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Nuestros besos por Ruka Hatake

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Ruka Hatake

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Humanos



 

Quería algo mas que quererle, deseaba que su corazón se hinchara en la desesperación al no tenerle cerca, que sus sentidos se nublaran cuando al contrario entrara en la periferia de su vista o en la onda de alcance de sonido de sus oídos, Iruka añoraba enamorarse de Misuki; porque era confortable estar a su lado, porque se conocian desde hacia muchos años y no había que fingir con él sus miedos o conflictos internos, pero su corazón se resistía como una muralla de 21196 km² con más de un millón de custodios evitando que el otro encontrara cualquier tipo de entrada.



Y sentía celos al ver a Kurenai y Azuma juntos, tonteando día si y día también, siempre tan cercanos jugando a amarse sin atreverse a poner sus sentimientos en palabras claras que los hicieran explotar en un beso apasionado en vez de tomarse de las manos a cinco centímetros de lejanía cada uno viendo hacia un lado distinto con los ojos cerrados y soñando con el verdadero contacto de sus dedos entrelazados.



Era cuando los veía así tan juntos y felices que sus ojos no podían apartarse por más que quisiera hasta que desaparecieran del cuadro de su vista, y era entonces cuando Iruka además de celoso se sentía como un humano realmente egoísta, pues podía verse usurpando el lugar de alguno de los dos solo por el simple hecho de llenar ese vació que persistía dentro de su ser; egoísta por añorar ser él a quien vieran con esa cálida añoranza. También eran esos momentos cuando extendía su mano hacia Mizuki y este la tomaba y era fría su piel y era distancia lo que contaba entre sus dedos entrelazados, entre sus palmas congeladas.



-De verdad, ¿me quieres? ... De verdad ¿Te quiero?- era lo que se preguntaba sin que sus miradas se encontraran-



Era la pregunta que rondaba mientras sus labios se juntaban, sus lenguas jugueteaban y sus sentidos se perdían en un sentir físico que poco o nada al menos a él le satisfacía haciendo que terminara huyendo antes de que las cosas pasaran a un nivel que no podría tolerar.



-Pues dicen que el sexo te puede ayudar a olvidar, al menos el tiempo suficiente que dura el clímax, si es muy bueno comenzando desde los preliminares comienzas a perder el sentido de la razón, no entiendo como puedes rehuirle.-



-¿Tu has tenido sexo Anko?-



-No se necesita tener sexo para saber que hablan con la verdad.-



-Ja, Dios. ¿Y entonces, cómo puedes estar tan segura?-



-Chunin recién estrenado, no sabes nada de la vida. Pregunta le a cualquier jounin, ellos te dirán que así suelen olvidar, que suele ser la practica rudimentaria incluso de algunos ambu después de una batalla realmente... dura.- le dice tomando un trago de su vaso



Él la mira por un largo instante sin decir nada, realmente no es como si hubiera algo que agregar y que ella pueda aceptar, como por ejemplo que ni siquiera tienen la edad para tomar.



-Si no te pone Misuki, puedes conseguirte a alguien más.- sonríe ladina.- no creo que tengas mucho problema en conseguirte un buen polvo.-



-Recuerdame una vez más por qué somos amigos.-



-Porque al igual que yo eres un humano retorcido, y porque aunque lo niegues me quieres muchisimo.-



Iruka se ríe, mientras toman una ronda más, se recuerda que solo tiene dieciséis años; se dice a si mismo que no es la solución a sus miedos y vacíos y que Anko puede tener más tiempo siendo chounin, que el ha tardado mucho en graduarse, otro tanto en finalmente ser chounin pero siguen siendo demasiado jóvenes para adentrarse a un mundo que no conocen, donde se juegan algo más que la piel.



Encierra sus deseos de amar y de ser amado con la locura que solo un villano puede concebir la idea de apoderarse de un planeta entero. Se encierra como suele hacerlo desde... desde que sabe como hacerlo.



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Ambos conocian sus nombres al menos de "oídas" sabían de su existencia pero era algo que no les importaba en lo absoluto, pues sus vidas a pesar de ser tan cercanas, de mantenerse sobreviviendo sobre la delgada linea entre matar y ser asesinados no compartían nada y mucho más que pasados tristes; familias y amigos enterrados; oscuridad en el fondo de sus almas; la lealtad a Konoha y sobre todo una soledad que no servía practicamente de nada.



Los dos eran shinobis de la hoja como muchos lo fueron, lo eran y lo serían.



La única razón por la cual se interesaron el uno en el otro, por la cual su rostro salio del anonimato fue porque sus espaldas tuvieron que chocar la una contra la otra en medio de un ataque enemigo, solo por ello su existencia se volvió algo más allá de la concepción de la idea del “chico bromista de la hoja”, o del “chico genio Hatake”.



Un destino inevitable o una casualidad del azar, quien puede decirlo con certeza cuando el mundo gira a una velocidad tan rápida que apenas da tiempo de saberse vivo antes de estrellarse contra la muerte. Que importa cuando solo se debe mantenerse vivo y concien te, luchando por sobrevivir por el simple hecho de nacer, porque has nacido humano con una sobredosis de sentir.



Luego de su primera batalla juntos Kakashi vio en Iruka un shinobi con demasiado corazón, mientras que Iruka pudo observar y reiterar porque hablaban del Hatake como una maquina perfecta de matar. Eran ambos un complemento insano que fue atraído después de eso de forma casi vertiginosa gracias a los amigos que compartían, Iruka tenia casi diecinueve años y no dejaba de preguntarle a Kakashi cuando se llegaría el día que dejara esos libros eróticos de lado, el peliplata sonriendo tras la mascara le contestaba que el romance entre el y sus libros era perfecto; y solo si le contara sobre como obtuvo la cicatriz en su cara se pensaría dejar un día su libro en casa en favor de escuchar su historia.



El moreno no contestaba, sonreía tentado de ponerle polvo pica pica entre las hojas del libro que el otro siempre leía, quizás solo el sentido de supervivencia y los años de inactividad como el bromista y azote oficial de la hoja lograban detenerle en la prudente realidad, pero nunca en su imaginación. El peliplata veía entonces el brillo fugas en los ojos del moreno, la sonrisa picara en su cara y definitivamente le gustaba por eso tal vez es que lo seguía buscando e incitando a que mostrara esa traviesa e indomable faceta suya.



Pero más que nada a Kakashi le agradaba esa distancia que Iruka guardaba, podía disfrutar como quien mira a la luna en una superficie clara, sin tener que dañar su cuello volteando al cielo, disfrutaba los silencios en calma despues de regresar de una dura batalla donde el joven chounin nunca preguntaba, nunca se acercaba lo suficiente para quitar las costras de su carne aún roja y adolorida, pero siempre le regalaba una cálida y verdadera sonrisa.



Posiblemente Iruka no supiera definir bien que le llevaba a orbitar a la par del peliplata, pero le agradaba su compañía, la seguridad que mostraba y le hacia sentir mientras estaban juntos además de la forma en que lo trataba incitando esa parte suya revende y alocada que cada día dormía más y más profundo como el tiempo lo llevaba hacia una edad más adulta.



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La relación de Mizuki e Iruka apenas había sido conocida por algunas personas más cercanas a los dos, y sin embargo, su ruptura fue conocida no solo por el circulo de amigos de ambos, sino por compañeros, conocidos y algunos desconocidos también. La culpable de todo Anko y una borrachera monumental luego de dos semanas de haber estado en una no muy agradable misión con Gai en una muy tranquila y animosa villa al norte de la aldea de la hoja. Las sospechas de Iruka sobre la poca estabilidad mental de su amiga quedaban una vez más confirmadas.



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Kakashi se encontró con Iruka una tarde en la torre Hokague mientras iba a entregar el informe de su misión en solitario. El moreno fue quien la recibió y fue a entregarla de inmediato al Hokague, mientras le pedía al peliplata le esperara para ir a cenar al Ichikaru ramen. Esa era una costumbre arraigada casi desde que se habían hecho amigos, ir a cenar despues de llegar de una misión cualquiera de los dos, claro que desde el momento en que Iruka había entrado a trabajar a la torre era más fácil saber quien iba y cuando regresaba.



Cuando el jounin fue más silencioso que de costumbre y lo sentía mirarlo por cortos fracciones de tiempo Iruka dejo salir un largo suspiro anticipando las dudas de su amigo.



-Si tienes algo que decir por favor hazlo, realmente ir a cenar en este tipo de ambiente quita el apetito.-



Kakashi se lleva una mano a tras de su cabeza sintiéndose ligeramente avergonzado por haber sido pillado.



-Lo siento, es solo que antes de irme, bueno escuche sobre tu y ese tal Misuku y bueno... pues la verdad me quede muy sorprendido.-



-No se porque deberías sorpender te.- le contestó mirandolo de reojo con un tono bastante seco



“Porque pareciera que te odia” piensa el peliplata sin atreverse a decirlo en voz alta.



-Se que no te sorprende por el hecho de que ambos seamos hombres, despues de todo tu tienes amantes de ambos generos, ¿O me equivocó?- Kakashi simplemente asiente con la cabeza.- Yo, bueno él ya tiene a alguien más, pero seguimos siendo amigos.- continua titubeante.- lo cierto es que a pesar de todo el tiempo que nos conocemos, de los años que hemos sido algo más que amigos nunca pudimos estar realmente cerca del todo, era como una barrera que nos separaba y al final no puedo decir que realmente sienta pena por habernos separado.-



Se hace un silencio donde ambos piensan, en cosas bastante similares sobre sus situaciones contrarias, porque Iruka sufre por no haber podido amar a Misuki, pues hasta ahora su corazón sigue flanqueado e impenetrable y tiene miedo de perderse a si mismo, de estar vació y fallar como humano. Mientras que el peliplata piensa en lo duro que es perder a quien amas, en lo que el daría incluso por volver a estar al lado de esa persona por quien pudo darlo todo sin lograr lo más importante que era mantenerle a salvo y en lo horrible que seria volver a cometer el error de amar a una persona lo suficiente como para que una parte tuya muera cuando esta lo hace dejandote perdido y en una agonía que parece no tener fin.



-¿Acaso no es lo mejor? Vivir lo que se tenga que vivir y disfrutarlo sin mayores lazos así habrá menos dolor y arrepentimiento al final.-



-Cierto.- responde deteniéndose Iruka.- Pero entonces de que sirve hacernos fuerte, de que nos sirve luchar para proteger una aldea donde no tenemos nada, si hacemos eso como simples maquinas entonces un día perderemos lo realmente importante, yo quiero amar aunque despues me destrocen el alma, quiero amar porque somos humanos Kakashi...-



- No es ese mismo amor lo que lleva a más ninjas a convertirse en traidores en asesinos sin razón, porque pierden a quien aman.- le debate



-Si, es verdad, pero ese amor también nos impulsa, no todos somos iguales, no todos tomamos las mejores decisiones, pero es mejor a no sentir nada a vivir sin realmente hacerlo, por eso... yo quiero amar y que me amen, y acepto todas las consecuencias.-



-Lo se, se que tienes razón y en muchos aspectos comparto tu opinión, pero tu hablas de una pasión peligrosa no solo de amor.-



Iruka quiere contestar pero las palabras no salen como suponía lo harían, porque entreve algo en esa simple oración de Kakashi, así que cierra su boca y comienza a caminar nuevamente golpeándose mentalmente por haberse detenido sin sentido.



Cuando llegan a Ichikaru se sientan y hablan de muchas cosas pero no vuelven a ese tema, comen entre risas y Gai se les une junto con Azuma. Cuando terminan y es la hora esa noche al menos de la despedida el peliplata le dice que espera que encuentre lo que busca, Iruka con esa sonrisa amable le contesta que lo hará, que ambos lo harán.



-Soló una vez se puede tener la felicidad y de la mía solo este ojo queda.- le responde cuando ya no hay nadie que le pueda escuchar.



Lo que Kakashi no recuerda es que el es un humano antes que un shinobi y que los humanos aman más de una vez y de formas diferentes a muchas o a una sola persona, lo que Iruka no sabe es que el no tiene que buscar demasiado para encontrar lo que ni siquiera ha comprendido que esta buscando, lo que ninguno de los dos saben es que se tienen que perder para poder encontrarse en la recta final de un principio más anhelante.



Ese principio donde compartirán besos con sabor a lágrimas y esperanzas, donde sus destinos se entrelazaran con personas a quienes también querrán, a algunas las perderán a otras los ganaran, pero con la fuerza necesaria para mantenerse mirando hacia adelante, juntos como siempre en lo profundo han estado deseando.

 

 

Notas finales:

Se supone que deberia haberlo subido hace mucho tiempo atras, pero por una u otra cosa no lo pude hacer. Bueno pues este ahora si es el final, un extra final xD . Espero les guste.

 

Realmente muchas gracias a todos los que me han acompañado en este largo camino, espero nos sigamos leyendo.

 

Con cariño Ruka Hatake


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