Solo bastó una milésima de segundo, para que todo perdiera sentido y la consciencia diera paso a una total oscuridad...
Se sentía cansado, todo el cuerpo le pesaba a horrores, no entendía absolutamente nada, escuchaba murmullos que le molestaban dado que no entendía ni "pio" de todo o que decían y comenzaba a volverse realmente molesto, sin contar con el hecho de que su propio cuerpo se negaba rotundamente a moverse
¿Dónde estaba? ¿Qué putas murmuraban? comenzaba a asquearse de esta atmosfera que le rodeaba y de los incesantes "tic tac" de algún reloj que a su parecer sonaba demasiado fuerte.
...
-¿Qué...mierda...?-Le sorprendió de que su voz sonara tan lejana y rasposa, como si no la hubiese usado durante mucho tiempo, sus ojos apenas y comenzaban a moverse en señal de querer abrirse
-¡Yuu-kun!
-¡Kanda!
-¡Yuu!- Esas voces se le hacían familiares, demasiado para su gusto.
Soltó un suspiro cansado antes de reunir toda la fuerza de voluntad que tenía para poder abrir sus ojos, dando de golpe con dos ojos verdes que le miraban desde una distancia muy corta, su primera reacción fue golpear al "extraño" pero sus fuerzas flaquearon en el momento en que su puño se iba a impactar con la cara del desgraciado ese que estuviese violando su espacio personal, pero lamentablemente para él su cometido se vio interrumpido por una sensación de fatiga que le hizo volver a cerrar los ojos y dejar caerse en lo que suponía era una cama. No tenía ni la más remota idea de cómo había terminado en venga alguien a saber dónde, para variar.
-Yuu-kun, hijo no deberías esforzarte tanto- La voz de aquel hombre le hizo encajar todas las piezas faltantes a su poca consciencia.
-Viejo...no soy tu hijo
-Será mejor que le dejemos descansar ¿No creen?
-Concuerdo contigo, Yuu-chan será mejor que duermas otra vez, cuando estés mejor conversamos- Fue casi como una orden imposible de obviar y simplemente para él todo se apagó.
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Se sentía mucho mejor, ya no le pesaba el cuerpo y sus sentidos estaban tan alerta como de costumbre, se levantó con pereza de la cama, reconociendo su habitación al instante, arqueando una ceja, aun no sabía cómo había terminado ahí, después de que fue a ver la condenada casa que escondía quien sabe que cosas. Su cuerpo se paralizó al momento de recordar el cuerpo de ese niño, pero no recordaba nada después de haberlo visto, su cabeza dolió, decidió dejar esos pensamientos de lado y se dirigió al baño para arreglarse la coleta, se lavó la cara y los dientes, con extraña calma y luego salió en busca de lo que su estómago había comenzado a reclamarle por algo de atención. Bajo con calma dispuesto a luego de terminar sus alimentos interrogar a todo aquel que se cruzara por su camino.
-¡Kanda!- No tuvo tiempo de procesar cuando su cuerpo en un acto reflejo esquivó el de la china que había corrido a abrazarle, dejando a esta tirada en el suelo unos metros más allá
-Hijo, que bueno que estas bien- Escuchó en un suspiro a sus espaldas
-¿Cómo terminé aquí?
-Será mejor que te sientes Yuu-chan- Lo fulminó con la mirada- Oye, no creo que sea bueno que te esfuerces tanto considerando que estuviste inconsciente dos días..
-¿Qué?- ¿Qué había dicho? ¿Dos días? ¿INCONSCIENTE?- ¿De qué estás hablando?- La impresión fue tal que ni siquiera pudo ser grosero.
-No lo recuerdas... Bueno… ¿Hasta dónde recuerdas?
-Estaba en la mansión y me adentre al bosque, llegué al lago y de ahí no sé qué ocurrió
-Espera...¿De qué lago hablas?
-¡Del maldito lago que está en el bosque que conforma el patio de esa condenada casa!- Gritó exasperado
-Kanda, nosotros te encontramos inconsciente en la entrada de la casa-La voz de Lenalee se fue atenuando a medida que terminaba la afirmación
-¿Qué?
-Veras, Yuu-kun, anteayer te fuiste a terminar de inspeccionar la mansión, luego de que te fuiste no regresaste y ya pasaba de la media noche, y como no contestabas tu celular decidí llamar a Lavi y a Lenalee para saber si sabían algo de ti, pero como no te habías contactado con nadie desde la mañana, realmente comenzamos a preocuparnos y decidimos ir a buscarte, te encontramos inconsciente tirado en la entrada de la mansión...
Sin pensarlo dos veces se levantó de golpe, agarro la llaves que estaban sobre el mesón de la cocina no eran del auto que usualmente usaba, pero en ese momento le daba igual, subió al auto azul marino* y salió de la casa camino a mansión, le resultaba inconcebible aquello de que había pasado dos días inconsciente. Sus planes se vieron frustrados por el auto que se interpuso en su camino, este correspondía al pelirrojo.
-¡¿Qué putas haces?!- Escupió con veneno en la voz
-Lo siento Yuu-chan, pero por órdenes del doctor no puedes salir de esta casa por lo menos durante una semana
-Quita...-Su cabeza volvió a doler impidiéndole así terminar la orden, su cuello se dobló bruscamente hacia adelante, devolviéndolo a la inconsciencia...
:.____________________________.:¿Why are his memories still here? :.________________________________.:
Todo y nada, eso era lo único que se podía apreciar en las orbes vacías que se encontraban absortas en la nada, ajenas al paso del tiempo...de TODO. Una suave canción acunando el sueño eterno de quien una vez se caracterizó por ser alegre, amable, cálido, alguien...vivo...Solo bastaron segundos, quizás menos, el suave viento mecía las ramas de los árboles aquella noche de navidad, la nieve de un blanco inmaculado ahora manchado de un carmesí ofensivo, cualquiera podría pensar que las manchas sobre aquella pureza, ahora maltrecha eran la viva imagen de una blasfemia, pues quien sería capaz de un acto tan...horrible, pues solo esa palabra podía reflejar lo que esa noche de luna llena había presenciado.
Suplicas, a quien tarareaba una canción de cuna con una sonrisa cínica en los labios, sollozos ahogados, que no lograban ablandar el corazón encaprichado de aquella voz tan sutil, pasos resonando por la estancia que una vez fue un acogedor hogar. Capricho, eso era la razón de aquella masacre, un capricho, por un ser tan puro como la nieve iluminada por los rayos de luna a media noche.
-Me recordaras el resto de tu existencia...-Aquel susurro se deslizo por su cuerpo magullado, llegando a sus oídos
-De...janos...en paz....-La voz quebrada, las lágrimas cayendo, el cuerpo temblando, pero aún desafiante...
-Serás mío...no importa donde vayas, tengo toda una eternidad...-Dedos largos recorriendo la ahora sucia mejilla-Ya no volverás a ser humano....-Una carcajada resonó en la habitación, paralizando a quienes se encontraban ahí...vivos.
-¡No le hagas daño! ¡No te hemos hecho nada! ¡Solo es un niño!-La voz de una madre destrozada segunda por un disparo de quien era su marido, tratando de proteger a aquel niño corrompido por el capricho de un ser inhumano, de aquel chico que ya no volvería a ser él mismo, no después de abandonar su parte humana, la olvidada calidez de antaño y lo que todo ser necesita....vida...
Pero...si no hay vida en aquel cuerpo, ¿Por qué brotan lágrimas? ¿Por qué no se detienen? ¿Por qué no se acaban...? ¿Por qué sus memorias siguen aquí, junto a él...?
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-No...
Saltó alterado de la cama, con la respiración agitada, sudaba frío y una sensación de completo desconsuelo se había alojado en su pecho, lo que escuchó fue el leve lamento de un niño, como si este estuviese muriendo en ese mismo instante, no sabía cómo definir aquel sentimiento de desolación que le embargó, era como si le hubiesen arrancado parte de su existencia.
-No pue...-Sus ojos se ampliaron dando paso a los recuerdos de ese día en que encontró el cuerpo del niño en el lago
:._____________________________________.:Flas Back:.________________________________.:
Justo ahí abajo, había una especie de ataúd de cristal, donde descansaba el cuerpo de un niño de blancos cabellos, sosteniendo este en su pecho una flor de loto que acunaba entre sus manos que se hallaban cruzadas, las líneas parecían flotar por a través del agua, llegando justo en un pequeño círculo justo a la mitad del ataúd, envolviéndolo, como si lo mantuviese preso....Ese niño era.... Abrió los ojos más de lo normal
-Allen Millennium Cross....-Susurró....
Su cuerpo se congeló en el instante en que vio la flor brillar de forma intensa, sobrenatural, aquella tinta que conformaba el símbolo comenzó a ascender por su brazo, como si de una serpiente se tratara, no podía despegar su palma del hielo y realmente la situación se había salido de su completo control. -Mierda...-Siseó, pero en el momento en que despego su palma unos milímetros de la fía superficie una mancha negra se hizo presente frente a él-¡¿Qué...?!
Frente a él el guardián con forma de pantera, su pata alzada enseñaba las garras, su cuerpo imponente prácticamente sobre el suyo y unos ojos lilas los miraron con odio....antes de perder el sentido.
:.______________________________________.:End Flash Back:.___________________________________.:
Una sonrisa cínica se formó entre sus labios y sus ojos de carbón brillaron con intensidad poco conocida, ignorando el cansancio que sentía su cuerpo se levantó, tomando la gabardina que se encontraba sobre el respaldo de la silla en el escritorio, en completo silenció , como cual cazador a su presa, salió en completo silenció, mirando con cautela el reloj que marcaba las tres de la madrugada, el continuo "tic tac" que se amoldaba a su paso refinado, elegante y silencioso, logro llegar al coche negro, subiéndose con total maestría entre las sombras, saliendo así en busca de respuestas...
-Voy a descubrir lo que escondes...-Su sonrisa se acentuó más, cual niño en una travesura osada y riesgosa- Definitivamente lo haré.
...
-Nee, ¿Por qué crees que Kanda se fue?-Lenlee estaba junto a Lavi en una de las habitaciones, murando como se cerraba silenciosamente el portón automático mientras el auto del dueño ya había desaparecido entre las sombras.
-No lo sé, Lena, no lo sé-Ambos intrigados volvieron a la cama que compartían-Espero por lo menos que haya llevado el celular
-Sabes que irá otra vez ahí
-Por eso mismo me preocupa, esa mansión tiene una historia de terror que comienzo a creer no es una alucinación
-Yo también, tiene algo que la diferencia de cualquier propiedad, no sabría explicarlo, pero realmente espero que Kanda esté bien- Suspiró metiéndose otra vez a la cama con el pelirrojo que la abrazó por la cintura
-Yuu-chan sabe lo que hace...-Ambos cayeron dormidos en esa noche sin estrellas
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-Jee, así que nos volveremos a encontrar mi pequeño niño-Una sádica sonrisa adorno el varonil rostro de aquel hombre, cuyos ojos mostraron un deseo inhumano y una sed de sangre inconmesurable, mientras se levantaba de aqulla azotea mirando también el cielo- Ahora si no podrás escapar- Sentenció
JOJOJOJO CHAN! CHAN!?