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Erastés y erómeno por Petite-Montre

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Notas del fanfic:

Este relato esta basado en una costumbre real, fue mi fuente de inspiración. Sin embargo en ningún momento es i intención reprodcir el contexto histórico, esto sólo es una ficción, sólo ficción´, no estudio el contexto histórco y evitare en lo posible dar datos puntuales de la história griega.

Los nombres tampoco seran en su totalidad griegos, puesto que los únicos que conosco son los de personajes míticos o sabios, intentare usar a los menos conocidos

Notas del capitulo:

Pues espero les guste, ojala dejen sus críticas, gracias por leer

Como cada mañana el gimnasio estaba lleno de vigorosos efebos, Calsias entrenaba su desnudo y broceado cuerpo, mientras observaba los avances de los mayores para con sus compañeros. No podía comprender como aceptaban aquellas caricias en una parte tan intima, en ese momento, un hombre que no conocía acorralaba a su amigo Teo, este no sabía cómo salir al paso. El hombre al fin había conseguido tomar la cara de su amigo con una mano, clavando sus ojos en los apenados y asustados de Teo, y con la otra buscaba lentamente hacerse con el miembro del joven, en aquella postura ritual que tan humillante se le antojaba. Una vez cogido de esta forma el joven efebo tenía la opción de rechazar o de aceptar a su pretendiente, sólo un desaire directo es tomado como rechazo, de hecho es más fácil aceptar que rechazar, y su esclavo tenía claramente las de perder, no podía ser grosero con un hombre libre, y su actitud asustada y pasiva sólo reflejaba aceptación, cosa que a la larga también le traería problemas, no creía que aquél personaje quedara contento al saber que había cortejado como “discípulo” a un simple esclavo. Sonrío para si, después de todo el hombre no iba tan desencaminado en su elección, Teo era por varias medidas el más alto de los jóvenes presentes, su piel apiñonada, sus hombros largos y fuertes, los fuertes músculos de su espalda y piernas eran la envidia de muchos efebos, e incluso de su propio padre, que si bien se enorgullecía de tener un esclavo tan esplendido a su servicio, al punto de enviarlo al gimnasio, se avergonzada del contraste que este hacía con su único hijo. Sacudió su cabeza y decidió que era hora de ayudar a su asistente, se acerco a la pareja, el hombre seguro de su éxito se  acercaba cada vez más a Teo, él paso junto al hombro y tiro del hombro del más alto con fuerza, arrancándolo de las manos del otro, sacándole un quejido de dolor por el tirón en le dio el otro en su sexo. El hombre lo miro molesto, lo repaso con la mirada y estaba a punto de soltar algún comentario soez, cado él se le adelanto, con aquella voz de mando que heredó de sus ancestros ordeno a Teo que lo aseara y prepara todo para partir de inmediato a la finca. El otro comprendió de inmediato su error, no sólo había pretendido a un esclavo, sino que estuvo a punto de insultar al hijo de uno de los generales más brillantes de Atenas, compungido sólo los dejó marchar.


 


-Gracias –murmuro Teo.


 


-No hay problema, sabes que no me gusta tratarte así, pero era necesario, sino tal vez a estas alturas estarías como Ganimedes- sonrió con sorna.


 


-Los dioses me protejan- dijo con un exagerado escalofrío.


 


Así salieron del gimnasio, sin notar la mirada afilada de un hombre que había seguido todo el altercado, aunque al contrario de la mayoría, él solo miro al más bajo de los dos.


-Al parecer el hijo de mi general es algo más que un enclenque-murmuró para sí mismo.


 


 


 


 


El hombre que los observaba no era otro que Jenofonte de Atenas, un joven hoplita que escalaba la pirámide del poder con una facilidad y elegancia dignas de alabo. La costumbre mandaba que todo efebo en edad de ser entrenado podía ser “cortejado” por algún hombre mayor, lo cúal derivaba en relaciones entre hombre de más de treinte años y jóvenes de por lo menor de 20 años. Esta costumbre nació de la incapacidad de los padres para dar esta educación a sus hijos, los griegos tenían a sus hijos a una edad bastante avanzada, de forma  que cuando llegaba el momento de guiarlos en su juventud, ya no poseían el vigor necesario, de ahí nació esta costumbre tan elogiada. Aunque la costumbre había degenerado, y en algún punto la enseñanza militar y de vida se mezclo con un interés romántico, raros eran los hombres que no mantenían un romance con su protegido, de forma que al elegirlo, la mayoría de las veces, lo elegían según su estética o la pasión que demostrara el efebo. El aún era joven para esto, a sus 28 años, aún era considerado un joven, por lo cual podía estar sin tener que elegir un “protegido” por bastante años más, sin embargo escucho al general Xenon lamentarse de la suerte de su hijo, pues el pequeño se aproximaba a los 20 y a pasear de la alta posición de su padre, no había tenido ningún “pretendiente”. La verdad este hecho no le sorprendía, el joven tenía un cuerpo algo frágil y adiposo, muy lejos del ideal estético, era obediente pero algo holgazán (lo notó en el gimnasio, al ejercitarse hacía lo justo necesario, no se empleaba a fondo como sus compañeros)y finalmente tenía un carácter arisco. Todo un dechado de virtudes, nótese el sarcasmo. Ora bien su general desesperado le rogó que por favor meditara hacerse el cargo de su hijo, él era muy vejo para hacerlo, y si bien él era un joven estaba consiente de su capacidad y su madurez, estas palabras hincharon su orgullo, y terminó aceptar verlo, aunque claro, sólo lo observaría durante una semana en el gimnasio, al final de la cual iria a comer a la finca del general y anunciaría su decisión.


 


El joven de cabellos castaños y ojos grises sonrió, acababa de tomar una decisión, se haría cargo de ese niño, sacaría lo mejor de él así fuera a golpes, mataría dos pájaros de un tiro: uno ganaría el aprecio y los favores del general afirmando su posición ante los ojos de los altos puestos que no veían con buenos ojos a alguien tan joven entre ellos, y por otra parte tendría algo de diversión al “educar” al antipático efebo.


 

Notas finales:

Si llegaron aqui, entonces n fue tan malo

Comtinuara....

(sip es una amenaza xP)


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