SASUKE VS TIMIDEZ
El regalo perfecto
Al llegar a la habitación se aseguró que nadie lo viera y entró con cuidado por si Sasuke seguía dormido.
Las luces estaban apagadas pero podía distinguir la figura del teme recostado en la cama de la esquina. Guiándose por sus instintos ninja entró y se quedó de pie mirando la figura dormida de su compañero. Se veía tenuemente gracias a la luz que se filtraba por el tragaluz del techo. Y la imagen que le brindaba era sinceramente hermosa pues la piel de Sasuke parecía brillar con la luz, unos pocos mechones le cubrían el rostro el cual tenía relajado, en paz, como un ángel, era una lástima que no pudiese ver sus hermosos Zafiros.
Naruto se sentó en la orilla de la cama sin apartar su mirada de tan celestial imagen, con cuidado acaricio la mejilla del moreno apartando sus mechones descubriendo el rostro de SU Sasuke... ¿Su?... Sip, lo admitía ahora, Sasuke era muy especial para él y no quería que se apartara de su lado por nada ni por nadie... Era su teme.
-Sasuke... Te quiero mucho- dijo el rubio inclinándose para luego besar la frente del moreno, éste suspiró entre sueños haciendo sonreír al rubio.
Segundos después Sasuke despertó somnoliento aún y desorientado pero encontró los ojitos azules que lo miraban.
-¿Naruto?- dijo confundido.
-Hola teme, despierta, no seas flojo- dijo el rubio sin afán de molestar.
-Tengo sueño- dijo Sasuke haciendo un puchero demasiado tierno.
Naruto sonrió -¿Pues qué estuviste haciendo condenado?- pregunto divertido pues Sasuke seguía atontado por el sueño.
-El pastel del cumpleaños del dobe- dijo Sasuke cerrando los ojos dispuesto a dormirse de nuevo, eso último lo dijo sin darse cuenta a quien se lo decía.
Naruto se sorprendió, primero por el hecho de que al parecer el teme no lo reconocía y segundo por la confesión, es decir, no esperaba que el teme hiciera cosas como esas y menos por él.
-¿Sabes repostería Sasuke?- preguntó curioso.
-Hinata... Ayuda... Me convenció... Y no es como si hubiera tenido otra opción... No lo logré- dijo Sasuke acurrucándose más cerca de rubio, Naruto le acarició la cabeza haciendo que Sasuke soltara algo parecido a un ronroneo.
-¿Qué no lograste Sasu-chan?- rió ante su atrevimiento, en condiciones normales Sasuke se molestaría mucho por como lo llamó.
-No encontré que regalarle al dobe... Busque y busque... Pero no encontré nada... Soy un mal amigo- dijo algo triste Sasuke sin abrir los ojos pues le ardían de solo recordar tan frustrante hecho.
De nuevo el rubio se sorprendió, su teme de verdad se había esmerado por él aún si no le consiguió un regalo el que lo haya intentado valía mucho y ahora no podía esperar para probar el dichoso pastel hecho por el teme y Hinata.
-¿Sabes Sasuke? Hay una cosa que puedes hacer por Naruto- dijo el rubio, Sasuke hizo un sonido en señal de que lo escuchaba -Dile lo que él significa para ti- susurró en su oído -Has hecho mucho por él, él se pondrá feliz con tan solo tu presencia pues para él eres... Lo más importante-
Sasuke sonrió entre sueños. Naruto se alejó de su oído sonriendo mientras Sasuke se volvía a dormir escuchando un leve "Naruto... Dobe" Al parecer estaba soñando con él.
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Lo dejó dormir a gusto otra media hora mientras él velaba su sueño y se deleitaba viendo su figura durmiente, después tuvo que despertarlo pues Hinata no podría disculparlo eternamente.
Cuando Sasuke despertó se sobresaltó de verlo ahí.
-Do... Dobe ¿Desde hace cuando estás aquí?- preguntó algo nervioso.
Naruto se encogió de hombros -Muy poco en realidad- dijo -La fiesta se está poniendo muy buena ¿No quieres ir?- preguntó fingiendo que nada pasó.
-En realidad... Las fiestas no son lo mío, si quieres adelántate, tengo algo que hacer- dijo el moreno algo apenado pues todo ese tiempo había estado soñando con el rubio, en un tiempo escuchó una voz que le pedía decirle lo que en verdad sentía por ese dobe… quería, pero aún no sabía cómo.
Naruto se sintió un poco decepcionado de que el moreno le pidiera dejarlo solo pero aceptó, no iba a obligarlo a nada, fingió su mejor sonrisa –Ok teme pero no se te olvide darme mi abrazo de cumpleaños allá afuera, cielos, seré la envidia de las chicas aunque solo sea por formalidad- dijo rápidamente para luego salir de ahí.
Sasuke se sintió mal al ver la sonrisa falsa del rubio pero no lo detuvo, en esos momentos quería hablar con alguien que lo escuchara y no lo juzgara.
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Cuando Hinata vio salir al rubio algo desanimado no dudo ni un segundo en ir a ver a Sasuke y hablar con él, a estas alturas seguro el Uchiha tenía hasta problemas existenciales…
Al entrar lo encontró sentado en una orilla de la cama pegado a la pared.
-Sasuke-kun ¿sucede algo?- preguntó sentándose a su lado.
Sasuke sentía una opresión en el pecho, como algo que clamara por salir pero no podía, no lo aceptaba, no sabía… estaba tan confundido. Pero por otro lado Hinata estaba ahí y si lo pensaba ella era una de las pocas personas con las que podía hablar sin temor, sin miedo.
-Hinata… creo que estoy enloqueciendo- dijo Sasuke apenado.
-¿por qué lo dices Sasuke-kun?- preguntó Hinata, claro, ella sabía a lo que se refería el moreno pero tampoco lo iba a presionar, dejaría que se desahogara a su ritmo.
-Cuando veo a esa persona mi corazón se agita, cuando lo veo sonreír mi corazón salta de alegría, cuando esta triste se estruja y lastima, cuando me ignora flamea de furia mal contenida, cuando lo lastiman ruge como el trueno clamando resolución- dijo Sasuke con los ojos cerrados dejándose guiar por lo que le decía su corazón con el simple recuerdo de esa persona.
-Sasuke esa persona es muy especial ¿verdad?- dijo Hinata sonriéndole dulcemente.
Sasuke asintió acongojado –No sé qué hacer, ni que decir, soñé con él y este sentimiento clama por decírselo pero no puedo- dijo abrazando sus rodillas y escondiendo su cara en el hueco entre sus brazos.
Hinata al verlo tan confundido lo abrazo acariciando sus cabellitos azabaches, Sasuke se dejó, nunca nadie lo había tratado tan… maternalmente.
-Tranquilo Sasuke-kun… a veces no es necesario decir nada, si eres feliz con esa persona debes decirle lo que sientes puede que te corresponda- dijo la chica
-No quiero que me rechace- dijo Sasuke de inmediato.
-Pero si no te arriesgas jamás lo sabrás, además es de las pocas personas que te aguantan ¿no crees que ya hubiera huido antes?- dijo intentando animarlo.
Sasuke se sobresalto mirándola sorprendido -¿cómo supiste que hablaba de él?-
Hinata se mordió la lengua –Etto… adivine…- pero al ver que el chico no le creía suspiró –No soy tan tonta Sasuke-kun, como te dije, solo él te soporta y soy bastante observadora, he visto como le miras, como lo tratas y me he dado cuenta de muchas cosas… y el Byakugan no tiene que ver- rió nerviosa.
Sasuke hizo un puchero ¡maldición! ¿Tan evidente era?
-Pero… no soy bueno con las palabras- sacó el tema final.
Hinata sonrió –Entonces escríbele una carta- sugirió.
Sasuke la miró confundido ¿Una carta?
-O hazle un regalo de cumpleaños... ¿Qué tal una tarjeta de felicitación? aprovecha y exprésate- dijo Hinata dando ideas al por mayor
Expresarse mediante una tarjeta de cumpleaños que él mismo hiciera, no compraría una tarjeta cualquiera, bien dicen que lo hecho por uno mismo vale más que el más caro regalo. Sonrió un poco animándose por primera vez a algo fuera de lo común en su ordinaria vida.
-Hinata ¿tienes papel y tinta? Serán necesarios para la tarjeta- sonrió levemente y Hinata asintió emocionada sacando de debajo de la cama una caja que abrió dejando ver trozos de cartulina, plumas, plumones y plumines, recortes, hojas de colores y varios lazos y brillantinas.
Sasuke sudó una gotita –Hinata ¿te das cuenta que soy un hombre?-
-Que está enamorado de otro, anda Sasuke-kun ponle sentimiento- dijo Hinata divertida por la cara del moreno.
Sasuke se sonrojo un poco y tomó la caja algo inseguro buscando que cosas usar, por supuesto que era un hombre enamorado de otro pero HOMBRE al fin y al cabo, no haría una tarjeta llena de florecitas y corazones... Bueno, solo pondría lo que sentía, además a él le gustaban los colores más oscuros... Pero al dobe le gustaba el Naranja, sin embargo en su ropa coincidían en un color... El azul. Bien! La estúpida tarjeta sería Naranja con Azul.
Sacó una cartulina blanca y hojas de color naranja y azul, además de tijeras, pegamento y marcadores.
Con ayuda de Hinata recortó y pegó las hojas en la cartulina, ante la insistencia de la chica le puso un poco de brillantina, pero lo más importante puso su corazón en esa tarjeta.
Cuando terminó releyó su trabajo y enrojeció pues jamás en su vida había escrito tal cursilería. Con rapidez se apresuró a intentar corregir la dichosa tarjeta pero Hinata lo detuvo.
-Sasuke-kun no cometas tonterías, esa tarjeta es perfecta, ve y dásela a Naruto- dijo/ordenó la chica.
Sasuke miró de nuevo la tarjeta a la cual le había dibujado un zorrito rubio que en cierta medida le recordaba al dobe y dentro estaba un gato negro que sin dudas le recordaba a él mismo. Pero en serio que se estaba arrepintiendo, jamás en su vida había hecho algo parecido y sinceramente le daba mucha pena, jamás en si vida pensó que estaría en aquella situación.
-Anda Sasuke, no seas tímido- animó Hinata pues sin duda Naruto estaría feliz con ese pequeño detalle, ya en años venideros cuando fueran novios seguro a Sasuke le vendrían más ideas XD
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-Naruto-kun felicidades- dijo Hinata cuando estaba frente al rubio, ya antes todos le habían felicitado y estaba muy feliz disfrutando de su fiesta pues había ramen y comía todo lo que veía (obvio que fuera comestible n.n) Sakura e Ino le habían dado sus regalos peleándose entre ellas para que dijera cual era el más grande o el más bonito, etc. pero él solo se limito a decir que los abriría después. Los demás le entregaron mas regalos sin mayor ceremonia pero él esperaba por el regalo más importante de todos, la presencia de su teme.
-¿Y Sasuke?- preguntó de inmediato después de recibir el regalo de la chica
-¿No lo ves? Está detrás de mi- dijo Hinata sonriendo nerviosa y se hizo a un lado, Sasuke estaba más allá sentado sobre una mesa (sí, sobre la mesa n-nu) se le veía nervioso y traía algo entre manos.
Curioso como su naturaleza Narutiana lo dictaba se disculpó con Hinata y se acercó al moreno.
-¿qué haces Sasuke?- preguntó una vez lo tuvo enfrente, era curioso como estando Sasuke sentado sobre la mesa a penas quedaran a la misma altura, no se había fijado antes cuánto había crecido, seguro era un poco más alto que Sasuke. Al oírlo Sasuke se sobresaltó y sus mejillas se tiñeron de un suave color rosa.
-Em… dobe- dijo Sasuke esquivando la mirada e intentando recuperar su compostura fría, y que no le temblara la voz, pero por sobre todo que Naruto no viera su sonrojo "maldición Sasuke! Contrólate! Hazlo rápido y no actúes como colegiala enamorada" se dijo así mismo –Bueno, eh, supongo que debo decir algo porque alguien haya arriba tuvo la fortuna de liberarse de ti y el descuido de dejarte con nosotros-
Naruto sonreía por la timidez inicial del moreno pero hizo un puchero por ese comentario.
Sasuke se aclaró la garganta –Bueno, em… felicidades, supongo- dijo finalmente desviando la mirada.
Naruto sin embargo después de eso no se movió y eso lo ponía más nervioso. Sin que se dieran cuenta Hinata se había metido debajo de la mesa y le dio un tirón al pie de Sasuke susurrando después un "Dale su abrazo y la tarjeta so bobo"
Sasuke carraspeó un poco y sin más abrazó a un sorprendido Naruto (sin bajarse de la mesa aún) "Felicidades dobe" dijo Sasuke en su oído y luego colocó su tarjeta en su bolsillo sin que el rubio lo notara pues estaba más embelesado por el olor y calor de su teme.
Después de eso Sasuke se bajo de la mesa (todo colorado) y salió corriendo de ahí. Naruto sonrió al vislumbrar el sonrojo del moreno y luego vio como Hinata salía de la mesa.
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Sasuke salió del lugar y corrió varias cuadras hasta que le faltó la respiración, se detuvo recargándose en una pared y sonriendo bobamente, por fin se había atrevido y en cierto modo su corazón estaba aliviado, ahora cuando el dobe viera la carta solo quedaba esperar a ver su reacción pero sin duda estaba tranquilo.
-Hola Uchiha volvemos a encontrarnos- Sasuke se enderezó de golpe al escuchar la voz pero de inmediato una mano enorme lo regreso contra la pared dándose un golpe pero no lo demostró, reconoció al tipo, era ese maldito que se metió con su dobe el día anterior. –Dime ¿has vuelto a hacer caridades con ese bobo rubio?-
-No le importa en lo más mínimo- dijo con frialdad el Uchiha, ese tipo estaba equivocado si creía que por ser más grande le podría intimidar, él era un ninja, el mejor de su generación, no le tocaría ni un pelo.
-Tranquilo gatito no saques las garras todavía- dijo otra voz y sintió una aguja en su cuello, ¿qué demonios? ¿Cuándo llegó el otro? No, no solo eran dos eran cinco sujetos en total y uno de ellos le había clavado la aguja en el cuello, se removió quitándose esa cosa y golpeando al tipo que había hecho tal infamia.
Sin embargo luego los demás tipos lo sujetaron de las manos, y el intentar soltarse sintió una punzada en el cuello, aunque había actuado rápido algo de esa cosa que le clavaron se introdujo en su sistema. Lentamente sus sentidos se adormecían pero no por eso se iba a rendir, siguió forcejeando con aquellos tipos golpeando a un par de ellos.
-Este niño está dando muchos problemas- dijo uno de ellos
-Eso se arregla- dijo el líder y se acercó dándole un puñetazo al moreno en la parte baja de la espalda, más específicamente en donde se localizaban los riñones. Sasuke abrió los ojos ante el dolor puro y penetrante que le paralizó por momentos, la respiración se le cortó y las rodillas le fallaron pero los tipos que los sostenían no le dejaron caer.
-Malditos- susurró Sasuke con dolor, los ojos se le llenaron de dolorosas lágrimas.
-Y eso solo una pequeña parte de lo que planeo hacerte niño lindo, no me importa de qué maldita estirpe provengas yo hago lo que se me venga en gana y esta vez nadie te ayudará. Estas en mis manos- dijo el líder a su oído.
-Jefe antes que nada podríamos aprovechar un poco ¿no? Es decir, este niño no es nada feo- dijo uno de ellos agarrándolo del cabello para levantarle y mirar su cara, al hacerlo Sasuke sintió de nuevo el dolor punzante en su cuello que le paralizaba.
-Desgraciados… cobardes…- susurró ante la impotencia. ¡Maldita sea! ¡Debió haberse quedado en la estúpida fiesta con el dobe! "Naruto…"
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Naruto estaba feliz pues su teme le había abrazado y había actuado tan lindo.
-Oye Naruto-kun ¿sabes dónde está Sasuke-kun?- pregunto Hinata extrañada pues aunque lo había visto salir corriendo a esas alturas ya debía haber vuelto, le había prometido quedarse hasta que Naruto cortara el pastel.
-No lo he visto- dijo Naruto saliendo de sus ensoñaciones.
-Mmm ya debió haber vuelto, ya sabes para cortar el pastel- dijo Hinata sonriendo pero algo preocupada.
Naruto se encogió de hombros aunque ya le daban ganitas de probar el dichoso pastel, sonriendo metió las manos en sus bolsillos y sintió un objeto extraño, lo extrajo descubriendo que era nada más y nada menos que una tarjeta naranja y azul, curioso la examino notando que tenía dibujado un zorrito dorado y algo de brillantes. Al abrirla descubrió un gato negro y un texto que si no mal recordaba estaba escrito con la caligrafía de Sasuke.
Emocionado a más no poder comenzó a leer:
"Dobe… antes que nada feliz cumpleaños, al parecer algo hice en la otra vida que Dios me castigo con tu presencia en este mundo…"
"Bastardo" pensó Naruto
"No, espera no hablo en serio, no quiero pelear en un día tan especial para ti… creo. La razón por la que escribo esto es porque supongo no puedo ser tan valiente como alardeo y decírtelo de frente… dobe… no sé que me está pasando pero ya no puedo controlarlo más, estás en todos lados. Antes me parecía sumamente molesto pero eso era lo que siempre llamaba mi atención, luego vino esa extraña necesidad por protegerte, al principio lo hacía como burla pues me encanta hacerte berrear n.n pero luego en verdad quería que nada malo te pasase… supongo que de verdad nunca te odie como dije antes de "morir".
Dobe, no tienes idea de lo especial que eres para mí aunque nunca te lo demuestre pero eres el único con el que de verdad me siento feliz incluso solo caminando a tu lado, incluso si solo nos estamos pelando puesto que a tu lado la soledad se ve tan lejana. Eres el único que me ha comprendido, el único que no me miró con lástima cuando mi clan fue eliminado, por eso y mucho más...
Naruto, siempre has sido escandaloso, torpe y un desquiciado adicto al ramen, alguien que nunca se da por vencido hasta lograr su objetivo... Y no sé qué es lo que pensarás de mí por esto, pero esas son precisamente las cualidades que hicieron que me fijara en ti...
Dobe... Me gustas, me gustas mucho...
Pero por favor si no sientes lo mismo solo... No te apartes y me abandones a la soledad...
Sasuke Uchiha"
Naruto sonrió enormemente al leer la declaración oficial de su querido teme. Sin embargo estaba preocupado así que aprovechando el viaje salió corriendo buscando a Sasuke.
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Mientras tanto los hombres que estaban cobre Sasuke tenían serios problemas pues a pesar del dolor Sasuke seguía luchando por liberarse de esos tipos. La mayoría ya a esas alturas estaban golpeados y hasta sangrando de los golpes tan fuertes que les proporcionaba el moreno.
El líder de ellos harto de la situación tomó a Sasuke y le inyectó todo el paralizante aun contra los esfuerzos del menor en el cuello donde la sangre fluía más rápido y de inmediato el menor se vio desprovisto de movilidad casi totalmente.
-Son unos... Desgraciados- dijo Sasuke con su fiera mirada mientras sentía una mano colarse por debajo de su camiseta y otra más que iba subiendo por sus piernas.
Sabía qué pasaría y quería con todas sus fuerzas evitarlo pero no podía y nunca lo verían suplicar por ayuda.
-Bien niño Uchiha ¿No dirás nada? ¿No vas a pedirle ayuda al traidor que mató a todo tu clan? Pero no lo hará porque nadie quiere a los Uchiha, por eso el traidor los asesino, estás solo y nunca nadie te querrá- dijo el líder sonriendo pero Sasuke no apartó su fiera mirada a pesar de que esas palabras en el fondo le dolieron, pues si era un triste huérfano.
-Deja de meterte con los muertos que ellos no pueden defenderse- dijo Sasuke con furia -Pues bien eres un cobarde por tenerme inmovilizado por tus hombres y drogado-
-No te las des de gallito, pronto suplicarás por piedad que yo no te daré- dijo el líder acariciando su mejilla y Sasuke hastiado le escupió en la cara.
Con enfado el líder dio la orden a sus hombres de seguir con el abuso del menor. Estos contentos siguieron manoseando al moreno que aún luchaba contra sus captores a pesar del poco movimiento que la droga le daba.
Sasuke se erizó cuando sintió una mano colarse debajo de su short y le acariciaba el trasero buscando desde luego su entrada sin embargo sintió un enorme chakra repleto de ira y al momento siguiente el tipo que lo tocaba cayó al suelo... Con una herida en el pecho que le atravesaba de lado a lado.
Asustados sus compañeros miraron alrededor descubriendo a un chico más allá, su chakra era tan fuerte y aterrador que incluso era visible, de color del fuego que iluminaba la solitaria calle revelando los hermosos cabellos dorados del chico.
-Liberen ¡A SASUKE!- gritó con furia contenida.
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Naruto estaba contento, cómo no si tenía en su poder la confesión escrita del puño y letra de su amado Sasuke, aún así estaba preocupado así que recorrió con rapidez el camino por donde sentía el chakra del moreno, sin embargo mientras más se acercaba más se acrecentaba el latir de su corazón, de verdad estaba preocupado, aceleró el paso y de repente el chakra de Sasuke se cortó. Corrió con más fuerza y al doblar la esquina las venas se le llenaron de fuego, ahí, frente a sus ojos un grupo de hombres forzaba a su querido Sasuke.
En los ojos de su amor se veía como a pesar de todo el moreno seguía luchando pero no podía moverse y eso lo llenaba de impotencia. El colmo fue cuando esa mano intrusa entró en la ropa del Uchiha, nadie, NADIE TOCABA LO QUE ERA SUYO.
La ira lo recorrió así como la sed de sangre y venganza, su chakra se elevó de inmediato visible por el fuego de su ira e intenso deseo de proteger lo que era suyo. En un segundo estaba detrás de ese tipo, su mano estaba incrustada en su pecho atravesándolo de lado a lado con rapidez, al retirar la mano el tipo cayó sacando su mano de la ropa de su teme y cayendo al suelo desangrándose.
Todos los demás se detuvieron asustados pero los tipos aún tenían sus asquerosas manos sobre la persona más importante de su vida.
-Liberen ¡A SASUKE!- gritó con furia.
-¡Es el chico Kyubi!- gritó uno de ellos con miedo soltando a Sasuke pero al hacerlo el moreno cayó al piso sin más, fue entonces que Naruto notó los golpes que le habían propinado para mantenerlo quieto y se llenó de una furia irracional atacando sin piedad a todos aquellos hombres, todos incluido el líder.
Sasuke vio con asombro el poder deslumbrante de su compañero pero no creía que aquel lindo rubio pudiera ser tan peligroso, ante sus ojos una horrible escena llena de sangre, y lo peor es que no se podía mover, no se atrevía ni siquiera a mirarlo.
Solo de una cosa estaba seguro, su dobe, el dobe que lo había cautivado no era así, no podía ser así, NO DEBIA SER ASI, no el dobe que amaba…
-¡NARUTOOOOOOO!- gritó y ante su asombró el rubio se detuvo a punto de acabar con el líder y sus secuaces.
Naruto se volvió tirando al suelo a aquel repugnante ser humano y miró al moreno tirado en el piso con poca movilidad que lo miraba asombrado ¿era aquello en sus ojos una sombra de miedo?
-Detente… tú no eres así- dijo Sasuke temblando, en el fondo estaba asustado pero no del rubio si no de lo que su cuerpo estaba sintiendo, la impotencia ante lo que le hicieron y el saber que en realidad no conocía tanto como creía al rubio –Detente… yo… yo ya no…- pero sus palabras se cortaron al sentí el mundo de cabeza.
De inmediato el rubio se precipitó y sostuvo al moreno antes de que se diera de cara al suelo, su chakra se cortó de golpe volviéndolo a la normalidad.
-Sasuke, Sasuke ¿estas bien? ¡Sasuke!- dijo Naruto preocupado por su teme.
Sasuke abrió los ojos levemente –Naruto… ellos…- dijo débilmente ¡maldita droga paralizante!
-Tranquilo teme estarás bien- dijo Naruto acomodando al moreno entre sus brazos para luego cargarlo
-Dobe… no te tomes… tantas libertades… -medió regaño
Naruto sonrió –Si, me regañas luego, ahora lo más importante eres tú- dijo el rubio
Sasuke se quedó quieto por un momento pensando... ¿Lo más importante? Estaba claro que para él lo más importante era el rubio no por nada le escribió aquella cursi tarjeta pero ¿Qué era él para el rubio?
"Nadie quiere a los Uchiha, por eso el traidor los asesino, estás solo y nunca nadie te querrá"
Cerró los ojos con fuerza cuando se le vinieron a la mente aquellas horribles palabras. No quería creerlas... No quería... Pero era muy inseguro... Por Kami ¡Solo tenía 12 años! ¡Solo era un niño!
-Sasuke ¿Estás bien?- preguntó Naruto al ver al Uchiha ido.
Sasuke no contestó, se limitó a pasar sus brazos alrededor del cuello del rubio y esconder su rostro en su cuello, solo quería sentir su calor pues solo con él la soledad se veía tan lejana y se sentía seguro.
"Creo que lo amo más de lo que creía" se dijo Sasuke a sí mismo.
"Mi teme" pensó Naruto preocupado abrazando más al moreno pegándolo más a su cuerpo.
Sin importar su fiesta Naruto salió corriendo a su departamento para que Sasuke descansara. Sasuke no se quejo ni presto atención hasta que Naruto lo soltó despacio en su cama, sin embargo los músculos los sentía adormecidos y tenía mucho sueño.
-Sasuke ¿cómo te sientes?- preguntó el rubio preocupado.
-No siento… mis extremidades… tengo mucho sueño- dijo Sasuke débilmente.
-¿qué te pasó?- preguntó Naruto preocupado tomando la mano del moreno y comenzando a masajear sus brazos para ver si recuperaba la movilidad.
-Me interceptaron… insultaron a mi familia… los insulte y me capturaron… luego me inyectaron una droga que me paralizó- dijo Sasuke sintiendo levemente las caricias del rubio.
-Debo llevarte al hospital entonces, no sabemos que pudo haber sido eso- dijo el rubio poniéndose de pie de inmediato dispuesto a alzar al moreno de nuevo.
-Espera…- dijo Sasuke pero en eso se escuchó el timbre y Naruto de inmediato fue a abrir encontrándose con Hinata que se veía muy preocupada.
-Gracias a Kami Naruto-kun estaba muy preocupada ¿encontraste a Sasuke-kun?- preguntó la chica y Naruto asintió -¿está bien?- preguntó de inmediato.
Naruto negó -¿cómo supiste donde estaba?-
-Pues salí y con mi byakugan pude verlos levemente, por la dirección supuse que vendrías aquí- dijo la chica
-Hinata ¿puedes ver si Sasuke está bien?- preguntó pues sabía que Hinata podría ver en el cuerpo del moreno y tendría una leve idea de que hacer.
Hinata asintió entrando al departamento del rubio y yendo directo a la cama donde el moreno descansaba.
-Sasuke-kun, gracias a Kami te encontró Naruto-kun, permíteme examinarte por favor- dijo la chica activando su Byakugan notando como el cuerpo de Sasuke estaba paralizado por la droga, sin embargo no era nada grave, la droga utilizada era muy potente pero de corto tiempo.
-Sasuke-kun descuida, ahora solo estas débil pero la droga se pasará pronto- dijo la chica tanto al moreno como al rubio que ya estaba a su lado.
-Entonces no necesito llevarlo a un hospital ¿verdad?- dijo Naruto pues sabía que la experiencia de la casi-violación seguro alteraría mucho al moreno al estar entre tanto médico y enfermera.
-No, estará bien, solo necesita descanso (y mucho cariño)- susurró la Hyuga al oído del rubio que se sonrojo ligeramente para luego sonreír como idiota porque sin duda Sasuke en ese estado sería muy provechoso.
-Gracias Hinata, si no te molesta me quedaré aquí para cuidar del teme, lamento que se hayan esforzado tanto por mi y la fiesta- dijo apenado.
-No te preocupes los regalos los guardaré en la habitación de atrás luego vas por ellos- dijo Hinata sonriendo –Pero definitivamente tenía que traer esto- dijo la chica mostrando un paquete que hasta ahora no había notado –Es el pastel que preparó Sasuke-kun para tu fiesta-
-¿¡Qué?- medio gritó el rubio sorprendido.
-¡ssshhh!- lo calló Hinata señalando a Sasuke que estaba dormido en esos momentos –Lo vas a despertar-
Naruto se apenó –Gomen, pero es que ¿qué no ese pastel lo hicieron entre los dos?- preguntó curioso.
Hinata soltó una risita –Más o menos, es que después del pastel de cumpleaños nos sobraron ingredientes así que Sasuke decidió no desperdiciarlos e hizo este más pequeño mientras yo me duchaba porque terminamos cubiertos de harina, eso de que las mujeres duramos mucho en el baño tiene razón de ser, yo me demoré a propósito para que se hiciera bien el pastel ¿eh?- dijo la chica en tono de complicidad, al final estaba tan cansado que lo mande a duchar y se durmió de inmediato en una habitación de huéspedes, yo guardé el pastel, seguro el todavía cree que está en la nevera de la mansión Hyuga-
-Entonces Sasuke hizo este pastel solo para mí?- preguntó el rubio emocionado recibiendo el paquete que la chica le ofrecía.
-Y déjame decirte que cocina delicioso- agregó la chica y miró al moreno sonriente –bueno no los molesto más, debo volver a la fiesta a decirles a todos donde están y que luego te felicitan-
-Si, de verdad perdón, pero comprenderás que ahora Sasuke es mi prioridad- dijo Naruto apenado.
-No te preocupes, nos veremos luego, sé donde está la puerta- agregó para que el rubio se quedara con Sasuke. Luego ella se fue y cerró la puerta con seguro.
"Espero que sean felices Naruto-kun, de todo corazón" dijo la chica en sus pensamientos secando las lágrimas que nunca más derramaría.
Naruto sonrió yendo a la cocina y abriendo el pastel el cual estaba decorado con betún naranja pastel y con letras azules decía "Para mi dobe" Con una sonrisa en la cara guardó el pastel en su refrigerador y fue con Sasuke quien estaba profundamente dormido, se acostó a su lado a lo cual el moreno automáticamente como si tuviera un radar se pegó a él buscando su calor.
Y así se durmieron juntos abrazados el uno al otro.
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Sin embargo al anochecer Naruto despertó y se encontró solo en su cama. Sobresaltado buscó al moreno sintiendo su presencia en el lugar menos esperado.
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Sasuke despertó y se encontró en los brazos de su adorado rubio, sin embargo la duda seguía aquejando a su mente y azorado por sus nuevos sentimientos salió por la ventana trepando hasta el tejado sorprendiéndose a sí mismo por haber recuperado tan rápido su movilidad aunque Hinata le había dicho que estaría bien así que le hizo caso.
Se quedó ahí mirando la luna por un largo rato pensando en todo lo que comenzaba a sentir, en el pasado tan solo era un niño inocente a quien no le interesaba nada más que seguir jugando, después de la matanza de su clan supo que la vida era muy fría y él se volvió así, pero luego llegó ese rubio y él se volvió una bonita luna dependiendo de la calidez de su sol, de su luz, de su Naruto.
Ahora lo que lo aquejaba era la misma pregunta ¿estaba bien lo que sentía? No lo sabía inconscientemente tenía miedo a que Naruto lo rechazara porque después de todo ¿quién iba a amar al último de un clan maldito?
Sin embargo el sueño que tuvo solo logró perturbarlo más.
Soñó con su familia y con su hermano que mataba a todo su clan de nuevo pero esta vez antes de irse y dejarlo en el total abandono volteó y le sonrió tristemente.
"Sasuke no importa lo que pase, solo quiero que sepas que te amo y siempre te amaré por ser mi tonto hermano menor"
Su hermano siempre lo quiso, siempre y no importo raza, color de piel, familia, clan, nada, lo amaba por ser él, por ser Sasuke, por ser su hermano.
"Creo que después de todo no te odio Itachi-baka" se dijo.
-¿tuviste pesadillas Sasu?- dijo una voz sobresaltándolo un poco.
-dobe- dijo Sasuke haciendo un ligero puchero.
Naruto sonrió y se sentó a su lado abrazándolo y protegiéndolo del frío.
-Sasuke, por favor no vuelvas a asustarme así- pidió el rubio sin mirarlo pero apretando su abrazo sin lastimarlo.
-Dobe… ¿tanto te importo?- preguntó Sasuke sin emoción alguna pues en caso de recibir un "no" no le dolería tanto… quería creer eso.
-Me importas mucho- dijo Naruto notando en el cuerpo de Sasuke su nerviosismo y su máscara de indiferencia en su neutro tono de voz.
-Soy un Uchiha-
-No me importa-
-Soy un hombre-
-Lo sé bien-
-Todos creen que nos odiamos-
-No interesa-
-Te he humillado muchas veces-
-He tenido peores momentos-
-Me burlo de ti-
-A veces yo me burlo de mi mismo-
-No soy una chica-
-No espero que lo seas-
-No soy cursi ni romántico-
-Yo lo seré por ambos-
-No te daré besitos cada vez que se te venga en gana-
-Robados saben mejor-
-No me gustan los sobrenombres dulces-
-Me encantará más el dulce de tus labios-
-No me sonrojaré como colegiala enamorada-
-No hace falta que lo hagas-
-Ni te diré mis sentimientos cada mañana-
-Yo sabré que me amas-
-No soy bueno para ti-
-Eso yo lo decido-
-No te creo ni una palabra-
-Yo haré que me creas-
Y mientras la plática se prolongaba ambos se miraron de frente y lentamente el rubio acortaba la distancia entre ellos hasta que en el último momento junto sus labios en un dulce y casto beso.
-Esos tipos me han tocado- dijo Sasuke hechizado por los zafiros del otro.
-Entonces yo borraré las huellas y en ti dejaré mi marca- dijo el rubio seductor pasando de los labios del moreno y yendo directo a su cuello donde depositó un beso que lo estremeció luego lamió y chupó la zona dejando una marca rojiza mientras Sasuke gemía bajito –Eres mío Sasuke, porque te amo y así lo he decidido- susurró en su oído.
-Yo…-
-No hace falta que lo digas-
Y lo volvió a besar calmando por fin los miedos y latidos acelerados de ese loco corazón enamorado.
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Al Día siguiente…
Sasuke y Naruto despertaron de nuevo abrazados en aquella estrecha cama pero felices, uno lo demostraba abiertamente el otro con risitas discretas. El rubio se levantó de la cama mostrando su torso desnudo pues ese día no llevaba el pijama entero, solo el pantalón, y se preguntarán ¿porqué solo lleva el pantalón del pijama? Pues porque su compañero de cama llevaba la parte superior y debajo solo un bóxer entallado que le costó carias metidas de mano de parte de su acompañante.
Naruto sonrió al ver al moreno despeinado pero no lo comentó.
-Vamos Sasu, tengo leche y pastel para el desayuno- dijo el rubio dirigiéndose a su nevera seguro de que la leche estaba en buen estado, la dejo en la mesa y luego saco el pastel.
Mientras Sasuke se levantaba y se lavaba la cara. Después al salir le intrigó la caja de pastel.
-Dobe ¿de dónde sacaste eso?- preguntó curioso.
-Ah, un pajarito me lo dio anoche, me dijo que un lindo neko lo había hecho solo para mí- dijo Naruto sonriendo y abriendo el pastel.
Sasuke se sonrojó hasta las orejas al ver el pastel que él había hecho.
Naruto se situó detrás suyo abrazándole y besándole el cuello –Gracias teme, sin querer este ha sido unos de mis mejores cumpleaños- rió divertido
Sasuke aún abochornado asintió –De nada Dobe-
-Te amo teme-
-… yo también dobe…-