‘Me lo dijiste… me lo dijiste tantas veces… me dijiste que me amabas, y luego, me dejaste… eso no es amor Santana’ decía Brittany mientras se miraba al espejo una y otra vez
‘Lo lamento… yo, tenía miedo… tenía miedo de lo que pudieran decir’
‘¿Crees que yo no? Traté de hacer feliz a todos los que me rodearan… y por una extraña razón a ti nunca pude complacerte ¿Acaso era tan insignificante para ti?’
‘No Brittany! No lo eras! Y no lo eres… ¿No entiendes? Esta debería ser nuestra boda’
‘Debería…’ la rubia volteó para encontrarse de frente con quien alguna vez fue su mejor amiga ‘Pero no es así’
La puerta sonó interrumpiendo la conversación de ambas chicas
‘¿Quién es?’
Desde afuera de la puerta se escuchó una débil voz ‘Soy Quinn… ¿Puedo entrar?’
Brittany volteó a ver a Santana ‘Escóndete en el armario… ya’
La morena obedeció y se metió al clóset, segundos después Quinn había entrado a la habitación con su vestido azul de dama de honor
Abrazó fuertemente a Brittany ‘Te ves hermosa, Taylor es un hombre afortunado’
‘Muchas gracias Quinn…’
‘Es mejor que salga, todo está listo… te esperamos fuera’
Una vez que la otra rubia salió de la habitación, Santana salió del armario, para mirar a Brittany, en efecto, se veía hermosa, su cabello estaba con suelto con pequeñas ondulaciones y resplandecía como el sol, su vestido blanco hacía que su figura luciera espectacular… y ella simplemente se veía radiante
‘No lo hagas’ la morena la detuvo
‘Tengo que…’
‘¿Lo amas? Dime… ¿Amas a Taylor?’
La holandesa miró al suelo y tragó saliva fuertemente ‘Sí… lo amo’ soltó el agarre del brazo de Santana y salió por la puerta
…
Todo había comenzado en la preparatoria, cuando Santana le había declarado sus sentimientos a Brittany, en un principio no pudieron estar juntas ya que su amiga tenía novio, al siguiente año las cosas no evolucionaron, seguían iguales, un día Brittany le confesó sus sentimientos… y Santana la rechazó, por miedo a que todos la juzgaran, dejó la escuela, huyó de su casa y borró todo medio de contacto.
Acabó viviendo sola, y trabajando de mesera en un restaurante de paso a las afueras de Tennessee, hasta que un día su madre la localizó, informándole que su padre había muerto de un tumor cerebral unos meses después de que la chica había dejado Ohio.
Volvió a vivir con su madre, pero se mudaron a California, Lima se había olvidado por completo de los López.
Días después Santana se enteró de que todos se habían graduado con honores de la preparatoria, la mayoría, incluyendo a Brittany irían a Nueva York, y ella como era de suponerse, estudiaría baile.
Pasaron 3 años y Rachel y Kurt se habían vuelto leyendas de Broadway, y Brittany era la más prestigiosa bailarina del mundo, había hecho coreografías para Lady GaGa y Katy Perry, tenía un estudio de baile y tenía sus propias presentaciones.
Cuando la latina creía que podría reconstruir su vida, se vino debajo de nuevo, a su mamá le fue diagnosticado cáncer de mama, era tratable, pero su madre moriría en menos de 10 años. Como si el dolor no fuera suficiente.
Se mudaron a Nueva York para que su mamá pudiera conseguir el tratamiento con uno de los mejores doctores, era un 13 de mayo… nunca lo iba a olvidar, iba caminando tranquilamente por las transitadas calles de la ciudad, acababa de dejar a su madre en el hospital y se había decidido a tomar un poco de aire.
Iba admirando el cielo, los autos que pasaban y los grandes anuncios que había por las calles, llegó a Central Park y se sentó en una banca a ver a los niños jugar con las cometas.
‘¿Disculpe está ocupado?’ dijo una suave voz
La latina negó con la cabeza y la chica se sentó a su lado en la banca ‘Lindo día uh?’
‘Sí… mi nombre es Brittany’ la chica extendió la mano ‘¿Y el suyo es?’
La latina volteó para encontrarse con esos azules ojos y la sonrisa inocente ‘Brittany? Soy yo… Santana’
‘¿Santana? ¿López?’ preguntó la chica con la mano aún extendida
‘Sí soy yo!! Cuánto tiempo sin verte! Te veo siempre en televisión, o en anuncios, eres una de las mejores bailarinas del mundo’ dijo emocionada, hacía ya mucho tiempo que no veía a su mejor amiga si es que aún se le podía llamar así.
‘Uhum… Vamos te invito un café’ la rubia se levantó y tendió su mano ‘Necesitamos hablar de muchas cosas…’
Caminaron hacia un café evadiendo a los paparazzis que insistían en tomar fotos, una vez que estuvieron dentro del establecimiento sentadas y lejos de los camarógrafos la holandesa ordenó 2 cafés.
‘Así que… necesitamos aclarar muchas cosas…’ dijo Brittany mientras acomodaba un mechón de su cabello tras la oreja ‘Primero que nada… ¿Por qué te fuiste? Nadie supo nada de ti…’
La morena no sabía que decir… bueno… sabía por qué había huido… por cobarde… simplemente por eso, porque tenía miedo de que la juzgaran por ser diferente ‘Lo lamento’
‘¿Sabías que tu papá falleció? ¿Sabías que sus últimas palabras fueron Dónde está mi niñita ahora?’
‘Lo siento’
‘Luego, cuando intenté hablar con tu madre… vi la casa en venta, se había mudado, al parecer a California… con su hija!’
‘Lo siento’
‘Ya basta! Deja de decir lo siento… ya pasó… no tiene importancia, sólo quiero que sepas que, te extrañé demasiado, no tuve a mi mejor amiga en los buenos momentos, sí estaba con Quinn pero no era lo mismo, ella no eras tú’
Ella no eras tú la rubia había madurado mucho, seguía igual físicamente pero, en su forma de pensar, de hablar, había cambiado mucho… la dulzura siempre había caracterizado a Brittany, ahora se veía seria… como una mujer de sociedad.
‘Lo siento’
‘Ahí está de nuevo!! Deja de decirlo!’ la rubia rió
‘Ok ok… bueno, mi vida no ha sido fácil… mi madre… bueno tiene cáncer’
Brittany paró de reírse para mostrar una mirada preocupada ‘¿Es tratable cierto?’
‘Sí… justo ahora está en terapia’ miró su reloj ‘Debo de recogerla ahora’
‘Te llevo, mi carro está cerca, puedo llevarte si quieres’
Algo comenzaba a despertar nuevamente, esos sentimientos que estuvieron dormidos esos años, seguía enamorada de Brittany, probablemente más que nunca… y el destino las había vuelto a juntar, las había puesto juntas nuevamente, era una señal y Santana haría todo lo posible por recuperarla.
Una vez en el auto prendieron la radio cambiando de estación en estación no encontrando ninguna buena canción hasta que llegaron a la canción You and I de Lady GaGa y la holandesa subió al volumen.
It’s been a long time since I came around
It’s been a long time but I’m back in town
And this time I’m not leaving without you…
‘¿Te gusta esa canción?’ le dijo Santana mientras veía como Brittany sonreía
‘Ajá… esa canción la cantó Taylor en nuestra fiesta de compromiso’
¿Fiesta de compromiso? ¿Había escuchado bien? ¿Brittany estaba comprometida? Esto no le podía estar pasando a ella, hubo un silencio incómodo en el auto mientras la música sonaba de fondo.
‘¿Cuándo… cuándo es la boda?’ preguntó por fin la latina
‘En agosto, el primero de agosto’
¿Por qué la vida era tan injusta con ella? Su padre no estaba con ella, su madre estaba en riesgo de morir y la única mujer a la que amaba estaba comprometida con alguien más, su corazón simplemente ya no podía soportar más dolor.
Llegaron al hospital y cuando la señora López vio a Brittany, la abrazó, la invitaron a cenar y la holandesa gustosa aceptó, una vez en la casa de la familia, Brittany comentó los detalles de su boda, cómo había conocido al tal Taylor y cómo se encontraba su familia, a la morena no le interesaba en lo absoluto, en realidad le parecía absurdo, no quería escuchar nada acerca de la exitosa y plena vida de Brittany… la vida que podía haber sido suya también y en ese momento de lo que platicarían sería de la boda de las 2 chicas.
La conversación la estaba agobiando así que dio las gracias y se retiró a su habitación, no importándole que su amiga de tantos años estuviera allí afuera con su madre, se tiró en la cama y comenzó a llorar.
Minutos después la puerta principal se escuchó y la morena supuso que Brittany ya se había ido, mucho mejor para ella… la puerta de su recámara se abrió y luego se escuchó el seguro poniéndose.
‘Mamá no quiero hablar’ dijo con la cara escondida en la almohada
‘¿Mamá?’
La morena alzó la vista, ahí estaba Brittany, mirándola con ternura desde la esquina de la habitación, con los brazos cruzados y las piernas dobladas.
‘¿Por qué lloras?’ dijo sentándose junto a Santana secando las lágrimas que aún escurrían por las mejillas de la morena
‘¿Por qué no?’
‘Touché… pero te conozco Santana… desde que vamos en kínder te conozco… algo te ocurre… ¿Estás molesta porque me voy a casar?’
‘No tendría por qué estarlo’
‘Pero lo estás… ¿Por qué?’
No contestó, tomó la mano de Brittany y con agilidad la recostó en la cama, se colocó encima de ella y la besó.
Brittany oponía resistencia al principio, pataleaba ‘Déjame Santana, soy una mujer comprometida’
‘Comprometida, no casada… considéralo tu despedida de soltera’
Comenzó a acariciarle suavemente los senos haciendo que la holandesa se retorciera, depositando pequeños besos por el cuello y deshaciéndose de la estorbosa chaqueta y la playera, mirando el abdomen marcado de su Brittany, porque era de ella y de nadie más, no de ese tal Taylor… marcó un camino de besos hasta llegar a la cintura y lamer suavemente, abrió el botón de los jeans y los aventó lejos, para admirar el cuerpo.
Quitó el seguro del sostén y lo tiró al suelo, admirando los pechos, con un coqueto rubor y se dedico a morderlos y chuparlos suavemente, bajando por el abdomen, mordió la orilla de la ropa interior y la deslizó por las largas piernas haciéndola caer.
‘Eres hermosa’ le dijo Santana al oído
Luego bajó nuevamente a la cadera y puso su mano en la intimidad de la rubia, sobando suavemente, haciendo que Brittany gimiera un poco.
La holandesa dio un salto y un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió la lengua de Santana explorando su húmeda zona, chupaba, succionada y lamía de arriba abajo, cuando encontró el punto que haría perder la cabeza a la rubia, se perdió en el suave perfume.
‘Si vas a hacerlo… hazlo ya…’ le dijo Brittany con la voz entrecortada
La morena puso dos dedos en la entrada de la rubia, y sin pensarlo la penetró, haciendo que gimiera y se aferrara a las sábanas, los movimientos eran erráticos, ya había un ambiente con el aroma de las 2 chicas mezclado con el sexo, la luz era tenue, y sólo se escuchaban los ahogados gemidos de Brittany resonando por el departamento.
Santana metía y sacaba sus dedos con agilidad y la cadera de Brittany comenzaba a seguir el ritmo, de pronto la latina sintió los espasmos recorriendo el cuerpo de Brittany, su orgasmo estaba cerca, sacó y metió mucho más rápido los dedos, respirando con dificultad y haciendo que la rubia perdiera la cabeza.
Sintió sus dedos húmedos, Brittany se había corrido, los lamió y luego limpió el resto en las sábanas de la cama, para después poner un beso húmedo en los labios de la holandesa.
Pasaron unos minutos recostadas hombro con hombros hasta que la rubia se levantó y comenzó a vestirse.
‘¿A dónde vas?’ le preguntó Santana aferrando la sábana contra su pecho
‘Esto no debió haber pasado… nunca debió haber pasado’ dijo mientras se ponía su playera y salía por la puerta ‘Te llamaré luego’
‘No te vayas Brittany’ dijo y se paró rápidamente poniéndose sus ropas en el camino, detuvo a la rubia a mitad del pasillo del edificio ‘Te amo… ¿No lo ves? Te sigo amando’
La rubia miró al piso ‘Te amaba…’
‘¿Amabas? ¿Qué ocurrió con la chica que me decía que era mía?’ dijo casi gritándolo con los ojos llenos de lágrimas
‘La dejaste en Ohio, con el corazón despedazado… lo siento Santana, adiós’ bajó rápidamente las escaleras dejando a la morena sola a la mitad del pasillo
Santana se quebró, por su estúpida cobardía la había perdido, y no la iba a poder tener nuca más… se sentía sola… se tiró al suelo llorando, sin importarle que estuviera a mitad del edificio, simplemente lloró, hasta que sintió que sus párpados se cerraban.
Mayo había sido la última vez que había visto a Brittany, era obvio que la rubia no le llamaría de nuevo, mucho menos después de lo ocurrido, ya eran finales de julio cuando el timbre del departamento sonó, su madre estaba bañándose, así que de mala gana se levantó y abrió la puerta.
Era un hombre alto con unos rasgos finos, ojos avellana y cabello negro oscuro, era un hombre verdaderamente atractivo ‘Disculpe, señora López?’
‘Soy yo… ¿Qué ocurre?’
‘Buenos días, soy Taylor, el prometido de Brittany… creo que ya sabe quien soy’
Taylor… ese bastardo era Taylor… ‘¿Qué ocurre?’ dijo con el tono de voz más relajado que pudo fingir
‘Britt me encargó venir, ella tiene trabajo’ sacó de su saco una invitación ‘Nuestra boda es el fin de semana, esperamos que nos puedan acompañar’
¿Acompañarlos? ¿Estaba bromeando? La morena quería lanzarse al tipo y golpearlo tan fuerte que nunca recordaría su nombre, se contuvo y tomó la invitación en sus manos, agradeció y cerró la puerta sin decir más, y una vez más se derrumbó, estrujando la invitación entre sus dedos lamentándose por ser tan estúpida.
Y ahí estaba ese primero de agosto, viendo como la rubia era llevada al altar por su papá, no tenía ganas de verlo, sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón se quebró cuando escuchó.
Brittany Susan Pierce ¿Aceptas a Taylor Wilde como tu legítimo esposo?
Sí… acepto…
Salió corriendo de la Iglesia con los ojos llenos de lágrimas, no le importaba a donde ir, sólo quería llorar, cruzó la calle tan rápido como pudo y de pronto sintió un fuerte golpe en su cadera, y su cabeza golpeando contra el suelo fuertemente, luego perdió la conciencia.
Abrió los ojos, estaba en un hospital, su madre afuera hablando con un doctor, miró a su alrededor, estaba conectada a un respirador artificial, le dolía mover la cabeza y no sentía su cuerpo, miró la fecha 30 de agosto… ¿Había pasado un mes? No podía ser posible, habló lo más fuerte que pudo llamando a su mamá quien entró a la habitación seguida por el doctor.
‘¿Qué me pasó?’
‘Te atropellaron mi amor’ dijo su madre con los ojos llenos de lágrimas ‘Llevas en coma 1 mes…’ luego volteó a ver al doctor ‘Dígale’
‘¿Decirme qué?’ dijo alarmada la latina
‘Cariño… quiero que escuches muy bien lo que el doctor te tiene que decir de acuerdo?’
‘Santana, te golpeaste demasiado fuerte la cabeza, perdiste el 50% de tu sangre y desafortunadamente no encontramos donante, tus pulmones dejaron de funcionar… es por eso que estás conectada a un respirador artificial, y bueno… tuvimos que amputar tus piernas, tratamos de salvarlas pero… el daño era demasiado’
Respirador artificial, sangre, amputar, piernas, daño… la latina estaba perdida, comenzó a llorar ‘Mamá que va a pasar conmigo?’
Su madre sollozaba ‘Mi niña, es mejor que te duerman… es para que no sufras más’
‘¿Moriré? ¿Me van a dormir?’ la latina trató de comprender lo que sucedía a su alrededor
‘Hoy en la tarde’ anunció el doctor
‘Si es así… quiero que traigas a Brittany mamá… a Brittany, sólo a ella’
El día se iba consumiendo cuando la rubia entró asustada a la habitación de la morena, la vio recostada demacrada, con los ojos hinchados e intentando comprender que pasaría con ella.
‘NO! Santana no!’ dijo la rubia acercándose a quien fue su mejor amiga en la infancia
‘Así debe ser Britt… perdóname por no haberte hecho feliz cuando tuve la oportunidad, perdóname por haberte hecho sufrir… por no quererte como debí’ dijo Santana dejando escapar una lágrima
Brittany estaba llorando desconsoladamente ‘Santana no te vayas, no me dejes… por favor’
‘Perdóname Britt, porque no fui lo suficientemente buena para ti’ la morena alzó su mano a la mejilla de la rubia ‘Te amo…’
‘Te amo Santana…’ los doctores entraron junto con la madre a la habitación, era la hora final ‘NO! SANTANA!! NO TE VAYAS! TE AMO!! PERDÓNAME’ la rubia intentaba alejar a los doctores de la camilla, pero la madre de Santana la detenía ‘Soy tuya!! ¿Me escuchas Santana? Soy tuya! Con mucho orgullo’
‘Déjala ir’ le dijo al oído la madre de Santana
‘Santana! Te amo!! Nunca lo olvides… soy tuya, y siempre lo seré’
La latina la miró con lágrimas en los ojos y le sonrió con las pocas fuerzas que le restaban… y luego, un silencio inundó la habitación, hora de la muerte 19:48 pm.
And the songbirds keep singing like they know the score… And I love you, I love you, I love you… like never before