¡Feliz cumpleaños!
Un nueve de octubre y seis ninjas estaban bebiendo en un bar cercano a la torre de la Hokage.
-Mañana es el cumpleaños de Naruto –Sasuke miraba su submarino* como si ya no supiese por donde más tomárselo.
-Ya lo sabemos Sasuke, llevas más de tres submarinos repitiendo lo mismo –Kiba se tomó el suyo a fondo blanco -¿Qué le vas a regalar?
-No tengo ni la menor idea –suspiró –es mi mejor amigo, ¡Debería conocerlo mejor que nadie! Y no sé que regalarle.
-Yo... yo si tengo que... regalarle a Naruto-Kun –dijo Hinata.
-¿Si?, awww que linda –dijo Sasuke algo celoso -¿Y qué será?
-E... es una sorpresa Sasuke-Kun.
-Yo también le tengo una sorpresa –dijo Ino.
-¡Hay no! –se quejó Choji.
Shikamaru comenzó a reír y Sai guardó un papel.
-¿Qué traman? –preguntó extrañado Sasuke, le asustaba cuando Shikamaru se reía.
-Nada -de repente todo para Sasuke se volvió negro y comenzó a recordar todo lo que había pasado en esos tres años.
Después de la guerra ninja él se había entregado a Konoha como su hermano mayor lo había pedido, estuvo tres meses en la cárcel y era interrogado miles de veces por el escuadrón de investigación. Pero Naruto estaba allí siempre, cuando terminaban de torturarlo para curarle las heridas junto a Sakura y mimarlo. Allí comenzó su amistad. Cuando fue devuelto a la sociedad era el único que estaba con él, ni siquiera Sakura, que lo había ayudado tanto en la cárcel quiso darlo a conocer a la sociedad como un buen ciudadano.
Naruto despertaba por la molestia que le causaban los rayos del sol. No quería despertarse tan temprano, así que trató de taparse la cara con una mano y al darse cuenta que era muy tarde y que por más que intentara no podía seguir durmiendo se sentó en la cama y se restregó los ojos del sueño.
-No puedo con esta fatiga –miró hacia la ventana, pero en el proceso se encontró con una imagen que hubiese preferido no ver nunca -¿Sasuke?
El Uchiha estaba acostado en su cama, con sólo un listón de color rojo grueso cubriendo su cuerpo y entre sus manos tenía una tarjeta de cumpleaños que decía eat me.
-Esto debe ser una broma de muy mal gusto de Sai –se dijo -¡Si! Es una de las bromas de Sai –cerró los ojos –voy a tirarlo de la cama y veré con mucho enojo como el henge desaparece, luego iré a la casa de Sai, no me va a importar que este Gaara-chan allí, simplemente lo mato y luego celebro mi cumpleaños a lo grande con el verdadero Sasuke y mis otros amigos.
El henge comenzaba a despertar, se removió incómodo y al verse en esa situación abrió los ojos asustado.
-¿Naruto?
-Si, si –el rubio alzó su pierna dispuesto a patearlo –dile a Sai que le agradezco mucho la empalmada de la mañana.
-¿Qué?, ¿De qué ha?... –pero para (buena) mala suerte de Naruto el henge no había desaparecido.
-TE VOY A MATAR NARUTO UZUMAKI, ¿CÓMO SE TE OCURRE DESPERTARME ASÍ?, ¿QUÉ CARAJO TE PASA? –de repente Sasuke se dio cuenta de su estado –NARUTO, TE JURO QUE TE VOY A MATAR, ESTO ESTÁ JODIENDO MI CHACRA, DESÁTAME PARA QUE PUEDA MATARTE.
El rostro del rubio parecía el de un camaleón, mutaba de blanco, a rojo, después a morado y así seguía.
-La he cagado, piensa Naruto, piensa... ¿Cómo llegó Sasuke a tu cama?
-¿CÓMO QUE CÓMO LLEGUÉ A TU CAMA?, ¿NO FUISTE TU LA MENTE MAQUIAVÉLICA DE TODO ESTO?, ¿ESTO ES LO QUE QUERÍAS?, PUES, FELIZ CUMPLEAÑOS NA-RU-TO.
Si a Naruto le hubiesen dicho que al día siguiente le iban a extraer al Kyubi seguramente hubiese saltado de felicidad, porque todavía no había nada que no le diera más miedo que la voz de enfado de su amigo.
-Sa... Sasuke... te juro que no lo hice.
-¿Y POR QUÉ ME PATEAS?...
No se escuchó más la voz de Sasuke. Así que el rubio pensó que seguramente el moreno estaría tan molesto que no quería hablar sobre aquella situación, pero pasados cinco minutos Naruto se comenzó a preocupar.
-¿Sasuke? –lo buscó debajo de su cama y lo encontró sudando y echo un ovillo.
-Esto me está quitando el chacra dobe.
-Ese Sai y sus bromas –Sasuke miró en shock al rubio –estoy seguro que fue él que hizo esto –lo acostó en la cama y buscó la manera de cómo quitarlo.
-Son hilos muy fuertes de chacra especiales, van succionando lentamente el chacra de la víctima.
-¿Qué hago? –miró la tarjeta -¿Eat me? –suspiró –Sasuke... dime que no es cierto.
-Si, lo es.
-¿Cómo lo haré?
Sasuke no respondió y se sonrojó.
-Me imagino que tienes que hacer lo que dice la tarjeta –cerró los ojos y escuchó como Naruto trataba de arrancarle el cinto con los dientes -¿PERO QUÉ HACES?
-Estoy haciendo lo que dice la tarjeta.
Sasuke abrió la boca, pero de ella no salió nada.
Para su mala suerte.
Su mejor amigo era un lento de primera.
-A ver... Naruto –Sasuke suspiró –dice comeme.
-¿Qué te coma?
Sasuke asintió.
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-Buena broma la que nos hecho Sai –Naruto se rascó la cabeza –bueno, si tengo que comerte para que dejes de botar chacra.
Naruto se acercó al cuello del moreno y aspiró aquel dulce aroma que emanaba Sasuke, sintió como el corazón de su mejor amigo se aceleraba y tragó duro.
-¿Estás seguro?
-SI, ¡Sólo hazlo! –colocó sus manos en la cadera del moreno y comenzó a besarlo lentamente y luego a morderlo.
Sasuke trataba de suprimir aquellos gemidos que se abocaban por salir de él, pero simplemente no podía, Naruto recorría toda su piel mordiéndola, besándola, lamiéndola. Los dos sabían que esas cintas habían perdido importancia en el momento en el que Naruto cazó los labios del moreno y este le respondió gustoso.
-¿Qué estoy haciendo?
-Estás tratando de quitarme esto.
Naruto se quitó la camisa y volvió a arremeter contra Sasuke, besando y mordiendo sus labios mientras que sus manos recorrían aquel cuerpo. Comenzó a bajar en una línea de besos y lamidas hasta que llegó a la cadera de Sasuke, la cinta estaba a punto de romperse y el miembro del moreno estaba tan o más erguido que el suyo. Lo miró directamente a los ojos y Sasuke estaba sonrojado y respirando agitadamente
-¿Lo has hecho antes? –Naruto asintió -¿Qué?, ¿Con quién?
-Sasuke –el rubio le lamió el miembro -¿Lo has hecho tu?
-Tuve que hacerlo –Naruto lo miró con el ceño fruncido. Sasuke le había contado muchas cosas de su estancia con Orochimaru, pero nunca pensó que aquella mirada ennegrecida por algún recuerdo tormentoso estuviese presente en ese momento.
-Oye –lo besó y se miraron directamente a los ojos –eres mi regalo de cumpleaños –Sasuke frunció el ceño –y te tengo que comer.
Las manos del rubio volvían a ser juguetonas y su boca volvía a bajar lentamente hasta su miembro despierto y sin ningún aviso se lo engulló todo.
-AH –Sasuke se sentó y la cinta comenzaba a aflojarse –Naru.
Pero el rubio se dedicaba exclusivamente a darle sexo oral a Sasuke, así que muy poco le importaron las súplicas que salían del moreno. Comenzó a masturbarse y Sasuke no podía creer lo que estaba viendo.
-Naru –se acostó y simplemente comenzó a disfrutar todas esas increíbles sensaciones. Sensaciones que nunca creyó placenteras -¡Jah!, Naru –cerró los ojos y se imaginó como sería tener aquel miembro dentro de él.
El orgasmo estaba a punto de llegar para los dos protagonistas, por lo que Naruto intensificó el ritmo en el que se masturbaba y en el que le daba sexo ora a Sasuke.
-Para Naruto, estoy que me vengo –pero el rubio no le hacía caso, así que expulsó todo lo que tenía y su visión se borró por lo fuerte del orgasmo –te lo advertí.
Naruto se tragó todo el semen y se limpió lo que quedaba en sus labios con una mano. La cinta se había roto por completo y Sasuke lo abrazó para que se acostara a su lado.
-Gracias por salvarme –susurró el moreno –cuando vea a Sai lo mataré.
-Yo le daré las gracias –Naruto besó a Sasuke y este le correspondió.
-¿Por qué?
-Por darme el mejor regalo de cumpleaños –Sasuke lo miró como en shock –tu.