estaba casi seguro que aquellos eran los sentimientos que estaba ocultando, porque después de todo en este momento… Otoya era su melodía de la salvación…

Notas finales:

Lamentamos la tardanza >_<  y agradecemos a la gente que aún nos sigue leyendo, en fin… Gracias por leer.  


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