- Bueno, como verá el inmueble está completamente amueblado, consta de 3 dormitorios, 2 baños, una cocina amplia y si gusta puedo darle la llave que lleva a la azotea, acompáñeme para mostrarle el dormitorio principal - KyuHyun siguió a esa señora de más o menos unos 40 años de edad que le mostraba cual sería su nuevo apartamento.
Había llegado recientemente a Seúl y un amigo le había dado el dato de esa agencia, ésta agencia se encargaba, por una cierta cantidad de dinero, de recibir a gente que no se ubicaba muy bien en la ciudad y buscarle domicilio rápidamente, KyuHyun necesitaba un lugar donde quedarse urgentemente y no había tenido otra opción que pagar un poco más por ese servicio.
- Éste va a ser su dormitorio, el baño es bastante amplio al igual que el guardarropas, sin más lo dejo a que explore por su cuenta el apartamento. Oh, casi lo olvido, ¿va a querer que le de la llave de la azotea?
- Sí, sí por favor - la mujer le entregó las llaves y articulando un carismático "adiós" se retiró del domicilio.
Tuvo que irse a vivir a la capital por la universidad, ese era su primer año y había ganado una beca para asistir a la mejor universidad de Corea, era un muy buen estudiante, siempre fue el mejor de la clase y por ende, el objeto de burla de todos sus compañeros, en toda su vida escolar no tuvo más de 4 amigos pero con el paso del tiempo ellos tuvieron que irse y se quedó solo de nuevo, cuando estaba por terminar la escuela llegó el que ahora es su mejor amigo y confidente, DongHae.
DongHae había empezado su último año de escuela como él, no hablaba con nadie y era constantemente molestado, al igual que él. Un día tuvieron que compartir asientos, como KyuHyun ya estaba acostumbrado a las burlas, no le afectaba en lo más mínimo que lo molestaran, sin embargo a DongHae sí, a veces lo veía llorar cerca de los árboles del patio trasero de la escuela, y cuando lo molestaban una escurridiza lágrima rodaba por la mejilla del mayor. Un día Kyuhyun decidió entablar una "conversación" con él, fue algo simple, un "¿tienes goma que me prestes?" fue suficientes para ver el rostro sonriente de DongHae, se le notaba muy feliz ya que nunca nadie le había hablado para otra cosa que no fuera para burlarse de él, comenzaron a hablar constantemente, descubrieron que vivían cerca, hasta que tenían gustos parecidos y desde ese momento se volvieron inseparables.
Sonrió con nostalgia al recordar a su amigo que no había tenido la misma suerte que él y no pudo entrar a su misma universidad, estaba en una casi igual de buena que en la que estaba él, sin embargo esta se encontraba al otro lado del país, lo extrañaba mucho.
Se tiró a la cama para probar la comodidad de ésta, sonrió satisfecho, esa cama era muy blandita. La habitación era bastante espaciosa, al parecer el anterior dueño debió haber sido una mujer, ya que el dormitorio tenía muchos toques rosa, tendría que pintarla luego.
Con pereza se dirigió al baño y quedó impresionado, era muy grande, la señora le había dicho que era espacioso, pero ese baño era casi tan grande como la misma habitación. Tenía una bañera grande donde perfectamente cabía acostado, también tenía un espejo de cuerpo entero y un jacuzzi.
Sin pensarlo dos veces comenzó a llenar la bañera para darse un baño, estaba cansado, ya que éste era el quinto apartamento que veía en el día, por fin podría descansar tranquilo, sin lugar a dudas ese apartamento era perfecto, ese sería su hogar definitivo.
Se sumergió en la bañera luego de desnudarse, dio un suspiro de satisfacción mientras sentía como el agua caliente relajaba enormemente su cansado cuerpo, empezó a tararear una canción al tiempo que sus ojos se cerraban, se puso a divagar en su imaginación recordando nuevamente a su amigo DongHae.
DongHae era homosexual, se lo había confesado un día que él lo había invitado a su casa a dormir, KyuHyun no le dio mucha importancia, sería su amigo de todas formas, además el tampoco estaba muy seguro de su sexualidad ya que jamás había tenido una novia ni había dado su primer beso en ese entonces.
El primer beso...
Su primer beso fue algo extraño, él jamás pensó que ese acontecimiento tan especial y esperado para todos los jóvenes le fuera a ocurrir de esa forma...
Un día invitó a DongHae a ver una película a su casa, el tiempo se les pasó volando y recién se dieron cuenta de eso cuando iban en la cuarta película de la noche, ya era demasiado tarde para que su amigo se fuera, así que le ofreció dormir en su casa. Se quedaron hablando un rato y luego se acostaron en la cama a dormir. KyuHyun despertó en medio de la noche a sentir unos cálidos labios sobre los suyos, eran los de DongHae.
Su primer beso fue con DongHae, su amigo, un hombre.
Desde ahí que cambio su inclinación sexual, a él no le gustaba DongHae, el beso que compartió con el mayor no le causó más que sorpresa, cuando habló con DongHae acerca de eso éste le confesó que hace algún tiempo que estaba empezando a sentir cosas por él, claro que KyuHyun le dejó en claro que sus sentimientos no iban más allá de una simple y fraternal amistad, el mayor lo entendió y hasta este entonces todo sigue igual que siempre. Claro que sabía que su amigo seguía enamorado de él, lo había sorprendido muchas veces mirándolo con un cariño especial en los ojos, sabía que el fondo de pantalla de su laptop y la imagen de su celular eran de ellos dos abrazados, sabía que cuando dormían juntos el mayor acariciaba sus cabellos y le decía lo mucho que lo quería, creyendo que él estaba dormido, DongHae era una persona muy fuerte.
Sonrió levemente al recordar todo eso, cerró los ojos nuevamente y sin darse cuenta se quedó profundamente dormido.
-"¡Vete de mi apartamento, ahora!- una suave y linda voz hizo que dejara de observar el cielo desde la azotea y volteara, encontrándose a un chico más bajo que él, tenía unos ojos negros penetrantes y cautivadores, una nariz perfecta y a simple vista se notaba lo tersa y suave que era su piel.
-¿Eh?, ¿tu apartamento dices?, este es mi apartamento, yo vivo aquí.
-¡No!, este es mi hogar, ¡vete!- y el extraño chico desapareció."
Despertó un poco agitado por el extraño sueño que había tenido, el agua estaba fría ya y el baño se encontraba a oscuras. El sueño le había parecido demasiado corto, pero por la oscuridad podría jurar que ya habían pasado por lo menos dos horas.
Se puso bóxers y una bata, fue a la cocina comer algo y extrañamente las luces se encontraban encendidas, de seguro con la luz del sol no se dio cuenta antes. Se hizo una sopa rápida y luego se fue a dormir, rápidamente entró al mundo de los sueños.
-"¡Te dije que te fueras! - el chico que apareció en su sueño anterior se encontraba otra vez a su lado de brazos cruzados y mirándolo con reproche.
-Pero si aquí vivo, no puedo irme, ¿quién eres tú? - estaba bastante confundido y es que el chico se veía realmente enfadado, estaba consciente de que se trataba sólo de un sueño, pero no creía tener tanta imaginación como para crear personajes en su mente.
- Si no te vas enseguida llamaré a la policía, que no te quepa duda de eso - acto seguido el chico se desvaneció, dejando una extraña estela rosa en su lugar.
Se incorporó rápidamente e intentó descubrir donde había ido el bajito, sin conseguir un resultado óptimo.
Unos minutos después escuchó ruidos en la cocina, eran de platos rompiéndose.
Se levantó y corriendo se fue a la cocina, viendo ahí al chico bajito tirar todo lo que encontraba, abrió los ojos como nunca una persona normal podría hacerlo cuando un cuchillo volaba directamente hacia él."
Despertó dando un salto, estaba sudando y sentía mucho calor, encendió la luz de la lámpara de velador y se metió al baño para mojarse la cara, tomó la toalla y se secó, cuando miró el espejo casi dio un grito al ver por una fracción de segundo al chico que aparecía en su sueño mirándole fijamente a los ojos, cuando se dio vuelta para corroborar lo que sus ojos habían visto no había absolutamente nada, salió apresurado del baño e intentó conciliar nuevamente el sueño, consiguiéndolo un par de horas más tarde.
Al despertar la mañana siguiente, lo hizo con un dolor de cabeza terrible, le dolía el cuerpo y le picaban los ojos, de seguro se había resfriado por haber pasado tanto tiempo en el agua fría de la bañera. Se levantó apenas, se sentía muy débil y las piernas le pesaban, se dio una ducha con agua caliente y se vistió, tendría que llamar a DongHae para que le recomendara algún remedio efectivo para los malestares que estaba sintiendo. Su amigo siempre quiso ser médico y por consecuente se mantenía informado de todo, sabía cómo tratar enfermedades, como curar heridas profundas, ¡hasta sabía cómo atender un parto!, sin duda ahora debía recurrir a él así que fue a la sala de estar a buscar su teléfono, marcó el número de memoria y esperó a que el otro contestara.
- ¿Hola? - contestó con voz adormilada DongHae.
- Hola Hae, soy Kyuhyun, lo siento, ¿te desperté?
- ¡Oh!, hola Kyu, sí, si me despertaste, te lo cobraré luego - contestó soltando una risita - ¿cómo estás?
- Ehm, no muy bien, me siento pésimo, por eso mismo te estoy llamando.
- ¿Así que me llamas solo cuando necesitas algo? - preguntó con un fingido tono de indignación.
- No, no Hae, es solo que teniendo un amigo tan bueno y sabio como tú, creí que sería una buena idea pedirte ayuda, pero si no quieres está bien, deja que muera invadido por la tristeza - sollozó muy falsamente por el auricular, haciendo que DongHae soltara un risita.
- Tonto, sabes que estoy jugando, es obvio que siempre estaré para ayudarte, ahora dime, ¿qué es lo que sientes?
- Bueno, me duele la cabeza horriblemente, me pican los ojos y me duele todo el cuerpo.
- Ah, de seguro cogiste una gripe, mira sólo tomate unos antibióticos simples, de esos que hay en cualquier casa, no se te ocurra bañarte con agua fría, no comas cosas muy pesadas o las terminarás devolviendo y quédate en cama un par de días, con eso la gripe desaparecerá de inmediato.
- Muchas gracias doctor Lee - dijo riendo Kyuhyun - gracias de verdad Hae, no sé qué haría sin ti. ¡Ah! Cuando vengas para Seúl debes avisarme, quiero mostrarte mi nuevo apartamento, es realmente bello, te encantará.
- Claro que sí Kyu, creo que la semana próxima iré, nos vemos, ¡adiós!
- Adiós Hae.
Una vez cortó la llamada fue a buscar esos antibióticos una vez los encontró se llevó un vaso de agua a la habitación, se metió en la cama y se tomó las pastillas, se estaba aburriendo así que encendió la televisión, comenzó a ver una película, una muy entretenida en verdad, pero pronto el sueño comenzó a vencerlo, ya que los antibióticos eran una especie de calmante, lentamente se fue quedando dormido.
-"¡Ay no!, ¿aún no te vas? - lo único que le faltaba, el extraño chico otra vez...