La cuarta guerra ninja había empezado hacia un par de días, los estragos eran notados en cada una de las aldeas, desde las mas grandes hasta las mas pequeñas.
El olor metálico de la sangre se podía percibir fácilmente por cada rincón, los cuerpos de muchos shinobis yacían sin vida en el suelo.
Pero no solo eran cuerpos de aquellos valientes que daban su vida por conseguir la paz sino también la de muchos aldeanos, era tan triste ver como hasta inocentes niños habían caído por culpa del cruel destino.
Por mas esfuerzos que hacía Naruto le era imposible ayudar en todas partes, se encontraba demasiado cansado, no había tenido ni un minuto de tregua, la ayuda que le brindaban sus amigos no alcanzaba ni por muy buenas que fueran sus intenciones.
Los Akatsukis que derroto en el pasado volvieron y no solo eso sino que su voluntad era controlada por Kabuto quien al parecer se había aliado con Madara para cumplir aquel nefasto plan.
El rubio se encontraba corriendo con todas sus fuerzas, se había encargado de los Zetsus y de Kabuto y ahora dejaba el resto en manos de sus compañeros, era turno de acabar con aquel Uchiha que portaba la máscara.
Por fin Naruto paro encontrándose con el verdadero enemigo y culpable de aquella lucha, estaba dispuesto a vencer, no se rendiría, él se encargaría de cumplir el sueño del pervertido Jiraya, aquel sueño que una vez fue de aquellos con la voluntad de fuego y ahora era suyo.
Madara por fin conseguiría a el bijuu que le hacía falta para su colección, esta vez no lo dejaría escapar y con ese pensamiento en su mente levanto una barrera para que nadie interrumpiera la pelea que se desataría.
El combate era tan duro y no podía saberse si habría un ganador, el rubio desenmascaro a Madara y lo golpeo tanto que este no se mantenía en pie, pero el también se encontraba en las mismas condiciones, reuniendo el poco chakra que le quedaba formo un fuuton rasen shuriken al que apenas y pudo crear.
Usando todo esa fuerza de juventud que poseía aventó su jutsu a Madara, impactando directamente en el pecho y destrozandolo como paso con Kakuzu.
Intensa esa era la palabra que definía aquella pelea, Naruto al verse victorioso cayo al suelo, la barrera creada por el de la mascara había desaparecido.
Mientras tanto en otro lado se podía observar como de una guarida salía el último de los Uchihas, avanzó hasta el sitio del enfrentamiento, se había preparado lo suficiente para acabar con Konoha y hacerse con el mando de las cinco naciones pero al final dejo esa idea por una charla que tuvo con Itachi, quien no quería que su hermano siguiera con el circulo vicioso causado por la sed de venganza.
Dispuesto a buscar el perdón de su amado amigo, mas y mas se fue acercando podía notar la destrucción, era evidente el acontecimiento ocurrido hace apenas unos momentos.
Cuando estuvo cerca pudo ver como muchos de sus ex compañeros de la aldea rodeaban algo o mejor dicho a alguien, los sollozos llegaban hasta él, susurrando el nombre de quien fue el único en formar un lazo con él .
Naruto!!! se escucho esta vez, el grito de la Godaime era desgarrador y lastimoso.
Así es, él ninja número uno en sorprender yacía muerto, después de la batalla caía inconsciente en el suelo rocoso, después de haber dado lo mejor de sí.
El miedo se apodero de Sasuke, ver tendido sin vida a su amigo, el dulce silencio de la muerte llenando el lugar, lo que menos imaginaba sucedió.
Morirían juntos es lo que le dijo el Uzumaki una vez, ambos vivirían sin el peso de ser un Uchiha o un jinchuriki, simplemente serían Naruto y Sasuke, tal vez se entenderían en el otro mundo sin embargo Naruto se fue primero, dejándolo ahí solo.
Sasuke llegó a entender lo sentimientos de Naruto , demasiado tarde ya.
De que valía volver a la aldea, si la persona dueña de su corazón y de sus pensamientos ya no estaba?
Tarde, tan tarde llegó, las palabras que se guardo por su orgullo y su venganza, lo que anhelaba decirle al rubio mas no fue capaz por su estupidez.
A paso lento y frente la mirada de los de la aldea, se agacho junto a su dobe, lo tomo entre sus brazos y soltó las lágrimas retenidas durante años, en un tono casi inaudible dijo: esperame en el más allá mi usuratonkachi que tengo algo que decirte.
El funeral se realizó, ese día no solo perdían a un ninja, perdían a un gran amigo, perdían a un ser que con su brillo propio era capaz de iluminar en tanta oscuridad, ese día perdían a Naruto Namikaze Uzumaki el ninja número uno en sorprender.
En muchas ocasiones de la vida nos perdemos buscando algo que al final siempre estuvo frente a nosotros, nos perdemos en cosas sin importancia como lo es una venganza o nos hundimos en el odio y quedamos atrapados en un pasado sin luz.
Debemos aprender a vivir el momento, aprender a vivir a conciencia es decir vivir a fondo extrayendo todo el meollo a la vida, olvidar todo lo que no fuera vida para no llegar a la muerte descubriendo que no hemos vivido.
Aquellas palabras nunca dichas quedaran encerradas en mi corazón, hasta que tú y yo nos volvamos a encontrar mi dobe.