Prologo:
Takashima miraba por la ventana de su habitación sintiéndose de pronto algo molesto. ¿Por qué Takanori siempre tenía que ser así?
No era que no quisiera a su hermanito, la verdad es que lo adoraba el problema radicaba en que no le gustaba como era su querido hermanito en general, sobre todo con los jóvenes.
Ambos eran nietos del más respetado hombre de todo Japón, por diversos motivos habían quedado a su cuidado y ahora vivían con él. Su abuelo era encantador, salvo por un pequeño problema, un pequeño problema que amargaba la joven vida de Takashima, no le permitía tener novio.
No es que el estuviera desesperado por salir con alguien, pero simplemente deseaba tener la posibilidad de saber lo que era estar enamorado y lo estaba, de alguien que según su hermano no era el adecuado.
Takanori era un joven bastante agradable cuando deseaba serlo y para su desgracia se había convertido en el objeto de obsesión de varios jóvenes, entre ellos el secreto amor de Takashima, el problema era que a su hermano no le interesa en lo más mínimo salir con ningún chico y como su queridísimo abuelo estaba al tanto de eso, había contestado a los ruegos de Takashima prometiéndole que lo dejaría salir con alguien solo cuando su querido y dulce Takanori también lo hiciera, eso significaba que se podrían descongelar los polos y el seguiría de monje en su casa, como un solterón para toda la vida.
En ese momento vio al joven que hacía que su corazón latiera a toda prisa y salió corriendo de la casa, quería hablar con el antes de que Takanori o su abuelo interrumpieran, en el caso de la primera porque Saga no le quitaba los ojos de encima a su hermano.
Abrió la puerta con rapidez y se encontró frente a frente con Saga y con otro joven al que no conocía. Tampoco le prestó atención.
-Hola saga- lo saludo con una radiante sonrisa- ¿Vienes a ver a mi abuelo?- le pregunto el mientras los dejaba pasar.
-Claro que si- le respondió el joven mientras buscaba a alguien con la mirada-. ¿Esta Ruki en casa?
Las ilusiones de Takashima cayeron a sus pies, siempre era igual y para terminar de empeorar las cosas, su hermano apareció en escena.
Takashima no podía negar que Takanori era bonito. Tenía el cabello rubio y unos lindos ojos plateados con los cuales fulminaba con la mirada a sus audaces pretendientes. Hasta el momento ninguno había tenido suerte y Takashima dudaba que alguno lo tuviera.
-Ruki- le dijo saga con alegría-. Estas tan hermoso como siempre.
El joven lo miro arqueando las cejas y ni siquiera sonrió ante el comentario.
-¿Busca a mi abuelo sr. saga?- le preguntó en forma educada-. Le informare que está aquí.
-Preferiría si pudiera hablar un momento contigo- le dijo el con evidente incomodidad-. A solas si es posible.
-A mi abuelo no le gusta que nos veamos con jóvenes en la casa, señor. Además, usted no es mi tipo.
Takashima recordó las innumerables veces que había oído aquella misma conversación. Saga se deshacía en cumplidos y obsequios para su hermano, la mayoría de los cuales él contestaba de forma mordaz y los regalos en la basura. En ese momento se fijó en el otro joven que lo miraba con interés. Era alto y tenía el cabello negro, los ojos eran de un oscuro muy intenso y llevaba un arete en el labio, parecía agradable.
-Soy Takashima, el nieto del presidente- le dijo el con una sonrisa-. Y él es mi hermano Takanori, es algo… complicado.
Yuu pensó que la palabra complicado le quedaba corta a aquel muchacho, se le veía como un auténtico arpía, un arpía muy bonito pero arpía al fin y al cabo, en cambio su hermano era como un ángel caído del cielo. Definitivamente se había enamorado a primera vista.
Yuu contemplaba como Takashima le habla de algo mientras se reía, se había olvidado por completo de la reunión con su abuelo para informarle del traslado de su amigo y más aun de que saga estaba a un paso de perder su orgullo suplicándole a Takanori una oportunidad para tener una cita con él.
La repentina aparición del abuelo, con evidente gesto de fastidio termino con las diluciones y con sus fantasías.
-Me alegra verlos aquí.- Les dijo con rotundidad-. Pasemos a mi despacho, ahora.
Los dos jóvenes lo siguieron con sumisión y aceptaron el regaño en silencio. Luego pusieron a sr. Byo al tanto de la llegada del sr. Akira Suzuki al día siguiente y se fueron del despacho casi enseguida, al salir se cruzaron en la puerta con ambos jóvenes. Takanori le dedico una sonrisa falsamente cándida a saga que sin embargo no era capaz de notar el sarcasmo en su gesto, Takashima le sonrió a Yuu y se encogió de hombros.
Una vez que salieron de la casa miro a saga que iba como en las nubes.
-Ese joven, Takanori es bastante duro de convencer- le dijo Yuu-. Deberías desistir.
-Nunca. Ya verás cómo dentro de unos cuantos meses es mi novio, no sale con ningún chico y será mío.
-¿Y su hermano?- le pregunto Yuu con curiosidad, no le había pasado desapercibido el interés que el joven mostraba en saga.
-Takashima…ah, él es muy agradable, ¿te gusto?- le pregunto con una sonrisa-. Si es así tendrás que resignarte entonces, porque Byo no permite que nadie se acerque a él a menos que Ruki tenga novio. Si quieres salir con Shima tendrás que conseguir antes que Ruki salga conmigo.
-Eso es estúpido- protestó Yuu y vio la sonrisa en el rostro de saga-.¿Es vedad?
-Claro que lo es. Una triste realidad.
Yuu se maldijo por su mala suerte, él había pensado en intentar invitar salir al joven pero si lo que saga le contaba era cierto, sería un imposible. No quería desmoralizar a su amigo, pero al parecer Ruki no lo tenía en muy alta estima, ¿qué hacer?
Una idea cruzó por su cabeza y sonrió ante aquello ¡¿Cómo no lo había pensado antes?! Akira llegaría al día siguiente, y si él, que era el mayor conquistador de todo Japón no lograba tener a Takanori Matsumoto comiendo de su mano no lo haría nadie. Solo debía pensar en cómo convencer a su amigo para que conquistara a ese joven.