Era una mañana fría, se encontraba un abrigado joven de cabellos rojizos vagando por las calles de su ciudad, estaba desesperado, frustrado, pues recientemente había perdido su trabajo, y por más y más que buscara parecía que todos se ponían de acuerdo al no contratarlo...
- ¡Maldición! – Se repetía una y otra vez, había sido entrevistado un par de veces y por más que esperara nunca lo llamaban – pronto se me agotará el dinero de mi última paga... ¿qué haré...?
No podía dejar de pensar, estaba tan asustado...que para tratar de calmarse, y para satisfacer sus necesidades alimenticias, decidió por ir a un pequeño restaurante, pues, además de todo ese estrés, no había comido nada en todo el día.
Allí se encontraba el pequeño pelirrojo esperando por su comida cuando de pronto se sentó frente a él alguien muy conocido, de primero abrió grande los ojos, demostrando su susto ante aquella repentina llegada, pero después respondió a la sonrisa de quien le miraba.
- Teru-chan, me asustas...
- Jeje ¿¿cómo estas Taku-chii??
- Mal – dijo recordando su situación y bajando su mirada.
- ¿Eh? Pero ¿qué pasó?
- Pues...he perdido mi trabajo ¡¡y por más que busco no encuentro!! Pff...
- Oh, Takuya...lamento oír eso...-dijo realmente preocupado.
- No importa...Teru...
- ¿Sí?
- ¿C-cómo vas con tu empresa? – Dijo con un notable sonrojo.
- Jajajajajajajaja – soltó una gran carcajada a lo que el menor le miró aún más avergonzado.
- Voy bien, cariño...no me salgas ahora con que quieres "ayudarme" en ella jeje...
- ¡Estoy tan desesperado! ¡Ya no sé qué hacer! ¡¡Por favor Teru-nii, ayúdame!!
- Jeje, ok Taku-chii, sólo porque eres como mi hermano ¿cuánto quieres que te preste?
- Aww...pero eso...sería abusar demasiado, no quiero aprovecharme de ti... ¿no puedo trabajar contigo? Podría ayudarte a algunas cosas – dijo emocionado de una posible oferta de trabajo.
- Taku...tú sabes de qué clase es mi empresa, así que si necesito a alguien será para cosas que seguramente tú nunca querrás hacer, eres demasiado inocente...
- Pues sí pero...– comenzaron a pasar diferentes ideas en su cabeza, empezaba a considerarlo un mal trabajo, pero no tenía más opción y después de todo, ese mundo es más sano que prostituirse, podría darlo por hecho – ¿y si de pronto aceptara trabajar...contigo...?
- ¡¡¡¡PRFFFF!!!! ¡¡Cof cof cof!!
- ¡Teru-nii!
Teruki apenas se había atrevido a probar de la bebida del menor que desde hace rato le venía haciendo "ojitos" aprovechó el que Takuya se distrajera pensando para así poder agarrar su bebida, pero no contaba con que la extraña respuesta del pelirrojo lo haría escupir todo lo ingerido.
- E-estoy bien pequeño, pero... ¡¿cómo es que se te ocurre trabajar en mi ambiente?! Sabes que no es bueno...no Taku-chii, yo no podría permitir algo así...
- ¡¡Pero Teruki!! Nadie me quiere dar trabajo, además estarás tú y sé que me cuidaras, es perfecto...
- ¿Te das cuenta de lo que planeas vivir? ¡Actor porno Takuya! ¡No puedes hacer eso! Eres...eres... ¡tú!
- ¿Me subestimas acaso?
- Nunca dije eso, pero tengo miedo por ti, eres demasiado inocente...
- Aun así...es necesario y yo...llevo mucho tiempo intentando conseguir empleo y tan sólo...nadie quiere a un flaco como yo...no me hagas sentir más inútil...
- Es un mundo frío ¿seguro que quieres adentrarte en él?
- Mientras Teru-nii esté allí yo podré soportar todo, además estoy seguro de que me cuidarás...y supongo también que es mucho más higiénico que ser un prostituto ¿no?
- Eso sí...con que te acuestes con uno para un simple video podrías alimentarte por...un mes...
- Exageras jeje.
- Pero eso no importa...lo que SÍ importa es que al menos sé que estarás a salvo, aparte que en mi empresa los condones son infalibles.
- ¡¡Gracias Teru-ni!! – Rápidamente se levanto de su asiento para poder abrazar al mayor y darle un pequeño beso en la mejilla.
- No importa Taku-chii, ahora come que por estar platicando ya se te enfrió todo...
- No...yo...estoy emocionado y nervioso, creo que lo mejor será irme a casa...
- Si así lo quieres...después de todo el que desperdicia dinero eres tú...– dijo al ver como el pelirrojo dejaba unos billetes sobre la mesa.
- Mmm...con el trabajo que Teru-nii me consiguió creo que puedo dejar de preocuparme de eso jeje.
- No te confíes tanto Taku-chii, pero bueno, vámonos...
Salieron del pequeño restaurante entre bromas de parte de ambos sobre el nuevo trabajo del delgado pelirrojo, Takuya estaba muy nervioso, no era el mejor trabajo del mundo, y aúnque él fuera muy tímido, no estaba tan asustado, se había acostumbrado a ese ambiente desde hace unos años, puesto que su mejor amigo había trabajado en eso casi desde que se conocieron, confiaba plenamente en él a pesar de que cuando los presentaron creía que era un depravado, con el tiempo se fue dando cuenta de que era todo lo contrario.
Así, un Takuya entre feliz y nervioso se encaminó hacia su pequeño departamento para alistarse al día siguiente...