Yacía yo, mirando aquella pileta, suspirando con tristeza, recordando el día que mi felicidad acabo.
Aquel día me encontraba con mi amado ángel discutiendo de cosas triviales, estúpidas y sin sentido alguno. Como siempre yo ya enojado me había ido de la casa, bueno hasta que toda esa discusión se olvidase. Pero… todo cambio… mi ángel se había vuelto frío conmigo ya no me sonreía ni me miraba con esos ojos llenos de amor. Todo había cambiado entre nosotros.
Ya han pasado tres meses desde que termino conmigo; él ya tiene un nuevo novio, mi primo. Ren es un buen chico, y por lo visto… mi ángel ya ni me ama… ya… ya se ah olvidado de mí. Esta feliz al lado de mi primo… espero que Ren no cometa el mismo error que yo cometí. En no apreciarlo, en creer que siempre iba a estar a mi lado, en que no importara en la forma en que lo tratara él siempre me amaría. Pero me equivoque… mi ángel, mi luz ya se fue de mi lado.
En verdad fui y soy un tonto por haber alejado a mi único amor. En verdad deseo que esto no hubiese ocurrido.
— Te extraño tanto
Susurre con tristeza.
Suspire por décima octava vez. Cerrando mis ojos. Recordando los días que pasábamos juntos, felices, amándonos como nunca.
— ¡Yuuri!
Escuche que me llamaban.
Abriendo mis rojizos ojos, viendo como Ren se acercaba mí. Mi mirada se torno triste a ver a mi ángel que es tomado de la mano por mi primo. Él me observo de una forma tan cruel, tan fría que no puede soportar mi corazón.
— Primo te tengo una noticia que contarte
Me dijo feliz. Le mire con una sonrisa forzada, dije.
— ¿Qué sucede?
— Pues… Setsuna esta embarazado… ¡seré papá!
Al escuchar eso mi mundo se acabo. Ya no tengo oportunidad de… de pedirle perdón… de pedirle que diera una oportunidad… de estar a su lado de nuevo… nunca podré estar con él… con mi ángel… no lo puedo creer… yo aun le sigo amando…
— Eso… eso es una buena noticia, Ren… te felicito
No quiero que él se aleje de mi lado. ¡Aun lo sigo amando! ¡¿Por qué me haces esto?!
— Y te quiero preguntar algo, Yuuri
Le mire a los ojos, asintiendo con la cabeza.
— Dime
— Bueno… se que es muy repentino… pero… ¿te gustaría ser el padrino de mi hijo?
¿Por qué me haces esto? ¿Por qué no me puedes perdonar?
Sin decir nada, asentí. Le mire a los ojos, aquellos ojos platinados, mi amado ángel esta tan lindo… me hubiera gustado que aquella criatura fuese mi hijo.
— vaya ya se me hizo tarde. Mi amor nos vemos mas tarde
Dijo, besándole. Setsuna solo sonrío, correspondiéndole aquel gesto.
Ya había pasado diez minutos, yo mantenía mi cabeza agachada, viendo el suelo.
— Así que… estas embarazado
Dije mirándole a los ojos. Aquellos hermosos ojos descolorados.
— Si
Me respondes con tal frialdad.
Suspiraste con fastidio.
— Lo siento. Yo… no debí de haberte tratado mal… en verdad lo siento tanto
Me disculpe, notando que tu expresión era de mas que fastidio.
— ¿No crees que es demasiado tarde en pedirme perdón?
— Lo se… se que es demasiado tarde… pero quise hacerlo… se que nunca me vas a dar una oportunidad… Ren es afortunado en tenerte a su lado… espero que seas feliz con él y con tu hijo, Setsu… digo… Setsuna
Y dicho esto me fui de aquella plaza, con el corazón destrozado. Yo… necesito olvidarme de él… Setsuna ya ni me ama… formara una familia junto a mi primo…
Conducía mi camioneta. Mi vista estaba perdida en la nada, sin saber el como un auto me había chocado de frente, saliendo completamente lastimado. Desmayándome al instante.
Se encontraba Ren y Setsuna sentados en la sala de espera. Preocupados, la tristeza reflejada en sus miradas.
— No puedo creer que Yuuri este en cuidados intensivos
Decía Ren
— Ren… querido todo va a salir bien… Yuuri es fuerte
Trataba de animar a su novio.
Las horas pasaban y el doctor hacia acto de presencia, haciendo que la preocupada pareja le mirase.
— ¿ustedes son familiares del paciente Yuuri?
Pregunto el doctor, recibiendo un si por parte de la pareja
— Él… cayo en coma… el accidente fue muy grave… tiene cinco costillas rotas, también tiene una contusión en el abdomen y su respiración como sus latidos cardiacos son muy débiles. No sabemos si sobrevivirá en estos cinco días más, esta muy grave
— No puede ser… esto no puede estar sucediendo… Yuuri no puede estar así
— “Yuuri… espero que no mueras”
Ya tres meses han pasado. Ren y Setsuna visitaban a Yuuri que aun yacía en coma. El de cabellera azulada cumplía ya seis meses. Ren, ya preocupado de su primo debía de preocuparse también de su prometido.
Un día, una llamada recibió Setsuna, aquella llamada que ninguno de los dos querían recibir. Yuuri había muerto esta mañana.
Ambos ya mas que destrozados. Ren miraba el cuerpo inerte de su primo. Setsuna, con lágrimas en los ojos, observaba el collar que tenia entre sus manos; aquel collar que años atrás le había regalado a su antiguo amor.
— “adiós Yuuri… adiós para siempre”
Cinco años han pasado desde la muerte de Yuuri. Setsuna casado con Ren, Este feliz con su ‘hijo’ en brazos. Caminando, contándole de su verdadero padre… Si, Yuuri era el padre del pequeño Yerik. Aquel pequeño de ojos rosado tirado a rojos y su cabellera violácea; miraba con curiosidad la foto de su padre. Sonriendo, preguntando alguna que otra cosita sobre la vida de Yuuri.
Aquel hombre, aquel ruso arrepentido por sus actos, no dejo de pensar en su gran amor. En los días que pasaba junto a su ángel, a su amor. En su lecho de muerte no dejo de arrepentirse al haber tratado así a su único amor.
Muriendo con el corazón destrozado
FIN