Recuerdos de una victima.
Hasta el día de hoy aun recuerdo ese rostro de pelo grasiento enzima mío, esos gemidos roncos y graves de mi profesor de pociones.
Recuerdo el primer día, lo vi sentado en la mesa de los maestros el primer día que entre a hogwarts, y su primera clase en la que por sus gritos y su voz tan firme nació en mi un miedo que se acrecentó con el tiempo, hacia el.
Recuerdo también la primera vez que el me… el me….. iba yo en tercer año, un niño como yo que apenas tenia talento para la magia y del cual su abuela no se enorgullecía , con un cuerpo débil y algo rechoncho, pero para el tercer año, al regresar de las vacaciones y entrar en el gran comedor me di cuenta que no solo yo había cambiado, si no también mis amigos, nuestros cuerpos crecieron y se tornaron los de unos adolecentes en tan solo un verano en mi caso, crecí en estatura y disminuí el peso mis músculos se comenzaron a marcar, deje mi cabello mas largo, igual que mi amigo Harry, el cual tenia un cuerpo maravilloso adornado con esas esmeraldas como ojos.
Y lo que mas recuerdo, no solo de ese año, si no de toda mi estancia en hogwarts a partir de ahí fue.
Una clase de pociones normales lo desato, como era de costumbre mi poción fue un asco y ese día el profesor Snape estaba mas alterado de lo normal, la poción que se supone debía tener un color violeta, se torno a un café muy intenso, el instructor me ridiculizo como siempre lo hizo. la clase concluyo cuan yo, tan nervioso como siempre, deje caer mi caldero a sus pies, manchando su túnica y sus zapatos.
-Longbottom, te quedaras para limpiar este desastre- me dijo con tono severo, yo temblé ante sus palabras, pero me tuve que quedar Harry me miro desde la puerta, pero no podía hacer nada.
Para acabar rápidamente con mi sufrir me puse a cuatro paras y dispuesto a limpiar tome un trapo.
-fregotego- grito el profesor- quien te dijo que tu castigo era limpiar Neville.
El tono meloso que uso me causo calosfríos.
-usted- respondí
-ven aquí- me dijo desde su escritorio- veo que has crecido tanto como Potter –era cierto estábamos de la misma estatura- y tu cuerpo se ha vuelto mas adulto también, eres tan parecido a el…- termino perdiéndose en sus pensamientos.
Ni me percate de cómo ni cuando, pero lo siguiente que sentí fue su gélido aliento recorriendo mi cuello, apartando mi espeso cabello y comenzando a besar a lo largo de mis hombros, con lo que percibí como… lujuria… una lujuria sucia, impura, que me embeleso y no me dejo reaccionar. sus manos se movían por mi cuerpo desatando la túnica y la corbata, bajándola y recorriendo mi desnuda piel con sus asquerosos dedos, corrompiendo mi cuerpo y mi alma. Cuando finalmente pude reaccionar del shock yo ya estaba solo en interiores y sus manos recorrían mi miembro por sobre las telas.
-profesor-trate de decir- esto no esta bien, yo no puedo….
-este tu castigo Neville- siseo en mi oído mordiendo mi lóbulo. de pronto sus labios se unieron con los míos y su lengua viperina forzaba la entrada de mi boca para ingresar, mis labios no podían estar mas apretados, tomándome de la mandíbula me obligo a abrirlos introduciendo su resbalosa lengua en mi boca, nunca quise decirlo pero ese fue mi primer beso, su rodilla forzó mis piernas juntas a separarse, y con su extremidad masajeo mi intimidad, mientras sus manos me encerraban de la cintura a su alrededor, y su beso se intensificaba asta ahogarme en su aliento y mis pulmones pidieran a gritos ser limpiados de ese exótico aroma.
Enredado sus piernas alrededor de las mías logro derribarme contra su escritorio, arranco mi ropa interior y con cuidado, lamio mi pene de arriba a abajo ensalivándome y dejando escapar roncos gemidos de satisfacción, fue entonces que tuve una erección que hasta la fecha no se si fue voluntaria o no, unos gritos similares a gemidos brotaron de mi boca y el sudor perlo mi cuerpo, mis manos por voluntad propia enroscaron los dedos en esa larga cabellera negra y aceleraron el paso del movimiento .
-ah..si.. profesor..-era todo lo que daban mis labios, - me vengo, gemí. El profesor me dejo correrme en su boca, pero dejo resbalar mi semilla hasta su mano, bruscamente me dio la vuelta dejándome contra el escritorio, agarrando mi trasero y sin ninguna preparación. uso mi semen de lubricante y dando la primera estocada rápida, comenzó a moverse incesantemente, cada vez mas fuerte y mas rápido, mi entrada dolía, desgarradoramente y sentía como la caliente sangre corría por mis piernas, pero muy en el fondo podía sentir como el gran pene de mi profesor de pociones golpeaba contra un punto que me hacia gemir involuntariamente.
Recuerdo su voz grave, recuerdo sus manos firmes, recuerdo su cálida lengua, y recuerdo la rapidez de sus embestidas que hacían mi cuerpo temblar y sentir su sudor en mi espalda, sus y mis gemidos mezclándose en un solo aire, y sobre todo recuerdo el placer que me producía.
Si, esa fue la primera vez pero no seria la ultima, a partir de ese día, comenzó lo que al principio fueron violaciones, y poco a poco se convirtieron en encuentros de sexo casual, un disfrute para ambos, en ese entonces parte de mis torpezas en el salón de clase eran actuadas, solo para recibir un buen castigo esa noche, su lujuria había logrado penetrar hasta el interior y lo mas profundo de mi ser.
Ahora lo recuerdo con gracia. El ensayo del Bogart cuando me imagine el profesor con el vestido de mi abuela. A pesar de encontrarnos solo para tener un buen polvo, el miedo hacia con el aun seguía latente y por alguna razón me escocía la conciencia antes de que me diera la primera estocada. Ese día el maestro de pociones escucho en los pasillos el chascarrillo de su imagen en un vestido verde, rojo de ira me mando llamar a gritos hasta su habitación, sabia lo que me esperaba y a pesar de que el miedo nublaba mis pensamientos y deseo y la necesidad de placer hacían que tuviera claro a donde debía dirigirme anhelaba estar con el .
Esa noche el fue mas brusco, su besos fueron fieras mordidas, mis labios sangrantes lubricaban mi pecho con ese añil rojo, sus uñas desgarraron mi abdomen y su semen me cubrió todas las entrañas, al final mi cuerpo bañado en sangre y sudor escucho un.
-aah Harry…- en el ultimo momento de su orgasmo.
El tiempo paso después de eso, pero cada segundo de cada día, ese nombre resonaba en mi cabeza , constante tortuoso, y escucharlo de la boca de todo el colegio me cabreaba, pero ¿porque?, acaso ¿quería que gritara mi nombre?, después de tantas noches juntos y no podía ni siquiera interesarse vagamente en mi , después de que le di mi todo… mi virginidad, mi cuerpo y mi parte de mi ser, y el bastardo no podía gritar mi nombre. Pero debería vivir con eso después de todo no podía sentir “afecto” por mi instructor, en especial después de las horribles cosas que me hacia, el año transcurrió normal, con los revolcones y arrumacos correspondientes con mi profesor de pociones. Pero no podía hacer mas.
Llego el cuarto año y su obsesión por mi amigo Harry se acrecentó ese año, cada vez que le tocaba participar en una de las pruebas de el torneo de los tres magos, estaba garantizado que al día siguiente me dolería la entrepierna y no podría levantarme del dolor en mi parte posterior, parecía descargar su estrés conmigo.
Cuarto año paso y mis sentimientos hacia mi Severus se volvieron mas confusos, ya no era solo una necesidad de lujuria por parte de cualquiera, ahora solo lo deseaba a el mas de una ves me atrape pensando en el las noches y los gemidos juntos mientras recitaba el libro, recorría su cuerpo con mi mirada libidinosa, esperando por estar con el aquella noche. Mi cuarto año termino y en parte mi cuerpo de niño también había desaparecido por completo, al llegar al año siguiente las cosas en el mundo mágico comenzaron a enturbiarse durante ese año mi profesor casi no me llamo, ahora que Harry se había mantenido mas o menos quieto el profesor no necesitaba desahogarse, y con las estrictas medidas de seguridad por parte dela efímera directora ya no me podía escabullir hasta su cuarto para pasar una buena noche, mis ansias de el crecieron ese año cada ves mas, no podía aguantar mi necesidad de verlo, mis pensamientos revoloteaban en torno a el, hasta descubrir un día que bajo el dosel de mi cama me formule mi propia respuesta. Enamorado. Así era me había enamorado de mi violador.
Una noche caminando yo por el pasillo de regreso a mi dormitorio, apareció el, perlado en sudor y con una cara acongojada.
-longbottom, ven a mi recamara ahora mismo.- me tomo de la muñeca y me llevo a rastras, cerro la puerta de un solo golpe y lanzo un hechizo silenciador, me empujo a la cama y callo sobre mi asechándome en cuatro patas, desgarro mi camisa, y mientras sentía su lengua divagar por mi pecho, también sentía frías gotas caer desde sus ojos, sin delicadeza ni cuidado se deshizo de mis pantalones, azoto mi cara contra las almohadas y tomándome de la cadera me penetro de una estocada, sus movimientos fueron rápidos y vertiginosos, sus uñas cortaban mis caderas y sus lagrimas bañaban mi espalda. El dolor era fuerte y de mi boca no salió gemido alguno, mientras que de la suya solo salían sollozos, al ritmo de las embestidas, sollozos…lagrimas era todo lo que se escuchaba. No duro mucho sin ni siquiera venirse salió de mi adolorida entrada y soltándome una bofetada que me marcaria la mejilla, se acurruco como un niño pequeño en la esquina del lecho, y termino de llorar. Yo, confundido me quede observándolo, y haciendo acopio de todo mi valor me acerque a el y tome a ese tosco cuerpo entre mis brazos.
-¿porque haces esto? –pregunto- porque me torturas pareciéndote tanto a el, porque no eres Harry…-lloraba-¿ porque?, solo… solo quiero ver sus ojos tal y como los de su madre, las dos únicas personas que e amado y ninguna me corresponde y ahora para empeorar el me odia… debí decirle lo de su madre, pero como sabría que la oclunmancia me rebotaría… ¿porque?, porque no puedo tenerlo a el, porque me tengo que conformar con este sustituto. –me miro, y soltó otra bofetada en mi dirección, las lagrimas brotaron de mis mejillas pero el no se detuvo- porque Neville ¿porque no tienes sus ojos, porque no puedo ver esas esmeraldas en ti?, ¿ porque eres solo mi juguete?... mi sustituto.
Esa noche me dejo tirado y adolorido en su cama, el se fue a no se donde dejándome con el corazón roto, y las lagrimas que se agotaban de mi ser, lo supe entonces, era mor lo que sentía amor por mi profesor y también un profundo odio.
Con el tiempo nunca mas me volvió a llamar a su cama, Dombledore murió, Voldemor se levanto, la guerra comenzó y yo seguía enamorado de mi profesor. La guerra fue dura y dolorosa, pero verlo todos los días en el trono del director mirándome con ese rostro sin expresión lo era mas.
Por fin la guerra termino y yo hice mi acto de valentía en ella. fue ese día el de la caída de Voldemor, día en que todos se alegraban de terminar y lloraban a quienes se habían ido, Harry se me acerco con paso vacilante, y cojeando envuelto en llanto.
-murió- grito- Severus murió.
Lo siguiente no lo recuerdo, perdí la sensación de las manos de mi amigo y camine hasta el difunto cuerpo de mi profesor, lo mire con una sonrisa en el rostro y acercándome a el, bese sus fríos labios, mi primer beso de amor, sin rencor ni odio solo amor, aquella noche vele su cuerpo junto a Harry y ninguno de los dos paro de llorar.
-no lo supe apreciar..-sollozo mi amigo.
Y la ira me recorrió el cuerpo, si tan solo supiera todo lo que lo amaba, el tenia el amor de quien yo mas deseaba y se le escapo de las manos, cerré mis puños y guarde mi amor prohibido en mi corazón.
Los años pasaron y nunca pude volver a amar a alguien, aunque creo que este año por fin encontré a mi amor. Ahora siguiendo los pasos de mi amado me volví profesor pero de herbologia, todos los días llevo una túnica negra y deje crecer mi cabello hasta los hombros.
Toc toc, se escucho en la puerta del salón de teoría.
-pasa, dije con voz firme, hoy tienes que recibir tu castigo por el desastre que hiciste en el invernadero, así que ven aquí y quítate esa estorbosa túnica.
-pero profesor…
-igual de arrogante que tu padre –le grito al pequeño- quítate la ropa y ven aquí, Severus.
-prefiero Albus profesor- dijo con su inocente vos.
- quítate la ropa y ven aquí. Albus SEVERUS Potter.