One fucking Shot :D!
Cansada, si, se sentía muy cansada, ignoro todo a su alrededor, tiro sus tacones contra la pared, sus lentes los acomodo en su mesa de noche, su ajustada chaqueta negra la tiro al piso, se sacó las medias estorbosas, se soltó el cabello rosa y se lanzó al sillón cansada.
Bostezó, encendió la radio, sintonizo su estación preferida, eran las 17:30 hrs, hora de su programa de radio favorito.
Cerró los ojos, y sonrió al escuchar la voz de la locutora, con su toque de humor siempre.
Simplemente, estar en casa le tranquilizaba.
- Buenos buenos días - Saludo la locutora – Oh, perdón, es buenas tardes, Como sea, aquí está la sexy, adorable y hermosa Naoko-sama. Lista para estar con ustedes en el rincón de las chicas. – rió con gracia, para seguir hablando. – Bueno, bueno, el tema de hoy es “Hombres que nos dejan por otra.” ¿Les ha pasado? ¿Podrían contarnos su experiencia? Y lo último, lo más importante, ¿Lo han superado? – Preguntó interesada - Bueno, qué esperan, llamen ahora. – Rió, otra vez.
Sakura, - este era el nombre de la mujer de cabellos rosados – indecisa, no sabía si llamar o no, consideraba que lo qué le había pasado a ella en sus jóvenes 25 años de edad no era común, así que marco finalmente, el número de la estación de radio.
- Mochi, mochi – Respondió la voz al otro lado del teléfono. - ¿Quién habla?- Pregunto la locutora.
- Mi nombre es Sakura, - dijo con voz pausada .
- Pues, Sakura, cuéntanos, de tu caso. – dijo calmada la otra chica.
- Claro, bueno, es que no es un caso muy común, a mí mi marido no me dejo por otra mujer…si no, por un hombre, su mejor amigo. – Dijo con voz calmada.
- Oh, eso suena desgarrador, y a la vez interesante. ¿Podrías contarnos cómo fue? ¿Lo has superado? – dijo con mucho interés la pelirroja al otro lado de la línea.
- Claro, todo comenzó…
*-*-*NARUSASU*-*--*FUCKYEAH*-*
Todo comenzó, cuándo nosotros tres, éramos unos pequeños niños. Teníamos como siete u ocho años, no recuerdo bien.
Mi marido, no diré su nombre por respeto, de ojos negros, cabello de igual color, piel blanca, bastante hermoso.
Y nuestro amigo de juegos, un rubio hiper activo, de ojos muy hermosos azules. La cosa, es que siempre jugábamos los 3 en el parque, siempre fuimos muy unidos.
No sé cómo, después de un tiempo me enamoré de mi ex marido, después de sufrir los dolores de típica adolecente enamorada, reuní valor y me confesé.
Luego de eso, fue un final muy animé tipo Shojo, el me correspondió o eso creí, teniendo una buena relación hasta que nos casamos, si, típico final shojo, pensé que era la mujer más feliz del planeta.
Ahora, ¿Qué paso con el rubio de qué te hable antes? Ah sí, también se casó, pero él no tuvo su final feliz de shojo, no, a él se le murió su esposa en un accidente.
Mi marido, lloró junto a él y pensé que era simple amistad, pero como las mujeres nos cegamos por amor y nos volvemos a veces muy estúpidas, quise creer que sólo era amistad.
Debí empezar a sospechar desde antes, sabes, cuándo estábamos en la fiesta de 18 años de una amiga, estábamos todos borrachos, sí, para qué negarlo, yo apenas podía mantenerme en pie por todo el alcohol ingerido, pero mantenía mi conciencia alerta, en cambio, mi hombre, tenía poca, no, demasiada poca resistencia para el alcohol, y nuestro rubio amigo tampoco tenía toda la resistencia del mundo. Bueno, estábamos jugando a la botellita, sí, típico juego de niños pequeños, ya saben, donde es verdad o penitencia, pero nosotros como éramos mayores, subimos las cosas de tono.
La maldita botella giraba muy bien, y ¡Tara! Cosa del destino, que le tocaba a una amiga, bastante yaoista, eligiera reto para mi marido.
El simplemente, para no revelar su vida, acepto reto. Y la muy desgraciada de ella, simplemente atinó a que tenía que recibir un beso, de su rubio mejor amigo.
Me hirvió la sangre de celos, pero no, eran hombres, amigos, nada más, o eso quería hacerme creer yo misma.
Él, se acercó lentamente a mi esposo, lo tomo de la nuca y empezaron el beso, ahí recordé ¡Sakura, están bajo la influencia del alcohol, no hay sentimientos! Sonreí al pensar eso, ¿Qué mujer no lo hubiera hecho? Bueno, mis sentimientos me cegaron.
Luego de esos momentos tan gays de ellos, tuvieron varios más en los años restantes.
Simplemente, ignoré todo eso.
Un día, volvía yo del trabajo, cansada, con ganas de un momento sexy con mi esposo, sentí gemidos.
Sí, gemidos, pero atiné a pensar que eran los vecinos, ruidosos como ninguno.
Abrí la puerta, todo normal. Fui a la cocina a prepararme un té, mientras el agua se calentaba, fui a el baño y me quite el maquillaje, me quite los tacones y todo eso, y tarareando ignorando los gemidos – como ya mencioné pensé que eran de mis vecinos – entré a la habitación, con los ojos cerrados. Tiré la ropa y estaba a punto de salir de la habitación, cuándo sentí otras respiraciones y miré tontamente, como los dos imbéciles me miraban asustados.
Si, estaban teniendo relaciones.
Sí, estaban teniendo relaciones, ambos, dos hombres.
Sí, estaban teniendo relaciones, mi marido y su mejor amigo.
Sí, estaban teniendo relaciones EN MI CAMA.
Abrí la boca estupefacta, no podía atinar a pensar nada coherente.
Lo que más me desconecto, fue, qué mi macho, sí, mi razón para vivir, mis ojos para ver, mi alma, y toda esa cursilería barata, estaba siendo el pasivo.
EL PASIVO, EL MALDITO UKE. MI MACHO, ESTABA SIENDO EL EMBESTIDO.
LE GUSTABA QUE LE DIERAN, NO DAR.
EL, MI MACHO, EL QUE ME TOCABA, EL QUE ME DECÍA AMARME, ESTABA SIENDO PASIVO, REBAJANDO TODO SU ORGULLO.
Pasivo, pasivo, pasivo, mi macho, pero lo he superado.
Lo tenía a 4 sujetado de la espalda, con los mechones de ambos resbalando por el sudor, mi ex marido con un leve rubor, nononono, es qué pasivo, POR ESO EL BASTARDO YA NO ME TOCABA.
Ah, pero como dije, lo he superado.
Tontamente, mis ojos en ese momento se llenaron de lágrimas, tontamente, sólo atiné a decir.
“Lamento interrumpir, amor, volveré en unas horas…¿Sí?”
No esperé ninguna respuesta, Salí corriendo, esperanzada típica chica protagonista de shojo, que esperaba que su galán corriera detrás de ella para alcanzarle y decirle que todo fue un malentendido.
Pero no, los dos no pararon de gemir y seguir en lo suyo.
Osea, Hello, pensé que al menos le importaba, pero fue una suposición errónea.
Esperé a que terminaran, entré a la habitación, ambos dormidos abrazados, tome todo lo que era mío, mis zapatos, ropa y bla bla bla, le saqué algo de dinero, y me fui.
Pensé que sería lo mejor, pero no, me dio síndrome de mujer abandonada, enamorada pase en depresión mucho tiempo, hasta que los dos con no sé qué cara, aparecieron un mes después en mi casa para disculparse.
No, no le guarde ningún rencor a ninguno, el único hecho que no asimilo, es que mi macho, mi hombre, era pasivo.
Ni siquiera seme, si no, pasivo.
Pero bueno, lo superé. Eso es lo bueno.
*--*--*NaruSasu*--*--*FUCKYEAH*--*---*
Ambas, en silencio después de escuchar todo.
- Bueno, eso fue…interesante. – rió – la verdad, es que le dio imaginación a mi vena yaoi – rió – hay linda, qué pasaría si te digo, qué la de la fiesta, la tonta yaoista ¿era yo? – rió a no más poder.
- ¿Quée? – se puso pálida – pues, no pasa nada – trato de calmarse – pues como te dije, lo he superado.- trataba de convencerse a si misma.
- Claro claro, la verdad, es que los conozco a ambos, oh joder, bueno así es el destino, te deseó suerte para tus relaciones futuras, y bla bla bla – rio.
- Gracias – dijo sakura.
- Ah, y cuidado a quién eliges, no te recomiendo a los que pasan mucho tiempo con sus “amigos” – rió frenéticamente.
- Em, gracias.
- Bueno, fue un placer escucharte, suerte linda.- dijo y colgó.
Sakura estaba pálida, ella, la culpable de que su ex – esposo estuviera con su mejor amigo.
Oh si, enviaría una pequeña carta de odio a la locutora, claro, con un nombre falso.
Mientras, la pelirroja reía a no más poder al ver que ella fue la culpable de que sus amigos eligieran el otro bando, pero bueno, la vida era así.
Estaba preparada para esperar las cartas de odio de la mujer pelirrosa.
*-*-*NARUSASU*-*-*FUCKYEAH*-*-*