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A tus servicios por Mitzuuki

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Notas del fanfic:

Bueno lo cree basandome en un desafio ^^ ya esta terminada de escribir :D asi qe si las cosas van bien, y ustedes comentan y les gusta... Tratare de subir un capitulo dirario, como lo hago con todos mis fic.

Notas del capitulo: Creo que es largo, pero servira para saber si les gusta :D
EL ANUNCIO Y LA ENTREVISTA








Eiri Uesugi, más conocido empresarialmente como Yuki Eiri, era un excelente empresario conocido mundialmente por sus compañías en todo el mundo, de las cuales, él era el único propietario.


-¿Pero por qué me despide señor Eiri-san? – Una joven muchacha que llevaba apenas dos meses trabajando como secretaria de Yuki, estaba siendo despedida en ese preciso momento


-Simple, porque se me pega la gana… Además de que eres pésima como secretaria… Deberías pensar en buscarte otra profesión, ahora largo – La muchacha cogió sus cosas y se fue llorando corriendo por el pasillo, con la mirada de todo el resto de los trabajadores sobre ella.


Tatsuha Uesugi, hermano menor del empresario, se acerco a él precavidamente.


-Es la numero cincuenta en este año hermano – Yuki solo le dio una mirada reprobatoria – Y estamos recién a Mayo


-Mejor cállate si no quieres que te despida a ti también, y mi padre no podrá intervenir en esa decisión – El menor de cabello moreno resoplo frustrado, odiaba tener que ser un empleado de Yuki, pero solo era por el momento, el padre de ambos le había pedido a Yuki que le enseñara todo lo necesario para que luego lo pusiera a trabajar en una de las compañías, como jefe, cosa que a Yuki no le había agradado pero aunque odiara admitirlo, todo el éxito se lo debía al dinero que su padre le había regalado para comenzar


-Como quieras… Seguiré con mi trabajo


-Oh, Tatsuha… Asegúrate de poner un anuncio en los periódicos, necesito una nueva secretaria


-¡Hai! – Respondió el menor poniendo una mano en su frente al estilo militar para acto seguido marcharse a su oficina. Había repetido lo del anuncio cincuenta veces en lo que iba del año, este sería el aviso numero cincuenta y uno… Y se le había ocurrido un detalle interesante para que este fuera el último – Buenas tardes, habla Tatsuha Uesugi… Si, el de la compañía de Yuki Eiri… llamaba para hacer un anuncio al periódico, si, secretaria otra vez… Pero agréguele un detalle…
Mientras en la oficina de Yuki, este se paseaba de un papel a otro, leyendo y re leyendo… Tratando de hacer el trabajo que su ex secretaria debió haber hecho.


-¿Cómo se supone que ordene esto? Estudie para ser empresario, no secretaria – Tiro las hojas al suelo, fastidiado, odiando cada segundo en que había contratado secretarias “inservibles” para que lo ayudaran en sus cosas “realmente importantes”. Lo que Yuki no sabía, es que todas las secretarias contratadas eran de excelentes recomendaciones, el problema era que no cumplían con todos los “caprichos” que el jefe tenia, y las que si los cumplían… Terminaban por agobiar al rubio empresario.




Al otro día, en una humilde casa tradicional japonesa, despertaba un joven de cabellos rosados con una enorme sonrisa en el rostro, satisfecho de por fin haber terminado sus estudios, satisfecho de saber que por fin podría ayudar a su familia, el problema era… ¿Cómo ayudarlos? Tenía que encontrar un empleo luego, si no quería que la crisis económica por la que pasaba su familia se viera en aumento.


Estiro el cuerpo, y bostezando una vez se puso de pie listo para darse una ducha que relajara sus músculos y le ayudara a poner en orden las ideas que tenia para hoy, que era exclusivamente, buscar trabajo. Se puso algo de ropa casual, pero apta para una petición de trabajo, luego bajo las escaleras para encontrar a sus padres y su hermana desayunando con rostros algo complicados.


-¡Ohayo!


-Ohayo Shu-chan – Respondió la mama de este cabizbaja - ¿Vas a desayunar?


-H-Hai… ¿Ocurre algo? – Pregunto él en vista de que nadie parecía querer decir lo que ocurría


Hubo unos largos momentos de un tenso silencio.


-Shuichi… Me han despedido del trabajo, acaban de llamarme


-¿Qué? Pero papa, si tus nos dijiste que todo iba bien…


-Si hijo, pero al parecer mi jefe a decidido hacer reducción de personal, y un viejo como yo ya no le puede servir para mucho…


-No digas eso papa… - Dijo la hermana de Shuichi, dándole apoyo – Eres excelente en lo que haces, te aseguro que cualquier otra empresa estará feliz de tenerte


-A esta edad es casi imposible que consiga trabajo…


-Pero eres muy talentoso – Apoyo Shuichi – Me has enseñado muchas cosas de administración…


Pero su padre no dijo nada más, y el desayuno termino en silencio… Era sin duda un momento crítico para la familia Shindou, fue entonces que Shuichi reacciono y supo que ya no había tiempo que perder, se puso de pie en la mesa y camino rápidamente hacia el recibidor, tomando el periódico que su padre había dejado sobre la mesita de centro, se fue directamente a la sección de trabajos, destacando los que le interesaran y en los que fuera útil. Cuando termino de marcar, tomo el teléfono y comenzó a llamar a cada uno de los trabajos, tomándole cerca de una hora terminar con todo.


-Entiendo… Necesitan personas con experiencia – Dijo suspirando, era la decima vez que le decían eso al escuchar su edad, y era de entenderse de un chiquillo de dieciocho años que acababa de salir de la escuela – De todas maneras muchas gracias, hasta luego – Colgó el teléfono, dándose un respiro fue a la cocina por un vaso con agua. Su madre estaba ahí cocinando.


-¿Cómo te ha ido? – Le pregunto dulcemente


-Todos me dicen lo mismo, necesitan personas con experiencia… Creo que será más difícil de lo que pensé, jamás he trabajado en otra cosa que no sea una heladería


-No te sobre esfuerces Shu-chan, podremos salir de esta sin cuidados, tenemos ahorros


-Se que los hay, pero tarde o temprano se acabaran y necesitaremos ingresos en la casa – Dejo el vaso sobre el lava vajillas – Bien, me quedan unos cuantos más… Intentare suerte – su madre solo le sonrió, orgullosa de tener un hijo como él, que se preocupara por su familia.


-¡Shu-chan! ¿Viste este anuncio? “Se necesita secretaria o secretario de buena presencia para trabajar bajo el mando de Yuki Eiri, interesados comunicarse al XXXXXX”


-Lo leí… Pero ese tipo tiene mala fama hermana… Además esas son empresas muy importantes, sería solo perder el tiempo si llamo


-Pero tú sabes todo lo necesario para ese puesto, desde pequeño que papa te lo ha enseñado y siempre lo has manejado muy bien, incluso le ayudabas a él con sus papeleos – Shuichi suspiro – Inténtalo… Es la primera vez que leo que buscan hombres también, siempre solicitaban mujeres


-Lo intentare solo para que quedes tranquila – Maiko asintió entusiasmada, estaba segura de que Shuichi podía lograr entrar en esa empresa tan importante, confiaba en el talento y capacidad de su hermano.
Shuichi tomo el teléfono otra vez, marcando rápidamente el número que aparecía en el anuncio.




En la compañía de Yuki Eiri, un rubio alto de ojos dorados se encontraba hecho una furia en la oficina de Tatsuha.


-¡¿Por qué no ha venido nadie?! – Le gritaba una y otra vez al menor - ¿Tienes algo que ver con esto? ¡Siempre que ponemos los anuncios esto se llena de entrevistas!


-No lo sé hermano… Tal vez ya te hiciste mala fama


-¡No me hinches las…! – el teléfono comenzó a sonar. Tatsuha lo tomo rápidamente sonriéndole a Yuki que lo miraba asesinamente


-¡Buenos días! Compañías Uesugi Ltda., habla Tatsuha Uesugi…


-B-Buenos días… - Una tímida voz se escuchaba del otro lado – Llamaba por lo del anuncio de trabajo – Tatsuha se sorprendió, era el primer hombre que se atrevía a llamar, y a decir verdad, había ahuyentado a todas las demás mujeres con la esperanza de que este momento llegara


-¡Claro, el trabajo! Bueno, cuéntame… Cuál es tu nombre, tu edad… Y la experiencia que tengas en esto – Se extraño al no recibir respuesta por el otro lado, espero unos segundos con la mirada de su hermano clavada en el - ¿Estás ahí?


-S-Si… Lo siento, es que… Bueno, soy joven… Apenas he salido del colegio y…


-Ya veo… ¿Cuántos años tienes?


-Dieciocho… ¡Pero eso sí, se todo sobre el trabajo! Mi padre era empresario y me enseño todo…


-Bien, necesito que vengas ahora, a la entrevista con el que podría ser tu jefe… ¿Te sabes la dirección?


-No, señor…


-Bien, anota – Tatsuha le indico la dirección del edificio al joven que solicitaba el trabajo, solo esperaba que cuando llegara Yuki no lo echara a patadas del edificio por ser hombre. Cuando le explico todo a Shuichi, Tatsuha colgó la línea y se quedo mirando sonriente a su hermano.


-¿No piensas decirme nada? No te estoy mirando porque seas lindo…


-Literalmente somos idénticos hermano, nos cambia solo el color de ojos y el cabello – Respondió el menor sonriendo aun mas


-Cállate mocoso, tienes apenas dieciséis años…


-Pero no los aparento, es más, me veo como tu… Y algún día seré mejor empresario que tu – la paciencia de Yuki culmino, y es que odiaba aceptar que quizás su hermano tuviera razón, algún día el dejaría las empresas para poder hacer su vida, y sería entonces cuando Tatsuha tomara el mando de todo, y como había empezado muy joven a meterse en los negocios, no le cabía duda de que sería mejor empresario que él, esto lo enfurecía. Camino hacia el escritorio donde se encontraba sentado su hermano y dio un fuerte golpe en el con ambas manos.


-¡¿Me dirás de una puta vez quien llamo?!


-De veras que tienes un genio de los mil demonios… Pero bueno – Dijo suspirando – Va a venir hacia acá para que lo entrevistes, así que espera


-¿Para qué ‘lo’ entreviste? – Tatsuha asintió sonriendo - ¿Es un hombre?


-Así es hermano


-¿Y qué le hizo pensar que el anuncio “se necesitan secretarias” se refería también a hombres? – Dijo frustrado, lo que le faltaba ahora era perder su tiempo entrevistando a un hombre


-Bueno, como han pasado cincuenta chicas por aquí, me tome la libertad de hacer un pequeño cambio – Se puso de pie – Y el chiquillo ya viene para acá, así que tendrás que atenderlo


-Eso no significa que lo acepte – Yuki enarco una ceja – Mas te vale que no tengas nada que ver en que no se hayan presentado mujeres, idiota – Y salió sin decir nada mas de la oficina de Tatsuha, para irse a encerrar a la suya y recoger del piso todos los papeles que había tirado hace un momento. Pensaba que seguramente el hombre que se presentaría ante el esa mañana, sería un viejo jubilado desesperado por encontrar empleo, esto lo descompuso aun mas, pidió a la secretaria de Tatsuha un café, y se quedo a la espera de que el susodicho llegara.




-¡Arigato! ¡Estaré ahí en unos minutos! – Shuichi colgó el teléfono, había pensado que por ser sin experiencia no le darían la oportunidad de una entrevista, pero al ver que si, se había puesto bastante entusiasmado - ¡Tengo una entrevista! ¡Ahora!


-¡¿con Yuki Eiri?! – Pregunto Maiko bastante emocionada - ¡El es tan kawai!


-Maiko, es por trabajo, no otra cosa… ¡Bien! – Corrió hacia la cocina emocionado a contarle a su madre


-¿Y tienes una entrevista ahora?


-¡Sí! ¡Me voy de inmediato, adiós!


-¡Suerte Shuichi! – Le grito su padre. El peli rosa le sonrió y poniéndose sus zapatos rápidamente salió corriendo en busca de un taxi. Se subió al primero que encontró, y dándole la dirección al chofer se relajo por fin en el asiento trasero. Estaba pensando en las posibles preguntas que le harían, y las mejores respuestas que él debía dar. Noto que ya estaban cerca del edificio según la dirección que le habían dado. No paso mucho cuando el taxista se lo indico.


-Es aquí señor, ¿Quiere que lo espere?


-No, gracias… No sé cuánto me tardare – Busco unos billetes en su bolsillo – Aquí tiene – Le pago la carrera y el vehículo se marcho, dejándolo solo a él en frente de este enorme edificio. Miro otra vez el papel, tenía que ir al último piso, respiro profundamente dos veces y camino a paso seguro hacia la enorme escalera que daba hacia la entrada del edificio. Saludo cortésmente a la mujer que estaba sentada detrás de un mesón, y camino hacia el ascensor presionando el botón del último piso. Junto a él, había dos mujeres que parecían ir al mismo de él.


-Escuche que el señor Eiri-san está buscando secretaria otra vez – Decía una de las mujeres, la de cabello rojo


-Pobre de la anterior, duro solo dos meses… Se decía que no quiso complacer al señor Eiri-san - ¿Complacerlo? Shuichi no entendía a que se referían las dos mujeres chismosas


-Allá ella, si yo fuera su secretaria… Le diría que si a todo lo que me pidiera – Rieron descaradamente. Shuichi solo quería llegar a su destino, estaba harto de escuchar los chismes de estas mujeres


Por fin el sonidito del ascensor le aviso que ya estaban en el último piso, bajo primero con las mujeres a sus sigas, ambas se sentaron detrás de un mesón, y en cuanto vieron a Shuichi algo desorientado se dirigieron a él.


-Disculpa… ¿Te podemos ayudar en algo? – Shuichi resoplo, no era exactamente las mujeres a las que les gustaría pedir ayuda, pero no tenia de otra


-Sí, bueno… Tengo una entrevista – Dijo algo incomodo, la mujeres de cabello rojo lo miro extrañado


-Lo siento, creo que te has equivocado… No hay solicitudes de empleo


-No, estoy en lo correcto… Esta mañana he hablado con… Tatsuha Uesugi, fue él quien me dijo que viniera dándome esta dirección – Les sonrió a ambas, tratando de no parecer desubicado


-¿El señor Tatsuha? – Dijo la segunda mujer - ¿Puedes esperar un momento? – Shuichi asintió. La mujer tomo el teléfono y marco un número, luego de esperar unos segundos hablo - ¿Señor Tatsuha? Disculpe que lo moleste… Pero aquí hay un joven que dice tener una entrevista… ¿Cuál es tu nombre? – Le susurro a Shuichi


-Shindou Shuichi – dijo seriamente, no entendía la desconfianza de estas mujeres


-Su nombre es Shindou Shuichi… ¿Si? Oh, ya veo… ¿lo envío a su oficina?... Está bien, adiós – Colgó la línea del teléfono. Miro a su acompañante – El señor Tatsuha… Dijo que vendría a buscarlo él, personalmente – La otra mujer abrió los ojos sorprendida, Shuichi solo miraba sin entender que ocurría entre ellas, pero comenzaba a perder la paciencia. Estaba por decir algo cuando vio detrás del mesón que una puerta se abría y se cerraba seguidamente, y un hombre alto, aparentemente joven se acercaba hasta el con una sonrisa.


-Buenos días, ¿Shindou Shuichi? – Shuichi asintió – Un gusto en conocerte, soy Tatsuha Uesugi – Estiro su mano hacia el peli rosa, este la estrecho sonriendo


-Mucho gusto


-Bien, soy el hermano de Yuki Eiri… Así que te pediré que me acompañes hasta su oficina


-Claro, vamos… - Se dirigió a las mujeres – Gracias por ayudarme – Camino junto a Tatsuha por un largo pasillo


-¿Te han molestado esas dos?


-Nada grave, solo que no me tenían mucha confianza – Shuichi se encogió de hombros


-No las tomes en cuenta, son unas chismosas, si quedas en el trabajo aprenderás a conocerlas – El peli rosa sonrió, era muy cómodo hablar con esta persona


-¿Te puedo hacer una pregunta?


-Claro, la que quieras


-¿Cuántos años tienes? – Tatsuha rio


-Dieciséis – Miro el rostro asombrado de su acompañante – No los aparento ¿Verdad?


-C-Claro que no… Yo tengo dieciocho y soy bastante más bajo que tu… Podría hasta apostar que soy más inmaduro e infantil


-No creas… Tengo que aparentar con un jefe como mi hermano – Rio – Bien… Aquí estamos – Toco dos veces a la puerta que tenían al frente


-¿Quién es? – Shuichi sintió como un escalofrío le recorría el cuerpo al escuchar tan dura voz


-Soy Tatsuha


-¿Qué quieres? – Shuichi no entendía el tono tan frio con el que le hablaba a un hermano, el y Maiko eran muy cercanos


-Ha llegado la entrevista – Tatsuha le guiño un ojo a Shuichi. Se sintió un pequeño alboroto dentro de la oficina


-Bien, que pase – Tatsuha abrió la puerta y ambos entraron a la oficina – Dije “que pase”, tu largo


-Demonio… - Susurro Tatsuha recibiendo una asesina mirada por parte de su hermano – Suerte Shu-chan – Shuichi se quedo parado a como lo nombro Tatsuha, le dedico solo una nerviosa mirada viendo como desaparecía de la oficina. Sentía una incómoda tensión en el ambiente, seguido de casi un insoportable silencio.


-Bien – La voz de Yuki lo hizo sobresaltarse – Toma asiento – Shuichi en silencio obedeció, y se sentó en la silla quedando frente a frente con Yuki – Nombre


-Shuichi Shindou… - Yuki sonrió al ver que el menor frente suyo, tenía un lindo color carmesí en sus mejillas


-¿Edad?


-Dieciocho – El corazón del pequeño latió con fuerza, este hombre lo ponía nervioso, muy nervioso para su gusto


-¿Has trabajado antes?


-Bueno… Solo en donde me lo permitían, acabo de graduarme de la escuela


-¿En qué cosas? – Yuki estaba bastante más entretenido de lo que pensó. Algo en la bola rosa que tenia al frente le parecía interesante… ¿Tal vez porque era hombre? Jamás había tenido a uno de secretario, y quizás la experiencia le entusiasmaba bastante


-Heladerías… Básicamente – Se sonrojo a tal punto que tuvo que agachar su vista, al decir eso se sentía realmente estúpido de estar ahí conversando con tan prestigiado empresario


-¿Y has trabajado en algo relacionado con esto? – Yuki hizo un gesto con sus brazos indicando su entorno


-No en verdad… Pero mi padre era empresario y… Desde muy pequeño aprendí muchas cosas…


-Un mocoso sin experiencia… ¿Qué te hace pensar que te daré el empleo? – Shuichi levanto su vista asombrado, era una buena pregunta


-Yo… no lo sé… Ahora realmente no sé ni que hago aquí – Suspiro – Lo siento, me retiro… Lamento haberle causado molestias – Shuichi se puso de pie cabizbajo, estaba dispuesto a marcharse del lugar. Mientras Yuki se debatía en si dejarlo partir o no, en realidad ese muchachito le daba una buena corazonada… Y es que sus ojos amatistas lo habían cautivado, tenía que admitirlo… ¿Seria virgen? La idea lo hizo removerse en su asiento. Odiaba ser manejado por sus hormonas de hombre joven, pero tenía que hacer algo antes de que ese niño cruzara la puerta.


-Espera… ¿Por qué quieres el empleo? – Shuichi se detuvo. Escuchando al mayor - ¿Qué hizo que vinieras hasta aquí? - Shuichi suspiro. Y se dio media vuelta para enfrentar al rubio.


-Mi padre ha quedado cesante… Por su edad es difícil buscar otro trabajo, con mi madre pasa lo mismo y bueno, mi hermana menor aun estudia… por lo que soy el único que puede sacar adelante a mi familia – Dijo bastante serio el menor, mirando a Yuki que trataba de pensar la mejor solución. En vista de que el rubio no decía nada, el peli rosa decidió marcharse.


-No, detente… Un mes de prueba, nada más, tendrás que demostrarme que puedes hacer bien tu trabajo – El rostro de Shuichi se ilumino a lo que en vista de Yuki, fue una linda sonrisa, pensamiento que fue desechado al instante mas por orgullo propio


-¡Muchas gracias! ¡No se va a arrepentir! – Daba pequeños saltitos en la oficina


-Cálmate, cálmate… hay algunas cosas que tienes que saber – Shuichi asintió tomando asiento otra vez – Tienes que hacer TODO lo que yo te diga, no le puedes obedecer a nadie más que no sea yo, ni siquiera a Tatsuha, a menos que yo te lo pida ¿Está bien?


-¡Claro!


-Me tienes que informar de todas las llamadas que recibas, asegúrate de darme los recados correctamente y anotar el nombre de la persona y número de teléfono – Shuichi asentía a todo – Tendrás que comenzar a venir formalmente, nada de camisas desabotonadas – Miro la camisa del menor, quien comenzó a abrocharla de inmediato – Corbata y traje como se debe, serás el secretario de un empresario bien conocido… ¿Alguna pregunta?


-¿Cómo tengo que llamarlo, jefe? – Yuki lo pensó, jamás le había gustado que le dijeran jefe… Y sería menos conveniente con alguien tan joven como Shuichi, y Eiri…


-Lo dejo a tu disposición… Eiri-san, señor Eiri… Uesugi… Como quieras


-¿Lo puedo tutear? – Miro a Shuichi que se mantenía con esa gran sonrisa


-No por ahora, no seas confianzudo – Yuki enarco una ceja – Bien, puedes retirarte… Ve a tu casa a ponerte un traje y vuelves enseguida


-¡Hai! Yu-uki… - Yuki se quedo pasmado viendo como la bola rosa salía toda feliz de su oficina, pensó que lo llamaría de cualquier forma, menos que se tomaría el atrevimiento de llamarlo Yuki, ni sus más cercanos lo hacían. Una leve sonrisa se asomo en su rostro, pensando que desde hoy, sus días de trabajo se verían un poco más interesantes.
Notas finales: Recibo de todo, menos insultos por favor D:

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