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Las dos caras de la moneda. por neko-neko

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Notas del fanfic:

Bueno, capitulo uno xD debo decir que soy nueva en esto de hacer fics originales xD todo lo que había escrito hasta ahora de esa índole, esta en el tacho de basura xD así que tengan compasión conmigo, doy lo mejor de mi Q_Q(?) lean, ríanse xD dejen comentarios buenos malos, que pidan que me borren o que quieren que continúe xD beshos~

Notas del capitulo:

Bueno, emmmmh, hermanos gemelos con grandes diferencias, se enteran de una sorpresa preparada por sus padres, la cual les cambia su mundo, no soy buena para estas cosas, lo que considere que no ha entendido lo dejare al final del capitulo, lean y diviértanse :3

 

La luz del sol ya se asomaba por las ventanas, atravesando las cortinas y chocando con cada rincón de la gran casona, perteneciente a una de las familias adineradas de aquel sector, un lugar tranquilo, pocos ruidos en el alrededor, solo sus cuatro integrantes la ocupaban. Las rejillas de las cortinas dejaban pasar apenas la luz, golpeando directamente a aquellos dos jóvenes, quienes en habitaciones separadas, se disponían a levantarse y comenzar su día.

 

En uno de ellos, extremadamente ordenado, paredes de color blanco con detalles modestos en color negro, los cuales hacían juego con las cortinas, que impedían que el sol avanzara por todo el lugar,  y las sabanas de la gran cama, situada en el centro de la habitación. Un pequeño bulto se removió de su reposo, dos pequeñas manos se asomaron por el borde de las mantas, bajando lentamente estas, dejando ver el rostro adormilado del dueño.

 

Susumi Ichikawa: 18 años- es mayor por 33 minutos y medios, lo que siempre se encarga de resaltar.-, altura: 1.52, peso: 45kg, de contextura muy delgada, pequeño debido a su vida sedentaria, ayudando a su madre en sus labores –ya que esta siempre quiso tener una niña.- no hace deportes, ya que es el típico joven que disfruta metiendo sus narices en un libro, estudiando. Su cabello es largo, por debajo de la cintura, el cual termina en unos armoniosos bucles, es de color rubio casi blanco, sus ojos son un tanto grandes y de un color avellana un tanto verdosos. Su carácter es bastante reservado, tímido con los extraños, mantiene silencio, es alguien que escucha más que hablar, es discreto, odia las obscenidades, las personas mal educadas, siempre se muestra tranquilo de puertas para afuera, ya que en su casa, su hermano, siempre logra desquiciarlo, posee un lado curioso, lo que lo lleva a terminar en manos de su hermano haciendo alguna que otra locura.

 

Mientras tanto en la otra habitación, yacía el cuerpo semi desnudo de un joven, recostado de manera despreocupada, las sabanas caían por uno de los extremos, reposando en el suelo, las almohadas dispersas y una, intencionalmente, colocada sobre el rostro del joven, quien parecía no tener deseos de levantarse aun, mas los gritos que se escuchaban escaleras abajo, por parte de su madre, le obligaban a moverse.

 

Susumu Ichikawa: 18 años de edad –es el menos por 33 minutos y medio, debido a una complicación en el parto.-, altura 1.72, pero 62 kg, una vida dedicada a los deportes lo han dotado de un cuerpo masculino, sin exagerar en lo muscular, por lo que destaca por mostrarse mas varonil que su gemelo, atractivo para el genero femenino y por ende menos andrógino. Su cabello es corto, desmechado, con algunas mechas mas largas que salen desde la nuca, de color moreno –teñido hace dos años.-. Sus ojos al igual que los de su hermano, son de color avellana mezclado con algo de verde, pero son más pequeños y rasgados. Su carácter difiere en sobremanera del de su hermano, es atrevido, popular, deportista, le es fácil relacionarse y es algo que hace constantemente, conoce a muchas personas, es muy inquieto, no se puede mantener en un lugar, es bastante pervertido y alardea de saber mucho sobre temas de “Adultos”, como mayor pasatiempo, disfruta de molestar a su gemelo, sacándolo de quicios.

 

Ya fuera de su cuarto, un pequeño rubio se disponía a ir hacia la cocina, miro la puerta del cuarto de enfrente sin escuchar movimientos dentro de la misma, supuso que su hermano continuaba durmiendo por lo que emprendió camino, ya arreglado con ropa liviana –una blusa larga y unos shorts tapados por la misma.- froto apenas sus ojos, bajo las escaleras y paso tras paso llego a la cocina, ingreso saludando a los presentes con una ligera inclinación de su cabeza, siendo correspondido por el hombre que se encontraba allí y abrazado por la mujer, quien era su madre.-

 

Bueno días, querido.-le saludo la misma, depositando un pequeño beso en sus cabellos para luego soltarlo con cuidado, recibiendo uno en la mejilla por parte del menor.-

 

Buenas…tardes madre.- menciono el joven, observando el reloj de pared, notando lo medianamente tarde que se había despertado ese día, por ser él, que siempre estaba despierto antes que todos en la casa. Es que había una razón, comienzo de las vacaciones, lo que significa un descanso, olvidarse por un par de meses el tener que levantarse a tempranas horas habitualmente y aprovechar para dormir un poco mas.-

 

¿Ha despertado, Susumu?.-pregunto el jefe de la familia, quien se encontraba sentado frente a una mesa, diario sobre esta y una taza vacía a un lado.-

 

No, seguro aun duerme, Ototo siempre se despierta de último.- comento encogiéndose de hombros, no le resultaba extraño que a pesar de los llamados de su madre, el pelinegro aun no se hiciera presente en el lugar. De inmediato sintió una respiración muy cerca de si y una mano posarse sobre sus hombros.- Ya esta aquí…

 

¿Qué te he dicho de llamarme así?!!.-lo zamarreo levemente, con una expresión, entre fastidiada y divertida, lo que hacia de la escena muy cómica, ya que el mas bajo no se inmutaba en absoluto por el movimiento.-

 

Eres el menor, Ototo.-comento, entre sacudida y sacudida, notando una leve disociación de su voz por lo mismos, apoyo sus manos sobre las del menor y las aparto, para retirarse de la circunferencia del contrario, camino hacia la mesada y comenzó a prepararse el desayuno.-

 

Eres mayor por media hora!!!. -Se quejo el desprolijo joven, quien revolvía algo desesperado sus cabellos. Otra vez la pelea por aquel tema, del cual siempre terminaba perdiendo.-

 

Por treinta y tres minutos y medio, porque a ti se te dio por hacerte el gracioso y jugar al ahorcado con el cordón…lo has dicho, soy el mayor.-se encogió de hombros el joven, tomando la tetera y dejándola cargada con agua sobre la cocina, se acerco a los estantes y se subió sobre este para buscar así su taza.-

 

Jum!...igual, eres una vergüenza de hermano mayor, mírate, débil, afeminado, mira ese cabello, te tienes que subir a la mesa para tomar una taza!!!!.-lo señalo, mientras el mas bajo, tomaba el objeto del estate y lo miraba con cierto odio, como si en cualquier momento, esa taza terminara en la cabeza del pelinegro, quien se abrazo a su madre, como intentando esconderse.-

 

Es claro que…-menciono, mas tranquilo, bajando de la mesada, el otro, tomo un vaso, lo lleno de jugo y tomo asiento frente a su padre, quien no había pronunciado palabra alguna desde que comenzaron su entretenida pelea.-…eres adoptado…-dejo la taza sobre la mesada y se acerco a su hermano, colocándose detrás de la silla.-…mira esas orejas llenas de agujeros, vez a alguien de la familia con alguno?...ese cabello negro…definitivamente eres de otro lugar.-comento, recargándose apenas en los hombros de su hermano.-

 

¿Cómo puedes decir eso!!?.-ahora fue la mujer la que se quejo, se acerco a los dos y lo junto a un mas, dejando mejilla con mejilla, aprovecho el cabello largo del mayor y lo coloco sobre la cabeza del otro.- No se dan cuenta, son idénticos, es claro que son hermanos.- los observo con una sonrisa, ciertamente, a pesar de las diferencias, al verlos juntos, parecía aflorar el parecido que mantenían los dos, el color de ojos, los labios, el color de sus pieles, y hasta en algunos gestos, eran iguales, gemelos mas allá de las apariencias.-

 

Aun tengo mis dudas.-comento logrando zafarse, busco el tarro del café, volcó dos cucharadas sobre la taza y tomo la tetera, volcando el agua, revolvió con cuidado, mientras se apoyaba en el borde de la mesada, mirando hacia la mesa.-

 

De todas maneras, no sirve de mucho ser el mayor, además de que pareces hermana mayor.-se levanto de su lugar y camino hacia un lado de su hermano, se apoyo en la mesada.- Tienes mas responsabilidades, eres la onee-chan que siempre he querido tener, sabes?.-le dijo en tono de burla, tomándolo en brazos, el pelilargo se quedo mirándolo con un semblante tranquilo, sosteniendo su taza de café.-

 

Al menos no soy un tonto como tu, mírate, musculo, musculo, musculo, musculo, mírenme soy atractivo, voy al gimnasio, tengo súper músculos en mi abdomen, pero en mis otras partes doy vergüenza, como huevos crudos y lo hago porque soy bien macho.-comento imitando la voz de su gemelo, levemente exagerada en la gravedad.- Por lo menos yo, no soy un bruto con cerebro de cacahuate.- le miro y apoyo uno de sus pies sobre el rostro del menor, este lo soltó dejando que cayera al suelo de pies.- No eres la gran cosa, Ototo.-sentencio dándole un sorbo a su café, mientras el pobre joven se hundía en una nube negra de depresión ante las palabras de su gemelo malvado.-

 

Míralos, son tan adorables.-comento la madre, sentándose a un lado de su esposo,  mirándolos junto a este a los dos jóvenes, uno deprimido y el otro picándolo sin compasión con un palito.- Se la pasaran muy bien.-aseguro ante lo que su marido afirmo.-

 

¿Qué?.-salieron de sus asuntos, preguntando al unisonó, mirando a los mayores, quienes les miraban con una sonrisa escalofriante. Se acomodaron y tomaron asiento frente a estos, apoyando el vaso y la taza sobre la mesa, miraron a sus padres.- ¿Qué sucede?...¿Por qué las sonrisas?...deja de imitarme!!!.-se miraron los dos enseñando los dientes.-

 

 

Hemos considerado que merecen independizarse.- comento el padre, mostrando un semblante serio, uniendo sus manos sobre la mesa, mostrando una actitud bastante mafiosa y misteriosa con sus palabras. Los dos jóvenes tragaron saliva, se miraron un momento y pestañearon, para luego regresar la atención a los mayores.-

 

Sea lo que sea, fue Susumi, es el mayor.-se atajo con anticipación el pelinegro, recargándose mas sobre la silla.-

 

Susumu…-le miro de reojo el pequeño, mientras su madre tomaba un papel que se encontraba a un lado, debajo del periódico que estaba leyendo anteriormente el jefe de la familia, se los acerco, siendo tomado por el pelilargo, el otro se asomo para curiosear de que se trataba.-

 

Crucero?.-leyeron los dos, tardaron apenas en asimilar aquella información, mirándose con una gran sonrisa.-

 

Pensamos que sería bueno que descansaran un poco y que demostraran que son adultos responsables.- a cada cosa los dos jóvenes asentían, sin borrar aquella gran sonrisa de sus labios, a todo lo que sus padres les explicaban.- Por eso, ¿Qué les parece?.-les observaron los padres, notando aquel brillo especial en los ojos de sus niños.-

 

 

¡!Genial!!.-afirmaron los dos a coro, súper emocionados, levantando sus manos. El crucero parecía prometedor, lo que se veía en la folleteria era ciertamente atrapante, habitaciones con vista al mar, una piscina gigante, entretenimiento las veinticuatro horas del día, fiestas nocturnas, todo un sueño.-

 

Pensamos que se negarían, pero vemos que ya son todos unos adultos, espero y se diviertan.-comento el padre, mientras la mujer se encargaba de retirar los papeles y regresarlos al diario.- Nada de hacer fiestas, encárguense de limpiar todo los días, comer sano, en un mes regresamos.- se levantaron los dos adultos, se acercaron a sus hijos y les dejaron un beso en la frente a cada uno, los cuales quedaron en estado de shock, petrificados, intentando asimilar lo que les habían dicho hacia unos segundos.- Nuestro barco sale mañana a primera hora, terminaremos de ordenar nuestro equipaje, gracias por ser tan buenos hijos.-les despeinaron el cabello, desapareciendo por el vestíbulo de la gran casa.-

 

Regresamos, regresamos, regresamos, regresamos…amos….amos…amos….-repetía como el eco el mas alto, aun hundido en su asombro, decepción, molestia y algo de risa nerviosa, repasando las palabras y como habían caído en la trampa. El pelilargo lo miro de reojo y lo empujo suave por el hombro, para que reaccionara.- Limpiar, cocinar, lavar….nada de fiestas!!!.-seguía repitiendo el joven.-

 

Susu~….Sumu….Susu~…Susumu!!.-le llamo, jalando de una de las mechas del cabello de su hermano.- Nos han timado….esos dos…nos hicieron creer que…-imágenes en sus mentes, recostados sobre reposeras el borde de una piscina, tomando sol, despreocupados, viviendo las mejores vacaciones de sus vidas,…y Susumu acosando a toda chica en biquini que se cruzara en su camino.- Pero en vez de eso…-ellos dos en la casa, encargándose de mantenerla en pie, llevar las cuentas, sobrevivir, proveerse de sus alimentos, ir de compras,…y Susumi sentado en un gran sofá, mientras le da ordenes a Susumu, vestido de maid, quien debía de limpiar la casa.-

 

…Silencio de algunos segundos…

 

Es tu culpa!!...NO!!! Tuya!!!!...deja de imitarme!!!!.-se pararon los dos y caminaron a sus cuartos sin mirarse, con enfado, como si todo aquello fuera culpa de alguno de ellos, llegaron a la puerta de sus respectivos cuartos y se metieron a estos, dando un portazo. Sus padres mientras tanto estaban en su nube, aislados de todo ruido ajeno, preparando sus maletas, planificando que harían en su viaje.

 

En el cuarto del pelilargo, el cual se encontraba sentado frente a su escritorio, leyendo un libro que había dejado la noche anterior por la mitad, intentando calmarse, mientras pensaba en todas las tareas que deberían realizar, tomo un anotador de una gaveta y una lapicera, se puso en pie y camino hacia la puerta, atravesó el pasillo –los escasos centímetros que separaban la puerta de el con la de su hermano- y abrió la puerta sin pedir permiso, tomo una silla que se encontraba en un rincón del cuarto y luego de dejar la ropa que se encontraba sobre esta a un lado, se sentó junto a la cama, donde el pelinegro se encontraba tirado, con una almohada sobre el rostro, sin siquiera moverse al sentir todo el movimiento del alrededor.-

 

Bien, si queremos sobrevivir debemos poner algo de orden en lo que haremos, y lo haremos ahora, porque mañana será muy tardes para pensar.-comento, abriendo el anotador, anoto su nombre, trazo una línea al medio y anoto el de su gemelo.- Bien tu te encargaras de….-cuando quiso terminar una mano, proveniente del otro, hizo que su cuaderno volara de sus manos, lo tomo de la muñeca y lo jalo a la cama.-

 

Acomódate y duerme…-susurro el pelinegro, usando al más bajo como una especie de ositos, lo abrazo por la cintura, apoyando su mentón en su cuello.- Saldrá lo que salga, podremos sobrevivir.-

 

Si nos organizamos, claro que si…pero si todo lo hacemos a tu manera, será un desastre.-se quejo suspirando leve, levantado una de sus manos para coger una almohada y colocarla bajo su cabeza, se acomodo de mejor manera.- Será que papá y mamá están cansados de nosotros?.-se pregunto, acomodándose boca arriba, mirando el techo del cuarto, haciendo una mueca de desagrado al notar las telas de arañas que se encontraban allí.-

 

De seguro nos darán un hermano, esos viajes siempre sirven para esas cosas…además, si se cansaron de alguien es de mi, tu eres un hijo….hija.-rió leve.- Modelo, no te preocupes por esas cosas, Su-chan.-le dejo un beso en la mejilla, soltándolo con suavidad, para ponerse en la misma posición, mirando el techo.- Oh! Mira, telarañas…

 

Nunca miras hacia arriba, no?.-le miro de reojo el mayor.- Mañana limpiaras eso, también la sala, la cocina, el baño, el living.-

 

Espera, espera!!! Me estas sobre explotando.-se quejo el pelicorto, incorporándose en la cama, quedando sentado, mirando con una expresión de reproche al contrario, el cual le dedico una sonrisa victoriosa.-

 

Soy el mayor, por ende, soy el que repartirá las tareas y creo estar lo suficientemente cuerdo para no dejarte hacer la comida.- comento, sentándose a un lado del contrario, quien se abalanzo sobre el, haciéndole cosquillas.-

 

¿Que estas queriendo decir!!!? Pequeño embustero!!! Lo heredaste de mamá y papa´, no!!!? Solo piensas cocinar!!!?.-veía como el pelilargo se retorcía intentando apartarlo, muriendo de risa por las cosquillas que le causaba, moviendo sus manos, intentando empujar al contrario, pero la notoria diferencia de fuerza se hacia presente, eran momento como esos, los que hacían pensar al mayor que debía tomar alguna clase de defensa o algún deporte que le ayudara.-

 

DEJAME!!!!!...mmmmee…ha..hace!!...me haces mal!!!...-se quejaba entre risas, logrando hacerse espacio entre los dos cuerpos, empujando con sus piernas el cuerpo del mas alto, dejándolo en el suelo, a un lado de la cama, respirando con dificultad, asomándose al borde, para ver a un atontado Susumu, tirado.- Te lo advertí…-comento, intentando no reír por la imagen.-

 

Esta vez….no lo haz hecho…-se quejo, sobándose la cabeza, incorporándose de a poco, mientras Susumi, se paraba de la cama, tomaba su anotador, que había volado momentos antes y caminaba hacia la puerta, abriendo la misma.-

 

Iré a ver si mamá necesita ayuda…y a sacar un poco mas de información, a que vino este repentino viaje…y consecuente abandono.-comento, mirando que el menor se volvía a arrojar a la cama.- Espero no estés todas las vacaciones así…al menos ve y báñate.-comento, saliendo del cuarto, al tiempo que un almohadón volaba hacia la puerta, chocando con esta al momento de ser cerrada.-

 

El pequeño se dirigió hacia el cuarto de sus padres, donde su madre se encontraba aprontando su ropa en las maletas, junto a otros accesorios y pertenencias, golpeo dos veces la puerta y giro el perillo, ingresando con cautela, sentándose sobre la cama, sosteniendo entre sus manos una almohada que se encontraba en el paso, miro a su madre quien tomo asiento a un lado de él, dejando de lado lo que estaba haciendo para prestarle atención a su hijo.-

 

Se irán, nos dejaran y nunca, nunca mas van a regresar?.-soltó con un tono angustiado de voz, aferrándose mas a su almohada, a lo que su madre, formulo una interjección y lo abrazo por los hombros, acercándolo mas a ella, le acaricio el cabello para de alguna manera tranquilizar un poco las dudas del menor.-

 

Claro que no, son solo unas pequeñas vacaciones, desde que llegaron a nuestras vidas, han iluminado nuestros corazones, nos hemos esforzado porque sean mas que felices, se sientan queridos y nada les falte…el jefe de papá le ofreció el viaje y aunque lo dudamos al principio, decidimos aprovecharlo, como un descanso…y para que ustedes también descansen de nosotros.-le explico toda la situación, y como habían obtenido los pasajes.-

 

¿Entonces, regresaran?  Y si nos pasa algo, si no podemos con la casa, las compras, bañara a Susumu…esas cosas…-decía haciendo un pequeño drama de lo que le tocaría vivir, a lo que la mujer sonrió, riendo por lo bajo ante las palabras de su pequeño, le despeino con ternura y le dedico una suave sonrisa.-

 

Estarán mas que bien, no olvides que son grandes, ya saben afrontar las situaciones, en un futuro no estaremos para cuidarlos, así que, toma esto como una practica, cuida mucho de Susu-chan, es el pequeño desastre de la familia, intenta que no te saque de tus casillas, quiero verlos a los dos enteros al regresar, vale?.-le miro, a lo que el joven asintió con la cabeza y se abrazo nuevamente a su madre, recargando la cabeza sobre el hombro de la misma, mientras esta lo peinaba.-

 

Yo me encargare de que todo salga bien, diviértanse mucho en el crucero, recuerda traerme un recuerdo, mamá.-comento, mirándola con una sonrisa, asegurándole que todo estaría mas que bien en su ausencia, que no tenia nada de que preocuparse.- Bien, quieres que termine de ayudarte con las maletas.- la mujer asintió y se pararon para continuar con aquella tarea.-

 

Mientras tanto, en el cuarto del pelinegro, que aun se encontraba desparramado sobre la cama, la puerta sonó, por lo que se incorporo, acomodo las mantas y las almohadas y camino hacia la puerta para abrir, pues sabía que los únicos que tocaban para entrar eran sus padres.- ¿Sucede algo?.-pregunto, al ver la figura de su padre, parado del otro lado de la puerta, el cual empujo suave la puerta para terminar de abrirla e ingreso, tomando asiento en la silla que con anterioridad había sido movida por su hijo.-

 

El pelinegro cerro la puerta y camino hacia la cama, sentándose en el borde esta, apoyando sus manos a los lados y mirando a su padre de manera curiosa ante aquella repentina visita a su cuarto, aunque ante toda la situación, suponía el porque de aquello.- Bueno…?

 

Cómo sabrás, vine para tener una charla de hombre a hombre…además de que tu hermano esta hablando con mamá, así que no tengo donde ir.-comento en tono de broma, relajando un tanto la postura sobre la silla, ante aquel pequeño chiste, el joven logro relajarse también, pero sin perder la postura que mantenía.- Tendrás que cuidar bien de Susumi, sabes…él es el mayor, sin embargo es el mas apegado a tu madre, ayúdalo en lo que puedas, él va a querer hacer todo por si mismo, aun no aprende que con todo no puede, así que, apóyalo…-le sonrió, levantándose de su lugar, sentándose a un lado del menor, mirando hacia la ventana.-

 

El joven sonrió leve ente las palabras de su padre, y es que siempre cuidaría de su hermano, no dejaría que trabajara tan duro mientras el solo estaba echado en la cama, pero le encantaba molestar a aquel rubio y ver su cara de enfado cuando aparentaba no escucharlo o no seguía sus órdenes.- No te preocupes, yo me encargare de que ese enano termine en una pieza para su regreso…nada de que preocuparse.-aseguro a lo que su padre revolvió su cabellos.-

 

Me alegra escuchar eso, bueno, creo que mejor iré a hacer mi equipaje, no he preparado nada, tu madre va a matarme.-rió mientras se ponía de pies, caminando hacia la puerta.- Por cierto, ordena tu cuarto, tienes telarañas en el techo.-comento señalando hacia arriba, mientras abría la puerta, el joven se rió por eso, y se levanto para ir a cerrar la puerta, observo como su padre caminaba por los pasillos, mientras su hermanito venia caminando, salido del cuarto de sus padres.-

 

Su~…-le llamo, el pequeño levanto la vista, caminaba agotadamente y en su rostro se veía el cansancio, sus ojos lánguidos observaron a su hermano y se acerco a paso lento hacia el mismo, colgándose levemente de su ropa.-

 

Mamá….tiene….mucha ropa…-apoyo su frente en el pecho de su gemelo, el cual rió por lo bajo, apoyando su mano sobre su cabeza.-

 

Estas en muy mala condición física, Su~, mejor será que descanses un rato, mamá te ha sobreexplotado esta vez.-comento cargando al pequeño entre sus brazos y llevándolo hacia la puerta de su cuarto, abriendo la puerta del mismo e ingresando para depositar al joven sobre su cama.-

 

Es aun temprano, y no hemos cenado…-se quedo el pelilargo, rodando un tanto sobre la cama, dejando espacio a su lado, el menor observo aquello riendo y se sentó a su lado.-

 

Olvídate de la cena, mamá tendrá a papá controlado para que haga sus maletas, eso le llevará tiempo…al menos que quieras que pida algunas pizzas…sin anchoas, con extra quedo, cortada simétricamente como a ti te gusta.-le propuso, picando apenas el hombro del menor, intentando tentarlo para que aceptara.-

 

No….me harás pagarlas como lo otra, vez.-sentencio, señalándolo, a lo que el mayor soltó una risa, se paro y camino hacia su cuarto, para luego regresar con su teléfono móvil, marcar y esperar  a ser atendido, formulo su pedido, mientras el pequeño lo miraba desde la cama, esperando que terminara de hablar.-

 

Bien, en media hora llegan, creo que, esta será nuestra opción para el resto del mes.-comento, dejando el teléfono sobre el buro a un  lado de la cama, tomando asiento en esta, para luego recostarse a un lado de su hermano.-

 

No comeremos pizza todos los días, durante un mes, yo me encargaré de la comida, veras que comeremos sano y delicioso.- intento sonar convencido, un silencio se formo entre los dos, para luego terminar en risas de ambas partes, imaginándose lo que serían los días siguientes.-

 

Será un mes largo, verdad?...

 

Muy largo, Susumi, muy largo….

 

 

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Escenas del próximo capitulo…

 

Eso dolio!!.....

 

Deja que lo chupe, veras como te alivias…..

 

Arde mucho…ahhh!!!...

 

Tranquilo, ya pasará…Susumi.

 

Notas finales:

Bueno, algunas palabras para aclarar por las dudas, como es el caso de Ototo que es hermano menor en japones, lo cual se lo dice por haber sido el segundo en nacer, Onii-chan que es hermano mayor dicho con cariño y Onee-chan que es hermana mayor, lo cual Susumu utiliza como burla al ser su hermano tan andrógino.

Tal vez haga un dibujo de los gemelos para que se den mas a la idea de como son xD ya que soy bastante mala para las descripciones

Bueno, creo que eso es todo, espero le guste el capítulo, comenten xD cosas malas buenas, lo que sea.

 

saludos Bye bye ♥


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