PRIMER DÍA, PRIMER SENTIMIENTO
Shuichi salió a la velocidad de la luz del edificio, cogió casi a la fuerza un taxi que iba pasando y le pidió que lo llevara rápidamente hasta su casa. Cuando llego, todos lo miraron asustados.
-¿Qué ocurrió Shu-chan? – Pregunto la mama
-¿Te aceptaron? – Maiko le siguió
-Shuichi… ¿Cómo te fue?
-¡El traje que use para la boda de la tía Mitsuki! ¿Dónde está mama?
-En tu armario, dentro del protector… ¿Para qué lo quieres?
-¡Yuki Eiri me ha aceptado!
-¡¿Enserio?! – Maiko se puso de pie - ¡Lo sabia Shu-chan! – Abrazo a su hermano con fuerza
-Bueno, dijo que me tendría a prueba un mes…
-De todas formas es grandioso Shuichi… - Su padre lo abrazo también – Pon en práctica todo lo que te he enseñado estos años, y veras que obtendrás buenos resultados
-Prometo dar mi mayor esfuerzo – Shuichi sonrió – Ya es hora de que sea yo quien ayude en la casa
-¡Aai Shu-chan estoy tan orgullosa de ti! – Su madre lo abrazo también – Ven… Vamos a buscar el traje
-¡Hai! – Toda la familia subió hacia la habitación de Shuichi. La mama abrió el armario del menor y buco entre los colgares un protector negro, lo dejo sobre la cama y abrió el cierre dejando ver un elegante traje color negro intenso, con una corbata del mismo color junto a una camisa blanca- Shuichi tomo todo entre sus manos y se metió al baño a cambiarse, tomando en cuenta de que toda su familia estaba en su habitación. Salió a los minutos con el traje puesto luciendo realmente guapo y elegante, su cabello rosa destacaba más de lo normal y sus ojos se veían aun más hermosos con el contraste del color negro. Cambio sus zapatillas por sus zapatos de vestir negros, ya estaba completamente listo.
Se miro al espejo con la mirada de su familia sobre él, estaba satisfecho por cómo se veía.
-Bien, me tengo que ir nuevamente – Dijo Shuichi suspirando - ¡Nos vemos más tarde!
-¡Buena suerte! – Alcanzo a escuchar el grito de su padre mientras salía de la casa.
Cuando llego por segunda vez al edificio, subió más confiado, ahora sonriéndoles a las mujeres que hace minutos atrás habían desconfiado de él, sabía que desde hoy, seria tema de conversación segura para esas dos.
Cuando llego hasta la oficina de Yuki toco suavemente dos veces a la puerta.
-Yuki, soy Shuichi – Aviso, sintiendo como su ahora jefe se ponía de pie en el escritorio, y aparecía ante él en la puerta dándole una mirada completamente - ¿Así está bien? Aunque la corbata me molesta… Pero me acostumbrare – Le sonrió
-Deja de hablar y sígueme – Shuichi inflo sus mejillas en señal de aguantar las ganas de decirle una que otra cosa al gruñón de Yuki. A unos pasos de la oficina del rubio había a lo que ojos de Shuichi, era un afeminado escritorio – Bien, si tiene cosas de mujer es porque todas mis secretarias siempre han sido mujeres… Puedes hacerle lo que quieras mientras sea moderado – Shuichi asintió – Este teléfono es solo para llamadas dentro del edificio – Le indico el teléfono blanco - Los re discados rápidos están anotados aquí – Le mostro una pequeña agenda – Y este otro teléfono, es en donde recibirás llamadas de socios u otras personas, es de aquí de donde tienes que hacer las llamadas a otras personas ¿Entiendes? – Ahora le indico el teléfono negro
-Por supuesto que entiendo… - ¿Creía que era idiota? Pues Shuichi pensaba que lo estaba tratando como tal
-Tienes tu propia computadora con los programas necesarios para hacer todo… Y está conectada a la impresora que esta allá – Apunto hacia una mesita donde estaba el aparato con montañas y montañas de papel blanco – Aquí tienes todas las carpetas con archivos importantes… Asegúrate de guardar todo los documentos donde correspondan, por algo tienen nombre – Shuichi asintió – Y creo que eso es todo lo que necesitas saber… Ah, vendrá una socia, tenemos una reunión a las una su nombre es Karen Onodera, avísame cuando llegue y después de eso te puedes ir a almorzar, una hora
-Está bien… - Yuki dio media vuelta y se metió en su oficina de nuevo. Shuichi comenzó por quitar todas las flores y adornos que habían por todo el escritorio, los tiro al basurero despejando de a poco su lugar de trabajo. Luego hecho una hojeada a las carpetas que estaban guardadas, por suerte era muy ágil en todo esto y no le costaba demasiado comprender las cosas que se trataban en esta empresa. Por último comenzó a revisar las cosas de la computadora, había algo que él sabía bien, y era que su padre se había encargado de decirle que un computador siempre tenía que tener los archivos bien clasificados… ¡Pero esto era un desastre! Había miles de archivos dispersos por todo el escritorio, carpetas con nombres que no entendía, solo iniciales y dentro de ellas no había nada concreto, es más… En una de las carpetas encontró fotos de una mujer, supuso que seria de la antigua secretaria, pues su correo electrónico seguía abierto. Shuichi cerró sesión. ¿Qué clase de secretarias contrataba Yuki?
-¡Hola! – Miro hacia el frente y vio a un muchacho de cabello verde sonreírle amistosamente – Mi nombre es Ryuichi Sakuma, ¿Eres nuevo?
-Hola… Si soy nuevo, Shuichi Shindou – Shuichi estiro su mano hacia el joven en frente suyo, este la estrecho a gusto - ¿Trabajas aquí?
-Hai… Soy el secretario de Tatsuha – Le sonrió otra vez - ¿Y tú?
-Bueno, me tienen a prueba… Soy el secretario de Yuki Eiri
-¡Wooo! ¿Enserio? ¿Hombre? – Shuichi lo miro algo incomodo – Oh, lo siento… Es que el señor Eiri-san siempre ha tenido mujeres de secretarias…
-Ya veo… Bueno solo espero quedar en el empleo – Shuichi le sonrió – Pero es extraño… Yuki no me dijo que Tatsuha tuviera un secretario…
-Digamos que no le agrado mucho, además… Suele tratarme como una chica – Ryuichi rodo los ojos – Me dice “Secretaria, dile a Tatsuha que salga de esa pocilga”
-No sé por qué, pero me lo puedo imaginar claramente – Shuichi rio - ¿Por qué no le agradas?
-Es un secreto… Pero me das confianza… - Ryuichi se acerco al oído de Shuichi – Tatsuha es mi novio, desde que trabajo aquí hace un año
-Oh, no sabía que Tatsuha fuera… - Shuichi miro a todos lados – Gay – Susurro haciendo reír a Ryuichi - ¿No estudias? – Ryuichi rio otra vez
-Salí de la escuela hace años
-¿Años? Espera… ¿Qué edad tienes?
-Veinticinco – Dijo Ryuichi - ¿Ahora entiendes por que no le agrado a Eiri-san?
-Bueno… Lo comprendo, mi hermana menor tiene diecisiete… Creo que tampoco me gustaría que su novio fuera alguien de veinticinco… Lo siento si soy indiscreto
-No, no te preocupes… Desde ahora somos amigos, puedes decirme todo lo que quieras – Ryuichi le sonrió amistosamente, a lo que Shuichi le respondió con otra sonrisa
-Bueno, pero yo pensé que tenias unos dieciocho, nos vemos de la misma edad… Eso es un punto a favor
-Ya lo creo… - Ambos rieron – Shuichi ¿Necesitas ayuda? Puedes preguntarme lo que quieras…
-No por ahora, gracias… Creo que me dedicare a ordenar el desorden que dejo la antigua secretaria… Mira como está este computador – Ryuichi miro la pantalla, quedando tan asombrado como Shuichi cuando lo vio – Hasta fotos de ella tenía guardadas…
-Mira, te daré un consejo, para que puedas mantener el orden y dejar bien clasificado, has tres carpetas lideres… Una de documentos de negocios a nivel nacional, otra al extranjero y la ultima documentos de tu uso personal, ya sean cuentas, apuntes u otros
-Vaya… Es una buena forma de organizar todo…
-Se te hará todo mucho más fácil, luego dentro de las carpetas líderes, has otras carpetas especificando con nombres de las otras empresas, países… Y ese estilo de cosas
-¡Eres increíble en esto! ¡Muchas gracias!
-Puedo ayudarte en otras cosas también… - Paso cerca de una hora en la que Ryuichi le fue enseñando muchas cosas a Shuichi, le ayudo a ordenar todo en el computador y en el escritorio, le explico el papeleo de las carpetas. Cuando ya estuvo todo listo, explicado y entendido, Ryuichi se fue a almorzar, saliendo a sus sigas Tatsuha, Shuichi sonrió al ser la segunda persona que sabía sobre la relación de ellos dos. Lo habían invitado, pero tenía que esperar a esa tal Karen Onodera que aun siendo las una y media de la tarde no aparecía por el lugar.
-Shuichi – La voz de Yuki lo tomo desprevenido – Iré a buscar algo unos pisos más abajo, si llega Karen hazla pasar a la oficina
-Claro… - Shuichi siguió con lo que hacía segundos antes
-Vaya… Organizaste todo muy bien – Para cuando el menor se dio cuenta el aroma del cabello rubio impregno sus fosas nasales, Yuki estaba a escasos centímetros de él, ambos con su vista fijada en la pantalla del computador, pero aun así… Por tal cercanía, Shuichi sintió como su corazón palpitaba rápidamente, como hace tiempo no ocurría. Yuki noto el nerviosismo del menor, y a esa escasa distancia a la que estaban lo miro a los ojos haciendo que este también lo hiciera, debía admitir que los ojos de su nuevo secretario eran aun más hermosos de cerca, estaba por perderse en ellos cuando alguien los interrumpió.
-¿Interrumpo algo? – Shuichi miro con las mejillas encendidas a una mujer de muy alta postura, cuerpo exageradamente voluminoso, cabello verde que le llegaba a la cintura y unos ojos azules muy penetrantes, era muy linda… Si no tuviera ese feo gesto en su rostro en este momento – Eiri-san…
-No interrumpes nada… Shuichi, ella es Karen Onodera… Socia encargada de una empresa de grandes prestigios, Karen, el es Shuichi Shindou… Esta en práctica para ver si toma el puesto de mi secretario – Yuki los presento bastante calmado – Karen, adelante… - La hizo pasar a su oficina, la mujer lo siguió no sin antes dedicarle una asesina mirada que estremeció el pequeño cuerpo de Shuichi. Aquella mujer le daba mala espina, trato de volver a lo suyo pero era imposible… La imagen de un Yuki tan cerca de él lo había dejado trastornado. Decidió por ponerse de pie y tomando su celular se fue a almorzar.
Mientras, en la oficina de Yuki… Una mujer de cabello verde estaba sentada en la silla con los brazos cruzados.
-Karen, es solo un secretario… - Yuki se acerco cautivadoramente a la mujer, acuclillándose un poco, quedando a la altura de su rostro
-Estaban muy “juntitos”… Por Dios Eiri, es un hombre… Bueno, no me extrañaría que te aburrieras de las mujeres y te desviaras del camino
-Bueno, basta… Tu y yo no somos nada como para que me hagas escenas de celos Karen
-Por supuesto que no somos nada, jamás estaría con alguien de tal calaña como tu – La mujer miro asesinamente a Yuki, pero este de un segundo a otro atrapo sus labios carnosos en un beso animal. Para ambos, sus encuentros no eran nada más que sexo, ninguno de los dos sentía algo especial por el otro, y eso era lo que buscaba Yuki… Divertirse, y esta mujer era una más de su lista. Tiro a la peli verde sobre la mesa, sobresaltándose de pronto al ver el rostro de Shuichi en aquella mujer, sacudió un poco su cabeza, aquel muchachito lo había trastornado. Siguió con lo suyo con la mujer sobre la mesa.
Shuichi había ido a comer algo al local donde trabaja su amigo Hiro, para su suerte quedaba a solo dos cuadras del edificio, por lo que no le tomo mucho tiempo llegar hasta ahí.
-Hola Hiro… - Se sentó en el mesón alto que daba directo a la cocina, Hiro se acerco a el
-Dime quien eres y que hiciste con mi amigo Shuichi…
-Idiota… -Le critico Shuichi – Felicítame, creo que he encontrado trabajo – Sonrió
-¿Enserio? ¿Dónde?
-En la compañía de Yuki Eiri
-¡¿Eeeeeh?! ¡…l es el mejor empresario del mundo!
-Lo sé, pero solo estoy en práctica, durante un mes… Después de eso decidirá si me da el empleo o no
-Te lo dará, tu padre te ha enseñado muy bien el mundo de los negocios…
-Lo sé… ¡Pero ahora dame un gran plato de fideos! Muero de hambre… - Hiro le sonrió a su amigo, y pidió que preparan lo que había pedido.
Conversaban a ratos, mientras Hiro no estaba ocupado atendiendo a la gente que llegaba. Hablaron sobre sus días de preparatoria, como fueron sus últimos días con su clase, la fiesta que había tenido de despedida, en donde más de una de sus compañeras termino borracha o abrazando el inodoro. Cuando Shuichi termino su gran plato de fideos, se quedo unos minutos más sentado, mirando como Hiro disfrutaba haciendo su trabajo, a diferencia de él, Hiro era más maduro y siempre había tomado sus decisiones con bastante responsabilidad, Shuichi pensaba en que literalmente el no hubiera podido sobrevivir solo en la preparatoria si no fuera por Hiro, se habían hecho mejores amigos desde el primer año, y desde ahí que hacían todo juntos, llegando incluso a formar rumores sobre que estaban saliendo, rumores que Hiro rompió cuando comenzó su noviazgo con una chica, y para suerte de Shuichi, todos los rumores sobre ellos dos habían terminado, volviendo a su vida de amigos sin preocuparse por lo que los demás hablaran.
-Shuichi, ¿Cuánto tiempo tienes para almorzar? – Pregunto Hiro sacándolo de sus pensamientos
-Tengo una hora…
-Bien amigo, levanta tu trasero de esa silla y corre al edificio si no quieres que te despidan en tu primer día, porque ha pasado más de una hora
-¡¿Eeeeeeeh?! ¡Todo es tu culpa Hiro! – Shuichi salió corriendo del local a toda velocidad, dejando a Hiro algo descolocado. Le tomo cerca de tres minutos llegar al edificio, en donde suspiro tratando de normalizar su respiración acomodo mejor su ropa que se había desordenado un poco por la corrida. Cuando estuvo listo se subió al ascensor, rogando por no recibir un regaño en su primer día de trabajo. Cuando llego al piso volvió a correr rápidamente, sentándose a la velocidad de la luz en su escritorio. Ryuichi lo miro y rio.
-Tarde en tu primer día – Le dijo Ryuichi desde su escritorio, estaban bastante cerca uno del otro
-¿Lo ha notado? Fui a almorzar al local de mi amigo y… No me di cuenta de la hora – Shuichi paso una mano por su cabello
-No lo ha notado… Ha estado encerrado en su oficina…
-Tiene una reunión…
-¿Reunión? – Shuichi asintió - ¿Con quién está?
-Una tal Karen Onodera…
-Oh, Shuichi te explicare algo… - Ryuichi se puso de pie y camino hacia el otro escritorio – El señor Eiri-san jamás tiene reuniones en su oficina con otras personas que no sea el señor Tohma o Tatsuha… El resto de mujeres que entra son… Bueno, tú entiendes – Shuichi abrió los ojos sorprendido, ahora entendía la mirada asesina que le dedico aquella mujer antes de entrar a la oficina de Yuki (n/a que chismoso Ryu dx)
-Ahora entiendo… - La puerta de la oficina de Yuki se abrió, Ryuichi corrió a su escritorio sacándole una risa a Shuichi
-Entonces te llamare para ver lo del negocio… - Dijo Yuki. Shuichi lo miro y tenía su camisa algo alborotada, los primeros botones estaban desabrochados y su corbata estaba fuera de lugar
-Estamos en contacto, Eiri-san – Ahora miro a la mujer, la muy descarada se arreglaba el vestido que llevaba puesto y volvía a poner el pañuelo alrededor de su cuello. Shuichi sabía perfectamente lo que había ocurrido dentro de esa oficina, y por alguna razón eso le molesto. Yuki sin decir nada mas volvió a entrar a su oficina, la mujer se acerco a Shuichi amenazadoramente – Ahora sabes quién manda, jovencito
-No sé a qué se refiere, SE—ORITA Onodera – Recalco la palabra señorita, haciendo molestar a la mujer – Yo solo cumplo mi trabajo, me imagino que usted dentro de esa oficina estaba haciendo lo mismo – Shuichi enarco una ceja, un poco más allá, Ryuichi sonreía mirando la escena algo entretenido
-Mira mocoso, eres nuevo aquí… Te advierto que no te atrevas a poner una mano sobre MI Eiri-san
-¿Su Eiri-san? Que yo sepa el señor Yuki es soltero… Pero bueno, no es de me incumbencia la vida privada de mi jefe – Shuichi sonrió – Si me disculpa, tengo que seguir con mi trabajo – Sin prestarle más atención a la mujer, Shuichi concentro su vista en el computador, aunque se moría de ganas de gritarle que pensaba que era una zorra cualquiera, y que para Yuki no era nada más que otra de la lista, según lo que le habían dicho… al menos, era eso lo que quería pensar.
La mujer de cabello verde puso una mueca de odio en su rostro mirando a Shuichi que la estaba ignorando olímpicamente. Bufo enojada y se marcho del piso, fue entonces cuando Shuichi suspiro y se apoyo hacia atrás en la silla.
-Sé que eso estuvo mal… Pero tu viste que ella comenzó – Le dijo Shuichi a Ryuichi que lo miraba aun sonriendo
-Estuviste increíble… - Shuichi lo miro – No sabes cómo ofendía esa mujer a la antigua secretaria, la pobre era tan joven y estaba tan enamorada de Eiri-san que no era capaz de decirle nada, porque Karen la amenazaba con hacer que la despidieran
-Es una perra…
-Ya lo creo… - Ryuichi imito la postura del peli rosa y se estiro hacia atrás en la silla. Se quedaron en silencio largos minutos, en los que Shuichi seguía hirviendo por dentro por culpa de esa mujer, ¿Quién se creía que era ella? Que sea la amante de turno de Yuki no le daba derecho a tratarlo como se le pegase la gana. Resoplo y decidió seguir con su trabajo, hasta que el teléfono blanco comenzó a sonar.
-¿Diga?
-Shuichi, ven a mi oficina – Fin de la llamada. Shuichi suspiro manteniendo la postura, y tocando a la puerta entro a la oficina de Yuki.
-¿Qué se le ofrece?
-Que me digas que problema tienes con mi socia… He recibido una llamada de ella recién, y me ha dicho que la has tratado mal – Yuki dio una aspirada a su cigarrillo. Shuichi no lo podía creer, tal vez si se había pasado con esa mujer, pero esa tipa conto lo que a ella le convenía… Había contado de tal forma para que el quedara mal frente a Yuki.
-Yo no la he tratado mal, Yuki – Suspiro tranquilo – Ella me ha dicho algo fuera de lugar y yo solo me defendí con las mejores palabras
-¿Qué te ha dicho?
-No es de importancia…
-No te estoy preguntando si quieres contarme, te estoy ordenando a que me lo digas – Una venita en el cuello de Shuichi comenzaba a palpitar fuertemente
-Que ella era la que mandaba y que me alejara de usted… - Shuichi cerró los ojos, esto era vergonzoso… Que una mujer le dijera eso en su primer día de trabajo, y más encima tener que contárselo a su jefe… No era nada agradable
-Bueno, no tienes de que preocuparte… Te he dicho que solo me tienes que obedecer a mí, por lo tanto no tomes en cuenta lo que esa mujer dice… Se toma tributos solo por tener algunos… Beneficios – Shuichi abrió los ojos sonrojándose de a poco, aunque de una manera muy indirecta… Yuki lo estaba defendiendo – Ya es tarde, puedes irte a tu casa, mañana tienes que estar aquí temprano
-Claro… Gracias Yuki… Y lo siento, no fue mi intención molestar a su socia con lo que dije
-Ya he dicho que no te preocupes, ahora largo - ¡Porque tenía que ser tan bipolar! Lo ponía de los nervios. Salió de la oficina y tomo sus cosas, se despidió de Ryuichi y se fue por fin a descansar, o al menos eso pretendía, estaba seguro que en cuanto diera un paso en su casa, su familia lo ahogaría con preguntas sobre su primer día, pero sonrió ante la idea, solo esperaba que las cosas fueran bien desde ahora.
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