Trató de esbozar una pequeña sonrisa, pero no pudo.
Es que simplemente ya no aguantaba, le estaba calando el dolor en lo más profundo de su ser.
No le conocía muy bien, ya era un par de veces que habían compartido unas pequeñas pero sinceras sonrisas, unos apretones de mano, un par de gestos.
No, no se conocían mucho, pero sentían todo lo contrario.
Todo comenzó, con una hermosa noche de estrellas que bañaban la oscuridad, con un tibio aire que producía una extraña calidez, era el día del festival de verano, no era necesaria mucha iluminación, ya que con esa noche estrellada, sería suficiente la luz de ellas para alumbrar.
Caminaba sin saber cómo y hacía dónde ir, a lento paso, con su respiración calmada, no, no se había perdido, es que simplemente no podía haberse perdido con tanta facilidad.
Andaba con sus dulces, con su yukata color naranja, que contrastaba con un ligero color damasco en los bordes, sus cabellos rubios revueltos, que contrastaban con su acanelada piel.
Siguió las luciérnagas muy curioso, y llego a un pequeño claro situado en lo profundo del bosque – lugar dónde se efectuaba el festival – El lago estaba alumbrado solamente por las estrellas, reflejadas en la oscuridad permanente de aquel lago.
Vio un pequeño muelle, dónde estabas entado un joven, de 13, o 14 años, más o menos de su misma edad.
El chico estaba solo, mirando las estrellas, sin expresión alguna en el rostro.
El rubio se acercó cautelosamente, y poso una mano sobre el hombro del otro chico.
El joven, se sobresaltó, se volteó y miro a la persona que le estaba observando.
El rubio, quedo anonado con el aspecto del otro joven, era de ojos negros, bastante negros, competían con la noche, que era del mismo tono, sólo que los ojos negros de él no tenían estrellas que le alumbrasen, de una piel pálida, que contrastaba mucho con su color de cabello y ojos.
- Hola – sonrió zorrunamente - ¿Cómo te llamas? – preguntó al ojinoche.
- …- no había entendido nada de lo que el rubio le había dicho. - ¿Qué has dicho, dobe? – preguntó.
- …- No sabía que decir, no era su mismo idioma, si mal no distinguía, el joven pelinegro era japonés. Genial, no sé una pisca de japonés. Pensó, y sólo logro comprender la última palabra “dobe.” Sabía que era un insulto…- No te entiendo, teme. – Respondió y el mayor le miro con superioridad.
- A quién le dices teme. – dijo y el rubio quedo con la duda en la cara. Luego, concluyó que el rubio no hablaba su idioma y que no le entendía ni j.
- …-
Ambos quedaron en silencio, ambos querían iniciar una conversación, pero…¡Cómo iniciarla si no se entendían!
- Em, What’s You’re name? – recurrió naruto al inglés, era un idioma muy común, aunque no lo supiera manejar.
- Em, Sasuke- respondió, no entendía n le interesaba el inglés, pero intentó por el chico – And… You’re name – intento pronunciar.
- Naruto – sonrió el menor , y de nuevo silencio, no conocían muchas palabras, por lo que tuvieron que quedarse con el pequeño gusto de sólo conocer el nombre del otro.
Se quedaron contemplando las estrellas uno al lado del otro, era triste que no pudieran entenderse, ¡Pero querían hacerlo!
Sasuke, tomo una piedra y le tiro al lago.
Naruto, siguió su juego y también arrojo una piedra, así creando una competencia.
Comenzaron a reír, se estaban entreteniendo, sonrieron sinceramente por primera vez después de mucho tiempo, pararon el juego, y comenzaron a arrojar palabras torpes, tratando de entender el idioma del otro.
-Qué es lo que tratas de decir – susurró Naruto - ¿Qué la noche está muy solitaria? – pregunto en vano, ya que el moreno no le comprendió, e hizo un ademán de que dejara eso de lado.
No soy capaz de reconocerme cuándo siento la respiración de él, algo me descontrola y me late el corazón demasiado rápido para mi gusto.
Sasuke no estaba mejor que el rubio, simplemente podía aspirar el aroma del blondo, cuándo sintió que este se estaba quedando dormido, lo zarandeó suavemente, y se levantó para ayudarle a él.
El oji azul, entendiendo, se levantó con la ayuda del mayor, miro por fin la yukata que traía el mayor, azul índigo con bordes de azul claro, con un símbolo bordado a la espalda, con blanco y rojo.
Caminaron en silencio, luego el mayor comenzó a hablar, sin saber con exactitud que decía, solo para romper el silencio.
Puedo escuchar tu voz, aunque aún no puedo entender lo que dices.
Luego de llegar a la casa del blondo, se despidió con la mano.
Al otro día, Sasuke, no sabía ni el cómo ni el por qué, estaba de nuevo en el lago, esperando algo…más bien a alguien.
Espero un rato, sentado contemplando el día, cuando sintió a las espaldas, la risa del rubio.
Se sorprendió al encontrarlo allí de nuevo, sonrió y saludo, el devolvió el saludo, solo que en su respectivo idioma.
Así pasaron los días, solo sonrisas, gestos, y palabras torpes de los labios de cada uno.
Ya estaban descubriendo cada uno por su parte sus sentimientos, el porqué de ciertos gestos, reacciones, sonrojos, y cosas así.
El despertar de mis sentimientos hacía Naruto, es raro.
Le asusto en un principio, oía la voz de el a cada minuto, aunque no estuviera con él, esa voz extranjera que no conocía ni entendía.
Caminaban hacia un puesto de helados, Sasuke dijo cuál quería, naruto también pero no le comprendieron, señalo el color de helado y allí estaban comiendo.
Naruto le regalo otra sonrisa al mayor, este se la devolvió.
El moreno, le tomo la mano de improvisto, el rubio se sorprendió, sonrió y le dio un apretón.
- No…no sé cómo decirlo dobe – dijo el ojinoche algo nervioso- no sé ni creo que me entiendas, no sé cómo, ni cuándo ni el por qué, pero te quiero.
El blondo sonrió.
- Puedo oír lo que dices, pero aún no logro entender. Yo repito tus palabras, esperando que sean de amor. – sonrió y le devolvió el apretón.
- I Love You. – dijo en un forzado inglés, que dejo helado al rubio.
- …- quedo un poco sonrojado, sonrió y siguió caminando jalando al mayor, mientras pensaba como responder, sabía muy poco de japonés, pero con una esforzada pronunciación, solo pudo decir – ai shiteru.
Sasuke, al escuchar eso, se alegró y abrazo al rubio.
No se entendían, no porque no quisieran, si no por qué no podían.
Se enamoraron del otro por gestos, por miradas, por sonrisas, se preguntaban si alguna vez sus palabras extranjeras alguna vez se alcanzarían.
Abrieron sus ojos, se miraron sonrientes, sasuke tomo a naruto de la barbilla y comenzó a soltar palabras torpes, tratando de decir algo coherente en el idioma del otro.
-Vale, vale sasuke, no lo intentes – sonrió y una sonrisa triste se dibujó en su rostro.
El mayor le miró preocupado, y se acercó.
- ¿Algún día…me contestarás? – susurró naruto.
- ¿Algún día, seré capaz de entender lo qué susurras? – dijo torpemente sin entender al otro.
- Algún día, ¿Me harás entender lo qué dices? – sonrió triste
- Algún día, ¿Entenderás lo qué digo? – le tomo de la barbilla y le plantó un fugaz beso.
Sonrieron, algo tristes, pero sin soltarse siguieron el camino.
Se enamoraron del otro, sin pensar en el idioma que dividía con una fina línea, su amor.
Aunque, lucharían por vencer esa línea, esa fina línea, tan tonta.
Le dolía, no poder entender ni conocer nada del otro, siempre se encuentra el amor en un lugar sin esperanzas, pero no dejaría que todo se fuera a la mierda por no poder entenderse, encontrarían la forma de que así fuera.
Soltaban palabras torpes, repitiendo lo del otro, esperando, que fueran palabras de…amor.~