Nunca me dejes sola otra vez…
Hey veme escúchame, tómame en cuenta, di algo… todo pasaba por mi cabeza tan rápido
¿Cómo podía pasar así? Si hacia un tiempo era yo la que más convivía contigo…
Ayer cabía en tu corazón y me sacaste, huiste a otro lado; me dejaste a tras solo por amor…
No logro separarme de ti, dejar esa preocupación constante que siento por ti, trato de evitar parecer seguirte, pero parece ser que piensas lo mismo que yo y te encuentro en cada lugar al que trato de huir, claro, me oculto no quiero incomodarte y miro tus lagrimas caer. Aunque tu pienses que lo haces en secreto, veo que me extrañas veo tu arrepentimiento veo tu cariño… pero también veo tu confusión tu prejuicio, todo, porque siempre pude ver a través de ti, de tu alma, porque confiábamos todo entre nosotras no entiendo porque me dejaste sola tan de golpe y perdida en un mundo al que siempre temí y trataba de enfrentar contigo, ahora todo me ataca a mí, sola, desnuda, desprotegida, desconfiada…
Te extraño simplemente eso… extraño todo lo que compartíamos tiempo, experiencias, gustos, esa paz que sentía a tu lado; pero ahora solo hay una herida, un corte, una fisura, un cuchillazo, un raspón en algún lado de nuestra relación que no se va, al cual no le encuentro el sentido, que no se cansa de recordarme que tal vez hubiera sido mejor guardar silencio no decir nada esperar que tú lo descubrieras…
¡O no! , si debí arriesgarme, pero ahora lo pagamos, sufro con tu indiferencia, con tu alejamiento y tú sufres porque aunque no lo admitas llenaba un hueco en tu vida y tú llenabas el mío.
Camino por el instituto y te miro con las que algún día fueron mis amigas me miran de reojo tratando de ocultar que hablan de mi…pero yo solo te miro a ti, te veo cansada con una sonrisa falsa, de las únicas que he visto…acomodo mi cabellos lentamente tratando de parecer ocupada en ello… me notas y atisbo un brillo especial en tus ojos, alegría, sonríes abiertamente y das un paso al frente, luego una de mis ex amigas te dice algo, desvías la mirada de mí, la mantienes baja y retrocedes ese paso que me lleno de esperanzas por un segundo milagroso.
Después de esas dos semanas, trate de afrontarlo de preguntarte que hice para que tomaras las cosas así. Pensé en citarte, pero simplemente acudí al lugar donde creí te encontraría, pasaron unos días, pero finalmente apareciste con ese aspecto cansado que desde el día de mi confesión has tenido…
Me acerque lentamente a ti, aunque parecías cansada podía ver tu aura encantadora, tu cabello moverse por el viento de esa colina que tanto nos gustaba visitar, sonreí de medio lado como siempre lo hacía y me senté a tu lado en el pasto. Seguías sin mirarme veías fijo hacia la ciudad que se podía apreciar fácilmente desde ahí, sonreías, con un esa dulzura de siempre como recordando…
- ¿Recuerdas cuando al fin logramos quitarnos la flojera y subir hasta aquí?
Te mire con nostalgia, ¡me hablabas!
- Claro, siempre quise subir aquí pero tú nunca me cumplías ese sueño
- No es lo único que no he podido cumplir- contestaste en un suspiro
- Bueno, tienes razón prometimos nunca separarnos y míranos ahora
- ¿Por qué?- preguntaste desviando la mirada
- ¿Por qué? ¿Qué?
- ¿Por qué no pudimos seguir siendo las mismas sin que me confesaras lo que sentías por mí?- sollozaste
- ¿Por qué?, porque no podía guardar algo tan hermoso, porque…-tome tu rostro para que me miraras – porque pensé que si te lo decía me aceptarías, pero…- desvié la mirada y te solté- me equivoque…
- ¿Por qué? ¿Por qué?- repetías y las lágrimas aparecieron en tus mejillas.
- No, no, me gusta hacerte llorar- te mire como una rosa a la que le acababa de tirar un pétalo, limpie una de tus lagrimas
- ¿Enserio sientes eso por mí?- cuestionaste aun llorando
- ¿Eso? No es solo eso, yo te amo-te dije con suavidad para no asustarte
Levantaste la mirada, tus ojos que siempre me gustaron por su lindo brillo y tamaño, estaban llenos de lágrimas que querían brotar, odiaba que lloraras de tristeza, me odie por acerté sufrir, así que solo pude tomarte y abrazarte y susurrarte
- Perdón por causarte esto pero no podía sufrir en secreto tanto tiempo
Te separaste de mí, te mire confundida, pero en lugar de alejarte como pensé que harías, te acercaste lentamente hacia mí y uniste tus labios con los míos… No sabía que hacer solo sé que había soñado tanto con tus labios que después de ese pequeño roce tome tu boca con todo lo que sentía, con esa añoranza, como si fuera el ultimo, como si yo te soltaba nunca más te volvería a ver…
Finalmente te solté, no por gusto si no por sorprenderme a mí misma llorando…
Me miraste con ternura, alzaste una de tus manos y limpiaste una de mis lágrimas, te extrañe- me susurraste
- Yo…yo…-balbuceaba
- Shhh- me susurraste y dejaste un rápido beso en mi boca- Es duro, aceptar a los demás, pero es más difícil aceptarse a uno mismo, y yo te hice sufrir mucho mientras me aceptaba, ¿me perdonas?
Solo te abrase con todas mis fuerzas y para mi sorpresa tú también lo hacías
- Nunca más quiero dejarte ir- me dijiste llorando
- Jamás me alejare de ti, pero nunca me dejes sola otra vez
Nos abrazamos sin tomar en cuenta el tiempo te bese sin tabús, pero lo que más me hacía feliz era que tú también me besabas me abrazabas y no me dejabas ir…
Siempre decían que en el amor no había edad, y es cierto, pero en nuestro amor no había género porque si nos amábamos eso era lo de menos… ahora junto a ti me sentía más fuerte, más protegida… me sentía viva
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