Era un hermoso día un sol resplandeciente
-tks…- chaqueo la lengua el rubio, notando el liquido blanquecido que se escabullía por la hermosas sabanas blancas
-su alteza, tiene que hacer algo hace ya 4 años desde que le pasa esto- suspiraba Claude ya cansado de la misma rutinas de la mañanas
-no lo puedo evitar, siempre está en mis sueños y…- Claude lo interrumpió
-debe saber que si se enteran de que el príncipe a tenido más de 5 mil fantasías sexuales con un cantante, de paso hombre y menor que usted será un enorme problema- decía ya lavando a su alteza
-tks…- se quejaba acostándose en su cama -Claude prende el televisor por favor- decía Alois aburrido
-sí, su alteza- dijo el de ojos ámbar
Claude hiso caso a la orden de su alteza real, prendió el televisor en el estaban pasando una entrevista a el famoso y encantador Ciel Phantomhive
-pero mira nadamas el causante de mi desgracia- decía el rubio viendo al de ojos azules en el televisor
Entrevista a Ciel:
-¿cuéntenos qué le hiso venir a este país?- decía una rubia de ojos verdes (Elizabeth ¬¬*)
-pues me han dicho que es muy lindo y hermoso ¿o no lo es?- decía el chico vestido con una camisa negra unos jean con unas cadenas y unas conversé negras con blanco
-sí, sí lo es- decía la rubiecilla tonta sonrojada- ¿y donde tiene pensado hospedarse?
-pues al parecer a mi mayordomo lo ha tenido ocupado ciertas cosas y no ha comprado, ni alquilado una mansión o casa ¬¬*- miraba amenazadoramente a sebas- pero nos hospedaremos en algún hotel y luego veremos- sonreía tranquilo dando por terminada la entrevista
-ah…es tan bello- suspiraba el príncipe Alois acostándose de espaldas mordiéndose el labio inferior- ¿no lo crees Claude?
-si señor es toda una belleza eso es seguro- decía sonrojado, pues el también era un fan de ese chiquillo de cabellos azules
-como quisiera que hubiera venido a mi reino- suspiraba
-es muy triste, lo despistado que fue su mayordomo- hablaban en el noticiero dos muchachas
-sí pero es suerte para los que viven en la enorme ciudad de Ávila ¿no crees?- Alois paro bien lo oídos
-si eso es verdad menuda suerte- dijo Claude apagando el televisor
-¿Claude dijiste algo?- dijo Alois
-no, su alteza- dijo Claude sonrojado
-Claude búscame papel y pluma- decía dando saltitos de emoción
Con Ciel:
Ya instalados en un hotel, para el gusto de Ciel que había nacido en cunas de oro era de muy baja calidad
-tks…- chasqueo la lengua el menor
Sebastián que iba entrando con un pastel, que su amo le había mandado a comprar sonrió
-mi lord…no es de buena salud estresarse mucho lo sabia- decía entregándole el pastel
-¿Por qué no hiciste lo que te mande?- le preguntaba sentándose en la cama
Flash back:
-Sebastián toma este dinero- entregándole una gran suma de dinero- y compra una mansión en Ávila iremos dentro de una semana está claro- le decía el de ojos azules pero el de cabellos negros se había imaginado otras palabras
-sí, mi lord
Mente de Sebastián mientras Ciel le hablaba:
-Sebastián tómame ferozmente- rosándole la mano- hazme tuyo de la manera que más te parezca soy tuyo y tu eres mío está claro-
Fin de la mente de Sebastián:
Ciel se dirijo a su habitación
-para que es este dinero, que me dijo- se golpeo la cabeza- otra vez imaginando cosas- observo su erección- tendré que trabajar en esto- dijo dirigiéndose a su habitación para “calmar” su erección
Fin del flash back:
-eh…pues…- intentaba de buscar una escusa cuando tocaron la puerta, Sebastián se dirijo hacia la puerta dejando a su bocchan comiendo en la cama
-mmm…esta rico tomare en cuenta probar algunos dulces de esa tienda- disfrutaba de su pastel
-bocchan, le ha llegado una carta- decía enseñándole la carta
-¿carta?, ¿Quién usa cartas si hay celulares?- decía poniendo el pastel a un lado del, para agarrar la carta
-no se pero tiene un sello real bocchan-
-¿aquí hay príncipes o reyes?- decía tomando la carta en su manos acariciando con su dedo el sello real
-si bocchan yo creía que usted sabia- lo miraba incrédulo
-no, no lo sabía- rompió el sello y se encontró con una caligrafía muy hermosa digna de alguien de la nobleza
-que linda letra- decía en voz baja pero el de cabellos negros lo escucho sintiéndose celoso
Ciel empezó a leer la carta y decía:
Ciel Phantomhive me he enterado de su desgracia por los medios de comunicación y me da mucha pena, que en mi reino alguien de su nivel, tenga que hospedarse en un hotel o casa de bajo nivel, ya que usted se merece mucho, debe de estar muy cansado, pues su viaje debió de ser muy largo, le invito a quedarse en mi castillo le serviremos te, pasteles de la mejor calidad y muchas cosas, agradecería que si pudiera venir después de leer esta carta, me haría muy feliz su presencia.
ATT: Alois Trancy
Para: Ciel Phantomhive
-al parecer no va a tener que, dormir en este hotel- dijo enojado (yo diría celosos) Sebastián quien había leído la carta junto a su bocchan
-eso parece- decía pensativo el de ojos azules
-pues en mi opinión, diría que este lugar no es tan malo- decía Sebastián
-eso…- Ciel no pudo terminar de hablar ya que escucho los gemidos de la “vecina” y la cama chocando con la pared que separaba ambas habitaciones
-¿bocchan?- lo miro intrigado
-Sebastián, prepara la limosina, no tenemos de otra – suspiro comiendo un pedazo de su pastel
-yes, mi lord- dijo Sebastián babeando ya que Ciel se comía una fresa provocadoramente
-¿Sebastián estas babeando?- pregunto desconcertado el chico
-no…mi…lord…- se excusaba Sebastián
-bueno, haz lo que te dije y cómprame una chupeta- decía el chico parándose para irse a la limosina
-yes, mi lord- decía haciendo una reverencia con la mano en el pecho
Con nuestro príncipe:
-¿Claude tú crees que venga?- preguntaba el rubio sentado en las escaleras de la entrada
-pues no lo sé, pero ¿no cree que está exagerando a esperarlo en la entrada? Su alteza- dijo Claude con una gotita estilo anime
-pues, yo quiero que venga- hacia un puchero
-¿Qué le parece esperarlo adentro?, porque que puede pensar nuestro invitado lo mínimo es que se asuste y se valla- Claude sabia que esa era la única forma de meterlo en la casa ya que llevaba esperando hay desde hace 2 horas
-creo que no va a venir- decía con las lagrimas a punto de salir
-usted sabe que el casillo está alejado de la ciudad, alo mejor le agarro una cola o algo por el estilo- decía Claude ayudando a levantar a su alteza, los dos entraron al casillos horas después de haber cerrado la puerta, tocaron el timbre, Claude fue a abrir la puerta dejando a el rubio en su habitación
Claude abrió la puerta encontrándose con el famoso cantante y a su lado el mayordomo que siempre estaba con el
-hola, es un placer tenerlos aquí, su alteza está en su habitación descansando- decía un poco sonrojado por tener a el chico mirándole fijamente
-pues, mil disculpa por interrumpir a su majestad- decía apenado el de ojos azules
-tranquilo, su majestad lo ha estado esperando, venga los guiare a sus respetivas habitaciones, ¿le parece bien?- decía el mayordomo de Alois
Claude guio a Sebastián a una habitación y a Ciel lo guio a otra muy alejada a la del anterior
Ciel se sentó en su enorme cama suspirando, estaba tan cansado que no escucho cuando entraban a su habitación y cerraban con seguro, Ciel respiro hondo logrando oler un suave y seductor aroma en el aire que le agrado
-huele, muy rico ¿Quién será el que porta este olor tan agradable?- dijo en voz alta con los ojos cerrados
-supongo que es mío pues solo estamos tu y yo aquí- dijo alois quien se había sentado al lado del de ojos azules, Ciel se sobresalto
-que…-pero el rubio tapo con su dedo índice la boca del menor (recuerden en este fic Ciel tiene 14 y Alois 18)
-shu…- le sonrió- mi nombre es Alois Trancy soy el príncipe
-gracias, por haberme invitado- Ciel se sintió hechizado por los ojos del mayor
-no te preocupes, ¿sabes?, soy tu fan- decía sonrojado
-¿de verdad?- lo miro más intensamente y como si de un imán se tratase no pudo evitar acariciar el rostro ajeno
-sí, amo tus canciones- alois puso una voz seductora que termino embriagando a Ciel- y tus actuaciones también- le sonrió pervertida mente
-me alegro, de que a su majestad le agraden mis canciones, ¿Cuántos años tienes?- pregunto, cayendo en cuenta de lo que hacía dejo de acariciar el rostro ajeno para alejarse del rubio
-18, no te alejes me gusta mucho tenerte cerca- decía acercándose peligrosamente al de ojos azules, entrelazando sus dedos con los del otro
-¿su majestad?- Ciel estaba sonrojado a más no poder, pero al mismo tiempo sentía como algo dentro de sí le decía que lo besara
-Ciel, no sabes cuánto tiempo espere para poder conocerte, y no sabes…- se cayó notando lo que le iba a confesar al menor
-¿Qué?- se sintió muy interesado en las palabras que el otro no término
-¿de…verdad…quieres…saber?- sonreía maliciosamente, ocurriéndosele una hermosa idea
-si- decía bajando su rostro avergonzado
-bueno, porque no mejor en vez de decírtelo no te lo demuestro- decía maliciosamente
-creo, que estaría bien- decía tímidamente
-bueno entonces- Alois empujo al menor el cual cayo de espalda sobre la cama y Alois se monto encima de Ciel pasando sus piernas por las caderas de Ciel
-¿pero qué?- Ciel estaba muy sonrojado
-Ciel, estoy muy enamorado de ti- se confesó agarrando las dos manos del menor poniéndolas arriba de la cabeza del menor, mientras con una mano rasgaba la camisa de Ciel
-¿Alois?- Ciel estaba sorprendido pero algo dentro de sí se sintió muy alegre por las palabras dichas del rubio
-he tenido muchas fantasías sexuales contigo desde que te vi en la tele hace 4 años atrás, por favor aunque no me ames solo cúmpleme una de esas fantasías- Alois había soltado a Ciel y lloraba en un rincón de la cama
-Alois, y también te amo- dijo abrazando por la espalda al rubio
-¿pero cómo?, no lo hagas por lastima- las lagrimas salían si parar
-¿has escuchado sobre el amor a primera vista?- Ciel se había dado cuenta rápidamente de ese sentimiento que había nacido en el apenas y lo vio
-sí, pero…- Ciel lo interrumpió
-¿acaso tu me conocías?, solo me veías por la tele eso es amor a primera vista ¿no lo crees?- confesaba Ciel sin dejar de abrazarle
-sí, tienes razón- alois se dio la vuelta quedando frente a frente
-te amo, Ciel te amo- Acaricio la mejilla del menor
-y yo a ti- Ciel poso su mano sobre la mano del rubio besándolo tiernamente, Alois correspondió el beso gustoso, un beso que se volvió apasionado cargado de deseo, Alois pidió permiso lamiendo por encima de los labios de Ciel, permiso que se le fue concedido, sus lenguas se encontraron bailando en una hermosa danza, las dos salivas se unían volviéndose muy deliciosa para los dos amantes, se separaron por falta de aire, pero el mayor empujo a Ciel quedando nuevamente uno encima del otro Alois termino de rasgar la camisa de Ciel, lambio su cuello apasionadamente, y luego mordió el cuello del joven dejando una marca, una marca que mostraba su amor, como un sello que le diría a todo el que lo viera que era de él, que era de Alois Trancy y de nadie mas, beso todo el pecho del menor arrancándole sonoros gemidos a Ciel, se entretuvo con una tetilla del chico lambiéndola y mordisqueándola dejándola muy dura mientras que con una mano pellizcaba levemente la otra tetilla del menor
-ah…Alois…ah…ah- Ciel dio la vuelta quedando el encima del rubio, desabrochaba los botones de la camisa del mayor mientras lambia todo el pedazo de piel que dejaba libre
-ah…ah…Ciel…ah…ah- Ciel bajo su mano pasándola por el vientre del rubio y topándose con el pantalón de este sonrió a ver la erección del mayor que se podía notar por encima del pantalón y de un solo tirón se deshago de la molesta prenda, dejándolo solo en interior el cual no duro mucho ya que Ciel de deshago también de esa prenda tomando con su mano el miembro del rubio, empezó a lamer la punta del enorme miembro, beso la punta y lambio de arriba abajo
-ah…Ciel…- el rubio se asqueaba, Ciel introdujo todo el miembro en su húmeda boca
-ah…ah…- el rubio no aguanto más y se vino en la boca del menor, Alois cambio de posición, beso la boca de Ciel mientras se desasía de lo que le quedaba de ropa al menor, terminado en beso se acomodo ente la piernas del menor rozando sus miembros, Alois metió tres dedos en la boca de Ciel mientras el otro los llenaba de saliva para Alois el sentir la lengua de Ciel en sus dedos era torturosamente placentero, Alois no aguanto más y sacando los dedos de la boca de Ciel e introdujo uno en la entrada de Ciel, el menor se tenso a sentir ese intruso en él, el mayor espero a que se acostumbrara y introdujo un segundo dedo abriéndolo como tijeras, luego introdujo el tercer dedo
-ah…-Ciel grito de dolor
-tranquilo- alois lo calmo dándole un beso en los labios cuando Ciel se descuido metió la punta de su miembro
-ah…- Ciel grito nuevamente, Alois espero a que se acostumbrara a la intromisión, lo supo porque Ciel empezó a mover su caderas autoprenetrandoce el mismo, Alois empezó un vaivén lento que se convirtieron en embestidas salvajes y profundas, mientras que alois tomo el miembro de Ciel masturbándolo,
-Ah…ah…Alois- gemía Ciel clavando sus uñas en la espalda del mayor
-ah…ah…Ciel- gemía Alois encantado por lo delicioso que era ese chico
Los dos llegaron a el orgasmo derramándose al mismo tiempo uno dentro del otro y el otro en el torso del el más grande, Alois salió de Ciel abrazándose los dos
-te amo Ciel- dijo el rubio acariciando los cabellos del menor
-y yo a ti- y se unieron en un tierno beso que demostraba lo mucho que se amaban y que jamás serian capaces de vivir uno sin el otro, cuando se separaron los visito Morfeo, para dormir el resto de la noche abrazándose.
“fin”