Capitulo 3 – Te Amo
Remus Lupin estaba metido en la interior de un pequeño armario, su único punto seguro desde que sus amigos lo habían iniciado a perseguir queriéndole sacar información, James, Sirius y Peter parecía su sombra, aturdiéndolo con múltiples preguntas. Lily, por el contrario le daba más miedo que sus tres amigos juntos, aparecía de la nada, como un fantasma y le decía cosas como "puedes confiar en mi" en tono dulzón, el solo recuerdo lo hizo estremecerse. Oyó pasos acercándose y finalmente parándose frente a su armario, lo habían encontrado.
¿estás en el armario, Moony? – pregunto la voz burlona de Sirius.
No
¿qué haces en el armario? – pregunto James, ignorando al licántropo.
No, Prongs, estoy tomando el té con los abrigos – le respondió mientras salía de su "guarida" de mala gana.
¿quién es tu pareja?
Ya les dije, no les diré – le respondió desafiante a Lily, no estaba en su personalidad ser duro, y mucho menos desafiante, pero aun no se sentía preparado para hablar sobre su pareja de corazón, alma y vida.
Es de Hogwarts, eso ya lo deducimos – opino con su típica voz chillona Peter.
Y sabemos que es un chico porque en una conversación se te escapo – Remus suspiro recordando esa breve ocasión donde bajo la guardia, una ocasión fácilmente aprovechada por sus "amigos".
Y debe ser alguien que no nos esperamos, ya que si no fuese asi ya no lo hubieras dicho – termino la pelirroja.
Asi que... iniciaremos, ¿de qué casa es? – susurro amenazante James (había aprendido ciertas cosas de Tom, una de ellas era como hablar y moverse para parecer intimidante).
Y-yo... no se los diré – Remus se había encogido un poco, estaba acorralado, ya no había vuelta atrás, ahora solo esperaba poder prolongar ese momento lo más que pudiera.
Vamos, vamos, Moony – Sirius camino a su lado pasando uno de sus brazos sobre los hombros de Remus – somos tus amigos, no nos alejaremos, ni molestaríamos contigo por alguien a quien amas, no somos asi, ¡además! No te juzgaremos.
Puedes confiar en nosotros – sonrió Lily con ese tono melcochudo que tanto miedo le daba a Remus.
Es Slytherin – afirmo de repente James, haciendo que Remus pegara un brinco y se pusiera rojo hasta las orejas.
¡oh por Merlín, si es Slytherin! – grito Sirius mientras daba un brinco.
Yo... – Remus no sabía decir mentiras, y en ese preciso momento quería ese don más que nunca – yo... no se... que decir
¡está bien! – grito de repente Lily – los Slytherin no son malas personas, no es la primera vez que se los digo, no es tan malo – y enviándole una mirada congelada a cada uno, esa mirada que no dejaba lugar a protestas, volvió a dirigirse a Remus – ya ves, no nos importa que sea un Slytherin, solo dinos quien es.
No les va a gustar – se oyó el murmullo casi ahogado de Remus.
Pruébanos
Bien, pues... yo...
Anda, no debe ser tan difícil decirnos el nombre de tu pareja, es tu otra mitad después de todo, no puede ser tan malo – lo animo James.
Bueno... es que...
Yo soy su pareja – con un fuerte brinco los cinco Gryffindors se voltearon hacia la figura al otro lado del pasillo.
Jodete, Malfoy – grito con fastidio Sirius – no estamos para que nos jodas la vida, estamos en algo importante – y volvió a dirigir su mirada a Remus – dinos el nombre, Moony.
Ya te dije que soy yo, Black – soltó con desprecio Lucius Malfoy – ahora deja de hostigar a Remus.
¡que te calles, Malfoy! No estoy para bromitas
Espera, Padfoot... creo que – James parecía estar en un mundo paralelo, al igual que Lily y Peter.
Si – afirmo de repente Remus, encontrando su voz de nuevo – mi pareja es Lucius, Lucius Malfoy – la expresión de Sirius valía mas que todas las riquezas del mundo, y tras la atenta mirada de sus amigos Remus se encamino hasta quedar junto a Lucius y tomar una de sus manos.
¡Mierda, lo dice enserio! – el primero en reaccionar fue el siempre "educado" Peter.
Claro que lo dice enserio, sabandija – murmuro con desprecio el rubio cogiendo a Remus por la cintura.
Yo... yo no... yo no... ¿tienes algo que comentar, Remus? – Lily intentaba mostrar su lado más maduro.
No, solo que es verdad, las cosas se dieron asi... – espero a que sus amigos comentaran algo, pero al ver que ninguno parecía en la capacidad de hablar siguió hablando – en Octubre del año pasado fue que inicio a pasar, supongo que estaba tomando mi madurez, entonces vi que se trataba de Lucius, fue difícil al principio, ¿saben? Es como si no pudieras respirar sin estar cerca de la otra persona, y no me sentía preparado para decírselo a Lucius, por lo que eso no solo me causo problemas emocionales, sino que también físicos, bueno, en fin, fueron esos días en los que estuve más tiempo en la enfermería y en los que parecía un muerto en vida... – volvió a mirar a sus amigos, todos tenían las expresiones más tranquilas pero seguían sin soltar palabra, Remus busco la mirada de Lucius y con un gesto mudo le pidió ayuda.
Luego me quede a navidad, me inicio a interesar Remus, hable con él y una cosa llevo a la otra, eso es todo, fin – Remus frunció el ceño ante el poco tacto de su pareja, pero asintió en aprobación.
Vaya... bueno, yo... supongo que tenemos que... intentar convivir, ¿qué tal si algún día salimos todos juntos? – Lily intento como siempre calmar la situación.
Si... en fin... ¿vamos a almorzar?
El resto de los días fueron realmente extraños, ¿quién diría que la pareja de Remus sería un tipo asi?, ¡era de locos!, sin embargo intente actuar lo mejor posible, después de todo le entendía, si yo le presentara a mis amigos a Tom me gustaría que me apoyaran. Invitamos a Lucius a nuestras cómodas reuniones junto al lago, mas este, al no querer ir solo a "la guarida de los leones" había venido "sabiamente" acompañado por Snivellus, quiero decir (tos fingida), Severus Snape. La palabra incomodo era decir poco, sin embargo todo era por Remus, el esfuerzo valía la pena. El día del cumpleaños del pequeño lobito disfrutamos de una tranquila reunión junto al lago junto a Severus, Lucius, Frank, Simón, Lily y los Merodeadores, esa tarde todos hablamos juntos, y para mi sorpresa, la mayor parte de la reunión hable con Severus Snape. Los días pasaron y pronto ya eran finales de Marzo, y el tiempo nos hizo acostumbrarnos a la constante compañía de Severus y Lucius.
James estaba sentado en "su banca" como él y Tom la habían nombrado, era asombroso como nadie conocía ese claro con bella vista al pueblo, pero era mejor asi, era más privado. La hora del almuerzo paso, y las tripas de James rugían en desacuerdo, fastidiado, James saco uno de los sándwiches y se lo comió lentamente logrando apaciguar el monstro que era su estomago. Ya eran las cuatro, James había dado vueltas por el claro, había paseado por los arboles cercanos, se había montado a un árbol y ahora volvía a estar sentado en la banca mirando el cielo con aburrimiento, Tom no había aparecido, y lo que en un principio fue enojo por el incumplimiento se convirtió en preocupación, "¿y si le ha pasado algo? Los bosques encantados son mil veces más peligrosos que el Bosque Prohibido de Hogwarts, ¿y si se accidento?... ¿y si se aburrió de mi y no quiere volver a verme?" con un fuerte movimiento de cabeza saco esa idea de su cabeza "no, eso no, pero eso me deja solo una idea peor... le paso algo" mientras seguía masticando la fatal idea, sintió un par de brazos sobre sus hombros y un par de labios sobre su cabeza, soltado todo el aire que no sabía que retenía se pego aun mas a la figura más grande, sumergiéndose en ese olor único.
Tom – murmuro saliendo de su lapsus de "gracias a Merlín está bien", subió sus manos hasta los brazos del mayor.
Lo siento – le respondió la voz con su conocida sensualidad – me alegro que me hallas esperado.
¿paso algo? – el azabache se levanto de la sillas mirando de frente a Tom, inspeccionándolo minuciosamente, buscando posibles heridas.
Algo... asi... complicaciones sin importancia, lo que importa es que estés aquí – cogió con ambas manos las mejillas del menor y entro en esa cálida cavidad que era la boca de James, disfrutándola como si se tratase del mismísimo elixir de la vida.
Tom – hablo como pudo James mientras el otro seguía devorando su boca (después de más o menos media hora) – Tom – volvió a llamar empujándolo un poco para que le dejase hablar - ¡Tom! – con un empujón más firme se lo saco de encima.
No te alejes – susurro el oji verde intentando apoderarse de nuevo de esa gloriosa boca.
No, Tom – jadeando James se lo quito de encima de nuevo – ya paso el atardecer, tengo que...
Quédate – la respiración de James se paro por unos segundos mientras veía esos ojos verdes suplicantes, a pesar de esa expresión tan tierna su voz sonaba mas como una orden que como una pregunta.
¿quieres decir... quedarme la noche contigo? – Tom asintió volviendo a unir sus labios con los de James, el Gryffindor se había quedado estático, no respondía al beso, solo se dejaba hacer, ¿pasar la noche?... eso significaba algo que le ponía los nervios de punta pero... a la vez quería hacerlo, con otro empujón se volvió a quitar a Tom de encima, el mayor lo miro ceñudo.
¿qué pasa?
No vamos a dormir aquí, ¿o sí?, ven – James cogió esa blanca y esbelta mano entre la suya e inicio a jalar al mayor.
Tom no pensaba coherentemente, en su mente solo estaban las palabras "quiero estar con James" por lo que se dejo guiar sin poner problemas, no había sido su día, habían atrapado a dos de sus mortifagos cuando ellos destruían una estúpida casa muggle, la noticia se rego como pólvora, si bien no le importaba mucho que lo delataran porque ni siquiera sabían su verdadero nombre, lo que si lo preocupaba era que ahora tenían a todos los Aurores de tras de ellos, y no habían suficientes mortifagos como para luchar contra eso, toda la tarde estuvo pensando en eso, debatiéndose mentalmente, pensando en varias ideas, hasta se había desesperado al ver que sus ideas eran cada una peor que la anterior. Sin saber cómo ya estaba apareciéndose en el claro al recordar que era Viernes, y no podía identificar muy bien que era ese sentimiento que se apodero de el al ver la espalda y el cabello desordenado de su James (porque era suyo), era algo incluso más fuerte que la necesidad, no había podido pensar, solo actuaba por instinto... quería todo de James.
La casa de los gritos – su única neurona racional había saltado al ver la casa frente a ellos, el de ojos chocolate solo se volteo a mirarlo con esa gran sonrisa "made in James Potter" a la que Tom no se podía resistir.
Jalo de la mano con la que James lo guiaba y lo pego a el de nuevo, volvió a unir sus labios, eran irresistibles, eran adictivos... eran suyos. Metió su lengua a la conocida boca, disfrutando del ya familiar gemido que moría en su boca cada que se hundían en ese tipo de besos. James siempre había logrado calentarlo con solo simples roces de labios, y lo hacía arder cada que la tibia lengua del pequeño se unía a la suya, había tenido que tomar una buena ducha de agua fría apenas se separaba de él, y cuando la ducha fría no solucionaba el problema (casi siempre) cambia su táctica a una mas "manual", no se acostumbraba a esa sensación, siempre que tenía ganas de ese tipo, solo se aparecía en algún lugar y se llevaba a la cama a la persona más despampanante y caliente que veía, claro que no había contado con James, desde ese primer día, en la cabeza de puerco, apenas había visto el carruaje en el que el chico se monto había entrado en pánico al ver su "gran problema" (y solo eran unos besos) casi de inmediato se apareció en uno de los bares en los que frecuentaba para darse cuenta con horror de dos cosas, la primera, que ninguna de las personas que vio (que fueron muchas) le pareció lo suficientemente atractiva para siquiera llegar a los talones de James, y lo segundo, se dio cuenta que se sentía incomodo y que a cada insinuación no podía pensar más que en la sonrisa del azabache, comprendiendo entonces que era algún tipo de lealtad. Asi que si, era muy consciente de todo lo que James Potter podía hacer en el con solo un beso, pero ahora era diferente, ya no tenía ganas de saciar el mismo sus instintos, no cuando James tenía esa mirada tan caliente, mucho menos cuando le mostraba esa sonrisa tan sensual, mucho menos cuando el Gryffindor tenía esos carnosos labios, esa piel suave, ese cabello tan rebelde y ese cuerpo que le llamaba a gritos solo con echarle un vistazo.
Tom – lo llamo James, después de varios intentos pudo quitarse de encima de nuevo a su pareja – vamos, deberíamos entrar.
Pero...
Nada de peros, llevamos más de veinte minutos aquí muriéndonos de calo... frio – se corrigió rápidamente James (aunque el frio era una sensación que ya casi ni conocía desde que estaba con Tom) – entremos y te enseño la casa.
Sin embargo, los planes de James como "guía turístico" de la casa de los gritos no fueron tenidos en cuenta, apenas abrió la puerta Tom volvió a atar su boca, James cerrando la puerta con una ligera patada respondió con la misma intensidad el beso desesperado de su contraparte. James sintió como su cuerpo se estrellaba con la puerta que acababa de cerrar, el beso era distinto a cualquier otro beso que ambos hubieran compartido, si, habían tenido innumerables besos largos y pasionales, pero ninguno tan desesperado y necesitado, ambos querían mas, y más. Al estrellarse con la puerta ambos sintieron cada musculo del pecho del otro, las manos de Tom viajaban en ese momento bajo la camisa de James, explorando el bajo vientre y todo lo que pudiera alcanzar, mientras James con una mano profundizaba el beso apretando el cuello de Tom hacia él y la otra se deleitaba con el cabello del pelinegro. El contacto pronto se les hizo insuficiente.
La habitación – la voz de Tom era más sensual de lo normal, con ese toque ronco solo lo hacía oír más apetecible.
A-arriba – murmuro James como pudo.
Tom saco las manos de debajo de la camisa del Gryffindor y con satisfacción vio como James de un pequeño salto enrollaba ambas piernas en su cintura para que en el trayecto no rompieran el beso. Presionando con una mano una de las redondas y perfectas nalgas del menor y con la otra tanteando por donde caminaba, Tom subió las escaleras dirigiéndose a una de las múltiples puertas del pasillo, tanteando cogió el pestillo de la puerta y entro en la oscura habitación, solo iluminada por la luna. Sintió con pesar como James volvía al piso y cerraba la puerta tras ellos.
Sin perder tiempo Tom cogió con ambas manos y con firmeza las caderas de James atrayéndolo hacia él, o mejor dicho, pegándolo contra sus caderas.
Ah – gimió quedo James.
Se sentían, ambos con grandes erecciones, las dos juntas, era tan caliente sentir como el otro estaba en sus mismas condiciones, ambos deseosos de probar más. Esta vez Tom no ataco la boca de James sino que unió sus labios con el cuello tibio, sintiendo el rápido pulso del menor, deslizo con delicadeza la lengua, haciendo círculos y succionando con fuerza, James era suyo, y la marca que acababa de dejar en su cuello solo se aseguraba de que los demás vieran SU marca y se alejaran lo mas que podían de SU James, los gemidos de James eran cada vez más claros y con movimientos lentos, casi ilegales, inicio a mover su ingle contra la de contrario. La ropa solo estorbaba, por lo que mientras seguía con su tarea de "marcar" a James, Tom se deshizo de la estorbosa capa, de la camisa y del cinturón de James, mientras James con manos temblorosas e inexpertas abría botón por botón, enojado consigo mismo por no ser más rápido, cuando al fin James le quito el saco, la camisa y la estorbosa corbata, el de ojos chocolate ya estaba en solo ropa interior, a regañadientes, Tom se separo de él y se bajo los pantalones, volviendo a atacar los labios de James casi en el acto, el movimiento fue rápido y fuerte por lo que James cayó sobre la mullida cama. Las largas manos de Tom paseaban por el pecho del más pequeño, tocando todo lo que se podía tocar. Su boca descendió trazando círculos hasta llegar de nuevo al cuello, y tras entretenerse con él unos segundos sus labios bajaron hasta el pecho, cogiendo a la primera víctima, una tetilla, con la legua trazo pequeños círculos sobre la tetilla viendo como esta se erguía ante la atención, paso su boca a la gemela de esta, deleitándose del rosado claro de cada una, viendo como parecían solo hacer ver más hermoso el moreno pecho. Mientras que con su boca besaba con hambre una de las tetillas, la otra era atendida por dos dedos que la apretaban con delicadeza, James cada vez jadeaba más fuerte, maravillado por las nuevas sensaciones, sin embargo los jadeos se asemejaban mas a gemidos a medida que Tom bajaba del pecho hasta su estomago donde jugó con el ombligo solo un poco, estaba muy ansioso por el premio final, se detuvo para lamer el orillo del bóxer de James y bajo con lentitud juguetona dicho bóxer. Cuando el bóxer estuvo fuera de su cuerpo, James se puso muy nervioso al verse totalmente indefenso y desnudo ante la hambrienta mirada del Slytherin.
Ahh – una de las manos de Tom había, sin previo aviso, agarrado el pene erecto frente a él – ah, ah – la mano se movía con lentitud pasmosa sobre el pene del más pequeño - ¡ah... ah... ah! – los gritos cada vez subían mas y mas de volumen y frecuencia, y la mano de Tom se movía mas y mas rápido sobre el pene que ahora lloraba liquido pre seminal, era totalmente distinto a hacérselo el mismo, pensó James, las manos grandes de Tom eran totalmente diferentes, se sentía mucho más caliente y excitante que cuando el mismo lo hacía, el solo sentir esos pequeños pero deliciosos callos ajenos deslizándose por su pene.
Tom solo paro al ver que el pene empezaba a convulsionar, aun no era tiempo de terminar, James lloriqueo un poco antes de levantarse con decisión y besar con hambre a Tom. James bajo de un tirón los bóxers del oji verde y trago saliva al ver al gran "amigo" de su pareja, Tom sonrió con orgullo al ver la mirada del menor, sonrisa que fue borrada cuando James volvió a unir sus bocas, un beso húmedo y sensual se desato con la batalla de lenguas, batalla interrumpida por James al separarse de Tom, un hilito de saliva los seguía conectando y finalmente se rompió dejando un hilo de saliva junto a la boca de James, Tom con ternura limpio dicho hilo con su lengua. James en un rápido movimiento se sentó a horcajadas sobre Tom, dejando que ambas excitaciones se tocaran hambrientamente, James, de nuevo inicio a mover sus caderas, y ambos penes se frotaron en un deliciosa fricción, mientras seguía con su tarea, James volvió a besar a Tom siguiendo el recorrido que este había trazado antes sobre él, bajo por su cuello hasta el pecho del mayor, lamio amabas tetillas y finalmente bajo a su estomago, a estas alturas la fricción entre ambos había cesado, James metió su curiosa lengua en el ombligo de Tom y sin avisar se metió a la boca el miembro de Tom.
¡JODER! – el grito muy parecido a un gemido hizo sonreír a James sobre el pene del mayor.
James no había hecho eso nunca, pero sabía más o menos la teoría, era pasable la sensación... incluso placentera, su boca se llenaba de ese sabor un poco amargo pero delicioso de la dureza de Tom. Sin embargo el miembro de Tom no entraba completo en su boca, asi que primero se deleito con el glande, trazando círculos en el con su lengua y luego cerrando su boca y succionando. Su boca trago todo lo que pudo y siguió succionando y moviéndose de arriba abajo, los insultos, jadeos y gemidos de Tom alentaron a James a aventurarse más, por lo que relajo su garganta y consumió el pene entero. Tom tenia una de sus manos sobre la cabeza y pelo de James, y con la otra se agarraba con fuerza a la colcha de la cama, la mano sobre la cabeza de James estaba estática a pesar de que quería marcarle un ritmo, los ojos chocolates estaban clavados en los verdes mientras seguía con su tarea, succionando y moviendo su boca sobre toda la extensión del miembro, y a su vez enroscando su lengua en el pene, Tom vio con fascinación como su pene desaparecía dentro de esa delicada y hermosa boca, como James tenía los ojos un poco llorosos y como, con ambas manos sostenía sus caderas, hasta ese momento no había visto que él estaba moviendo sus caderas con frenesí, y James lo sostenía para que no lo hiciera atragantarse "me lo estoy follando por la boca" el solo pensamiento hizo que el miembro de Tom se agitara con violencia, al notar eso James saco a regañadientes el miembro de su boca, sorprendido porque esa tarea le hubiese gustado tanto. La cara de Tom lo decía todo, ya no aguantaba más. Con un rápido movimiento Tom volvió a acostarse sobre James y lo beso con devoción, como si de su propio dios se tratase, y no era de sorprenderse, el leoncito le había hecho la mamada de su vida por voluntad propia. Tom subió tres de sus dedos frente a la boca de James, quien los miro con curiosidad.
Lámelos – James enrojeció aun mas ante ese pedido, pero sin protestar inicio a lamer con algo de timidez los dedos.
Al ver la mirada hambrienta de Tom, James perdió toda duda y se metió los tres dedos en la boca, haciéndoles todo lo que podía con su boca, lengua y dientes, Tom saco los tres dedos de la boca y los dirigió hasta la entrada de James, sintió al azabache temblar.
¿has hecho esto con alguien antes? – el solo pensamiento de alguien asiéndole eso a James lo enfado lo suficiente como para hacer hervir su sangre de serpiente, pero la tímida negación de James lo tranquilizo un poco – ¿nada que se relacione con esto? – James negó de nuevo con la cabeza, Tom sonrió satisfecho, iba a ser el primero... ya era el primero, suerte para el resto de la humanidad, si no hubiese sido el primero varias cabezas habrían rodado.
Con decisión Tom puso bajo las caderas de James una almohada y dejo los dedos de lado, bajo su cabeza hasta que la lengua lamio esa rosada entrada.
¡AHH!... ¿que... que haces? – James jadeaba, temblaba y gemía a la vez.
Sin responder a la pregunta Tom siguió con su trabajo, James se lo merecía... además de que él quería hacerlo con el de esa manera, su lengua se deslizo con lentitud dentro de la cavidad, Tom, al sentir su lengua entrar a esa caliente y virginal cavidad dejo el decoro de lado y siguió con la tarea con mas animo besando el rosado y tierno anillo de músculos como si de una boca se tratase, la lengua entro lo mas que pudo y al hacerlo se movió en círculos. James estaba cogiendo con fuerza las sabanas, con la espalda arqueada y por su boca saliendo gemidos sin control, la lengua fue sustituida por un dedo, dos dedos, tres dedos, la sensación era incomoda y hasta cierto punto dolorosa, pero eso no importaba, James estaba extasiado por todas las nuevas sensaciones, quería mas.
Tom... por favor – al escuchar esa tierna suplica, Tom saco los dedos del interior de James y situó su pene en la entrada.
¿listo? – James asintió en respuesta mirándole fijamente a los ojos.
Con rapidez (sabiendo que asi le dolería menos) Tom entro totalmente a James, era suyo, James soltó un grito de dolor, al oírlo Tom abrió los ojos que no sabía cuando había cerrado, y contemplo como una furtiva lagrima bajaba por la mejilla de James, y con una gran fuerza de voluntad no se movió dentro de James (aunque su instinto le gritase penetrarlo rápido y con fuerza) y con los labios seco la solitaria lagrima. El interior de James era estrecho, cálido y suave, era perfecto. James también sentía esa perfección, a pesar del dolor y la extraña sensación nueva para él, se sentía lleno, una sensación de por si deliciosa. En ese momento por la mente de ambos paso el mismo pensamiento, encajaban perfectamente, como si hubiesen sido hechos el uno para el otro. James, a pesar del dolor, quería mas, sus caderas se movieron apenas un poco para darle a entender a Tom que podía moverse. Tom entendió el mensaje y salió casi completamente de James para entrar con lentitud y asi iniciar sus embestidas, lentas. Los gemidos de ambos se mezclaron en el ambiente y pronto las embestidas se iban haciendo más fuertes, rápidas y profundas. James ya no sentía dolor, Tom estaba tocando más de un punto de placer dentro de él y la fricción de ambos cuerpos hacia maravillas con su pene.
Ahh, ahh, ah, ah, ah... mas... mas fuerte... mas... más ¡AHHH!
Tom obedecía sin problemas a todas las peticiones de James y seguía penetrando en ese pequeño y perfecto cuerpo, James acompañaba a las embestidas subiendo la cadera al mismo ritmo que Tom, en una danza perfecta en la que ambos cuerpos, sudorosos y jadeantes se sumergían con pasión. Los movimientos de James eran cada vez más exagerados para que Tom fuera más y más dentro de él, y Tom hacia lo suyo entrando cada vez más en James (si eso era posible) con cada envestida. Cuando no estaban besándose con pasión, Tom aprovechaba para bajar al cuello del menor y seguir trabajando en su marca.
Ahh, ahh... ¡AH, AH, AH! – los gemidos de James eran cada vez más fuertes, ambos sentían que el placer llegaba a su clímax, pronto no aguantarían mas.
Mírame – ordeno Tom al ver a James escondiendo sus ojos bajo uno de sus brazos, James obedeció rápidamente.
Y asi, mirándose el uno al otro y guardando ese momento en sus memorias, la cara del otro, su gesto mezclado entre placer, estasis y dolor, los sonidos... los ojos... ambos terminaron con fuerza, James entre ambos cuerpos y Tom al sentir esa estreches dentro de James.
Te amo – y de la boca de Tom Riddle salieron esas palabras que ya sabía que existían en su corazón pero su inconsciente se negaba a aceptar.
Te amo – susurro de vuelta James, seguro de que esa era la palabra exacta para definir sus sentimientos.
Y aun unidos ambos se dejaron caer en los brazos de Morfeo.
Un picoteo despertó a James Potter de la que el acababa de bautizar, "la mejor noche de su vida", sintió el peso extra de Tom sobre él, ¿cómo había dormido sin ahogarse?, ahora mismo le faltaba el aire, no se habían movido ni un centímetro en toda la noche. Entonces por primera vez James se fijo en la habitación (en la noche anterior no había tenido tiempo ni ganas de observarla) era una habitación grande, decorada a lo italiano y con esa elegancia aristocrática de las casas de los sangre pura, era la habitación matrimonial, se cuestiono mentalmente como Tom se había dado cuenta de que era la puerta correcta. Tom, una sonrisa boba inundo su cara al recordar al hombre sobre él y fijo su vista en la cabeza que reposaba a su lado derecho, el picoteo saco a James de su mundo de fantasías para mirar hacia la ventana junto al escritorio de caoba, había una lechuza, era Lila con una carta.
Tom – murmuro con voz ahogada a causa del peso extra.
Hm... – James suspiro resignado y levanto una mano para acariciar con suavidad el cabello de su novio.
Vamos, Tom, muévete, me ahogas – no obtuvo respuesta, después de mover con mas agresividad uno de los hombros de Tom, vio que las sutilezas no iba con Tom - ¡Muévete, me asfixio! – James inicio a mover todo su cuerpo para ver si de esa manera se sacaba al chico de encima
¿hm?... ¿James?... James – y sin más Tom se acomodo mas junto al Gryffindor.
Tom... levántate
¿qué pasa? – James vio entonces la revelación divina, Tom tenía el cabello despeinado y los ojos entrecerrados en una expresión de dormido que lo hacía ver totalmente adorable.
Hay una lechuza... y me asfixio, levántate
No – murmuro Tom volviendo a dejar caer la cabeza y dispuesto a seguir durmiendo.
¡Tom, quítate! – James volvió a moverse con desespero.
James, quédate quieto.
No, córrete – James seguía moviéndose con mas ahincó que antes.
Si sigues asi lo voy a hacer (*) – James se quedo quieto ya que junto a esas palabras sintió como el pene de Tom (aun dentro de él) crecía hasta quedar totalmente erecto dentro de él, James se puso rojo como un tomate al ver su error.
Y-yo... tengo que ir, lechuza, carta, ventana... levántate – balbuceo James.
¿qué me levante? Tú has causado eso – rio Tom, refiriéndose a su pene – tu lo arreglas
No, hay una carta, debe ser importante si la mandan con Lila – murmuro tan bajo que si no hubiese hablando al oído de Tom, el no lo hubiera oído.
Bien – gruño Tom saliendo con un sonido extraño del interior del más pequeño, James gimió un poco al sentir la ausencia en su interior, apenas Tom se quito un poco, James salió arrastrando la almohada que había utilizado Tom para mejor acceso con él, la cual como todo lo demás, había permanecido en su lugar la noche anterior.
Con un salto rápido James salió de la cama antes de que Tom se volviera a lanzar sobre él, pero apenas puso los pies en el piso un fuerte dolor lo hizo partirse en la mitad y sostenerse con fuera de la cama y soltar un grito de dolor.
¿James, estas bien? – Tom se levanto rápidamente, preocupado, hasta llegar frente al moreno que tenía una mano en su... ¡ah!, la preocupación de Tom se convirtió en risa.
Es tu culpa – Tom volvió a tirarse en la cama contemplando con gloria la figura desnuda de James quien se sobaba la cola.
Si, es mi culpa – dijo con orgullo Tom.
James siguió su camino hacia el escritorio donde de nuevo se cogió con fuerza del escritorio soltando una exclamación sorprendida, Tom volteo a mirar a James, el Gryffindor tenía la cabeza gacha mirándose... ¿qué?, a Tom se le hizo la boca agua al ver que por las piernas de su James corría un espeso liquido blanco que salía directamente desde su ano, su pene dio un respingo al ver semejante escena tan sexy, ver salir su esencia de esa culito malditamente perfecto de James era una de las imágenes más excitantes que había visto en toda su vida (la mayoría de esas imágenes recolectadas la noche anterior), vio como James se volteaba rápidamente hacia él con un adorable sonrojo en sus mejillas, el cual creció al ver como Tom miraba su trasero y piernas con hambre, e incremento al fijarse en la erección que se erguía orgullosa entre las piernas del ex-Slytherin.
Con un movimiento rápido James abrió la ventana, cogió la carta de la pata del ave y lentamente (a causa del dolor) volvió a la cama, por su lado, a Tom le parecía que el andar de James era sumamente gatuno y provocador, aunque esa no fuera la intención del azabache, ¿cómo sería cuando si fuera su intención?
Es un vociferador – murmuro James intentando ignorar la mirada de hambre de Tom.
¿vociferador? Mejor ábrelo rápido antes de que – en ese momento el sobre voló en mil pedazos y el pergamino en su interior formo la forma de una boca –...estalle – termino Tom.
Vociferador:
¡JAMES CHARLUS POTTER! – grito una voz femenina desde la carta - ¡¿DONDE CARAJOS TE HAS METIDO DESDE AYER?, ¡TE E BUSCADO POR TODAS PARTES!
No lo regañes Lily – hablo la traviesa voz de Sirius - ¡adivina que Prongs! Feliz cumpleaños, ¿no creías que me había olvidado verdad?
Si, feliz cumpleaños James – hablo la tranquila voz de Remus.
¡feliz cumpleaños! – grito un entusiasmado Peter.
Lucius – se oyó un murmullo arrastrado por parte de Remus.
Si, si, feliz cumpleaños Potter – dijo la voz nada animada del rubio Slytherin.
¡Te haremos una fiesta sorpresa! – grito de nuevo la voz alegre de Sirius.
¡Black! Ya no será una fiesta sorpresa porque se lo acabas de decir – murmuro la voz amenazante de Lily Evans.
¿ups? – de fondo se oyó un golpe - ¡Lily! – grito indignado Sirius – eso dolió
¡cállate! – volvió a gritar Lily - ¡James, me tenias preocupadísima!, ¿donde carajos te metiste? Ni siquiera los chicos te encontraron y ellos siempre saben donde estas, ¡eres un irresponsable! Ya verás esta tarde a las dos, en tu fiesta, te la voy a cobrar, me importa muy poco que sea tu cumpleaños o no, ¡eres un maldito irresponsable!
¡Lily! No le eches la bronca, ¿no has pensado en que tal vez este con alguien haciendo algo? – el doble sentido de la pregunta dejo en silencio el vociferador por unos segundos hasta que se oyó la carcajada de Lucius de fondo, dando a entender que el mensaje no se había terminado.
Esto... – se oyó la nerviosa voz de Remus – nos vemos a las dos en la sala de los menesteres Prongs, adiós.
Fin del Vociferador
Y la carta se rompió en mil pedazos que se unieron al destruido sobre. James se removió incomodo ante el hecho de que ahora sus amigos pensaran (acertadamente) que había pasado la noche con alguien.
Asi que tu cumpleaños, ¿cómo es que yo no sabía de ese suceso? – James le miro un poco apenado.
Lo siento, cumplo el 27 de marzo, no puedo creer que de tanto que hablamos eso se me haya escapado.
Hm... bueno, dadas las circunstancias supongo que debería darte un regalo especial... ¿qué tal si para empezar empezamos con sexo mañanero? – murmuro con voz picara Tom, James le sonrió con esa sonrisa traviesa.
¿y porque no?
Ese día después de una espectacular sesión de sexo mañanero, Tom y yo fuimos a madame Tudipié, ignorando la mirada de Fan girl de Tudipié pedimos un pequeño pastel para ambos y la dueña del local, muy emocionada, tiro confetis sobre nosotros, después, fuimos a Dervish y Banges ya que Tom insistió en comprarme un regalo aunque no fuese necesario, entre los artículos mágicos que vimos allí finalmente nos decidimos por un par de espejos que nos permitía hablarnos solo diciendo el nombre del otro (*), antes del almuerzo paseamos un poco y finalmente nos despedimos. Llegue a las dos en punto al salón de los menesteres donde la fiesta "sorpresa" se llevaría a cabo, habían estudiantes de todas las casas, los merodeadores se hablaban con los Ravenclaws y Hufflepuffs y se llevaban muy bien, aunque la sorpresa fueron los Slytherins ya que Lucius esta vez no solo arrastro a Severus con el sino que trajo a todo el grupo de serpientes, fue una linda tarde, acogedora, fue uno de mis mejores cumpleaños. Desde mi cumpleaños dieciocho, las tardes con Tom se convirtieron en tardes noches, habíamos dejado el almuerzo de lado y ahora yo llegaba a las cinco, para asi seguir con su sagrado paseo por el bosque cogidos de la mano, luego una cena y finalmente, en la tan ansiada noche casi corríamos hacia la casa de los gritos, a veces no llegábamos hasta allí y disfrutábamos de nuestra banca o algún árbol. Los días pasaban y pasaban, entre sus constantes sesiones de sexo, sus paseos cogidos de la mano, sus comidas (que a veces pasaban de comer comida a comerse el uno al otro), sus abrazos bajo un árbol mirando al cielo, sus palabras de cariño, los "te amo" que cada vez aumentaban mas entre las palabras que compartíamos (especialmente por mi parte). A veces nos quedábamos juntos durmiendo y otras me iba en la noche, aunque generalmente preferíamos dormir juntos. Dejamos de lado la costumbre de mandarnos cartas a diario para solo mandarlas una vez por semana, ahora nos comunicábamos por los espejos, seguimos viéndonos de Lunes, Miercoles, Viernes y Sabado. La luna llena, para mi alivio, no cayo ninguno de esos días, aunque si fue bastante extraño compartir esas noches de amigos con Lucius Malfoy, quien con su presencia calmaba los instintos de Remus haciéndolo parecer un cachorrito en vez de un temido hombre lobo, para todos fue muy sorprenderte enterarse de que Lucius ya sabía todos sus secretos (el mapa del merodeador, la capa de invisibilidad, la casa de los gritos y que eran animagos) y aun más sorprendente fue el hecho de que se lo tomara tan bien, y que, efectivamente parecía amar a Remus, lo que relajaba y asustaba a los merodeadores a partes iguales.
Sirius se había dado cuenta de "cierta" marca en el cuello de James, y no dejaba de mirarlo de manera extraña, era una mirada diferente a la que James conocía en Sirius, era una mirada que desconocía en el, lo cual lo tenía ansioso.
James – el azabache al ver la mirada seria y decidida de su amigo supo que era el momento para la conversación que ya había visto venir desde hace más o menos una semana, llevaba llegando tarde en la noche (o no llegando) durante dos meses enteros, no le extrañara que su amigo quisiera charlar con él.
Sirius – el solo hecho de llamarse por sus nombres mostraba la seriedad de la conversación.
¿a dónde has ido todas estas noches, y con quién? – la ventaja de Sirius es que iba al grano, no se iba por las ramas ni nada por el estilo.
¿qué te hace pensar que es con alguien? – entre mas se alargara el momento mejor.
Bueno, tienes un chupón en el cuello, eso significa que estas con alguien... y ese alguien es muy posesivo – termino Sirius, ¡claro! El chupón que Tom se aseguraba de marcar cada que se veían (y eso que a veces el chupón no se había ido y solo lo marcaba aun mas)
No sabía que eras tan observador – bromeo James y Sirius le correspondió con una sonrisa altiva.
Pues claro que lo soy, aunque cualquier idiota se hubiese dado cuenta que andas con camisas de cuello alto, además, nos bañamos juntos cariño, en las duchas no puedes ocultar semejante chupetón – James rio por lo bajo – enserio, James –la expresión de Sirius era ahora severa – se que no me tiene que importar tu vida privada, pero esas escapaditas tuyas vienen desde principios de año, las cartas que te llegan todos los días vienen desde enero, son cinco meses James, y tu ni has dado el atisbo de decirnos que tienes una relación.
¿y porque crees que es una relación? – al ver la ceja alzada de Sirius continuo – puedo salir cada noche con alguien diferente.
Bueno, ¿cuál de todas las razones que rechazan esa teoría te digo?, primero que nada, tú no eres de esos chicos, segundo, es la misma lechuza siempre, tercero, ese chupetón indica a alguien posesivo que no dejaría ni que otra persona te mirar, cuarto, la cara de bobo que pones todos los días cuando piensas es la misma de un enamorado pensando en su "amor" asi que es solo una persona a la cual amas, quinto, los ojos que tienes a cada rato solo confirman que estas enamorado, sexto...
Ya entendí – lo interrumpió James con un gran suspiro – bien, si, estoy saliendo con alguien, y sí, estoy enamorado.
¡lo sabia! – sonrió con satisfacción Sirius - ¿quién es?
Eh... bueno, es que... no lo conoces...
No importa
Es que... no queremos que se sepa aun lo nuestro – susurro evasivo James.
¡espera!, ¿me estás diciendo que andan saliendo desde hace siglos y no se lo quieren decir a nadie? – grito incrédulo Sirius.
No salimos desde hace siglos, solo unos cuatro meses.
Pero tú eres de los que no esconden nada, menos las relaciones James.
Sí, bueno... esto es diferente, yo... te iré diciendo cosas según me vaya sintiendo cómodo – Sirius lo miro, examinándolo un rato hasta que asintió en asentimiento.
Asi que... ¿estás enamorado? – rio con picardía Sirius.
B-bueno, si
¿y eres correspondido?
Todo indica que... si – James estaba bastante rojo, era la primera vez que hablaba sobre su relación secreta con alguien.
Y te vas constantemente con él, ¿qué hacéis cuando se ven?
Bueno, nos gusta comer juntos, caminar, hablar y... el sexo – la última parte James la susurro muy bajo y rápidamente.
¿y el qué? – pregunto burlón Sirius, al parecer si lo había oído.
El sexo – dijo más seguro James.
¿es bueno?
Es sexo, claro que es bueno... además que es mejor ya que es... bueno, con el – Sirius parecía muy interesado sobre la pequeña historia romántica de James.
Porque no es sexo sino que hacen el amor – James asintió - ¿asi que cada que os veis es como una especie de cita?
Se podría decir que si, somos solo los dos porque a él no le gusta mucho mostrarse en público.
Claro, dime... ¿y cómo te diste cuenta de que estabas enamorado?
Bueno, es una sensación extraña que yo nunca había vivido, pero todo parece mostrar que es asi, ya sabes, lo normal, me pierdo en sus ojos, al verlo se me ilumina el día, cuando lo veo sonreír algo en mi me hace sentirme feliz...
Cuando esta triste tu lo estas, cuando estas cerca se te hace un nudo en la garganta y sientes mariposas por todo tu cuerpo, no quieres más que estar junto a él de alguna manera
Si, Padfoot... espera, ¿estás enamorado? – Sirius se sobresalto y sonrió como un niño que va a confesar que rompió el jarrón fino de sus padres.
Bueno pues...
¡estas enamorado! – grito James – estoy tan feliz por ti, ¿quién es?
Bueno, no es fácil... en si... aun no sé si él siente lo mismo que yo.
¿y a qué esperas?
A nada, apenas supe que me gustaba corrí y se lo dije, ya sabes cómo soy yo – James asintió riendo, sabía bien la impulsividad de Sirius – y pues el quedo un poco en shock ya que siempre nos peleamos, creía que lo odiaba... y ahora me evita – termino con una sonrisa triste Sirius.
Oh – murmuro James y abrazo con fuerza a Sirius – seguro está confundido o en negación – le susurro en tono confidencial – tu seguramente no pasaste por eso ya que eres el efusivo Sirius Black – Sirius inflo su pecho con orgullo – pero generalmente, y te lo digo por experiencia, la gente siente cierto temor a sentimientos que no conoce, es difícil, para nosotros, la mayoría, aceptar que hay alguien que tiene poder sobre uno y con la cual uno no podría vivir, en algunos es mucho más fuerte que en otros, asi que no te desanimes, estoy seguro de que el de verdad te quiere, ¿cómo no quererte? Eres gracioso, tierno, curioso, egocéntrico, elegante, sales con cualquiera y eres encantador – Sirius gruño un poco.
Hay mucho defectos en esa oración
Bueno, todo el mundo tiene defectos, esa imperfección es la que nos hace perfectos.
Es verdad – sonrió Sirius – ah, y se te olvido agregar increíblemente guapo y sexualmente atractivo – y ambos amigos no aguantaron la carcajada.
(*) Es un juego de palabras, Correrse, es como llegar al orgasmo, por lo que cuando Tom dice "si sigues asi lo voy a hacer" se refiere a que los movimientos de James lo están llevando al límite (no sé si la explicación haya sido innecesaria o estúpida pero mejor hacerla de todos modos).
(*) Los espejos serian los mismos que Sirius le da a Harry para que se comunique con el.