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Teatro por fuyunohime

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Notas del fanfic:

 

Los personajes no son míos, son de Maki Murakami, sino fuera así, yo tendría a Yuki encerrado en mi habitación, jajaja.

Bien, este es el primer fic que escribo, podría decirse que es un conjunto de “Drabbles”, la verdad ni sé que son, solo lo escribí, espero lo disfruten.

 

 

Acto 1.

 

Sabes, el invierno es la estación que más me gusta ¿Por qué? ¿No lo sabes? Es porque me recuerda a ti, tu rostro, tu ser.

Aunque su cara no le expresara emoción alguna, el solo hecho de ver ese rostro, hacia su corazón latir aceleradamente, como si ya no pudiera contener todo aquel amor que tanto le profesaba, aunque bien sabía que, sin importar la manera en que transmitiera sus sentimientos parecía que estos nunca llegaban a quien amaba.

¿Acaso no lo amaba? ¿No sentía lo mismo cuando lo miraba?

- Hey baka, tengo algo en la cara o que – desde hace un momento que el chico frente a él no decía nada, y eso si que era extraño, por lo que levanto la vista para ver a qué se debía esto encontrándose con que el pelirrosa lo miraba fijamente.

- No es nada Yuki – contesto el chico, mientras le sonreía – Es solo que… - ahora su rostro se había tornado un poco más serio.

- Es solo que ¿Qué?-

- Yuki, tú… ¿me amas? -  No es que dudara del amor del amor del rubio, solo que este nunca se lo decía.

- A que viene eso, acaso no deje que vivieras en mi casa y te metieras en i vida – respondió el rubio sin cambiar su semblante serio, como si la anterior pregunta no hubiera tenido sentido alguno. Aunque interiormente, se arrepintió de lo anterior, cuando la voz de su pequeño amante se torno triste.

- Si, tienes razón – dijo, mientras volteaba el rostro hacia el ventanal, por el cual se podía observar pequeños copos de nieve caer – Creo que esta noche hará frio – susurro para sí, antes de volver su mirada al plato frente a él. 

 

 

Acto 2.

El día pasaba tranquilo y silencioso, prolongándose hasta su llegada. Un efusivo saludo de su parte y un asentimiento de cabeza si tenía suerte, no había besos, no había abrazos, ni siquiera un simple roce. Y él lo entiende “es el trabajo, está cansado”, se miente.

- ¡YA ESTOY EN CASA YUKI! – gritaba un pelirrosa mientras se adentraba al apartamento cerrando tras de sí la puerta. No obteniendo respuesta y encontrando el departamento en penumbras, creyó que Yuki no estaba o bien, que ya estaría dormido, así que decidió dirigirse hacia el dormitorio, pero al pasar por el estudio, oyó unos tecleos provenientes del interior y cayó en cuenta que era su rubio se encontraba en casa.

- Yuki ¿puedo pasar? – decía, mientras tocaba la puerta y al no recibir respuesta decidió seguir su camino – hasta mañana Yuki, te quiero – sabia que en esta ocasión, lo mejor sería dejar todo para el siguiente día.

Mientras en un bote de basura se podía observar un papel arrugado en el cual se podía leer:

Restaurant Moun Amour

Reservación: Uesugui Eiri

Hora: 8:00 pm

 

 

 

Acto 3.

“¿Por qué intentas engañarte? ¿Te gusta sufrir?”

Porque lo amo, lo amo sin importar nada, aun si amarlo significa tener que sufrir.

“El no te quiere ¡¿Por qué no lo entiendes?!”

Eso… eso no es así, el puede ser tan frio, que te llega a congelar, pero a la vez tan cálido, con un calor que llega a reconfortar.

 

Sus pensamientos no dejaban de atormentarlo desde hace un rato. Qué difícil es calmar a un corazón lleno de dudas e inquietudes.

-Flash Back-

Como cada día, regresaba a la casa que compartía con su rubio escritor desde hace más de un año, aunque esta semana había sido mucho más agotadora que las anteriores debido a que el lanzamiento del nuevo disco estaba cerca y por lo tanto el trabajo aumentaba. Así que aunque no hubiera querido, hoy  se le había hecho más tarde que de costumbre, y solo esperaba llegar a casa, darse un baño, y dormir abrazado a Yuki.

-Yuki, ya estoy en casa – decía el pequeño pelirrosa mientras ingresaba al apartamento, pero al ver que el rubio estaba a punto de salir, no dudo en preguntar – ¿Eh?, Yuki ¿A dónde vas?

-Tengo una presentación – fue la estoica respuesta que le dio mientras terminaba de calzarse los zapatos.

- ¿Por qué no me avisaste? Le hubiera pedido permiso a K para regresar temprano –

-No era necesario, nos vemos, regreso temprano – y salió de apartamento cerrando la puerta detrás de sí.

- Fin del Flash Back-

 

“Sé que es parte de su trabajo, pero solo una vez…  me gustaría acompañarlo”

Llevaba rato sentado en el balcón del apartamento,  a pesar del clima fresco que estaba haciendo esa noche, ya que Yuki le había dicho que regresaría temprano, había decidido esperarlo despierto, pero ya era un poco más de la medianoche y ni señas del rubio; por lo que había salido al balcón a mirar las estrellas al tiempo que su corazón se atormentaba con dudas que lo lastimaban.

Pero quien puede culparnos de dudar de todo, al fin y al cabo somos humanos imperfectos.

“No puedo creer que sea tan tarde, esos molestos invitados…” pensaba un rubio mientras ingresaba a su apartamento, la verdad es que solo había planeado estar un par de horas en el evento, las necesarias para cumplir con ese compromiso, pero al parecer nada salía como lo planeaba; cuando de repente sintió una brisa que le calo el cuerpo, y volteando del lugar de donde provenía el viento, lo vio ahí, recargado contra la pared.

Una tenue luz se refleja en su rostro, que brilla con la melancolía, y lo hace parecer un ser irreal.

-Ese baka, como se le ocurre estar aquí a estas horas – pero cuando se acerco para hablarle, se percato de que el pequeño se había quedado dormido, así que sin más remedio decidió llevarlo a la habitación en brazos, pero al tocarlo pudo sentir como el gélido viento de esa noche ya había hecho efecto en el chico – está ardiendo en fiebre – y rápidamente se encamino a la habitación.

Media hora después había llegado el médico que atendería a Shu.

-Sr. Uesugi – comenzó el médico –el joven Shindou se pondrá bien, ya le administre un medicamento para bajarle la fiebre – extendiéndole una hoja al rubio, la cual fue tomada al momento – cuando despierte que tome sus medicamentos, cualquier cosa no dude en llamarme – y se dirigió a la puerta de la casa para retirarse siendo guiado por el dueño de la misma.

Su cabeza dolía al igual que su cuerpo, pero una parte de él, más exactamente su mano, se sentía cálida, por lo cual bajo la vista hacia ella, observando al momento la fuente de esa calidez, producto de ser sostenida por alguien más.

El rubio se había quedado dormido junto a la cama después de haber pasado la noche velando el progreso en la salud de pelirrosa, pero al final, el cansancio del día anterior lo había vencido.

Esa calidez que solo a él le mostraba, era una de las cosas que amaba, esos pequeños detalles que tanto atesoraba y mantenían vivo su amor por el ambarino.

 

 

Notas finales:

 

Bueno, al fin termine ¡Sí!

La verdad no sabía si lo acabaría o lo dejaría a medias como muchos otros.

Inner: La verdad es que solo escribes las ideas y nunca le sigues ¿verdad?

Jajaja, tienes razón, pero en fin, espero que les haya gustado, como dije al inicio, no es que fuera una historia o una serie de drabbles, solo surgieron de ideas individuales que decidí desarrollar con esta pareja.

Espero regresar de nuevo con otra historia, y por lo que presiento será de nuevo con esta serie, aunque no quiera, siempre será mi favorita.

 


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