– Maldición – Estrello su puño contra la pared – Llevas más de media hora en el baño sal de una puta vez –
– Párate temprano idiota – Se escucho el golpe seco de algo estrellándose en la puerta
“Seguramente aventó mi shampoo, será…” Pensaba frustrado mientras caminaba de un lado a otro, miró su celular faltaban treinta minutos para entrar “No me he bañado y por ende no estoy listo, tampoco he desayunado y la escuela esta a quince minutos, mejor me cambio y “
– Ha que refrescante baño – Salió tan radiante y feliz.
– Lo hiciste adrede verdad –
–¿¿ Yo?? Haber que tú seas el que no se para temprano no es mi problema – Se dio media vuelta dándole la espalda.
– No hables idioteces sin saber – Del coraje apenas si abrió la boca al hablar pues todo su cuerpo se hallaba sumergido en una furia infinita.
– Haber imbécil el desvelarse jugando no es una justificación vago de pacotilla y es por eso que nunca serás nadie – Lo miro de reojo y con aires de superioridad.
– Retira lo dicho – De forma brusca soltó su toalla al suelo.
– Nunca, yo seré grande y tu una basura, yo tendré dinero y tu nada, ¿Y sabes por qué? Porque yo si me esfuerzo, yo si estudio pero sobre todo porque yo si tengo cerebro – Y esas últimas palabras fueron la gota que derramó el vaso, camino descalzo sobre el suelo frío, tomo la mano que le quedaba más cerca y con fuerza le jalo para encararse, alzo su puño miro aquellos ojos horrorizados y lanzo el golpe.
Su corazón latía rápido. Su hermano tenía odio en su mirar. Se paso con lo que dijo y lo sabía pero no sentía ni un poco de arrepentimiento, cerró los ojos esperando por el golpe “En algún momento llegaríamos a esto “ pensó, los segundos se le hicieron eternos pero al fin sintió el golpe pero no en su rostro, su espalda se impacto de lleno contra la pared y antes de siquiera abrir los ojos sintió como el puño pasaba a escasos milímetros de su mejilla – Jamás en tu vida vuelvas a decir eso – Le susurró y sintió como un escalofrió le recorría el cuerpo.
– ¿Qué está pasando aquí? – Al escuchar tanto ruido subió presuroso a ver a sus hijos, miro preocupado la escena – ¿Y bien? –
– Nada – Contestó despreocupado y se metió al baño no sin antes brindarle una última mirada de amenaza.
– Exacto, nada –Bajo las escalaras con la frente en alto aunque sus piernas temblaran del miedo que sentían.
Una mujer salía presurosa de su habitación – Pelearon de nuevo verdad – su voz llena de angustia le rompía el corazón.
– Si – No se atrevió a mirarla – Ya no se qué podemos hacer – Abrazó a su mujer con dulzura pues sus ojos cristalinos amenazaban con llorar en cualquier instante.
– ¿Y si los llevamos al psicólogo? – Escondió su cabeza en el cuello de su marido.
– ¿Otra vez? Ya intentamos eso y no funciono recuerdas – Sus pensamientos vagaron un año atrás cuando toda esta guerra comenzó.
– Pero podríamos ir más tiempo, con otro doctor, intentar una terapia en familia… Dios que hemos hecho mal – Y sin poder mas, gruesas lagrimas resbalaban por sus mejillas hasta perderse en la blanca camisa.
– Nada cariño, nada, es la edad, la rebeldía…– La verdad era que no sabía porque habían llegado a ese grado, era de esperarse que los hermanos peleasen de vez en cuando, pero hacerlo diario estaba ya fuera de los limites – Encontraremos una solución ya lo verás – Beso con dulzura la cabecita que se refugiaba en su cuerpo.
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Despidió a sus hijos con una falsa mueca en su rostro – Se van con cuidado – No recibió respuesta solo los vio alejarse y tomar diferentes caminos. Entro a su casa con sus manos entrelazadas rogando por una solución.
– Hoy me tomare el día – El ver a su mujer en ese estado le estrujó el corazón.
– Pero que dices, debes ir al trabajo eres el director y… – Un dedo sobre sus labios la hizo callar.
– Y yo decido cuando voy, después de todo es mi empresa ¿no? – Sonrió – Salgamos, solo me cambio de ropa, buscaremos por toda la ciudad algo que nos ayude con esto ¿De acuerdo? – Acaricio con suavidad la mejilla de su esposa alzándole el rostro para besarle con amor.
– Claro – Una oleada de esperanza la embriago – Hoy tendremos suerte –
Se miraron a los ojos con energías renovadas y tan pronto estuvo listo salieron en busca de un milagro.
Recorrían la ciudad en el auto deteniéndose en cada lugar que les llamara la atención o que les diera buena espina.
Primero entraron al consultorio de un psicólogo, este les explico los métodos que usaba, costos y demás, no se les hacía nada diferente comparado con el que fueron tiempo atrás así que quedó descartado.
Después, entre recomendaciones de la secretaria, llegaron a un lugar donde fueron atendidos por una bella mujer, la casa apestaba a incienso, se sentaron en unos pufs y escucharon con atención lo que les ofrecía aquella dama.
Era novedoso eso que ni qué, pero conocían a sus hijos y sabían que eso no serviría, ¿Qué adolecente toma en serio a una mujer que les pide que abran sus mentes y dejen en libertad a su alma? … Ninguno y de eso estaban seguros. Agradecieron el tiempo y la atención.
– Veo que mi método no es lo que buscan – Se puso de pie.
– No lo tome a mal pero es que … –
– No diga mas señor – Le interrumpió – Ustedes no llegaron aquí por casualidad el universo entero confabulo para que esto sucediera, se me ha dicho que no deben decirme su problema, yo solo soy la herramienta que les dará las opciones – Dicho esto se acerco a un mueble viejo de madera, abrió un cajón y sacó de ahí varias tarjetas – Tomen, estoy segura que alguna de estas será la más adecuada –
Marido y mujer se miraron, ella tomo las tarjetas y las guardo en su bolso – Muchas gracias –
– Al contrario, gracias a ustedes por permitirme ayudarles – Los acompaño a la puerta – Estén atentos a las señales – Susurro y cerró la puerta.
Subieron al coche en silencio, aquella experiencia había sido rara – ¿Qué hacemos? – Pregunto ella.
–Pues busquemos las señales – Rieron juntos ante el comentario y arrancó el coche, avanzaron en dirección al norte pues era el sentido de la calle en la que iban.
Después de varios kilómetros recorridos y de risas compartidas, vio algo que le llamo la atención – Mira eso –
– Cariño es solo un espectacular –
– Pero es de una película de hermanos, vayamos por ahí – Jalo el volante hacia la derecha.
– Mujer que haces ¿quieres matarnos? – Su corazón se sobresalto y miles de pitidos le hicieron compañía.
– Solo sigo las señales – Rio ella y saco una tarjeta.
– Pues que te las manden antes no quiero ocasionar un accidente – Siguió conduciendo.
– Hay no esto es imposible –
– ¿Qué? – La miro de reojo
–Es que no me lo creo –
– ¿Quee? –
– De verdad que es increíble – Miro la tarjeta
– ¿QUEEEEE? – Grito desesperado.
– No grites mira estaciónate ahí –
La curiosidad le gano y acató lo que su mujer le dijo – Ya me dirás – Bajaron del coche.
– Mira, llegamos sin proponérnoslo – Le señalo el local feliz.
– Mmm pero esto es… una local esotérico –
– Si lo sé, vayamos a ver – Le jalo de la muñeca.
– De verdad que no creo que nos ayude –
– No perdemos nada –
Más a fuerzas que queriendo entraron al lugar.
– Bienvenidos, mi nombre es Sarutobi ¿En qué puedo ayudarlos? – Un hombre mayor los miraba con gentileza, desprendía un aura de respeto.
– Vera mis hijos – Soltó la mano de su esposo y se acerco al anciano.
– Hay problemas verdad – Saco una pipa y la prendió.
– Si ellos… – Una mano la hizo callar, el viejo hizo unos rápidos movimientos con las manos.
– ¿Qué tan lejos están dispuestos a llegar por ayudarlos? – Habló al fin después de estar en silencio unos minutos.
– Si se refiere al dinero nosotros … – Se había mantenido al margen de la conversación pero era hora de involucrarse y darle apoyo a su mujer.
– Jajajaja – Soltó una estruendosa carcajada y el humo de su pipa les dio de lleno en la cara – No habló de eso, lo que quiero decir es que sin importan las consecuencias, ni el tiempo que lleve, ¿ustedes seguirán firmes ante la situación? –
– Claro – Respondieron al mismo tiempo.
– ¿Seguros? Porque les advierto una vez se inicie no habrá forma de pararlo, solo sus hijos podrán hacerlo hasta que se comprendan y entiendan a la perfección y eso podría llevar años depende de lo cabezotas que sean –
– ¿Años? – Miro a su esposo y este asintió, ella aceptaría pero él … no era un hombre que se dejase llevar.
– Estamos seguros – Respondió firme ante la suplicante mirada de su mujer.
Los miro fijamente intentando buscar un deje de inseguridad – De acuerdo – Suspiró – Pero que quede claro que yo les advertí –
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Ya era tarde así que pasaron por algo para la cena, al llegar la casa estaba hecha un caos consecuencia de una de las peleas.
La pareja recogió el tiradero e hicieron bajar a sus hijos a cenar.
Esta paso en silencio.
La cena acabo y ellos estaban por retirarse.
– Alto – Habló con voz fuerte.
– Si vas a decir algo de lo de hace rato… –
– Cállate y escucha a tu madre – Se masajeo la sien.
– Si papa – Torció la boca malhumorado.
– Les trajimos esto con mucho amor, úsenlos toda esta noche ¿Si? –
– Son iguales, me niego –
– Dije que te callaras, póntelo y obedece o no les firmare el permiso para el paseo –
– ¿Qué? Eso es injusto – Se quejo pero tomo la pulsera y se la puso – Bueno me voy –
– Gracias fue un lindo detalle – Recogió sus trastes y se fue a su cuarto.
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Subía las escaleras con pesadez su cuerpo le dolía, estaba tan concentrado en su dolor que no pudo poner las manos para no golpearse la cara cuando alguien lo empujo.
– ¿Qué te pasa? – Le miro desde el suelo y con el labio partido debido a la caída.
– A mi nada, solo estorbabas en mi camino – Alzó los hombros restándole importancia
– Serás idiota que no ves que estoy cansado – Se puso de pie con dificultad.
– Ya te dije que el jugar no es justificación – Le miro burlonamente.
– Y yo ya te dije que no sabes ni lo que dices además porque no les dijiste nada sobre esto – Señalo su muñeca – Ni si quiera son tu estilo –
Tomo el pomo de puerta y lo giro – Ya te lo explique, porque yo si tengo cerebro – Se apresuro a entrar a su cuarto y cerro con seguro.
Frustrado, pateo la puerta con fuerza y grito algunos cuantos improperios, cansado se fue a su habitación con la intención de caer dormido en cuanto tocara su colchón.
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– Crees que funcione – Pregunto dudosa.
– Espero que sí – La abrazo – Vayamos a dormir –
Y así juntos tomados de la mano se fueron a descansar.
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La alarma sonó antes de lo usual, sin alzar la cabeza tanteo hasta dar con el celular y lo apagó, se quedo quieto un tiempo para después ponerse boca arriba” Si no me apuro de nuevo me hace lo de ayer “Caminaba con los ojos entrecerrados, lo bueno es que ayer hizo trampa y metió sus cosas al baño sin que nadie se diera cuenta.
Iba como zombi caminando a ciegas, no necesitaba abrir los ojos o prender la luz, se sabía el camino de memoria, sus pasos eran firmes y seguros pero algo choco contra el “También se para a esta hora? Con razón siempre me gana el baño” – Yo llegue primero, piérdete – Hablo entre bostezos mientras se tallaba los ojos…
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– ¿QUEEEEE? – Gritaron al mismo tiempo y abrieron sus ojos a más no poder – NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO – Sus voces de nuevo se unieron en un grito de autentico terror.
Las puertas se abrieron estruendosamente – Niños ¿qué pasa? – Los miraron sin entender el alboroto, sus hijos se veían bien aunque…
– ¿Qué pasa aquí ttebayo? Esto es una pesadilla ¿verdad?¿verdad? – Se jalaba desesperado su ahora larga cabellera.
– Esto es mentira, mentira – Se tocaba el rostro y su plano pecho.
– ¿Naruko mi amor porque usas los bóxers y la playera de tu hermano? – Hablo Kushina.
– Yo no soy yo mama, Naruto robo mi cuerpo –
– Claro que no, tu robaste el mío y ahora tengo estas enormes cosas – Se tocaba el busto.
– Degenerado no me toque así – Lo golpeo.
– Por dios hija no trates a tu hermano así – Minato la detuvo cuando intentaba darle otro buen puñetazo.
Tirado en el suelo se limpio un poco de sangre y sonrió con malicia – Anda atrévete ya quiero ver como dejas tu horrible rostro todo morado –
“Maldición” Frunció la boca con enojo al caer en cuenta que, aunque golpeo a su hermano fue su cuerpo el que recibió el daño.
– No pues si se nota que tu eres la que tiene cerebro jajajajajajajaja – Aun en el suelo no pudo evitar estallar en risa, tanto que hasta sujetaba su estomago del esfuerzo.
“Nada que el maquillaje no pueda cubrir” Y de nueva cuenta se lanzo sobre su hermano pero siendo detenida por su padre.